Estudiar para los exámenes en cualquier momento del semestre puede ser estresante, pero estudiar para los exámenes finales puede ser más estresante. Recopilar toda la información que necesitas para crear un horario y evaluar cuánto tiempo tienes para estudiar antes de que comiencen los exámenes finales pueden ayudarte a crear un horario de estudio. Considerar cuidadosamente las restricciones en tu tiempo y luego ceñirte a tu horario de estudio pueden ayudarte a crear un horario útil y ser más productivo cuando estudies.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Evaluar tus necesidades de estudio

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    Escoge un calendario para llevar un registro de tu horario. Antes de que en realidad puedas crear un horario de estudio para la semana de exámenes finales, debes determinar qué utilizarás exactamente para tu horario. Es posible que prefieras los calendarios o planificadores en papel, o tal vez desees utilizar una aplicación digital, como el calendario de tu celular o una aplicación de estudio real.[1]
    • No importa qué tipo prefieras, siempre y cuando tengas algo con lo que te sientas cómodo al usar.
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    Imprime tu horario de exámenes. Antes de siquiera comenzar a elaborar un horario, asegúrate de tener todas las fechas de los exámenes frente a ti. Esto hará que crear el horario sea mucho más fácil porque no tendrás que detenerte y buscar información o, peor aún, tendrás que volver a empezar porque te olvidaste de un examen.
    • Algunas escuelas programan todos sus exámenes finales durante una semana dedicada a estos exámenes. En este caso, tu examen final podría no ser el mismo día ni a la misma hora que normalmente tienes tu clase. Asegúrate de fijarte si esto es cierto.
    • Algunos profesores podrían programar el examen final durante la hora de la clase habitual, aunque la escuela haya dedicado una semana de exámenes finales. Asegúrate de también contar con esta información.[2]
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    Imprime tu horario de vacaciones escolares. Si tienes vacaciones entre el inicio de la elaboración de tu horario de estudio y la semana de exámenes finales, puedes usarlas para dedicar más tiempo al estudio, porque no tendrás que ir a clases.
    • Dependiendo de qué tan largas sean normalmente tus clases al día, considera la posibilidad de incorporar sesiones de estudio adicionales para esos cursos durante su horario habitual. Esto te da algún tiempo adicional para estudiar sin realmente interrumpir tu horario normal.
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    Calcula cuánto tiempo tienes. El tiempo que tengas para estudiar para los exámenes finales dependerá de en qué momento del semestre empieces a elaborar tu horario. Una vez que estés listo para elaborarlo, calcula cuántos días tienes entre ese momento y las fechas de los exámenes. Evidentemente, este será un número diferente para cada examen.
    • Recuerda que quizás no puedas estudiar todos los días. Si tienes muchas cosas programadas un día específico, deja ese día libre en tu horario de estudio. Esto te dará una idea más realista de lo que tienes para trabajar.[3]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Christopher Taylor, PhD

    Christopher Taylor, PhD

    Profesor de inglés
    Christopher Taylor es un profesor asistente adjunto de inglés en Austin Community College en Texas. Recibió su PhD en Literatura Inglesa y Estudios Medievales en la Universidad de Texas en Austin en 2014.
    Christopher Taylor, PhD
    Christopher Taylor, PhD
    Profesor de inglés

    ¿Te preguntas cuándo empezar a estudiar? Christopher Taylor, un profesor de inglés, recomienda lo siguiente: "Lo ideal es que dediques un par de horas cada semana durante el semestre a revisar la información cubierta en clase en esa semana. Luego, cuando los finales se acerquen, empieza a estudiar para ese examen final por lo menos 2 semanas antes".

