Es maravilloso tener el par de zapatos perfecto para cada ocasión, pero ¿dónde y cómo debes guardarlos todos? En este artículo te mostramos muchos consejos excelentes para guardar los zapatos, incluidos consejos para su almacenamiento diario y algunas cosas que “se deben” y “no se deben” hacer para guardar tu calzado favorito a largo plazo. Así que, antes de tirar las zapatillas por la puerta o las botas en la parte posterior del armario, sigue leyendo para que tus zapatos se mantengan con buen aspecto por varios años.

Método 1
Método 1 de 11:
Tapete para zapatos

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    Establece un lugar ubicado de forma conveniente para los zapatos de uso diario. Cuando te quites los zapatos apenas entres por la puerta, asegúrate de que haya un lugar organizado y funcional para ellos. Coloca un tapete absorbente cerca de la puerta de entrada principal que sea lo bastante grande para contener los pares de zapatos de uso diario para el hogar. Algunos tapetes para zapatos incluso tienen contornos de zapatos, de modo que puedas alinear cada par de forma impecable.[1]
    • Esta es una buena idea si sueles tener zapatos mojados o con nieve: haz un tapete absorbente para zapatos con una bandeja vieja llena de piedritas lisas. Enjuaga y seca las piedritas y la bandeja de vez en cuando para mantenerlas limpias y frescas.
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Método 2
Método 2 de 11:
Rejilla o casillero para zapatos

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    Mantén los zapatos que no son tan cotidianos en un espacio organizado. Por ejemplo, instala la rejilla o el casillero para zapatos en un armario del pasillo cerca de la puerta de entrada principal o en un lugar conveniente a lo largo de la pared. Utiliza una rejilla para zapatos de plástico, madera o metal que permita una buena circulación para mantener los zapatos secos y frescos. Para una opción multifuncional, elige un casillero de zapatos que también sirva como banco en el pasillo. Si eres hábil, haz tu propio zapatero con artículos de uso diario.[2]
    • Por ejemplo, si tienes una escalera de madera vieja, córtala si es necesario y apóyala contra la pared. Alinea los zapatos en los peldaños de la escalera para guardarlos con facilidad.
    • Busca en Internet muchas ideas creativas de zapateros para hacerlos tú mismo. Encontrarás opciones que van desde pedazos de tubería de PVC hasta tarimas de madera y piezas de cercas de alambre.

Método 3
Método 3 de 11:
Zapatero colgante para armario

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    Cuelga los zapatos que utilizas unas cuantas veces al mes en un lugar que ahorre espacio. Por ejemplo, compra un zapatero para colgarlo en el interior o en la puerta del armario. También puedes elegir un zapatero que se cuelga en la barra del armario junto con la ropa. Cualquier opción mantendrá los zapatos lejos del piso y organizados de modo que no saturen el armario.[3]
    • Elige un zapatero colgante que tenga bolsillos de tela transpirable para zapatos individuales. Evita los bolsillos de plástico que no los dejen “respirar”.
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Método 4
Método 4 de 11:
Armario, gabinete o cómoda

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    Reutiliza los muebles que ofrecen algo de flujo de aire para guardar los zapatos. Cualquier lugar de almacenamiento puede ser un lugar para guardar los zapatos si es lo suficientemente espacioso, tiene algo de circulación de aire y ofrece protección contra la luz solar, las temperaturas extremas y la alta humedad. Por ejemplo, puedes dedicar un par de cajones de la cómoda de tu dormitorio a los zapatos o hacer lo mismo con los estantes del armario o el dormitorio. Opta por los muebles de madera y considera dejar la puerta o el cajón un poco abierto para mejorar el flujo de aire.[4]
    • No guardes los zapatos en ningún tipo de mueble que esté ubicado en un sótano, un ático, un garaje u otro lugar que se ponga frío en el invierno y cálido en el verano. Los materiales del zapato se degradarán más rápidamente en estas condiciones.

Método 5
Método 5 de 11:
Caja de zapatos o caja de cartón

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    La caja de zapatos original es la mejor opción para un almacenamiento a largo plazo. Aunque, lo más probable es que no hayas guardado todas las cajas originales para los zapatos. En ese caso, pregunta en cualquier tienda de zapatos si tienen cajas sobrantes. Si es necesario, opta por cualquier tipo de caja de cartón (como una caja de entrega de a paquetes) que sea del tamaño adecuado para tu par de zapatos.[5]
    • Para mayor protección, envuelve los zapatos de forma individual en una capa de papel de seda sin ácido antes de colocarlos en la caja.
    • Aunque parece una buena idea, evita utilizar cajas de plástico transparente para almacenar zapatos. No permiten suficiente circulación de aire. Si deseas poder “ver” los zapatos en la caja, tómales una foto y pégala con cinta adhesiva en la parte exterior de la caja de zapatos.
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Método 6
Método 6 de 11:
Papel para rellenar zapatos

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    Utiliza papel de seda sin ácido, del tipo que se encuentra dentro de los zapatos nuevos. Rellenar los zapatos con papel hecho una pelota los ayuda a conservar su forma mientras se almacenan a largo plazo. El papel de seda es perfecto para este trabajo, pero debe ser sin ácido, puesto que el papel ácido puede dañar los materiales del calzado. No satures los zapatos con papel, solo añade lo suficiente para que mantengan su forma natural.[6]
    • No utilices papel periódico, ya que no es libre de ácido y la impresión puede desteñir los zapatos.

