Las pruebas son una parte central del aprendizaje y de la evaluación de los conocimientos. A menudo implican sentarse en silencio con una hoja para hacer la prueba. Sin embargo, hay maneras de hacer más divertidas las pruebas y de estudiar para estas. Trata de convertirlas en cuestionarios o desafíos, y haz que jueguen los amigos y los compañeros de clase. Incluir un poco de competencia amistosa puede hacer que las pruebas sean más entretenidas.

Método 1
Método 1 de 4:
Jugar en equipo

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    Haz tu propio programa de preguntas y respuestas. Hacer tu propia versión de los programas de juegos de televisión o de concursos más populares puede ser una buena manera de hacer que las pruebas sean divertidas para ti y para la clase. Tendrás que pensar en tus programas favoritos y en cuáles puedes adaptar a la clase. Hay una serie de plantillas que han sido creadas y subidas a Internet como material didáctico. Puedes descargar y usar estas plantillas, y adaptarlas a tus necesidades.[1]
    • Los programas populares como “Jeopardy” (Riesgo), “Who Wants to Be a Millionaire” (¿Quién quiere ser millonario?) y “The Weakest Link” (El eslabón más débil) son solo algunas de las opciones por las que puedes optar.
    • Puedes buscar en línea un modelo para un programa de juegos específico o visitar un sitio que tenga algunos ejemplos distintos que puedas probar.[2]
    • Por lo general, estos juegos funcionan en PowerPoint, así que son fáciles de presentar a la clase.
    • También puedes usar estos juegos como una ayuda para el estudio cuando trabajes en casa.
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    Usa juegos basados en deportes. Si te gustan más los deportes que los programas de juegos, puedes recurrir a una variedad de juegos basados en deportes para hacer que las pruebas y el estudio sean más divertidos e interesantes. Hay juegos a los que puedes acceder en línea y que están relacionados con el baloncesto, el fútbol y el béisbol, entre otros.[3] Por lo general, los juegos de deportes funcionan haciendo preguntas a cada equipo, los cuales obtienen puntos por las respuestas correctas.
    • Por ejemplo, un juego de baloncesto de PowerPoint funciona mediante un tiro por cada respuesta correcta.
    • El juego mantendrá un registro de los resultados de cada equipo.[4]
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    Juega juegos clásicos en el salón de clases. Hay todo tipo de juegos nuevos para jugar en clase que involucran computadoras; sin embargo, a veces los juegos tradicionales pueden ser mejores. Si tratas de aprender vocabulario para un idioma extranjero, prueba juegos como el ahorcado o Pictionary. Estos son juegos sencillos en los que puede participar toda la clase.[5]
    • Puedes incluir una regla en el juego del ahorcado por medio de la cual se deba hacer una pregunta antes de que se pueda adivinar una letra.
    • Puedes jugar estos juegos con la clase entera o dividiéndola en grupos pequeños.
    • Trabajar con grupos pequeños puede asegurar que todos se involucren y participen.
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    Prueba los juegos de mesa. Puedes usar juegos de mesa clásicos para hacer que las pruebas sean más divertidas. Escoge juegos sencillos, como serpientes y escaleras, en vez de juegos complicados. Para convertir el juego en una prueba o en una ayuda para el estudio, prepara una serie de preguntas o de tareas que deban completarse para poder proseguir.
    • Por ejemplo, si juegas serpientes y escaleras, el profesor te hará una pregunta antes de que puedas hacer rodar el dado.
    • Puedes dividir la clase en equipos y tener un premio para el equipo que llegue primero al final del tablero.
    • Cuanto más pequeños sean los grupos, más preguntas tendrá que responder cada persona.
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    Deja que los estudiantes hagan las preguntas. Algunas veces un cuestionario o una prueba puede ser más divertida e interesante si los mismos estudiantes hacen las preguntas. Una manera de hacerlo es dividir la clase en dos grupos y darles un tiempo breve para pensar en una cantidad determinada de preguntas sobre un tema específico.
    • Luego, cada grupo se debe turnar para hacer una pregunta al otro grupo.
    • Por cada respuesta incorrecta, el equipo pierde uno de sus miembros.
    • El equipo que quede con el último miembro gana.[6]

