Existen diversas estrategias para evitar los hongos en las uñas (u onicomicosis) que van desde medidas de higiene básicas hasta la reducción de otros factores de riesgo. Si las pones en práctica, podrás evitar desarrollar una infección micótica en las uñas de las manos o los pies. Pero en caso de contraer una infección, existen medicamentos de gran utilidad para tratarla y evitar episodios en el futuro.

Método 1
Método 1 de 3:
Probar medidas de higiene simples

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    Lávate las manos y los pies regularmente.[1] Lavarse las manos y los pies de forma regular con agua tibia y jabón (incluido el lavarse los pies al menos una vez al día, durante la ducha) permite mantenerlos limpios. Esto a su vez, minimiza el riesgo de que una infección micótica se desarrolle en las uñas. Asegúrate de lavarte entre los dedos de las manos y los pies, además de sobre las uñas mismas. El lavado regular y minucioso es lo mejor que puedes hacer para prevenir la infección.
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    Córtate las uñas de forma regular.[2] Es importante hacerlo para mantener las uñas cortas. De este modo, minimizas el área en la que pueden crecer los hongos, además de reducir la humedad y la suciedad que pueden quedar atrapadas bajo las uñas largas. El corte regular de estas aumenta la higiene de su ambiente, lo que disminuye la probabilidad de desarrollar una infección micótica.
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    Mantén las uñas al natural.[3] Si bien los esmaltes de uñas y las uñas artificiales pueden verse muy atractivos, retienen más humedad en las uñas y aumentan el riesgo de contraer una infección micótica. Por lo tanto, evita usar estos productos en la medida de lo posible. Además, si vas a un salón para arreglarte las uñas de forma regular, asegúrate de que sea uno de confianza que mantenga sus instrumentos bien limpios. De este modo, no aumentarás tus probabilidades de desarrollar una infección.
    • Si te preocupa contraer hongos en las uñas, pero aún quieres hacerte la manicura o la pedicura en un salón, no hay problema con eso. De hecho, la limpieza y el corte de uñas pueden resultar beneficiosos.
    • Sin embargo, es recomendable omitir el esmalte al final. Las uñas aún pueden verse lindas y presentables después de la manicura o la pedicura, incluso sin el esmalte.
    • También debes evitar las uñas artificiales o las decoraciones artísticas en las uñas.
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    Ten presente que las infecciones micóticas pueden transmitirse de una uña a otra.[4] En consecuencia, si desarrollas una infección micótica en una de las uñas, es importante lavarte las manos siempre que te toques esa uña para minimizar las probabilidades de que la infección se propague a las demás uñas.

Método 2
Método 2 de 3:
Probar otras estrategias preventivas

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    Elige medias que absorban el sudor.[5] Dado que el riesgo de contraer una infección micótica se relaciona con el nivel de humedad (los hongos se desarrollan en ambientes húmedos), optar por medias hechas de un material que absorbe la humedad del sudor puede ser una medida preventiva de gran utilidad.
    • Las medias de nailon, polipropileno o lana son excelentes opciones.
    • Cambia de medias con frecuencia, sobre todo si tus pies sudan mucho.
    • Es mejor evitar al máximo las medias de algodón.
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    Elige bien tus zapatos.[6] Aparte de proliferar en ambientes húmedos, los hongos también crecen en espacios cerrados. Es por esa razón que usar zapatos ajustados todo el día (y sobre todo, viejos) aumenta el riesgo de contraer una infección micótica en las uñas.
    • Si es posible, ponte zapatos de punta abierta durante una parte del día.
    • También es bueno cambiar los zapatos viejos por unos nuevos. Como alternativa, puedes aplicar un desinfectante o un producto antimicótico en polvo en los zapatos viejos para eliminar cualquier posible contaminación.
    • No uses los mismos zapatos del trabajo o de diario para hacer ejercicios. Los zapatos para deportes retienen mucho sudor y humedad, por ende, pueden volverte más vulnerable a las infecciones micóticas.
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    No andes descalzo en espacios públicos.[7] De la misma manera que usar zapatos cerrados por un periodo prolongado es un factor de riesgo para las infecciones micóticas, también lo es el caminar descalzo en lugares públicos que pueden albergar hongos. Ponte sandalias cuando camines en las piscinas públicas, en el baño y en los vestuarios. De este modo, disminuirás considerablemente tus probabilidades de contraer una infección micótica en las uñas.
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    Ponte guantes de goma para mantener las manos secas.[8] Cuando se trata de realizar tareas como limpiar la casa o lavar los platos, las uñas de las manos están expuestas a la suciedad y a la humedad. Por eso tu mejor opción es protegerte con guantes de goma. Sin embargo, es importante secarlos bien después de usarlos. Dales la vuelta a los guantes para asegurarte de que el interior esté tan seco como el exterior.
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    Comprende por qué las infecciones micóticas son más frecuentes en las uñas de los pies que en las uñas de las manos.[9] Aunque las infecciones micóticas pueden desarrollarse tanto en las uñas de los pies como en las de las manos, las uñas de los pies son las más afectadas. La razón de esto es que los pies pasan más tiempo en espacios cerrados (como las medias y los zapatos) y también están expuestos a más humedad (por ejemplo, el sudor y la humedad de dichos ambientes).
    • Por otro lado, los dedos de los pies están más alejados del corazón. Así que estos reciben menos sangre que los dedos de las manos.
    • Una circulación deficiente se relaciona con la disminución de la capacidad del sistema inmunitario para combatir las potenciales infecciones micóticas.

