La mantequilla de castañas de cajú es una excelente alternativa a la de maní o de almendras, además de ser muy sencilla de preparar. Puedes hacerla solo con las castañas de cajú o añadirle un poco más de sabor con jarabe de arce, canela, vainilla en polvo u otros saborizantes. Las castañas de cajú son las semillas de la manzana de cajú, pero se les llama castañas porque tienen un sabor y textura similares a otras nueces o frutos secos. Son originarias de Brasil y actualmente también se cultivan en varias regiones tropicales en todo el mundo, incluyendo algunos lugares del oeste de África y el sureste asiático.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar las castañas de cajú

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    Prepara las castañas de cajú. Las castañas de cajú se encuentran disponibles en la sección de productos al por mayor o en la sección de frutos secos en la mayoría de los supermercados. Habitualmente se les encuentra crudas o tostadas. Ten en cuenta que necesitarás aproximadamente 2 tazas de castañas de cajú para preparar 1 ¼ tazas de mantequilla. Utiliza esta proporción para determinar la cantidad de castañas de cajú que debes comprar.
    • Las castañas de cajú no suelen venir con la cáscara. Pertenecen a la misma familia del roble venenoso y la hiedra venenosa, por lo cual liberan una toxina llamada urushiol que produce irritaciones y sarpullido en la piel. Las castañas de por sí suelen venir tostadas o, en caso de que las vendan "crudas", habitualmente pasan por un proceso de cocción al vapor para eliminar la toxina. [1] [2]
    • Las castañas de cajú también vienen saborizadas, por ejemplo tostadas y con miel. También puedes utilizar esta variedad para preparar la mantequilla.
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    Revisa con cuidado las instrucciones del fabricante para cerciorarte de que no haya contaminación cruzada con trazos de maní. Si deseas comprar castañas de cajú para reemplazar al maní debido a una alergia, debes asegurarte de que estas no sean procesadas en una planta donde también procesen maní. El riesgo de contaminación cruzada puede ser muy peligroso e incluso mortal para quienes padecen de alergia al maní. También asegúrate de que la persona alérgica no sufra también de alergia a otro tipo de nueces. El maní es una nuez que crece a nivel del suelo, mientras que otros frutos como las nueces, las avellanas y las castañas de cajú son frutos de árbol. Algunas personas solo son alérgicas al maní, mientras que otras pueden serlo a todo tipo de nueces.
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    Remoja las castañas de cajú en agua. Si compraste castañas de cajú crudas, puedes optar por remojarlas y deshidratarlas antes de procesarlas para preparar la mantequilla. Para esto, coloca 4 tazas de las castañas en un bol de vidrio o de cerámica. Llena el bol con agua hasta cubrirlas completamente, luego añade 1 o 2 cucharadas de sal sin refinar. Cubre el bol y deja reposar las castañas de cajú por 2 a 3 horas.[3]
    • Las nueces crudas contienen altos niveles de ácido fítico y enzimas inhibidoras, lo que puede provocar irritación y problemas digestivos, además de inhibir la absorción de algunos nutrientes contenidos en las nueces. Al remojarlas puedes neutralizar el ácido y las enzimas, maximizando su potencial nutricional.
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    Enjuaga las castañas de cajú para retirar la sal. Utiliza agua fría para retirar los restos de sal de las castañas.
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    Deshidrata o deja secar las castañas de cajú. Esparce las castañas de cajú en una sola capa sobre una bandeja de horno o una rejilla para el deshidratador. Coloca el horno u horno deshidratador a 65 °C (150 °F). Revisa las castañas de cajú regularmente y remuévelas cada cierto tiempo para que se sequen por todos lados. Déjalas secar hasta que estén ligeramente crujientes o por unas 12 a 24 horas.[4]
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    Tuesta las castañas de cajú. Calienta el horno a 160 °C (325 °F). Precalienta un recipiente de cerámica por 5 minutos, luego coloca las castañas en una sola capa en el recipiente. Hornea en el centro del horno por aproximadamente 20 minutos. Si lo deseas, puedes añadir un poco de aceite de oliva o de sal en este punto para cubrir las castañas de cajú. Revuélvelas bien.