Método 7
Método 7 de 11:
Bolas u hormas de cedro para zapatos

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    Las bolas u hormas de cedro para zapatos ofrecen la mejor protección para el calzado. El papel de seda sin ácido estrujado está bien para la mayoría de los pares de zapatos, pero invierte en el cedro para tus zapatos favoritos o más costosos. Las bolas y las hormas de cedro ayudan a que el calzado conserve su forma y el cedro tiene un increíble aroma fresco que repele las polillas y otros insectos.[7]
    • Las hormas para zapatos están disponibles en las zapaterías o en Internet.
    • Utiliza el cedro en vez de las bolas de naftalina para mantener alejados a los insectos. Las bolas de naftalina están hechas con químicos tóxicos que no son seguros para los niños o las mascotas y crean un olor desagradable que es muy difícil de eliminar.
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Método 8
Método 8 de 11:
Soportes de botas largas

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    Mantén las botas largas sobre soportes o rellénalas para conservar su forma. Los soportes de botas son una opción ideal para esto, solo coloca las botas boca abajo en los ganchos o varillas. Como alternativa, mantenlas paradas y desliza un pedazo de tubo flotador de espuma cortado a medida en la sección superior de cada bota.[8] Las botellas de vino vacías también servirán.[9] Otra buena opción son las revistas enrolladas.
    • Si la parte superior de las botas largas se cae, podrían terminar con un pliegue permanente después de unos meses.

Método 9
Método 9 de 11:
Limpieza del calzado

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    Una rápida limpieza del calzado antes de su almacenamiento ayudará a prolongar su duración. Los zapatos recogen suciedad, polvo y otros residuos que pueden provocar la degradación de sus materiales con el paso del tiempo. Esto es cierto sobre todo para el cuero y la gamuza, pero todos los zapatos se beneficiarán de una limpieza antes de guardarlos. Si utilizas agua durante la limpieza, deja que los zapatos se sequen por completo antes de guardarlos.[10]
    • Limpia los zapatos de cuero y gamuza quitando la suciedad y el polvo con un cepillo suave que no los raye. Elimina las manchas con un limpiador especial para cuero y gamuza.
    • Limpia los zapatos de lona cepillándolos y luego quitando las manchas con agua jabonosa.
    • Lava los zapatos de plástico con agua y jabón.
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Método 10
Método 10 de 11:
Clasificación del calzado

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    Ordénalos según el propósito y estilo y deshazte de los que ya no utilizas. Aunque no es necesario que los zapatos de uso diario estén perfectamente ordenados y arreglados, vale la pena ordenarlos para su almacenamiento a largo plazo. La clasificación por temporada, propósito y estilo te facilita la tarea de encontrar los zapatos que deseas cuando quieras. Además, las cosas con un aspecto ordenado y pulcro.[11]
    • Por ejemplo, agrupa todos los zapatos de vestir, las botas de invierno y otros zapatos de invierno, las chancletas, las sandalias y otros zapatos de verano, además de los zapatos deportivos y casuales.
    • Mientras ordenas y organizas los zapatos para guardarlos, deshazte de los que no has utilizado durante un tiempo y que de seguro no volverás a utilizar. Dónalos o véndelos para ordenar tu colección y facilitarte el almacenamiento de tus zapatos.

Método 11
Método 11 de 11:
Cosas que “no se deben” hacer

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    Asegúrate de que los zapatos estén secos, puedan respirar y no estén estrujados. Trata bien los zapatos y te devolverán el favor. Ten en cuenta las siguientes cosas que “no se deben” hacer a la hora de guardar los zapatos:[12]
    • No guardes los zapatos mojados. Los zapatos mojados se vuelven apestosos e incluso pueden empezar a pudrirse. Enciende un ventilador que apunte a la parte superior de los zapatos si deseas que se sequen más rápido. Para ayudar a secar el interior, rellénalos con papel de seda sin ácido por una hora para absorber la humedad.
    • No los selles con plástico. Esto es importante sobre todo para el cuero y la gamuza, pero todos los zapatos necesitan respirar. Si los envuelves, embolsas o empacas en plástico, terminarán enmohecidos y desteñidos.
    • No los apiles uno encima del otro. Está bien ahorrar un poco de espacio apilando las chancletas, pero evita apilar cualquier zapato que tenga más estructura. De lo contrario, al cabo de unos meses o incluso semanas, los zapatos se verán más desgastados y menos elegantes.
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Consejos

  • Adopta el hábito de revisar todos los zapatos una vez al año para verificar si hay alguno que requiera reparación que te gustaría donar a una organización benéfica local o tienda de ropa vintage.
  • Etiqueta las cajas de zapatos con una breve descripción del calzado. Así encontrarás más fácilmente lo que buscas.
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Acerca de este wikiHow

Caitlin Jaymes
Coescrito por:
Organizadora de guardarropas y estilista de moda
Este artículo fue coescrito por Caitlin Jaymes. Caitlin Jaymes es una organizadora de moda y estilista que reside en Los Ángeles, California. Con experiencia en relaciones públicas de moda y diseño de moda, se especializa en crear vestuarios para sus clientes usando prendas que ya poseen. Tiene experiencia trabajando con celebridades, sesiones editoriales, además de hombres y mujeres de todas las edades. Caitlin utiliza la moda y organización para inculcar e influir en la confianza, la ambición y los estilos de vida libre de estrés para todos sus clientes. Dirige su empresa con base en dos principios influyentes: “la moda no tiene reglas, solo orientación sobre cómo lucir y sentirte mejor” y “la vida tiene demasiados factores estresantes, no dejes que el desorden sea uno de ellos”. Su trabajo ha aparecido en HGTV, The Rachael Ray Show, VoyageLA, Liverpool Los Angeles, y el Brother Snapchat Channel. Este artículo ha sido visto 100 288 veces.
Categorías: Trucos para el calzado
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