Las astillas son una molestia común para los niños y los adultos. Estas pueden provocar una irritación dolorosa y podrían generar una infección. Los tipos de astillas más comunes son las de madera, vidrio o metal.[1] Algunas astillas pueden extraerse en casa con algunas herramientas o compuestos básicos; no obstante, las astillas más profundas podrían requerir técnicas especiales o atención médica.

Método 1
Método 1 de 4:
Emplear herramientas para extraer una astilla profunda

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    Usa unas pinzas. Si puedes ver alguna parte de la astilla por encima de la superficie de la piel, intenta extraerla con pinzas. Usa pinzas con un borde interior dentado. Sujeta la punta de la astilla con firmeza y retírala con lentitud.
    • Esteriliza las pinzas antes de usarlas. Límpialas con alcohol isopropílico o vinagre, hiérvelas en agua por varios minutos, o sostenlas sobre una llama aproximadamente por 1 minuto.
    • Lávate las manos antes de tratar de extraer la astilla.
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    Usa un cortaúñas para extraer las astillas gruesas. Si la astilla es gruesa y es poco probable que se rompa, una buena opción (en lugar de las pinzas) consiste en usar un cortaúñas resistente esterilizado. Si la astilla está atorada en piel gruesa y en un ángulo extremo, corta un poco de la piel superpuesta para mejorar la visibilidad y el acceso a la astilla. No deberás sentir dolor en las áreas con piel gruesa, como el talón.
    • Corta la piel en sentido paralelo a la astilla.
    • No cortes tan profundo como para provocar una hemorragia. Una herida más profunda aumentará el riesgo de sufrir una infección.[2]
    • Si vas a usar un cortaúñas o pinzas, emplea la mano dominante si es posible (esto no funcionará si la astilla se encuentra en tu mano dominante), así tendrás una destreza y un control mayores.
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    Usa una aguja para aflojar la astilla. En el caso de una astilla más profunda que se encuentra por debajo de la piel, puedes usar una aguja o un alfiler esterilizados para sacar una porción de la misma por encima de la superficie. Haz un agujero pequeño en la piel, cerca del final de la astilla y lo más cerca de la superficie. Intenta subir la astilla con la punta de la aguja, de modo que puedas sostenerla con las pinzas o el cortaúñas.
    • No intentes sacar por completo una astilla profunda con la aguja, ya que provocarás un mayor daño y un riesgo de romper la astilla.
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    Puedes usar un ungüento para extraer astillas. Este es un tipo de desinfectante que ayuda a expulsar las astillas más profundas al lubricarlas y así permitir que estas salgan de la piel.[3] Aplícate el ungüento en la herida y espera aproximadamente un día para que expulse la astilla. Mientras tanto, cubre la herida con un vendaje. Podrías requerir un poco de paciencia mientras esperas que surta efecto.
    • Una de las marcas más comunes es Ichthammol (ungüento negro para extraer astillas), el cual puedes comprar sin receta médica en la mayoría de las farmacias.
    • Estos ungüentos son grasosos y podrían tener mal olor.
    • Por lo general, el ungüento solo hará que la astilla salga a la superficie de la piel, y tendrás que extraerla con unas pinzas.
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    Échale un poco de bicarbonato de sodio a la herida. El bicarbonato de sodio no solo es un buen desinfectante, sino que también puede ralentizar la hemorragia y ayudar a que una astilla profunda se acerque más a la superficie de la piel.[4] Si la astilla es de vidrio, metal o plástico, luego remoja el área hasta por una hora en una tina con agua tibia y unas cucharaditas de bicarbonato de sodio. Si la astilla es de madera, prepara una pasta espesa de bicarbonato de sodio con un poco de agua, y aplícatela en la herida. Cúbrela con un vendaje durante toda la noche.
    • Tendrás que usar unas pinzas o un cortaúñas para extraer la astilla de la superficie de la piel.

Método 2
Método 2 de 4:
Llevar a cabo los cuidados posteriores

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    Detén toda hemorragia. Si la herida sangra luego de extraer la astilla, aplícale presión con un pedazo de algodón. Mantenlo allí por varios minutos o hasta que la hemorragia se detenga.
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    Desinfecta el área perforada. Luego de extraer la astilla, concéntrate en limpiar la herida de punción pequeña. Lávala con agua tibia y jabón, luego sécala con una toalla limpia y límpiala con una toallita con alcohol. El alcohol es un desinfectante excelente, pero también puedes usar vinagre blanco, yodo o peróxido de hidrógeno.[5]
    • Si no tienes toallitas con alcohol, toma un pedazo de algodón limpio o un hisopo, y remójalos en un poco de alcohol isopropílico.
    • Estos podrían provocarte escozor al aplicártelos, pero solo por un momento.
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    Aplícate un ungüento antibiótico. Los ungüentos antibióticos como Neosporin pueden ser de utilidad para evitar una infección. Aplícate una cantidad pequeña en la herida limpia. Podrás conseguir una crema o un ungüento antibióticos en casi cualquier farmacia.
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    Cubre la herida. Luego de limpiar la herida y desinfectarla, deja que seque por completo al aire. Colócale un vendaje pequeño para protegerla de la suciedad y la irritación. Podrás retirar el vendaje luego de 1 o 2 días.

