La pintura de pizarra es una herramienta excelente para convertir una pared o una tabla de madera en una pizarra. Es similar a la pintura de tiza, salvo por el hecho de que no se adhiere a tantas superficies. Por otro lado, la ventaja es que una vez que se seca y se cura, puedes escribir en ella. La pintura de pizarra que consigues en las tiendas puede ser costosa y la variedad de colores, limitada, pero afortunadamente es fácil hacer tu propia versión en casa.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Mezclar la pintura

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    Elige una superficie lisa y plana que puedas convertir en una pizarra. La mejor opción es una tabla o placa de madera. También puedes pintar una superficie curva, como la de una maceta de terracota. Si quieres crear una pizarra magnética, puedes usar una plancha de acero galvanizado, pero asegúrate de que sea magnética antes de empezar. Evita trabajar en superficies que tengan muchos detalles o relieves, ya que harán que sea difícil escribir.
    • La pintura le dará a la superficie un acabado mate y liso donde podrás escribir, tal como en una pizarra normal. No es igual que la pintura de tiza regular, que solo le da un acabado como de yeso.[1]
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    Prepara tanta pintura látex como necesites para cubrir toda la superficie que quieres pintar. La pintura de pizarra casera se seca rápidamente, así que no podrás guardarla como cualquier otra. En una cubeta o recipiente, vierte suficiente pintura como para darle una mano a la superficie. Más adelante tendrás que preparar la segunda parte.[2]
    • Puedes usar el color de pintura que desees, pero el negro o el verde te darán el acabado más similar a una pizarra normal.
    • Para proyectos pequeños, bastará entre 120 y 250 ml (1/2 a 1 taza) de pintura. Para proyectos más grandes, necesitarás 4 l (1 galón) de la mezcla.
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    Mezcla 1 parte de mortero sin arena y 8 partes de pintura. Por ejemplo, si vas a emplear 120 ml (½ taza) de pintura de látex, tendrás que añadir 1 cucharada de mortero sin arena. Revuelve bien con una varilla o paleta para mezclar hasta que no queden líneas de colores ni grumos sin disolver.[3]
    • Puedes conseguir mortero sin arena en tiendas de herramientas y ferreterías. No utilices la mezcla de mortero con arena.[4]
    • Trabaja en un área bien ventilada y ten cuidado de no aspirar el mortero.[5]
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    Vierte la pintura en una bandeja si vas a pintar con un rodillo. Puedes aplicar la pintura de pizarra con una brocha de espuma para cubrir superficies pequeñas o puedes utilizar un rodillo para las superficies más grandes. Si vas a emplear la brocha, puedes dejar la pintura en el recipiente donde la mezclaste. En el caso de usar un rodillo, tendrás que verter el líquido en una bandeja especial para pintura.
    • Entre las superficies pequeñas se encuentran las placas, los frascos de vidrio y las etiquetas. Las superficies grandes serían las paredes, los carteles o tablones de anuncios, y las cabeceras de la cama.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Aplicar la pintura

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    Aplica una sola mano de pintura. Como se indicó antes, emplea una brocha de espuma para trabajar en superficies pequeñas y un rodillo para superficies más grandes. También puedes usar una brocha para las superficies curvas, como la de una maceta. Trabaja de un lado al otro. No te preocupes si la capa parece muy delgada. Más adelante aplicarás una adicional.[6]
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    Permite que la pintura se seque por unas horas. El tiempo que demore en secar dependerá de cuán seco o húmedo es el clima del lugar donde vives. La pintura se seca más rápido en áreas secas y más lento en lugares húmedos. Conforme va secándose, adquirirá un acabado yesoso.
    • Deshazte del resto de pintura de la primera capa. Considera que este tipo de pintura no se conservará bien, incluso en un recipiente sellado.
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    Prepara y aplica una segunda mano de pintura. Utiliza la misma proporción de 1 parte de mortero sin arena por cada 8 partes de pintura de látex. Aplica la pintura con la herramienta de tu elección, al igual que en la primera capa.[7]
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    Permite que la pintura se seque y se cure por 3 días. Esta parte es muy importante. Ten en cuenta que incluso si la superficie se siente seca al tacto, no necesariamente estará igual de seca debajo ni lista para usar. Deja que pasen 3 días antes de tratar de probar la nueva pizarra. Si la usas muy pronto, la pintura podría pelarse o ponerse pegajosa.[8]
    • No uses cera o sellador de pintura acrílica para darle el último toque a tu proyecto o no te servirá como pizarra
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Dar los toques finales a la superficie

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    Si deseas, lija la superficie. Si la pintura tiene rayas visibles de la aplicación, puedes lijar la superficie ligeramente con una lija de grano 150. Pero que no se te pase la mano o quitarás también parte de la pintura. Una vez que termines, limpia el polvo con un paño que no deje residuos.[9]
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    Cubre la superficie con tiza. Este proceso se conoce como “imprimar o acondicionar” y hará que sea más sencillo borrar lo que escribas más adelante. Para hacerlo, simplemente toma un pedazo de tiza, coloca uno de los lados (no la punta) contra la pintura y frótalo por toda la superficie.
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    Limpia la tiza con un paño seco. Esta es la última parte del proceso de imprimar o acondicionar. La superficie quedará un poco más clara que antes, pero es normal. Si no imprimas la pizarra, el primer mensaje que escribas podría quedar manchado incluso luego de borrarlo.[10]
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    Utiliza la pizarra, pero evita mojarla. Puedes limpiarla con un paño húmedo si fuera necesario, pero no la empapes con agua. Recuerda que es una superficie pintada, por lo que la pintura podría disolverse si tiene contacto con agua por mucho tiempo.
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Consejos

  • Es posible que la mezcla de pintura se separe mientras pintas. Si sucede, simplemente vuelve a revolver con la varilla.[11]
  • Si quieres que la superficie sea magnética, aplica una capa de pintura magnética primero. Luego, aplica la pintura de pizarra.[12]
  • Algunas personas creen que la pintura magnética no es lo suficientemente fuerte. Si prefieres un efecto más potente, utiliza una plancha de acero galvanizado como superficie para pintar.[13]
  • La pintura de pizarra no se conserva bien. Con el paso del tiempo, se endurecerá incluso si está dentro de un recipiente sellado.[14]
  • Puedes usar pintura acrílica, pero es posible que el resultado no sea el mismo.[15]
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Cosas que necesitarás

  • pintura de látex
  • mortero sin arena
  • cubeta o recipiente para mezclar
  • paleta o varilla para mezclar la pintura
  • brocha de espuma o rodillo de espuma
  • bandeja para pintura (si vas a emplear un rodillo)

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Coescrito por:
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