En el año 2008, muchos inversionistas vieron como su dinero desaparecía de la noche a la mañana. Desde entonces, invertir en metales preciosos se ha hecho cada vez más popular debido a que son activos tangibles y seguros. Sin embargo, incluso la plata necesita ser protegida. Se debe ser especialmente cuidadoso con las monedas coleccionables, ya que pueden perder un porcentaje considerable de su valor en caso de sufrir daños, así sean leves.

Método 1
Método 1 de 3:
Almacenar tus monedas para evitar que se deterioren

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    Ubica un lugar fresco y seco. La humedad y temperaturas extremas pueden dañar tus monedas. Mantenlas en un ambiente con temperatura controlada, es decir, no las dejes ni en el sótano ni en el ático. También evita guardarlas en baños u otros sitios con alta humedad.[1]
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    Mantén las monedas alejadas de sustancias abrasivas. Ciertos elementos interactúan muy mal con la plata estando en contacto con la misma durante largos periodos de tiempo. Entre estos elementos se encuentran el papel, el aluminio y los plásticos de PVC. Los plásticos pueden ser un excelente medio para almacenar plata, pero siempre será necesario verificar que no sean de PVC, ya que estos por lo general son más suaves.
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    Compra un contenedor hermético diseñado para monedas valiosas. Existen muchos productos que se comercializan para este fin, pero algunos como es el caso de las carpetas tipo álbum se diseñan con el objetivo de hacer que las monedas puedan exhibirse fácilmente, no para garantizar la integridad de piezas extremadamente valiosas. Entre los mejores dispositivos de almacenamiento se encuentran los estuches de plástico duro y los tubos de monedas fabricados ya sea en plástico o en vidrio.
    • Las carpetas tipo álbum pueden ser problemáticas debido a que permiten la exposición de las monedas al aire. Sin embargo, en caso de que conserves el empaque hermético original, puedes mantener la moneda en el mismo y colocarla dentro la carpeta. Asegúrate de que las hojas del álbum sean preferiblemente de tereftalato de polietileno, no de plásticos suaves con PVC.
    • Se pueden comprar muchos tipos de contenedores de monedas por medio de comercios en línea.
    • La plata puede perder su brillo al exponerse a compuestos de azufre y nitratos. Estos son compuestos químicos que existen en el aire como resultado de la contaminación ambiental.[2]

Método 2
Método 2 de 3:
Resguarda tu plata

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    Protege la plata en casa. La clave para mantener tu plata segura es esconderla y guardarla bajo llave. El silencio es la parte más importante de cualquier plan de seguridad; mientras menos gente sepa acerca de tus monedas, más seguras estarán. Teniendo eso en cuenta, un buen escondite y una caja fuerte son las medidas de seguridad más importantes que puedes tomar.
    • Muchos escondites muy obvios no son buenos ya que son tan fáciles de encontrar para los ladrones como lo son para ti. Los mejores lugares para esconder tus objetos valiosos son aquellos donde nadie pensaría buscar, como al fondo de una cesta de ropa.
    • Si tu colección de plata es considerablemente grande, es recomendable que compres una caja fuerte. Esta debe ser de gran tamaño para evitar que se la lleven y con una clasificación UL-15 o mayor. Un beneficio adicional de tener una caja fuerte es que si le notificas a tu compañía de seguros, podrías recibir una reducción de tu prima.[3] Como medida adicional de seguridad, considera instalar un sistema de alarma.
    • Si necesitas más protección aún, busca en internet "compartimentos de almacenamiento" o "estanterías secretas". Construye un compartimento escondido en el suelo o en una pared, coloca una pieza de mobiliario que lo oculte y almacena la plata dentro de una caja fuerte en ese sitio.[4]
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    Llévala al banco. Por $200 a $500 al año, puedes depositar tu plata en la bóveda de un banco. Esta es una opción extremadamente segura, aunque algunas personas consideren inconveniente trabajar en horarios bancarios. Por otro lado, las bóvedas no se aseguran. Tendrías que buscar un tercero para asegurar tu plata en el caso que algo desafortunado pasara en el banco[5]
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    Llama a una depositaria de metales preciosos Existen algunas compañías que se especializan en la protección de metales preciosos. Sus instalaciones deben ser altamente seguras y la compañía deberá realizar un inventario regular de tus bienes para constatar que nada haya desaparecido. Si algo llegara a perderse, la mayoría de estas depositarias tienen programas de seguros que cubrirán tus perdidas.[6]
    • No te confíes demasiado. Investiga cuidadosamente acerca del programa de seguro de la depositaria a fin de saber a ciencia cierta si te protegería en caso de robo.
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    Lleva la cuenta de tus monedas. Sin importar el método que escojas para asegurarlas, necesitas tener certeza de que sabes lo que tienes. Haz una lista que incluya cada una de tus monedas de manera individual, indicando la fecha en que fueron acuñadas, el tipo de moneda y cualquier rasgo distintivo que tengan. Revisa tu colección cada cierto tiempo para asegurarte que no falte nada.

Método 3
Método 3 de 3:
Al manipular tu plata

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    Lávate las manos antes de tocar la plata. En las manos se acumulan naturalmente tierra y grasa, que al contacto con las monedas pueden llegar a dañarlas con el paso del tiempo. Antes de tocar tus monedas, lávate y sécate las manos. También podrías utilizar un gel antibacterial. Lo ideal sería hacer las tres cosas.[7]
    • El cuidado con el que trates tus monedas debería variar dependiendo del tipo de la misma. La mayoría de las monedas sólo valen por el peso de la plata de la cual están hechas. Con este tipo de monedas no es necesario tener tanto cuidado. Sin embargo, en caso de que tu moneda tenga algún valor especial para los coleccionistas, debes tratar de hacer todo lo posible para evitar que se deteriore.
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    No toques la cara de la moneda. La cara es la parte más importante de la moneda. No debes dejar que se dañe el grabado de la misma. Así que cuando agarres tus monedas, siempre tómalas por los bordes tratando de tocar la superficie lo menos posible.[8]
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    Manipula las monedas sobre una superficie suave. Si se te cayera una moneda, trata que no se golpee con una superficie dura de madera o piedra. Si trabajas con las monedas sobre un superficie dura, coloca una toalla o trapo debajo de las mismas para proteger tu inversión.[9]
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    Mantén alejados tus fluidos corporales La humedad no es nada amigable con tus monedas. No utilices saliva para limpiarlas, solo empeorará las cosas. Tampoco las soples para quitarles el polvo. Mantén todos los elementos biológicos lo más lejos posible de tus monedas.[10]
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    No trates de limpiar las monedas. Existen algunos productos comerciales para limpiar monedas. La mayoría son abrasivos y removerán parte de la plata, disminuyendo significativamente el valor de la moneda. Incluso el agua del grifo puede dañar tus monedas. No trates de limpiarlas tú mismo.

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Categorías: Coleccionismo