Método 3
Método 3 de 4:
Adoptar precauciones

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    No aprietes la astilla. Esta podría ser tu primera reacción, pero no aprietes cerca de los bordes de la herida con los dedos para tratar de expulsar la astilla. Esto casi nunca funciona y correrás el riesgo de romper la astilla y provocar más daño.
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    Mantén secas las astillas de madera. Si tu astilla es de madera, no la mojes. Esto podría hacer que se desintegre cuando la jales, lo que dejará pedazos más pequeños atrapados en lo profundo de la piel.[6]
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    Extrae las astillas con las manos limpias. No infectes la herida pequeña. Así como debes esterilizar todo instrumento que uses, tendrás que lavarte las manos con agua y jabón antes de tocar el área herida. Frótate bien las manos con un jabón antibacteriano como mínimo por 30 segundos, y enjuágalas bien.
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    Retira la astilla por completo. No debes romperla ni dejar material alguno en la piel, ya que aumentarás el riesgo de sufrir una infección.[7] Debes jalar la astilla en el mismo ángulo en el que se haya introducido, así disminuirás el riesgo de romperla. Es muy poco común que las astillas entren a la piel en un ángulo de 90°.
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    Identifica los signos de una infección. Las infecciones pueden desarrollarse a causa de cualquier tipo de astilla, en cualquier área y a cualquier profundidad; por ello, supervisa el área por unos días luego de haber extraído la astilla. Entre los signos comunes de una infección tenemos a la hinchazón, el enrojecimiento, la sensibilidad, el pus, el entumecimiento y el escozor cerca de la herida.[8]
    • Los signos más graves de una infección que se está extendiendo en el cuerpo comprenden a la fiebre, las náuseas, la sudoración nocturna, los dolores corporales, los dolores de cabeza y los delirios. Solicita atención médica de inmediato.

Método 4
Método 4 de 4:
Determinar en qué momento solicitar atención profesional

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    Solicita atención médica si los métodos en casa no dan resultados. Si has probados los métodos caseros y no puedes retirar una astilla de tu piel, acude al doctor en el transcurso de unos días para hacer que la extraiga. No dejes las astillas en tu piel.[9]
    • Si una astilla profunda se rompe o se hace pedazos debajo de tu piel, acude al doctor para que extraiga los pedazos.
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    Solicita atención profesional para las heridas profundas o las hemorragias abundantes. Acude al doctor si la astilla ha generado una herida considerable que no deja de sangrar luego de aplicarle presión por 5 minutos. Él podría tener que extraerla con instrumentos especiales.[10]
    • Si el doctor necesita cortar la astilla con un bisturí para sacarla de la piel, primero usará un anestésico tópico para entumecer el área.
    • Las heridas grandes podrían requerir suturas para cerrarse luego de haber extraído la astilla.
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    Acude a tu proveedor de atención médica para retirar las astillas que estén debajo de las uñas. Si tienes una astilla profunda debajo de la uña de un dedo de la mano o el pie, será poco probable que puedas retirarla por tu cuenta. Si intentas hacerlo, esto puede provocar una lesión. El doctor podrá extraer sin problemas parte de la uña y retirar la astilla.[11]
    • Es probable que luego tu uña vuelva a crecer a su tamaño normal.
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    Recibe atención médica de emergencia si tienes una astilla en el ojo o cerca de él. Si algo penetra tu ojo, cubre tu ojo lesionado y llama de inmediato a los servicios médicos de emergencia. No intentes extraerla, ya que puedes lesionarte el ojo y afectar así tu visión. Mantén ambos ojos cerrados hasta que la ayuda llegue, así moverás el ojo lesionado lo menos posible.[12]

Consejos

  • Las astillas de madera, las espinas y otra materia vegetal provocarán más irritación e inflamación que las astillas de vidrio, metal y plástico.[13]
  • Usa una lupa si la astilla es muy pequeña y tienes dificultades para verla. Pídele a un amigo o familiar que sostenga la lupa si tienes dificultades.

Acerca de este wikiHow

Anthony Stark, EMR
Coescrito por:
Miembro del servicio de emergencias médicas
Este artículo fue coescrito por Anthony Stark, EMR. Anthony Stark es un miembro del servicio de emergencias médicas certificado en Columbia Británica, Canadá. Actualmente trabaja para Mountain View Safety Services y anteriormente trabajó para el Servicio de Ambulancia de Columbia Británica. Anthony tiene una licenciatura en ingeniería eléctrica, electrónica y comunicaciones del Instituto de Tecnología de Georgia. Este artículo ha sido visto 110 485 veces.
Categorías: Cortes y picaduras