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Frenar es una habilidad perdida. Con tantos autos que tienen frenos antibloqueo (ABS), muchas personas simplemente pisan los frenos sin hacer ningún otro ajuste necesario. Si quieres saber cómo frenar y detener tu auto en la distancia más corta posible manteniendo al mismo tiempo el control del vehículo, solo sigue los pasos a continuación.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Frenar y detener un auto con ABS
Método 1
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1Pisa el freno con firmeza y suavidad. Si presionas el pie contra el pedal de un auto con ABS, sentirás que el freno palpita debajo de tu pie, a veces de forma violenta. No tengas miedo de presionarlo ni lo sueltes, eso solo significa que los frenos están cumpliendo su función. Presiona el pedal del freno con rapidez pero no de inmediato. Esto es importante para maximizar el potencial de frenado de tu auto. El objetivo es hacer que los neumáticos del vehículo rocen la tracción de frenado. Sin embargo, si tu auto cuenta con un sistema ABS, es importante no “apretar” los frenos.
- La clave es utilizar los frenos con rapidez y profundidad, y al mismo tiempo aplicar presión con el pie izquierdo sobre el reposapiés con la finalidad de estabilizar el cuerpo.
- A medida que se reduce la velocidad del auto, puedes soltar los frenos suave y gradualmente para mantener su punto de máxima eficiencia.
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2No frenes ni vires el auto al mismo tiempo. Girar con suavidad mientras frenas puede ayudarte a evitar una colisión. Sin embargo, nunca vires ni tires del volante, ya que esto puede causar que el vehículo se salga de control. No es raro que las personas viren el auto para no atropellar a un animal pequeño y terminen chocando contra un árbol o contra otro auto. En algunas circunstancias, como cuando un niño aparece repentinamente en frente de tu auto, es prudente girar mientras presionas los frenos. Debes practicar esto en un ambiente seguro para obtener una idea de la manera en la que reaccionará el vehículo. Estas son algunas maneras diferentes de frenar tu auto:[1]
- Frenado y giro. Gira el volante al doblar una esquina mientras presionas los frenos ligeramente. Esto hace que el auto se incline hacia adelante presionando los neumáticos frontales contra el suelo, dándoles más agarre para el manejo. Esta es una técnica básica y no debes doblar ninguna esquina sin llevarla a cabo.
- Frenado con arrastre. Este es un método que consiste en estabilizar los frenos mientras se dobla una esquina brindando el mejor y el más seguro control del vehículo mientras se apoya en las ruedas delanteras, permitiendo una mayor tracción en ellas.
- Frenado de emergencia. Si necesitas detenerte rápidamente, no temas usar los frenos, incluso a mitad de una esquina: si tienes el sistema ABS, pisa el pedal a fondo. Sin dicho sistema, frena con una fuerza moderada (70 %) mientras cambias ligeramente de dirección.
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3Evita utilizar la transmisión para hacer paradas repentinas. La transmisión está diseñada para acelerar el vehículo, no para frenarlo. El diseño de los puntos de carga en los engranajes de la transmisión no está creado para esa función. No es un componente que pertenezca al sistema de frenado. En el caso de un tráiler, la historia es diferente, ya que está equipado con frenos de aire por un motivo que es irrelevante para los autos. Sin embargo, es una buena práctica utilizar el freno del motor para mantener o disminuir la velocidad en tramos largos que van cuesta abajo.
- El motor absorbe el calor generado mientras que el refrigerante, el radiador y el ventilador se encargan de eliminarlo eficientemente, lo que evita que los frenos se sobrecalienten con la finalidad de que sean más efectivos al momento de usarlos para un máximo frenado.
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4Concéntrate en el punto al que quieres ir, no en lo que quieres evitar. Es muy difícil alejarse de algo a lo que miras directamente y muchas personas tienden a concentrarse en el objeto con el que no quieren chocar. En lugar de eso, concéntrate en el punto por donde quieres que vaya el auto (al lado del objeto) y presta atención a la reacción del vehículo, ya sea que te encuentres en el punto óptimo de frenado (OSP, por sus siglas en inglés) o que vayas a trabar el freno.
