Si crees que la avena es tan solo un alimento básico para el desayuno, pues te equivocas. Las propiedades calmantes de la avena sirven para tratar la piel sensible, inflamada y con picazón, a la vez que restauran la humedad y los minerales esenciales. La avena también constituye un excelente remedio natural para las infecciones cutáneas a causa de plantas como la hiedra venenosa. Para hacer un baño de avena, puedes agregar una taza de avena molida en polvo directamente al agua tibia de tu baño o colocar una bolsa de avena integral en el agua tibia de tu baño. De cualquier manera, preparar un baño de avena solo tarda un par de minutos, pero reduce la incomodidad por horas y deja tu piel sintiéndose fresca y protegida.

Método 1
Método 1 de 3:
Agregar avena directamente al baño

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    Muele la avena hasta tener un polvo fino. Coloca 1 taza de avena cruda sin sabor en una licuadora, un procesador de alimentos o un molinillo de café. No es necesario comprar algo muy sofisticado; la avena envasada normal que encuentras en el supermercado funcionará a la perfección. Licúala hasta obtener un polvo de textura muy fina. De este modo, se disolverá con más facilidad en el baño.[1]
    • Las partículas de avena deben ser muy pequeñas para distribuirse en el agua del baño sin hundirse en el fondo de la bañera.
    • Si no estás seguro de que la avena haya quedado lo suficientemente fina, pruébala mezclando 1 cucharada en un bol de agua tibia. Si el agua adopta un color uniforme y lechoso, la avena se disolverá en el agua del baño.
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    Vierte la avena en el baño. Llena la bañera con agua tibia. Una vez que la avena haya alcanzado una consistencia suficientemente fina (lo que significa que se mezclará bien con el agua), echa el polvo agitándolo en el agua de la bañera mientras se llena. Si deseas, también puedes incorporar otros aditivos en este punto, por ejemplo: leche entera para suavizar la piel, sal marina para exfoliarte o aceites esenciales para hidratar tu piel y darte una fragancia agradable.
    • 1 taza de avena molida, junto con otros aditivos de tu preferencia, será la cantidad perfecta para agregar a una bañera llena.[2]
    • Combina la avena con aceites esenciales que alivien y nutran tu piel.[3]
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    Revuelve hasta mezclar bien la avena con el agua. Revuelve el agua de la bañera con tu mano hasta que la avena en polvo y otros aditivos se disuelvan por completo. El agua empezará a adoptar un aspecto lechoso. Esto es bueno porque significa que la avena se ha distribuido de manera uniforme.[4]
    • La avena suelta podría dejar una capa fina en la bañera una vez que hayas drenado el agua.
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    Sumérgete por 15 a 30 minutos. Métete en la bañera. La avena en polvo hará que esta sea muy resbalosa, así que ten cuidado. Relájate y sumérgete hasta que el agua se haya enfriado a temperatura ambiente. Si te sientes algo pegajoso al terminar, enjuágate con agua tibia limpia después de salir de la bañera. Usa una toalla para secarte con suavidad y asegurarte de que la avena se quede debajo de la superficie de la piel para brindarte una barrera protectora.[5]
    • Si sufres de enfermedades persistentes como la varicela, tomar varios baños de avena al día puede brindarte el alivio que tanto necesitas.

Método 2
Método 2 de 3:
Hacer una bolsa de avena para el baño

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    Coloca la avena en un par de pantimedias o una bolsa de muselina. En vez de moler la avena, déjala entera. Toma una bolsa de muselina, un par de medias nailon delgadas o un filtro de café grande y agrega de 1/2 a 3/4 de taza de avena. Al colocarla en la bañera, la bolsa que contiene la avena actuará como una bolsita de té, ya que impregnará el agua con sus compuestos nutritivos naturales.[6]
    • Prepara con anticipación varias tandas grandes de bolsas de avena para tenerlas a la mano para cuando tengas ganas de echar una en tu bañera.
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    Incorpora cualquier otro elemento que desees. Dependiendo del propósito del baño de avena, también podrías incluir otros ingredientes en la bolsa. Un poco de leche en polvo ayudará a suavizar tu piel. Un chorro pequeño de aceite de oliva retendrá la humedad en la piel mientras te sumerges. Una cucharada de bicarbonato restaurará el nivel de pH natural de la piel. Lo que pongas en la bolsa de avena depende de ti por completo y las opciones son inagotables.[7]
    • Si vas a usar el baño de avena para tratar una infección o una piel adolorida, inflamada o con picazón, es recomendable evitar este paso o ser muy cuidadoso, puesto que la adición de otros ingredientes podría agravar tu condición.
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    Verifica que la bolsa esté bien asegurada. Amarra bien la bolsa de muselina con una cinta o ata un par de pantimedias para evitar que la avena y otros aditivos caigan en el agua del baño y la vuelvan grumosa. Si usas un filtro de café o algún otro recipiente suelto, mantenlo cerrado con una goma elástica o un pedazo de cinta o cuerda. La bolsa debe estar lo suficientemente asegurada para mantenerla cerrada al flotar en el agua mientras se llena la bañera.[8]
    • Los filtros de café y otras bolsas a base de papel deben manipularse con cuidado cuando están húmedos, ya que pueden romperse si los dejas en el agua por mucho tiempo.
    • Los materiales más resistentes como las medias de nailon son buenos para diversos usos, siempre y cuando los enjuagues y los seques al finalizar cada baño.
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    Agrega la bolsa al agua caliente de la bañera mientras se llena. Primero llena la bañera con agua caliente. Una vez que esté llena a la mitad, echa la bolsa. El calor y el movimiento del agua corriente liberarán las esencias de la avena y otros ingredientes naturales. Deja enfriar el agua hasta alcanzar una temperatura cómoda para ti antes de sumergirte en ella y deja la bolsa en la bañera todo el tiempo que dure el baño.[9]
    • Las bolsas para el baño son fáciles de hacer y no causan desorden, debido a que su contenido se combina con el agua en vez de agregarlo directamente a ella.

