Los accidentes, las abrasiones y los moretones leves ocurrirán en los momentos más inconvenientes. Después de encargarte del sangrado inicial (en caso de que haya alguno) y asegurarte de que no haya nada grave, puede ser útil preparar un desinfectante rápido para aplicártelo debajo de una curita a fin de optimizar la cicatrización y disminuir las probabilidades de que tu herida se infecte. ¡Sigue leyendo para averiguar cómo hacerlo!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Evaluar el corte o abrasión inicial

  1. 1
    Detén el sangrado, en caso de que haya alguno. La mejor manera de hacerlo es presionando directamente la herida y, si fuera posible, levantarla a la altura del corazón (en caso de que el sangrado sea abundante). Esto disminuirá el flujo sanguíneo al área y dará tiempo para que se forme un coágulo en el lugar de la herida.[1]
  2. 2
    Limpia bien la herida. Empieza lavando el área por completo con agua corriente fría. Luego, para limpiar la herida, usa un jabón antibacteriano, si fuera posible, como Dial o Softsoap (si no tienes ninguno de estos jabones, con un jabón normal bastará). Si todavía hay residuos en la herida, a lo mejor quieras usar un par de pinzas limpias y desinfectadas para sacarlos.
  3. 3
    Determina el momento adecuado para buscar asistencia médica adicional. Si el sangrado no se detiene, si es una herida profunda o si tiene “objetos extraños” en ella (materiales que no se pueden sacar con facilidad), es importante que consultes con un doctor experimentado.
    • De manera similar, si la persona herida ha pisado o se ha caído sobre un objeto filudo (como un clavo) o se ha cortado con un objeto de metal u oxidado, es importante que acuda a sala de emergencias para recibir una inyección contra el tétano, en caso de que sea necesario, y reciba una atención médica apropiada.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar un desinfectante rápido en casa

  1. 1
    Agrega agua tibia en una taza. Asegúrate de que la taza esté limpia. Después, añade una cucharadita de sal al agua.
    • La sal puede ser yodada. Lo ideal es que uses sal normal de cocina.
    • Mezcla bien hasta que toda la sal se disuelva en el agua. Usar agua tibia ayuda a disolverla más rápido.
    • Se ha demostrado que la sal mezclada con agua es eficaz como desinfectante, tal como lo demostró la investigadora y doctora Sarah Forgie, una especialista en enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Alberta.[2]
  2. 2
    Agrega una cucharada de vinagre y mezcla bien. Cualquier tipo de vinagre, ya sea procesado o natural, resolverá el problema. El vinagre contiene ácido acético suave, que puede limpiar y desinfectar las heridas.
    • El vinagre ha sido reconocido por sus usos médicos y sus propiedades contra las infecciones desde la época de Hipócrates (460 a 377 a. C., considerado el padre de la medicina moderna).[3]
    • Si el vinagre no se encuentra disponible, el zumo de limón recién exprimido también será suficiente.
  3. 3
    Remoja algodón en la solución que has preparado. Luego, aplícatelo en las heridas y abrasiones recientes en la piel. Es preferible abrir un empaque de algodón cerrado para asegurarte de mantener la máxima limpieza.
    • Prepara una solución nueva cada vez que debas repetir este procedimiento. Esta es la manera más segura de asegurarte de que la solución no se ensucie de algún modo.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Aprender otras opciones desinfectantes

  1. 1
    Debes saber que a veces es más fácil guardar en casa los productos desinfectantes previamente elaborados. En especial si vives en un hogar con niños, que son más propensos a los cortes y abrasiones frecuentes mientras juegan, puede ser útil tener algunos artículos en casa que sean de fácil acceso para cuando se lastimen.
    • Puedes comprarlos sin receta médica en cualquier botica o farmacia y se describen más detalladamente en los pasos que se encuentran abajo.
  2. 2
    Compra antisépticos. Tanto el peróxido de yodo como el de hidrógeno son eficaces como antisépticos, es decir, funcionan para reducir las probabilidades de una infección en una herida.[4]
    • No frotes el área muy fuerte cuando te apliques el antiséptico, puesto que esto podría lastimar más la herida o irritarla. Todo lo que debes hacer es aplicártelo con cuidado.[5]
    • Usa una bolita de algodón para aplicarte el antiséptico en la superficie de la herida. Esto es porque la bolita de algodón es limpia, así que no ensuciará más la herida, a diferencia de si usaras la mano.
    • Ten en cuenta que el peróxido de hidrógeno es el antiséptico de uso más común y se puede comprar en cualquier botica o farmacia.[6]
  3. 3
    Usa antibióticos tópicos. Las cremas o pomadas tópicas, como Neosporin o Triple Antibiotic, pueden aplicarse directamente sobre la herida y después cubrirla con una curita. Estos productos pueden disminuir en gran medida la posibilidad de que la herida o abrasión se infecte con baterias.[7]
  4. 4
    Usa otros remedios naturales que disminuyen las probabilidades de que la herida se infecte. Estos remedios han demostrado mejorar el sistema inmunitario y acelerar el proceso de cicatrización.[8]
    • Algunos ejemplos son frotar aloe vera, miel o aceite de lavanda en la herida y después cubrirla con un vendaje.
    Anuncio

Consejos

  • Siempre consulta con un doctor si tienes alguna duda con respecto a la gravedad de la herida y si requiere un tratamiento adicional.
Anuncio

Advertencias

  • Si notas pus, enrojecimiento o drenaje de la herida, entonces a lo mejor quieras consultar con un doctor.
  • Si no hay evidencias de cicatrización después de un par de días o si te da fiebre, debes acudir a un doctor, puesto que tal vez tenga que administrarte antibióticos.
  • Si la herida o corte se ve profundo, el sangrado no se detiene con la presión o si la sangre sale a chorros de la herida, busca asistencia médica de inmediato.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Chris M. Matsko, MD
Coescrito por:
Médico de medicina familiar
Este artículo fue coescrito por Chris M. Matsko, MD. El Dr. Chris M. Matsko es un médico retirado con sede en Pittsburgh, Pennsylvania. Con más de 25 años de experiencia en investigación médica, el Dr. Matsko recibió el Premio a la Excelencia de la Universidad de Pittsburgh Cornell. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Cornell y un doctorado en medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple en 2007. El Dr. Matsko recibió una certificación de Escritura de Investigación en la Asociación Americana de Escritores Médicos (AMWA, por sus siglas en inglés) en 2016 y una Certificación de Escritura y Edición Médica en la Universidad de Chicago en 2017. Este artículo ha sido visto 20 245 veces.
Anuncio