La patología es un tema de estudio esencial para cualquier persona que desee practicar la medicina. El objetivo de un patólogo es diagnosticar afecciones y enfermedades, por lo cual es necesario memorizar mucha información. Desglosa la información para estudiar una afección o enfermedad a la vez. Luego, concéntrate en aprender todo lo que puedas de dicha enfermedad, desde lo más básico hasta lo más complejo. También puedes prepararte al revisar todo el material relevante antes de la clase de patología. Aprender estrategias básicas de estudio puede ser bastante útil.

Método 1
Método 1 de 3:
Estudiar afecciones y enfermedades individuales

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    Clasifica cada afección. Aprender las clasificaciones de las afecciones te ayudará a tener toda la información asociada a una enfermedad específica. Utiliza la estrategia mnemotécnica “VITAMIN C, D” (vitamina C, D) para clasificar las afecciones antes de dividirlas.[1]
    • Cada una de las letras en "VITAMIN C, D" representa una clasificación de afecciones distinta: vascular, infecciosa, traumática, autoinmune, metabólica, iatrogénica o idiopática, neoplástica, congénita y degenerativa.
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    Define la afección. Asegúrate de preparar una definición bien detallada de cada enfermedad que estudies. Aprende exactamente el significado de cada término y cómo se relaciona con los otros conceptos que estés estudiando. Dado que la patología es el estudio de las enfermedades y sus causas, conocer la definición exacta de las afecciones es esencial para realizar un diagnóstico correcto.[2]
    • En tu cuaderno de patología, prepara una sección para cada enfermedad. Al principio de cada una, escribe la definición de la afección.
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    Averigua el “cómo” y el “por qué” de cada una de las enfermedades que estudies. Esta información se llama patogénesis, es decir, cómo se desarrolla la afección. Una vez que conozcas la definición de un problema específico, concéntrate en entender el “por qué” (las causas de la enfermedad) y el “cómo”. Aprende la forma en que esas causas se transforman en esta enfermedad específica en lugar de otra.[3]
    • En tu cuaderno, organiza una sección para la patogénesis de cada enfermedad debajo de la definición. La organización de esta parte dependerá de tus preferencias. Puedes enumerar las causas y, debajo de cada una de ellas, escribir los motivos por los cuales se transforman en una afección específica. También puedes crear un mapa conceptual con cajas y flechas que conecten los conceptos con su patogénesis.
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    Aprende la morfología de cada enfermedad. La morfología (el cambio de células y tejidos) será diferente para cada tipo de afección. Por lo tanto, si conoces la forma en que una enfermedad cambia las células y los tejidos, tendrás una mejor comprensión para reconocer el problema.[4]
    • Enumera la morfología después de la definición y de la patogénesis de la enfermedad que estés estudiando. En este caso, puedes hacer dibujos o, si no eres muy bueno en eso, copiar e imprimir imágenes del libro de texto para mostrar la morfología.
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    Memoriza las manifestaciones clínicas de cada enfermedad. Estas manifestaciones son los síntomas asociados con la enfermedad. Pueden haber síntomas que se superpongan, es decir, que muchas afecciones compartan las mismas manifestaciones, por lo que aprenderlas es solo una parte de conocer cada afección en particular.[5]
    • Escribir la información es una manera de empezar a memorizarla. También puedes preparar tarjetas didácticas con las manifestaciones clínicas de la enfermedad que estés estudiando. Guárdalas en la sección del cuaderno dedicada a dicha afección.
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    Aprende las complicaciones de cada enfermedad. No todos los pacientes estarán en la misma fase de desarrollo de una afección específica. Por lo tanto, es importante conocer las complicaciones que pueden desarrollarse si una enfermedad no es tratada, ya que puede tener manifestaciones muy distintas después de seis meses sin tratamiento que después de apenas un mes.[6]
    • En tu cuaderno, crea una línea de tiempo. El punto de inicio debe indicar el momento en que se desarrolló la enfermedad por primera vez junto con sus síntomas. Luego, dibuja algunas líneas para especificar el momento en que las complicaciones cambiaron y especifica los tiempos y el desarrollo de la enfermedad.

Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar técnicas generales de estudio

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    Usa un solo cuaderno para todas las anotaciones de patología. Tener todas las anotaciones en un solo lugar te ayudará a estudiar. Organiza la información por enfermedad o tema, y toma apuntes de patología únicamente en este cuaderno.
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    Busca juegos en Internet. Algunas páginas web como Sporcle cuentan con una gran colección de cuestionarios y juegos diseñados para aprender el vocabulario y la terminología médica. Además, puedes escoger el tema en particular para que sean exclusivamente de patología. Aprender y divertirse al mismo tiempo puede ayudar a memorizar los conceptos con mayor facilidad.[7]
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    Prepara tarjetas de estudio. Para memorizar los conceptos, crea un conjunto de tarjetas para cada concepto que estés estudiando. En el frente, escribe un concepto o término que quieras memorizar. En el dorso, escribe su definición. Luego estudia las tarjetas; observa el frente e intenta recordar la definición antes de voltearlas para verificar la información.[8]
    • Lleva las tarjetas contigo. Úsalas durante las pausas en las clases, los viajes en colectivo o cuando estés en casa. Cuanto más las uses, mayor información podrás memorizar.
    • También puedes usar páginas web como Flashcard Machine para generar automáticamente tarjetas relacionadas con la patología para estudiar.
    • Si puedes memorizar los orígenes comunes de los términos de patología (como hiper, hipo y oma), estarás más cerca de aprender la definición completa de la palabra. Escribe la raíz en el frente de la tarjeta y la definición en el dorso.
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    Considera la posibilidad de comprar guías de estudio o libros de patología. Es posible que el profesor pueda recomendártelos en el aula. Busca editoriales que hayan publicado libros para estudiar patología (como Princeton Review), como así también libros, guías de estudio y videos de suscripción gratuita en Internet (como el sitio web Pathoma).
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    Realiza exámenes para practicar y haz tareas adicionales. Es posible que tu libro de textos tenga exámenes o textos prácticos. De lo contrario, puedes pedírselos a tu profesor. Si tienes tareas para realizar en casa, practica ejercicios adicionales.

Método 3
Método 3 de 3:
Mejorar los hábitos de estudio

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    Revisa la anatomía y fisiología relacionada con la patología que estés estudiando. Si desconoces los conceptos básicos de la anatomía y la fisiología, te perderás fácilmente al estudiar patología. Por lo tanto, si sabes que esta semana analizarán las patologías respiratorias en la clase de patología, revisa la anatomía y la fisiología de los pulmones el fin de semana previo. De esta forma, te enfocarás en la información patológica, en lugar de intentar recordar conceptos que has aprendido en los semestres anteriores.[9]
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    Organiza el estudio. La patología, como la mayoría de los campos de la medicina, requiere aprender mucha información. Una de las mejores maneras de memorizarla es organizar los temas de estudio. Revisa las anotaciones de cada clase y reescribe aquello que te resulte más difícil. También puedes volver a estudiar los conceptos al leer las anotaciones en voz alta, como si estuvieras explicándole el concepto a otra persona.[10]
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    Ten un diccionario médico cerca mientras estés estudiando. A medida que leas, busca los términos que no conozcas, aunque no estén relacionados directamente con el tema de estudio, ya que es muy probable que vuelvas a verlos. Conocer sus significados en cada contexto te ayudará a aprender la patología de una manera más generalizada.
    • Utiliza un diccionario impreso o busca uno en Internet (como MediLexicon).
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    Crea un grupo de estudio. Siempre habrá compañeros de clase que aprendan más rápido que tú, como así también tú aprenderás otros conceptos más rápido que otras personas. Un grupo de estudio es útil a la hora de beneficiarse con los puntos fuertes de cada uno de los integrantes. Reúnanse una o dos veces a la semana para estudiar juntos.[11]

Acerca de este wikiHow

Devin Fisher, CCC-SLP
Coescrito por:
Patólogo del habla y lenguaje
Este artículo fue coescrito por Devin Fisher, CCC-SLP. Devin Fisher es un patólogo del habla y el lenguaje que reside en Las Vegas, Nevada. Se especializa en terapia del habla y el lenguaje para personas con trastornos de afasia, deglución, voz, articulación, fonología social-pragmática, habla motriz y fluidez. Además, trata el deterioro de la comunicación cognitiva, retraso del lenguaje y la enfermedad de Parkinson. Tiene una licenciatura y maestría en patología del habla y el lenguaje de la Universidad de Fontbonne. También tiene un sitio web y un blog relacionados donde brinda información y recursos sobre terapia del habla y el lenguaje tanto para médicos como para clientes. Este artículo ha sido visto 9455 veces.
Categorías: Técnicas de estudio