Método 3
Método 3 de 3:
Buscar tratamiento médico

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    Conoce qué medicamentos están disponibles en caso de desarrollar una infección micótica.[10] Si contraes esta infección en los uñas de las manos o de los pies, acude al doctor para que te recomiende algún medicamento antimicótico oral. Puedes tratar los hongos de las uñas con medicamentos tópicos, medicamentos orales o una combinación de ambos. El doctor probablemente te recomendará tomarlos entre 6 y 12 semanas. Son embargo, la infección micótica puede tardar hasta 4 meses en desaparecer por completo.
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    Prueba tratamientos tópicos para las uñas.[11] La mayor parte de los agentes tópicos no pueden penetrar la lámina ungueal (superficie de la uña) y las probabilidades de curación son menores al 10 %. La fórmula más penetrante es el medicamento ciclopirox (Penlac nail lacquer) que se aplica a diario durante 1 año. Las desventajas de este barniz de uñas medicamentoso es que es costoso y que la reaparición de la infección es común. Sin embargo, es más seguro que el tratamiento oral.
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    Pregúntale al doctor sobre los medicamentos orales. Si el tratamiento tópico no es suficiente, debes considerar los agentes orales. Habla con el doctor sobre los beneficios y los riesgos del tratamiento oral. Incluso si el tratamiento resulta exitoso, la reincidencia es frecuente. Los agentes más comunes en el tratamiento oral son el itraconazol (Sporanox) y la terbinafina (Lamisil).
    • Dichos fármacos interactúan con una gran variedad de medicamentos con o sin prescripción médica, así que asegúrate de informarle al doctor si tomas cualquier otro medicamento o suplemento.
    • También pueden provocar graves efectos secundarios como los siguientes: ritmo cardiaco irregular, daño al hígado, reducción de la producción de orina, dolor en las articulaciones, pérdida de la capacidad auditiva, vómitos, depresión, etc. Llama al doctor de inmediato en caso de experimentar cualquiera de ellos.[12]
    • Los antimicóticos orales también requieren que te sometas a un seguimiento continuo y a exámenes de laboratorio para controlar los efectos secundarios.
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    Prueba la terapia combinada. Muchas veces, combinar un medicamento oral con un medicamento tópico da mejores resultados cuando se trata de eliminar una infección micótica. Si es necesario, el doctor te prescribirá una combinación de ambos tratamientos.
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    Opta por la extracción quirúrgica de la uña.[13] En los casos muy graves o dolorosos de infecciones micóticas y que no pueden solucionarse solo con tratamientos médicos, la cirugía es una opción. La parte infectada de la uña se corta y se extrae y la recuperación dura el tiempo que tarda en volver a crecer una nueva uña en el lugar. La cirugía es el último recurso para las infecciones micóticas que no responden a ningún otro tratamiento.
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    Considera un método alternativo para tratar los hongos en las uñas. Puedes probar tratamientos naturales para los hongos. Si estás siguiendo un tratamiento oral, consulta con tu doctor o farmacéutico antes de recurrir a un tratamiento alternativo, puesto que existe la posibilidad de que interactúen. Por ejemplo, puedes aplicar extracto de serpentaria blanca (Ageratina altissima) en la uña afectada cada tres días durante un mes, luego dos veces a la semana durante el segundo mes y una vez a la semana durante el tercer mes. El aceite de árbol de té también es útil. Aplícalo dos veces al día directo en la uña.[14]
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    Ten en cuenta que es común la reaparición de las infecciones micóticas.[15] Aún después de haber eliminado y tratado con éxito la infección micótica, sigue siendo importante practicar medidas preventivas para reducir el riesgo de que vuelva a aparecer. Es muy común la reaparición de las infecciones micóticas y depende de ti tomar medidas cotidianas para evitarlo.

Consejos

  • Muchos pacientes deciden vivir con la infección micótica, sobre todo si afecta solo a las uñas de los pies, debido a que los medicamentos antimicóticos pueden provocar graves efectos secundarios. Muchas mujeres consideran que es útil limar las uñas gruesas y cubrirlas con esmalte de uñas.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 4490 veces.
Categorías: Cuidado de las uñas