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    Deja enfriar las castañas antes de usarlas para preparar mantequilla. Las castañas de cajú, como la mayoría de las nueces, son densas y el calor se puede acumular en el interior. Al darles tiempo para enfriar, disminuirás el riesgo de quemarte mientras las procesas para la preparación de la mantequilla.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacer mantequilla de castañas de cajú

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    Reúne los ingredientes. Vas a necesitar al menos 2 tazas de castañas de cajú para preparar 1 ¼ tazas de mantequilla. También puedes añadir un poco de sal; para esta cantidad de castañas de cajú, debes añadir ¼ de cucharadita de sal. No necesitas otros ingredientes como aceite, agua o saborizantes, a menos que desees darle un sabor determinado a la mantequilla. La mantequilla de castañas de cajú simple solo lleva las nueces y un poco de sal, si lo deseas.
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    Reúne los utensilios. Prepara el procesador de alimentos y una espátula. El procesador de alimentos debe estar firme y debe ser capaz de funcionar por un tiempo largo. También puedes usar un molinillo para café (que probablemente te permitirá procesar cantidades más pequeñas de castañas de cajú por vez) o una licuadora de alta potencia. Con la licuadora Ninja Master Prep necesitarás menos tiempo para procesar las castañas. También debes tener preparados los recipientes para traspasar la mantequilla de castañas de cajú cuando hayas terminado. Puedes usar frascos de vidrio, recipientes aptos para el congelador u otros recipientes para guardar comida.
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    Coloca las castañas de cajú en la máquina para procesar. Enciende el procesador a velocidad alta para picar un poco las castañas. Observa la consistencia, que en unos pocos minutos pasará de trozos grandes a granos un poco más finos y a una pasta pegajosa luego de otros 4 o 5 minutos. No es necesario añadir agua o aceite, ya que las castañas de cajú se convertirán en mantequilla al cabo de varios minutos de procesarlas.
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    Deja descansar el procesador de alimentos. Este puede comenzar a sobrecalentarse un poco, así es que es buena idea dejarlo descansar un poco. Toma un descanso de 2 a 3 minutos mientras dejas que el procesador se enfríe. Aprovecha este tiempo para raspar los costados del bol con la espátula y revolver un poco las castañas de cajú.
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    Vuelve a encender el procesador de alimentos. Cuando vuelvas a procesar las castañas de cajú, estas comenzarán a soltar sus aceites, lo cual las tornará pegajosas. Procesa las castañas de cajú por otros 2 o 3 minutos a medida que comienzan a transformarse en una mantequilla cremosa. Para nuevamente para raspar los costados del bol, luego sigue procesando hasta obtener la consistencia deseada. El proceso completo puede demorar unos 15 a 25 minutos, dependiendo del equipo que tengas, así es debes tener paciencia.[5]
    • Puede parecer como que el procesador de alimentos solo está girando pero no logra mezclar nada. Aún está trabajando en convertir las castañas de cajú en mantequilla, así es que sigue adelante. Deja descansar la máquina cada ciertos minutos para no correr el riesgo de arruinarla.
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    Añade la sal o cualquier endulzante que desees al final. Si decides agregar sal, utiliza ¼ de cucharadita de sal no refinada por cada 2 tazas de castañas de cajú. También puedes añadir miel, azúcar o jarabe de arce (1 o 2 cucharadas). Para incorporar bien los ingredientes adicionales, vuelve a procesar la mantequilla de castañas de cajú.