Método 2
Método 2 de 2:Frenar y detener un auto sin ABS
Método 2
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1"Aprieta" los frenos. Si tu auto no cuenta con el sistema ABS, entonces no debes presionar el freno de golpe. Por el contrario, debes presionarlo con firmeza usando tu pie para detener el auto tan rápido como sea posible. Debes presionar el pedal hasta justo antes de que los neumáticos comiencen a patinar, lo que los llevará al límite de su tracción. Si presionas demasiado el pedal, trabarás los frenos y perderás el control de tu vehículo.
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2Frena al límite antes de que los frenos se traben. Esto se conoce como “umbral de frenado” y hará que tu auto se detenga lo más rápido posible. Escucha un chillido débil de los neumáticos, que te indicará que aún no has alcanzado el límite y que estás haciendo lo correcto. Si el volante se traba y has perdido el control del auto, significa que has ido demasiado lejos y que debes soltar los frenos para volver a presionarlos nuevamente.
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3No mires al objeto con el que vas a chocar. Mira a un lado del objeto e intenta alejar tu auto de él en lugar de chocar de frente. Si el objeto con el que estás a punto de chocar llama tu atención, no podrás ser capaz de concentrarte en el umbral de frenado, acción que requiere de toda tu concentración.
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4Presiona tu pie izquierdo contra el piso. Presionar el pie izquierdo contra la almohadilla de descanso te ayudará a preparar tu cuerpo contra el daño y te permitirá saber con más precisión cómo debes modular el pedal del freno.
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5Practica el umbral de frenado. Dominar este tipo de frenado requiere de tiempo y práctica. Practicar durante un tiempo en un estacionamiento vacío puede mejorar tus oportunidades de éxito si la oportunidad de hacerlo alguna vez se presenta. Asimismo, practicar tanto el frenado firme como el ligero en tu vida diaria puede ayudarte a mejorar tus habilidades y salvar tu vida cuando llegue el momento adecuado.
- Puedes medir esto al marcar el momento en el que comienzas a frenar y en el que el auto se detiene de modo que puedas ver la diferencia entre los neumáticos trabados y los que no lo están.
- Práctica adicional: traba tus frenos intencionalmente. Ahora intenta reducir la presión sobre el pedal hasta que se destrabe, luego vuelve a aplicar presión hasta llegar al OSP (punto óptimo de frenado). Inevitablemente superarás tu OSP o cambiarás de superficies mientras frenas; es por eso que esta práctica es esencial.
- Toma nota: cada superficie y velocidad tendrán diferentes puntos óptimos de frenado. Es por eso que debes practicar sobre terreno seco, lluvioso y con nieve si es posible.
Consejos
- Si tus frenos traseros son más fuertes que los delanteros, deja de manejar el auto. Si bien un equilibrio perfecto entre los frenos delanteros y traseros hará que el vehículo se detenga más rápido, todos los fabricantes de autos se enfocan más en los delanteros, ya que es la forma más segura. Si tus frenos traseros se traban primero, significa que algo anda mal. Deja de conducir el auto y haz que una persona competente en diagnóstico y reparación de sistemas de frenado lo revise. La reparación puede ser tan simple como usar un compuesto más fuerte para las pastillas de freno de la parte delantera o uno más suave para las de la parte trasera. Si los frenos traseros se traban, suéltalos un poco hasta que se destraben. Frenar con los frenos traseros probablemente provoque un giro.
- Algunas veces una buena limpieza es todo lo que se necesita. Lo forma más sencilla de limpiar los frenos es acelerar a una velocidad de autopista, la cual es de 105 a 110 km/h (65 – 70 mph), (en un área segura) y detener el auto muy rápidamente (no trabes los frenos).