Método 3
Método 3 de 3:
Encontrar distintos usos para los baños de avena

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    Alivia los sarpullidos, la picazón y la irritación. Los baños de avena son perfectos para reducir los síntomas incómodos de las condiciones cutáneas como el eczema y la psoriasis, además de las infecciones a causa de la hiedra venenosa, el roble y el zumaque. El poder de la avena elimina la picazón, reduce el enrojecimiento y la hinchazón y forma una capa protectora en la superficie de la piel. Sumérgete en un baño de avena una a tres veces al día hasta que mejore tu condición.[10]
    • Los baños de avena no curan las condiciones crónicas de la piel, solo alivian los síntomas de forma temporal.
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    Trata a los bebés con dermatitis del pañal. Uno o dos baños suaves de avena eliminarán el enrojecimiento y la irritación que causa la dermatitis del pañal en los bebés. Vierte un poco de avena finamente licuada o procesada en el agua tibia del baño (la mitad de lo que usarías para un adulto) mientras limpias a tu bebé. Luego seca la zona afectada con una toalla. El agua combinada con la avena es mucho más eficaz que los jabones y polvos comunes para tratar la dermatitis del pañal y puedes repetir este método de forma segura las veces que desees.[11]
    • Deja que se seque por completo la piel irritada y frota un poco de ungüento para sarpullido antes de ponerle a tu bebé un pañal fresco.
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    Alivia una quemadura de sol. Para las quemaduras de sol leves, un baño de avena especial puede hacer maravillas. Agrega un poco de leche en polvo, menta y aloe vera a la avena mientras llenas la bañera con agua. En conjunto, los ingredientes pueden aliviar el dolor a la vez que aceleran el proceso de curación de la zona dañada por el sol.[12]
    • Darse un baño de avena con menta y aloe vera es una forma más fácil de aliviar todo el cuerpo quemado que aplicar cremas tópicas.
    • Las quemaduras de sol graves siempre deben recibir atención médica. Si tu quemadura de sol está hinchada, decolorada y con ampollas, acude a un doctor de inmediato.[13]
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    Hidrata y exfolia tu piel. Incluso las personas que no sufren de condiciones dermatológicas irritantes pueden beneficiarse de los baños de avena regulares. Al combinarla con aditivos como la sal marina, las flores de lavanda, el bicarbonato y los aceites esenciales, la avena restaura por completo la salud de la piel mientras elimina la suciedad y el aceite de los poros. Y lo mejor de todo es que deja la piel suave al tacto.[14]
    • El aceite de oliva, de coco y de almendras constituyen excelentes hidratantes naturales cuando se combinan con la avena.[15]
    • Programa un baño de avena relajante una vez por semana para mimarte como parte una sesión de spa casero.

Consejos

  • Los baños de avena son lo suficientemente suaves como para usarlos tan seguido como quieras.
  • Comprar y preparar avena molida al por mayor te ahorrará tiempo y dinero. Guarda la mezcla de avena en un frasco de envasar o un recipiente hermético de plástico hasta que la necesites.
  • La avena coloidal está disponible en muchas farmacias. Asegúrate de seguir las instrucciones que vienen con la avena molida para uso medicinal.
  • Si sufres de una condición agravada de la piel, sécate con cuidado, dando suaves toquecitos en la piel con una toalla suave.

Advertencias

  • No coloques la bolsa para baño bajo el agua del grifo. La presión podría romper la bolsa y dejarte un gran desorden en las manos.
  • Los baños de avena son una forma fácil y económica de tratar la irritación de la piel, pero no sustituyen los tratamientos médicos.
  • Las personas con enfermedades de la piel dolorosas deben usar agua tibia en vez de agua caliente para evitar una mayor incomodidad.

Cosas que necesitarás

  • avena cruda y sin sabor
  • una licuadora, un procesador de alimentos o un molinillo de café
  • aceites esenciales calmantes u otros aditivos (opcional)
  • una bolsa de muselina o paño de queso, un par de medias nailon o un filtro de café resistente (opcional)
  • una cinta, una cuerda o una goma elástica (para asegurar la bolsa para baño)
  • agua caliente o tibia

Acerca de este wikiHow

Lydia Shedlofsky, DO
Coescrito por:
Dermatólogo
Este artículo fue coescrito por Lydia Shedlofsky, DO. La Dra. Lydia Shedlofsky es dermatóloga residente que se unió a Affiliated Dermatology en julio del 2019 después de completar una pasantía tradicional rotativa en Larkin Community Hospital en Miami, Florida. Obtuvo una licenciatura en biología en Guildford College en Greensboro, Carolina del Norte. Después de graduarse, se mudó a Beira, Mozambique y trabajó como asistente de investigación y pasante en una clínica gratuita. Completo un programa de posbachillerato y posteriormente obtuvo una maestría en educación médica, además de un doctorado en medicina osteopática (DO) del Lake Erie College of Osteopathic Medicine. Este artículo ha sido visto 111 411 veces.
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