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    Añade trozos pequeños de castañas de cajú. Si deseas una mantequilla con un toque crujiente, añade algunos trozos de castañas de cajú que no hayas procesado. Estos trocitos le darán un toque crocante y otro dimensión a la mantequilla de castañas de cajú.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Guardar y utilizar la mantequilla de castañas de cajú

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    Guarda la mantequilla de castañas de cajú en el refrigerador. Traspasa la mantequilla a un frasco de vidrio con tapa de cierre hermético. Guárdala en el refrigerador y úsala dentro de una semana. Los aceites y sólidos se separarán luego de estar guardada, así es que es bueno revolverla muy bien antes de usarla.
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    Guarda la mantequilla de castañas de cajú en el refrigerador. Vierte la mantequilla en moldes para dulces o en bandejas para cubos de hielo. Una vez congelados, puedes guardar estos pequeños bloques de mantequilla de cajú en un recipiente apto para congelador o en una bolsa por aproximadamente 4 meses.[6]
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    Puedes comer la mantequilla de castañas de cajú tal como lo harías con la de maní; con pan, plátanos, rebanadas de manzana o directo del frasco. La mantequilla de castañas de cajú tiene un sabor rico, suave y cremoso que a muchas personas les gusta más que el de la mantequilla de maní. Esta mantequilla es rica en proteínas y grasas no saturadas, por lo que es bocadillo saludable e ideal como fuente de energía.
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    Un cubo de mantequilla de castañas de cajú es equivalente a una porción. Coloca un cubo de mantequilla de castañas de cajú congelada en un recipiente pequeño y agrega algunos ingredientes para un almuerzo, como galletas saladas, palitos de apio o rebanadas de manzana. Luego de unas horas, la mantequilla se habrá descongelado y será fácil de untar, sin que haya pasado demasiado tiempo como para que los aceites se separen de los sólidos.
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    Utiliza la mantequilla de castañas de cajú para cocinar. Esta mantequilla es especialmente útil para dar sabor a platos indios, tailandeses, chinos o de África del Este (de países como Gambia o Senegal). Puedes mezclar la mantequilla de castañas de cajú con otros recetas para aportar un sabor a nuez o para espesarlas. Puedes utilizarlas para pollo estilo szechuan, arrollados primavera, curry, pollo tikka masala y distintas sopas. También sirve para reemplazar la mantequilla de maní, de almendras o el tahini en cualquier receta que requiera de estos ingredientes.
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    Haz galletas de mantequilla de castañas de cajú. Reemplaza la mantequilla de maní por la de castañas de cajú en alguna receta de galletas para dar un sabor a nuez y un pequeño giro a las galletas clásicas. Dada su textura suave, puedes experimentar con distintas cantidades a la hora de sustituir la mantequilla de maní en una receta de galletas. Si la mezcla de galletas parece muy suave, añade más harina o azúcar. Dale forma de bolitas a la masa y cúbrelas con azúcar antes de hornearlas. O también puedes usar un tenedor para hacer un pequeño patrón en forma de cruz sobre la masa de galletas antes de hornearlas.[7] Hornea las galletas según las indicaciones dadas en la receta de la mantequilla de maní. Vigílalas con cuidado para asegurarte de no quemarlas; a veces, al sustituir ingredientes es necesario cambiar el tiempo de cocción para que las galletas queden perfectas.
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    Regala la mantequilla de castañas de cajú. Haz varias tandas de esta mantequilla y guárdala en frascos de conserva de 475 ml (1 pinta). Haz etiquetas personalizadas para los frascos y ata una cinta alrededor de cada uno. Regala esta mantequilla casera de castañas de cajú a tu familia o amigos como regalo de cumpleaños o para las fiestas.
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Consejos

  • Prepara una mantequilla mixta de nueces con cantidades iguales de castañas de cajú y maní y sigue las mismas instrucciones de arriba.
  • La mantequilla de castañas de cajú es compatible con la dieta paleo, siempre y cuando no contenga ingredientes adicionales.[8]
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Categorías: Nueces y semillas
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