- Si experimentas una falta de equilibrio entre la parte delantera y trasera durante una situación en la que no puedes revisar, cambiar o limpiar los frenos y si los delanteros son más fuertes que los traseros, frena normalmente (si bien te detendrás más lentamente que teniendo frenos equilibrados, esta sigue siendo tu mejor opción).
- Practica en un lugar seguro. Mantenerte a ti, a tu auto y a los demás en una zona segura es más valioso que todas las habilidades que creas tener.
- Al frenar con fuerza, deberás oír un pequeño chillido. Eso te permite saber que te encuentras al límite de tu tracción.
- En un vehículo con frenos no equilibrados (los frenos traseros son mucho más fuertes que los delanteros o viceversa), asegúrate de revisar las pastillas de freno y los rotores, y de cambiarlos si es necesario.
- En superficies de baja tracción (grava suelta, nieve o hielo), no se escuchará ningún chillido y el OSP será más difícil de lograr. Es más seguro mantener la tracción y no presionar el freno con demasiada fuerza (esto también conserva tu capacidad para manejar).
- Intenta usar un poco el freno de mano para reducir la distancia de frenado. No lo uses demasiado. Comienza suavemente y sigue aumentándolo. Esto requiere un podo de práctica, pero en verdad ayuda.
- En un vehículo con frenos no equilibrados (los del lado izquierdo están más duros que los de la derecha o viceversa), es necesario mantener la suficiente tracción para corregir la dirección del auto.
Advertencias
- ¡Nunca violes la ley! Obedece los límites de velocidad, investiga las leyes del lugar donde vives y asegúrate de obedecerlas.
- El uso repetitivo o prolongado de los frenos a alta velocidad puede calentar el sistema de frenado y provocar un acristalamiento o un debilitamiento de los mismos. El debilitamiento de los frenos reducirá la potencia de frenado. Si durante las prácticas notas un aumento en las distancias de frenado o sientes que el pedal del freno se siente esponjoso, es mejor dejar que se enfríen antes de continuar.
- Si excedes el OSP, podrías perder la capacidad de manejo. Al frenar (de la forma en la que se indicó anteriormente) evita en lo posible mover el volante, aunque perder tracción podría hacer que el vehículo vaya en una dirección no deseada. Asegúrate de estar cómodo con la práctica adicional mencionada en el paso 3.
- Solo porque te hayas familiarizado bien con tus frenos, no significa que debas convertir en un hábito el detenerte repentinamente o conducir muy cerca de otro vehículo. Siempre sé consciente del camino manteniendo una distancia segura de los peatones y de otros autos.
- No coloques una transmisión automática en reversa para tratar de frenar el auto. Existe la posibilidad de que el motor se apague y pierdas la dirección y el frenado.
- Siempre conduce con cuidado. Mantén tu atención en los peatones y en los demás autos.
- Practicar paradas de pánico que dejen restos de caucho en el pavimento puede hacer que el neumático gire sobre el aro. Esto sacará de equilibrio al neumático, lo que provocará un movimiento más turbulento. Deberás revisar el equilibrio del neumático después de realizar este tipo de práctica.
- ¡No practiques en calles públicas! Tu propia propiedad privada es el lugar más adecuado para hacerlo.
- Las paradas de pánico pueden hacer que los rotores de los frenos de disco palpiten y hagan vibrar el volante al momento de frenar. Por lo general, esto se describe erróneamente como “deformación” de los rotores. Incluso en los autos de carreras, los rotores no se deforman. La verdadera causa de esto es el sobrecalentamiento de los frenos. Cuando las pastillas se sobrecalientan, dejan residuos en el rotor. Normalmente esto ocurre después de hacer una parada de pánico o en un semáforo cuando mantienes los frenos presionados, ya que ellos no pueden enfriarse de forma natural. El material de las pastillas se transfiere al rotor en la ubicación en la que se ajusta firmemente. Esta acumulación irregular del material se hará evidente cada vez que utilices los frenos.