Método 2
Método 2 de 4:
Jugar de forma individual

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    Juega juegos uno contra uno. Puedes jugar con otra persona para que la prueba tenga más enfoque. Estos juegos funcionan de la misma manera que los que involucran a toda la clase, pero cada persona tendrá que responder más preguntas. Algunos ejemplos de juegos que pueden convertirse fácilmente en pruebas individuales son Batalla naval y Conecta 4.
    • En cada turno, un jugador debe responder bien una pregunta antes de elegir una casilla para atacar en Batalla naval o un sitio para colocar una ficha en Conecta 4.
    • Si haces el juego en clase, puedes hacer que sea una parte habitual al final de la lección.
    • Puedes crear una tabla de torneos o de ligas con partidos de diez minutos de Conecta 4.
    • Recuerda que necesitarás muchas más preguntas con respuestas preparadas para proseguir.
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    Haz cuestionarios breves en línea. Hay muchos cuestionarios en línea que puedes usar como ayuda para estudiar. Los concursos breves pueden ser una buena manera de librarte de la monotonía de estudiar. También pueden ayudarte a evaluar tu conocimiento, identificar cualquier punto débil y brindarte experiencia trabajando con un límite de tiempo. Reserva diez minutos al final de cada sesión de estudio para un cuestionario breve.[7]
    • Los estudios sugieren que las pruebas de opciones múltiples que ofrecen un elemento de juego suelen ser más divertidas e interesantes para los estudiantes.[8]
    • Trata de ponerte metas y de tener recompensas para obtener resultados positivos.
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    Prueba un juego de PowerPoint. Si quieres algo que sea un poco distinto de un cuestionario normal, puedes probar algunos juegos de PowerPoint. Estos son como los juegos que puedes jugar en clase, pero están diseñados para que los juegues por tu cuenta mientras estudias.[9] Por lo general, los juegos te brindarán un escenario y una ruta en la que puedes avanzar contestando bien las preguntas de opciones múltiples.
    • En un caso, tendrás que maniobrar una nave espacial y completar una misión de rescate.[10]
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    Incluye una pregunta de broma. Si incluyes una pregunta chistosa al final, harás que las pruebas sean un poco más divertidas. Tener una pregunta de este tipo puede ser una agradable sorpresa que ayudará a que te relajes cuando llegues al final de la prueba.[11] El siguiente es un ejemplo de una pregunta de broma:
    • ¿Cuántos psiquiatras se necesitan para cambiar una bombilla?
    1. A. Uno, pero la bombilla debe estar dispuesta a cambiar.
    2. B. Ninguno, la bombilla debe cambiar por sí sola.
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    Usa el humor en una pregunta normal. Puedes incluir un poco de humor en una prueba y, al mismo tiempo, hacer preguntas serias. Por ejemplo, puedes formular una pregunta de matemáticas de modo que tenga un carácter jovial. Puedes modificar una pregunta como "Un objeto cae a una velocidad de 10 metros por segundo desde una altura de 250 metros. ¿Cuánto tiempo tarda en llegar al suelo?".
    • Una versión más chistosa puede ser algo como "Empujé a Justin Bieber desde un precipicio de 250 metros de altura y cayó a una velocidad de 10 metros por segundo. ¿Cuánto tiempo tardó en llegar al suelo?".[12]

Método 3
Método 3 de 4:
Dejar que los estudiantes dirijan el estudio

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    Realiza un seminario socrático unos días antes de la prueba. Los seminarios socráticos son debates que los estudiantes dirigen y que se centran en los materiales de la clase. En este contexto, puedes ayudar a organizar el contenido, pero los estudiantes deben dirigir el debate planteando sus propias preguntas y haciendo que sus compañeros respondan. Esto les permite tener tiempo en clase esencialmente como un grupo de estudio.[13]
    • Antes del seminario, es posible que debas preparar algunos materiales sobre los puntos clave en los que los estudiantes deban concentrarse para la prueba.
    • Los seminarios socráticos son especialmente útiles si la prueba tendrá más preguntas de respuestas cortas y de composición que de opciones múltiples.
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    Deja que los estudiantes presenten los puntos de estudio. Asignar una lección a un estudiante probablemente no suene divertido, pero permitirle ser creativo y compartir materiales de estudio puede serlo. Pídele a un estudiante o a un grupo de estudiantes que presenten un tema específico de la prueba y permíteles que sean tan creativos como deseen. De esta manera, tendrán la oportunidad de asimilar el material mientras se divierten y se expresan.[14]
    • Por ejemplo, si enseñas Historia Europea, una recomendación que puedes hacer a la clase es realizar un sketch de recién casados para las esposas de Enrique VIII. Pídeles a los estudiantes que se centren en tres o cuatro aspectos esenciales de la vida de cada una de las esposas y, a continuación, deja que apliquen el concepto.
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    Deja que los estudiantes realicen un debate el día anterior a la prueba. Aprovecha el día anterior a la prueba para dejar que los estudiantes hagan preguntas. No prepares los puntos como lo harías en un seminario socrático. Trata de mantener un ambiente informal y relajado en el que los estudiantes se sientan cómodos haciendo preguntas e intercambiando ideas.[15]
    • Un debate auténtico dirigido por estudiantes no solo ayuda a que se preparen en un entorno relajado y de bajo estrés, sino que también les permite saber con qué material se sienten cómodos y qué es lo que no están listos para abordar.
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    Diseña la prueba de manera que sea multimodal. Usando la retroalimentación que obtengas de los seminarios y los debates, diseña una prueba que permita a los estudiantes adaptarse a su estilo personal de aprendizaje. Trata de ofrecer opciones que no dependan solo de la redacción como una prueba del concepto.[16]
    • Por ejemplo, puedes proveer una indicación general y darles a los estudiantes la opción de hacer un debate oral uno contra uno, de escribir un ensayo o hacer un dibujo, y de escribir un párrafo explicando el concepto.
    • De este modo, los comunicadores escritos, orales y visuales dispondrán de diferentes medios para demostrar los mismos conceptos.

