Llegar tarde a la escuela de manera regular puede hacer estragos en tu registro de asistencia y molestar a tus padres y administradores de la escuela. Afortunadamente, existen muchas cosas que puedes hacer para ahorrar tiempo por la mañana y llegar a la escuela antes de que suene el timbre. Si te preparas la noche anterior, duermes bien y te despiertas y sales rápido por la puerta, sin dudas podrás llegar a la escuela a tiempo.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Prepararte la noche anterior

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    Escoge tu atuendo la noche anterior para ahorrar tiempo por la mañana. No hay nada peor que prepararse para la escuela y no tener idea de qué ropa usar. Para evitar el caos por la mañana, tómate unos minutos antes de acostarte para preparar el atuendo para el día siguiente, incluyendo una camiseta, un pantalón y calzado. Luego, cuelga o extiende todo para que esté listo cuando te despiertes.[1]
    • Por más que uses uniforme en la escuela, puedes poner toda la ropa en un lugar y verificar dos veces que no tenga arrugas.
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    Empaca el almuerzo para no tener que preocuparte por él antes de la escuela. Luego, solo tendrás que colocarlo en la mochila por la mañana. Si tu almuerzo necesita enfriarse, puedes prepararlo con anticipación y guardarlo en el refrigerador por la noche.[2]
    • Si sueles comprar el almuerzo en la escuela, pon el dinero en la encimera la noche anterior para tomarlo fácilmente por la mañana.
    • Si buscas almuerzos fáciles y saludables que puedas preparar con anticipación, prueba con un sándwich de mantequilla de maní y jalea, roscas con queso crema o sándwiches de pavo y queso. No olvides agregar algunos acompañamientos, como frutas, muesli, zanahorias o galletas saladas.
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    Organiza tu mochila para poder tomarla e ir a la escuela. Buscar papeles sueltos y cuadernos antes de ir a la escuela puede ser caótico. Si organizas todo en la mochila la noche anterior, tendrás una cosa menos de qué preocuparte en la mañana.[3]
    • Coloca la mochila en un lugar visible (como al lado de la puerta delantera o en el escritorio de tu habitación) para no tener que buscarla por la mañana.
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    Termina toda la tarea para no tener que hacerla por la mañana. Quizás te veas tentado a terminar la tarea mientras te preparas para la escuela, pero posiblemente no sea la mejor idea. Si tienes dificultades con algo o termina tomando más tiempo del esperado, podrías llegar tarde a la escuela. En cambio, procura completarla la noche anterior.[4]
    • Cuando termines la tarea, no olvides ponerla en la mochila de inmediato. De esta forma, no la olvidarás ni tendrás que buscarla por la mañana.
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    Dúchate por la noche para no tener que hacerlo antes de ir a la escuela. Ducharse puede tomar mucho tiempo por la mañana, en especial si estás un poco somnoliento después de despertarte. Si te duchas por la noche, no tendrás que preocuparte por ello en la mañana, y estarás igualmente limpio y fresco para ir a la escuela.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Tener una buena noche de sueño

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    No bebas bebidas con cafeína después de las tres de la tarde. Las bebidas con cafeína (como el café y el té) pueden mejorar tu nivel de energía por la mañana o el mediodía, pero si las bebes muy tarde, podrían evitar que duermas bien. Si bebes cafeína antes de las tres de la tarde, tendrás suficiente tiempo para relajarte y dormir bien toda la noche.[6]
    • El café y el té no son las únicas bebidas que tienen cafeína. Los refrescos y las bebidas deportivas también tienen cafeína, así que revisa las etiquetas o haz una búsqueda en línea si tienes dudas.
