El aceite de sésamo es un aceite de cocina con mucho sabor que es rico en calcio, cobre, zinc, hierro y magnesio. Estos minerales también hacen que sea muy bueno para la salud general de la piel. Tuesta las semillas hasta que estén doradas, mézclalas con el aceite de cocina que quieras y licúalas para hacer aceite de sésamo en casa. En este punto, el aceite de sésamo se forma en la superficie de los ingredientes. Refrigéralo por hasta 2 años para poder usarlo fácilmente cocinando muchas comidas deliciosas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Tostar las semillas

  1. 1
    Utiliza aproximadamente 700 g (3 tazas) de semillas para hacer 250 ml (1 taza) de aceite. Puedes usar más semillas de sésamo o menos, dependiendo de la cantidad que tengas disponible y la cantidad de aceite que quieras hacer.[1]
    • 250 ml (1 taza) de aceite de sésamo es una buena cantidad para cocinar en general y para el cuidado de la piel. Si quieres hacer bastante con anticipación, duplica o triplica la cantidad de semillas de sésamo.
  2. 2
    Una opción que no requiere mucho esfuerzo es hornear las semillas de sésamo a 180 ºC (350 ºF). Para hacerlo, extiende las semillas en una bandeja para hornear. Luego, ponla en el horno, en el centro de la rejilla. Revuelve las semillas de sésamo cuando hayan pasado 5 minutos, para que no se quemen. Cocínalas por otros 10 o 15 minutos. Cuando la superficie de las semillas esté de color marrón dorado, sabrás que están tostadas por completo.[2]
  3. 3
    Para asegurarte de que no se cocinen demasiado, tuesta las semillas en la estufa. Pon las semillas de sésamo en una olla mediana a fuego medio. Calienta las semillas de 10 a 15 minutos y revuélvelas constantemente con una cuchara mientras se calientan.[3]
    • Notarás un agradable aroma a nuez cuando se tuesten.
  4. 4
    Quítalas del calor cuando estén doradas. No importa si usas la estufa o el horno, coloca las semillas de sésamo en un plato después de que se tornen de un tono marrón dorado. Se enfriarán más rápido de esta forma.[4]
    • Si las semillas están de un color marrón dorado, significa que se tostaron correctamente.
  5. 5
    No cocines las semillas de sésamo demasiado. Si se tornan marrón medio oscuro, significa que las cocinaste mucho y no producirán un buen aceite de sésamo. Para que esto no pase, cuídalas atentamente durante todo el proceso de tostado. Sácalas del fuego tan pronto como estén de un tono marrón claro.[5]
    • ¡No te preocupes si las tuestas demasiado! Solo tíralas e inténtalo de nuevo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Licuar las semillas de sésamo

  1. 1
    Mezcla cada 60 g (1/4 taza) de semillas de sésamo con 250 ml (1 taza) de aceite. Vierte las semillas de sésamo dentro de una olla mediana o grande. Luego, vierte el aceite de cocina que quieras, según la cantidad de semillas que vayas a usar. Para separar el aceite de las semillas de sésamo, puedes usar aceite de maní, de semilla de girasol, aceite vegetal o aceite de coco.
    • Si vas a usar 700 g (3 tazas) de semillas de sésamo, usa 3 L (12 tazas) de aceite.
    • Todos funcionan bien para extraer el aceite de sésamo.
  2. 2
    Calienta el aceite y las semillas de sésamo en la estufa durante más o menos 5 minutos. Cuando hayas mezclado las semillas de sésamo y el aceite de cocina, caliéntalos a fuego medio. Caliéntalas en el aceite para poder extraer más de ellas.[6]
  3. 3
    Vierte la mezcla en una licuadora. Cuando el aceite se haya calentado, apaga el fuego y pon la licuadora en el lavabo. Vierte el aceite y las semillas en la licuadora con cuidado, procurando verter tanto como puedas.
    • Así podrás separar el aceite de cocina del aceite de sésamo.
  4. 4
    Licúa las semillas de sésamo hasta que se desintegren y queden pedazos pequeños. Ponle la tapa a la licuadora y elige la opción de “picar” a fuerza media. Licúa los ingredientes de 1 a 4 minutos o hasta que las semillas se desintegren. Detente cuando las semillas se vean completamente trituradas, y no se vean gránulos.
    • El aceite de cocina hará que los ingredientes se mezclen fácilmente. Si se te dificulta, intenta remover los ingredientes o usa una configuración más alta.
  5. 5
    Deja reposar los ingredientes de 45 minutos a 2 horas. Cuando hayas licuado los ingredientes, déjalos reposar en la licuadora por un tiempo. El aceite de sésamo flota a la superficie, y podrás separarlo fácilmente cuando el otro aceite se hunda hasta el fondo. La velocidad con la que el aceite de sésamo se separe depende de qué aceite hayas usado.[7]
    • Si usas aceite de maní, por ejemplo, el aceite de sésamo podría separarse en solo 45 minutos. Si usas aceite de semilla de girasol, podría tomar hasta 2 horas.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Separar el aceite

  1. 1
    Si usas otro aceite que no sea de maní, vierte la mezcla a través de una estopilla. Elige un tazón pequeño o mediano y estira la estopilla encima. Asegura la gasa con una cuerda o banda elástica. Esto facilitará la separación del aceite de sésamo y el aceite de cocina.[8]
    • Puedes asegurarte de que no entren semillas en el aceite usando la estopilla.
    • Hazlo si usaste aceite de girasol, de coco o aceite vegetal
  2. 2
    Si vas a usar aceite de maní, deja que el aceite se separe naturalmente en un tazón. El proceso de separación es un poco diferente si usas aceite de maní. Solo tienes que verter los ingredientes en un tazón y dejarlo reposar durante al menos 45 minutos. En este paso, el aceite de sésamo flotará a la superficie.[9]
    • No es necesario verter los ingredientes a través de una estopilla si usas aceite de maní, ya que el aceite se separa por sí solo fácilmente.
  3. 3
    Vierte el aceite de sésamo en un recipiente hermético con una cuchara. Si viertes el aceite a través de una estopilla, solo debes verter el aceite de sésamo colado en un frasco de vidrio o recipiente de plástico. Usa una cuchara grande de metal para transferir el aceite poco a poco al recipiente o frasco si usas aceite de maní.[10]
    • Por ejemplo, puedes usar un tarro de vidrio de un litro con tapa hermética.
  4. 4
    Refrigera el aceite de semilla de sésamo para alargar su vida útil. Si lo almacenas en la despensa, durará de 6 a 8 meses. Pero, si lo metes al refrigerador, durará hasta 2 años.[11]
    • Si el aceite tiene un olor agrio o un sabor amargo, significa que se arruinó.

Cosas que necesitarás

  • semillas de sésamo
  • olla o bandeja para hornear
  • licuadora
  • aceite de cocina
  • cuchara
  • tazón
  • estopilla
  • recipiente para almacenar
  • refrigerador

Consejos

  • Para obtener mejores resultados, usa semillas de sésamo frescas. Si bien puedes usar cualquier semilla de sésamo que compres en la tienda para hacer el aceite, normalmente las semillas de sésamo frescas producen la mayor cantidad de aceite.

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 38 129 veces.