Mucha gente habla de los beneficios del jugo de ajo para la salud. Algunos sostienen que el ajo es un efectivo antibiótico que ayuda al sistema inmunológico a evitar los resfríos, y, muchos creen que los antioxidantes en el ajo pueden ayudar a prevenir el daño celular y a eliminar toxinas. Según otros, el ajo puede disminuir los niveles de colesterol, estimular un apetito saludable y reducir la gravedad del asma. Mientras muchas de estas aseveraciones no tienen la investigación científica necesaria para que las respalden de manera oficial, el jugo de ajo muestra tener cierta relación con una mejor salud.

Ingredientes

  • 1 cabeza de ajo

Porciones

  • 1/4 a 1/3 taza (60 a 83 ml) de jugo

Método 1
Método 1 de 4:
Pelar el ajo

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    Saca los dientes de la cabeza o bulbo de ajo. El número de dientes de la cabeza variará dependiendo del tamaño y la variedad del ajo, pero una cabeza mediana tendrá normalmente alrededor de unos 10 dientes.
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    Coloca un diente encima de una tabla de picar o la encimera. El lado plano, el cual está más cerca al “corazón” o centro de la cabeza, debe dar hacia abajo; y el lado curvo, hacia arriba.
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    Coloca el lado plano y ancho de un cuchillo de cocina grande directamente sobre el diente. Mantén el diente de ajo entre el centro de la hoja del cuchillo y el mango, pero más cerca al mango que al centro de la hoja. El borde afilado debe estar hacia afuera.
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    Agarra el mango del cuchillo con una mano y da un golpe rápido al lado plano de la cuchilla con la otra. No tengas miedo de aplastar demasiado el diente. Tiene que ser un golpe bastante fuerte para machacarlo; retira la piel. Eso sí, ten cuidado de no cortarte con el cuchillo.
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    Repite el proceso de machacado con el resto de dientes de ajo. Aplasta los dientes con el lado plano del cuchillo hasta que todos estén pelados.

Método 3
Método 3 de 4:
Con un prensa ajos

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    Pon un diente de ajo en un prensa ajos. Si tienes uno de gran tamaño, podrás introducir varios dientes a la vez. Sin embargo, la fuerza que toma machacar muchos ajos será mayor que la fuerza que toma aplastar uno solo.
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    Mantén agarrado el prensa ajos encima de un bol de vidrio. Usa un bol lo bastante grande para que entre el ajo que caiga del prensa ajos.
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    Con las dos manos, presiona los mangos. Presiona los mangos lo más firme y ajustado posible. El resultado tiene que ser una masa blanda dentro del bol.
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    Repito el proceso anterior con el resto de los dientes de ajo. Si te cansas, haz una pausa. De lo contrario, terminarás con una masa blanda de ajo mal hecha.

Método 4
Método 4 de 4:
Colar el jugo

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    Traslada el puré de ajos a un colador. Usa un colador con agujeros pequeños a medianos. Si bien con los agujeros finos podrás separar la mayor cantidad posible de sólidos del líquido, puede hacer el proceso más lento. Con los agujeros medianos tendrás un buen balance entre velocidad y calidad.
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    Pon el colador sobre el bol. El bol tiene que tener el ancho suficiente para que entre todo líquido que caiga del colador. Si es posible, escoge un bol sobre el cual pueda apoyarse el colador para tener las dos manos libres.
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    Presiona el ajo con una espátula de goma. Verás caer jugo del colador hacia el bol. Mantén presionado hasta que no caiga más jugo.
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    Tira la pulpa o guárdala para recetas futuras. La pulpa de ajo puede usarse para saborizar guisos, salteados y para un sinnúmero de recetas.
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    Coloca un filtro de café sobre un bol de vidrio. Tienes que asegurar el filtro con una liga de goma de manera que esté no muy sujeto al bol, pero que tampoco caiga dentro. Colar el jugo en un filtro de café dará un producto mucho más puro. Puedes usar también tu cafetera, pero ten en cuenta de que el ajo tiene un olor penetrante que puede permanecer aún después de lavar la máquina. Como consecuencia, el café que prepares en la cafetera tendrá un ligero sabor a ajo.
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    Vierte lentamente el jugo de ajo al filtro de café. Si lo viertes muy rápido, se podría derramar. Sigue vertiéndolo hasta que todo jugo se cuele en el bol.
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    Almacena el jugo en el refrigerador hasta que estés listo para usarlo. Guárdalo en un bol de vidrio para evitar que el olor contamine otros alimentos, así como para evitar que cualquier otro olor contamine el jugo de ajo.

Consejos

  • El jugo de ajo tiene un sabor fuerte y puede ser difícil de tomar solo, así que tómalo diluido con agua o combinado con jugo de otras frutas y verduras.
  • Si prefieres un sabor más intenso, intenta tostar la cabeza de ajo en la cocina. Usa fuego bajo y dóralo hasta que se siente suave y se torne marrón.

Cosas que necesitarás

  • Cuchillo de cocina
  • Tabla de picar
  • Procesador de alimentos o licuadora
  • Prensa ajos
  • Colador de malla
  • Espátula de goma
  • Filtro de café
  • Boles de vidrio


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