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    Evita usar dispositivos electrónicos durante al menos 30 minutos antes de acostarte. Las luces de las pantallas le envían la señal al cuerpo de que aún no es momento de dormir, lo que puede hacer que te mantengas despierto por la noche. En vez de pasar el tiempo con el celular, usar la computadora o mirar televisión antes de acostarte, haz una actividad relajante sin pantallas, como leer un libro o dibujar.[7]
    • Si necesitas un recordatorio, configura una alarma 30 minutos antes del horario de acostarte. Cuando la alarma suene, sabrás que es momento de dejar las pantallas a un lado por la noche.
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    Desarrolla una rutina de descanso para que tu cuerpo sepa cuándo es momento de relajarse. Una buena rutina de sueño hace que dormirte sea más fácil por la noche. Además, acostarte a la misma hora todas las noches te ayudará a tener una mejor noche de sueño. Escoge un horario y respétalo. Luego, selecciona una o dos actividades relajantes que puedas hacer justo antes de acostarte todas las noches, como tomar un baño, leer o beber un té descafeinado.[8]
    • Si tienes entre 6 y 12 años de edad, duerme entre 9 y 12 horas por noche.
    • Si tienes entre 13 y 18 años de edad, duerme entre 8 y 10 horas por noche.
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    Mantén una temperatura agradable en la habitación mientras duermes. Es difícil dormir bien si tienes mucho calor o frío. Si la habitación es muy calurosa por la noche, enciende un ventilador o abre una ventana para que entre la brisa. Por otro lado, si hace mucho frío, duerme con más mantas y considera la posibilidad de hablar con tus padres para tener un calentador o calefactor. También puedes pedirles a tus padres que ajusten el termostato para dormir más cómodamente.[9]
    • Por lo general, dormirás mejor si la habitación está a 16 a 19 °C (60 a 67 °F).[10]
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    Apaga todas las luces de la habitación antes de acostarte para dormir mejor. Dado que la luz interfiere con el ciclo de sueño natural del cuerpo, procura que la habitación esté tan oscura como sea posible por la noche. Apaga todas las pantallas que emitan luz, como el televisor. Si la luz brilla a través de la ventana por la noche, cierra las cortinas o persianas.[11]
    • Está bien si duermes con una luz tenue por la noche, en caso de ser necesario. Solo asegúrate de que las otras luces estén apagadas.
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    Escribe en un diario antes de acostarte si sientes estrés o ansiedad. Si tienes pensamientos desagradables en tu mente, quizás te resulte difícil dormirte. Si plasmas tus pensamientos y sentimientos en un diario, podrás despejar la mente para que te resulte más fácil dormirte.[12]
    • Puedes escribir acerca de todo lo que pese en tu mente. Por ejemplo, si te preocupa un examen importante, escribe los puntos principales que tengas que recordar para dejar de obsesionarte con ellos. Si tienes que entregar muchas tareas en poco tiempo, escribe una lista rápida de cosas que tengas que hacer los siguientes días o semanas para quitarlas de tu mente.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Despertarte a tiempo

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    Evita presionar el botón de repetición en tu despertador. Presionar este botón puede parecer una buena idea en el momento, pero dormir 10 o 20 minutos adicionales no te ayudará a sentirte menos cansado. Dado que el cuerpo no tendrá tiempo para retomar el sueño profundo, te despertarás más adormecido después de presionar el botón de repetición. En cambio, para ahorrar tiempo, despiértate tan pronto como suene la alarma por la mañana.[13]
    • Si estás acostumbrado a presionar el botón de repetición por la mañana, romper el hábito podría tomar un tiempo. Esfuérzate por sentarte y salir de la cama de inmediato cuando suene la alarma.
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    Mueve el despertador lejos de la cama para tener que levantarte a apagarlo. De esta forma, no podrás presionar el botón de repetición, por más que lo desees. Una vez que salgas de la cama y camines por la habitación, te resultará más fácil comenzar el día.
    • Escoge un lugar al que no puedas llegar desde la cama, como un escritorio en el otro lado de la habitación o un alféizar lejano.