Método 4
Método 4 de 4:
Calificar las pruebas divertidas

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    Analizar y evaluar las pruebas. Los cuestionarios y las pruebas divertidos pueden ser una buena manera de hacer algo un poco distinto en el salón de clases sin dejar de aprender y enseñar. Para que todo el ejercicio sea un éxito, es importante que no pases por alto la evaluación y el análisis al final de la prueba. De esta manera, el estudiante aprenderá a valorar el propósito del juego y lo que aprendieron.[17]
    • Puedes empezar repasando algunos de los puntos clave de la prueba y escribiéndolos en la pizarra.
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    Califica las pruebas de forma grupal. Puedes tratar de que las pruebas se califiquen en los grupos pequeños o como clase. Si has hecho el cuestionario en grupos pequeños en clase, puedes hacer que intercambien las respuestas entre sí, de modo que cada equipo califique la prueba del otro. Si cada grupo tiene respuestas distintas para una pregunta, puedes aprovechar para debatir este resultado como clase.
    • Debatir detalladamente la pregunta con respuestas distintas te permitirá asegurarte de que todos comprendan cuál fue la respuesta correcta y por qué.
    • Anima a los miembros del grupo que no contestó bien la pregunta a que hablen entre sí para que sepan en dónde cometieron el error.[18]
    • Esto puede funcionar como una especie de evaluación simple de los miembros del grupo, en la que los estudiantes califiquen el trabajo de los demás. Puede ser muy positivo, pero debes asegurarte de que todo se mantenga en un tono cordial y de que no se margine a nadie.
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    Haz que la calificación sea parte del juego. Si haces un cuestionario rápido en clase, puedes hacer que la calificación sea parte del juego. Si les has dado a los estudiantes timbres o campanas para que contesten las preguntas, puedes escribir las puntuaciones en la pizarra y actualizarlas después de cada pregunta. Esto hará que parezca un concurso de preguntas y respuestas.
    • Puedes usar una simple tabla de conteo en el tablero o usar algo más creativo.
    • Cada puntuación correcta puede hacer que se revele una letra o parte de una imagen que los equipos tengan que descubrir para ganar.
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    Asegúrate de que los estudiantes entiendan qué criterios se aplican a la prueba. Puede ser una prueba divertida al final del curso para repasar algún material esencial y, al mismo tiempo, descargar un poco de tensión, o puede ser una prueba más seria que se tome en cuenta para la calificación general. Cualquiera que sea la forma que elijas para realizarla, asegúrate de ser claro al respecto.

Consejos

  • Asegúrate de tener todas las respuestas a las preguntas a la mano.
  • Usa pequeños premios como incentivos.

Acerca de este wikiHow

Emily Listmann, MA
Coescrito por:
Tutor de preparación para pruebas
Este artículo fue coescrito por Emily Listmann, MA. Emily Listmann es una tutora particular en San Carlos, California. Ha trabajado como maestra de estudios sociales, coordinadora de currículo y maestra de preparación para el SAT. Recibió su maestría en Educación en la Escuela de Postgrado en Educación de Stanford en 2014. Este artículo ha sido visto 14 494 veces.
Categorías: Pruebas y evaluaciones