Además de alargar las piernas, los tacones altos logran que cualquier atuendo luzca espectacular. ¡Sin embargo, caminar con ellos puede ser doloroso! En muchos casos, los zapatos se resbalan y se salen al caminar; sin embargo, a menudo es un problema que se soluciona fácilmente. A continuación, te brindamos algunas pautas que debes considerar para comprarte zapatos que no se resbalen y para arreglar los que tienes a fin de que puedas lucir elegante sin correr ningún riesgo.

Método 1
Método 1 de 3:
Comprar los zapatos de tacón adecuados

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    Averigua cuál es tu talla. Muchas personas usan un número de zapato de tacón distinto al que usan para los zapatos chatos, ¡por lo que averiguar la talla adecuada puede ser complicado! Pruébate unos zapatos de tacón media talla más grande que la que normalmente usas y verifica si te sientan mejor.[1]
    • Pruébate distintas marcas de zapatos para definir cuáles te quedan más cómodos. Esto contribuirá a que camines con comodidad y holgura, por lo que será menos probable que los zapatos se te salgan. [2]
    • Además, el uso de zapatos inadecuados puede provocar la aparición de ampollas, calambres en los dedos del pie y falta de apoyo en los pies.[3]
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    Cómprate zapatos con plataforma o de tacón grueso. Los tacones de aguja se ven espectaculares, pero es muy difícil caminar con ellos. Si te compras zapatos de tacón grueso o de plataforma tendrás más equilibrio y podrás caminar más fácilmente. ¡Será más sencillo para tus pies permanecer seguros dentro de estos zapatos![4]
    • Si deseas de todo corazón ponerte unos zapatos de salón, cómprate unos ligeramente más bajos de los que normalmente usas.
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    Busca unos zapatos con correa. En ocasiones, lo que puede evitar que el pie se deslice es la verdadera forma del zapato. Si tus zapatos se resbalan y se salen, elige un modelo que ayude a que permanezcan en su sitio. Los modelos con correa al tobillo, correa en t y las merceditas (Mary Janes) favorecen a que el pie permanezca fijo en su lugar.[5]
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    Elige zapatos de punta cerrada. A lo largo del día, es posible que los pies se deslicen hacia adelante debido a la gravedad y a la humedad. Si usas zapatos de punta abierta, ¡el pie podría deslizarse tanto que los dedos realmente podrían sobresalir y dejar mucho espacio libre a la altura del talón! Para evitar que los dedos se salgan, trata de comprarte zapatos de punta cerrada.[6]
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Método 2
Método 2 de 3:
Seguir un tratamiento para pies

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    Descarta el uso de lociones o productos para el tratamiento de los pies. Generalmente, los zapatos de tacón resbalan y se salen debido a que la humedad del pie provoca que se deslice hacia adelante. Si normalmente usas lociones o mascarillas para los pies, probablemente esto esté creando más humedad de la natural y formando una superficie resbalosa y grasa dentro del zapato. Lo mejor será suspender el uso de estos productos en los días que tienes pensado ponerte los zapatos de tacón.[7]
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    Aplícate talco en los pies. Si tus pies transpiran con frecuencia, aplícate una capa delgada de talco en las plantas de los pies o adentro de tus zapatos para que absorban la humedad. ¡Ten la precaución de limpiar cualquier resto de talco que haya caído encima de tus pies!
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    Rocía laca sobre tus pies. Antes de ponerte los zapatos de tacón, rocía rápidamente algo de laca sobre tus pies. Hazlo a una distancia de 30 cm (1 pie) y céntrate en las plantas y a los costados de los pies. Esto ayudará a que los zapatos no se muevan de su sitio.[8]
    • Esta técnica resulta un poco incómoda y pegajosa para algunas personas, por lo que será mejor que la pruebes en casa antes de salir a la calle.
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    Ponte forros invisibles para pies o una panty con suela. El forro para pies evita que el sudor se acumule dentro de los zapatos; cómprate unos forros invisibles para que absorban el sudor. Asimismo, ya que ocupan un espacio dentro del zapato, ayudan a que el pie no se salga. Para el invierno, puedes comprarte unas panties con suela incorporada.[9]
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Método 3
Método 3 de 3:
Adaptar los zapatos

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    Forra la parte posterior del zapato con cinta bifaz. Si tus zapatos se siguen resbalando, prueba forrando por dentro la parte posterior del zapato. Si vas a salir, asegúrate de llevar el rollo de cinta contigo, ya que después de algunas horas puede perder adherencia.[10]
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    Ponte unos soportes de talón. Muchas empresas fabrican soportes de espuma elaborados especialmente para evitar que los zapatos de tacón se salgan. Generalmente, tienen la forma de medias lunas pequeñas y puedes adherirlos al interior de la parte de atrás de los zapatos. Estos soportes son particularmente útiles si los zapatos te quedan ligeramente grandes.[11]
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    Rellena la punta de los zapatos. Si vas a usar zapatos cerrados, pon un tisú o un apósito adhesivo en la parte interna de la punta para evitar que el pie se deslice hacia abajo. Si vas a salir, es mejor que pruebes esta técnica en casa. El exceso de relleno puede provocar ampollar o dolor en los pies.[12]
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    Coloca una plantilla o un apósito adhesivo en la base del zapato. Usa una plantilla o un apósito adhesivo hecho a medida sobre la base del zapato. Lo único que debes hacer es comprar el tamaño más cercano a tu talla de zapato y cortarla según las medidas de tu zapato. Puedes encontrar plantillas en la mayoría de los supermercados y farmacias; sin embargo, si necesitas un apósito adhesivo, tendrás que visitar a un zapatero o una tienda de artículos para costura.[13]
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Consejos

  • Aprender a caminar adecuadamente con zapatos de tacón, también puede evitar que se resbalen y se salgan, así que practica todo lo que puedas.[14]
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Advertencias

  • Evita comprarte zapatos demasiado pequeños. Esto podría provocar problemas más graves en los pies como, por ejemplo, dolor, ampollas o juanetes.
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Acerca de este wikiHow

Katie Quinn
Coescrito por:
Asesor de imagen
Este artículo fue coescrito por Katie Quinn. Katie Quinn es una asesora de imagen, estilista de vestuario personal y fundadora de Q the Stylist, un servicio de asesoría de imagen con sede en la ciudad de Nueva York que ayuda a hombres y mujeres a comprender sus objetivos específicos, mejorar su vestuario, rendimiento y vida. Tiene más de 11 años de experiencia en asesoría de imagen y ha trabajado como estilista para Trunk Club, Modewalk y Moda Operandi. Su trabajo ha aparecido en Vogue, InStyle, Martha Stewart Weddings, Sheridan Road, Slate, Newsy, Rue y Thrillist. Este artículo ha sido visto 9491 veces.
Categorías: Zapatos
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