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    Enciende las luces de la habitación y abre las persianas después de despertarte. La luz le envía la señal al cuerpo de que es hora de despertarse; a cuanta más luz te expongas por la mañana, más rápido dejarás de sentirte cansado. Si enciendes todas las luces justo después de salir de la cama, te despertarás y te resultará más fácil prepararte.[14]
    • Incluso existen alarmas que puedes comprar que tienen luces integradas. Cuando la alarma suena, las luces se encienden, lo que hace que despertarse sea más fácil.
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    Salpícate el rostro con agua fría para sentirte más despierto. El agua fría puede crear un impacto en el sistema y hacerte estar más alerta. Si necesitas una ayuda rápida y sencilla para despertarte justo después de salir de la cama, salpícate el rostro con agua fría.[15]
    • Si planeas ducharte antes de la escuela, deja correr el agua fría por 30 segundos justo antes de salir para despertarte.
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    Pon tu música favorita para motivarte a prepararte. La música puede mejorar tu estado de ánimo y darte un impulso de energía mientras te preparas para la escuela. Escoge canciones animadas con mucha energía, dado que te despertarán más que la música lenta y relajante.[16]
    • Si alguien en la casa sigue durmiendo, escucha música con auriculares para no despertarlo.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Salir de casa

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    Átate el cabello si es muy largo para no tener que preocuparte por peinarlo. Peinarte antes de la escuela puede tomar mucho tiempo. Si luce un poco desprolijo al salir de la cama, hazte una cola de caballo o un moño. También puedes trenzarlo rápidamente. De esta forma, no sentirás tanto apuro al salir de casa.
    • Si tu cabello es corto y no está desprolijo, humedécelo con agua y pásale un cepillo o peine para peinarlo rápidamente.
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    Simplifica tu rutina de maquillaje, en caso de usar, o no uses maquillaje. Al igual que al peinar el cabello, maquillarte puede tomar un tiempo por la mañana. Si esto hace que llegues tarde a la escuela, usa menos productos y elimina pasos en tu rutina. Si no te genera incomodidad, también puedes evitar el maquillaje para tener una cosa menos de qué preocuparte.[17]
    • Por ejemplo, puedes simplificar el maquillaje de los ojos si omites la sombra y el delineador, y solo aplicas una máscara para pestañas.
    • También puedes acelerar la rutina si no usas base y solo usas corrector en los puntos que quieras cubrir.
    • Si sueles rellenarte las cejas antes de ir a la escuela, pásales un rímel de color, que será más rápido que usar polvos y lápices.
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    Escoge desayunos rápidos y sencillos para comer en el camino. No omitas el desayuno para ahorrar tiempo, dado que proporciona energía para el día escolar. Sin embargo, quizás no tengas tiempo para comer un desayuno completo. Por lo tanto, prepara refrigerios fáciles, como frutas, yogur, granola o huevos hervidos.[18]
    • Para ahorrar incluso más tiempo por la mañana, prepara el desayuno la noche anterior. Por ejemplo, puedes hacer burritos para el desayuno al envolver huevos revueltos, papas y carne en una tortilla. Luego, envuelve con papel de aluminio y guarda en el congelador. Por la mañana, podrás calentarlos en el microondas y comerlos mientras te preparas.
    • Si te retrasas por la mañana, puedes comer el desayuno de camino a la escuela para ahorrar tiempo.
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    Planifica salir de casa algunos minutos antes de lo necesario. Ya sea que tomes el autobús o tus padres te lleven a la escuela, tener unos minutos de margen evitará que llegues tarde si te retrasas. Incluso si duermes un poco más o te toma más tiempo prepararte, tendrás unos minutos adicionales antes de tener que salir de casa.[19]
    • Por ejemplo, si el autobús te recoge a las 8, planifica ir a la parada a las 7:50 todas las mañanas. De esta forma, tendrás 10 minutos adicionales, en caso de que alguna vez los necesites.
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