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    Prioriza tus exámenes. Una vez que sepas cuánto tiempo tienes para estudiar para cada examen, priorízalos. Escribe tus exámenes en una lista en orden, empezando con el que debes rendir primero y terminando con el último. También tal vez quieras considerar la posibilidad de priorizar según la dificultad que podría tener el examen.
    • Por ejemplo, si tienes problemas con matemáticas, tal vez quieras pasar esta asignatura a la parte superior de la lista para que sepas que tienes suficiente tiempo para estudiarla.[4]
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Crear tu horario

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    Determina cuándo estudiarás. Algunas personas estudian mejor en la noche, mientras que otras estás más alertas en la mañana. Programa tu horario de estudio para un momento del día en que sepas que estarás más atento: esto te ayudará a retener la información con más facilidad.[5]
    • Si no sabes a qué hora estudiar mejor, prueba. Estudia en la mañana un día y en la noche al siguiente día.
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    Programa todo. Antes de crear tu horario de estudio, asegúrate de agregar las cosas no relacionadas al estudio que tengas que hacer (clases, actividades extracurriculares, citas médicas, etc.), para que seas a qué hora realmente tienes disponible.
    • De esta manera, evitas programar el horario de estudio en días en que tengas una cita de la que te olvidaste y tengas que perder tu horario de estudio.[6]
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    Fija metas realistas para tus sesiones de estudio. No programes 8 horas de estudio al día además de las otras cosas que también tienes que hacer. Mientras más realista puedas ser, más productivo será tu estudio.
    • Sé realista con respecto a lo que puedes terminar en cada sesión de estudio. No programes estudiar 5 capítulos, redactar un artículo y trabajar en un proyecto, todo durante el mismo bloque de 2 horas.[7]
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    Limita tu tiempo de estudio por sesión. Las investigaciones han demostrado que, después de unas 2 horas, somos menos capaces de concentrarnos en un tema o tarea específica, y que nuestra concentración y capacidad para retener información disminuye. Programar tu tiempo de estudio en bloques de 2 horas no solo evita que establezcas metas poco realistas, sino que también te ayuda a hacer el horario más productivo.[8]
    • Esto no significa que solo puedas programar una sesión de 2 horas al día. Dependiendo de cuánto tiempo tengas disponible para estudiar, puedes programar una o dos sesiones de 2 horas por la mañana y una o dos sesiones de 2 horas en las últimas horas del día.
    • Si vas a programar varias sesiones al día, hazlo para el momento en que mejor rindas. Si estudias mejor por la mañana, programa las sesiones antes del mediodía, con una buena pausa entre ellas. Si estudias mejor en la noche, programa una sesión antes de la cena y otra después.[9]
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    Concéntrate en 1 tema a la vez. En cada sesión de estudio, estudiar 1 tema a la vez puede ayudarte a concentrarte mejor en la información y, por lo tanto, a retener más.[10]
    • Dividir tu tiempo entre varios temas por sesión de estudio no te da suficiente tiempo para profundizar lo suficiente en la información para realmente retener algo.
    • Es bueno que realices algún cambio cuando estudies. Estudiar 1 tema para 1 sesión de estudio y luego cambiar a algo totalmente diferente para tu siguiente sesión puede mantener las cosas frescas y mantener tu eficacia y energía.[11]
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    Reserva tiempo para revisar. Cuando estés preparando tu tiempo de estudio, asegúrate de incluir 10 o 15 minutos para revisar rápidamente lo que estudiaste el día anterior. Esto mantiene las cosas frescas en tu mente y te recordará las conexiones entre lo que estás haciendo y lo que ya hiciste.[12]
    • Si el tema es más difícil, es posible que necesites un poco más de 10 o 15 minutos para revisar.
    • Debes hacerlo, aunque sientas seguridad en un tema o lo domines.
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    Incorpora descansos en tu horario. Cuando programes tu horario de estudio, también es importante que incorpores descansos. Las investigaciones señalan que debes descansar por 10 a 15 minutos cada hora.
    • También debes programar descansos más largos (como tiempos para hacer ejercicios, ver a tus amigos o ver televisión). Darle a tu cerebro y a tu cuerpo la oportunidad de relajarte hará que seas más productivo a la larga.[13]
    • Procura comer un bocadillo saludable en el descanso, pues esto puede mejorar tu estado de ánimo, nivel de energía y concentración. Por ejemplo, come un puñado de frutos secos o una fruta y una pequeña porción de queso cottage.
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    Clasifica tu horario por colores. Cuando programes tus compromisos y obligaciones actuales y tu tiempo de estudio, clasifica por colores cada tipo de actividad. Esto te da una mejor representación visual de cómo se verá tu semana y a menudo puede ayudarte a ver cuánto tiempo realmente debes dedicarle al estudio.
    • No pongas colore similares uno al lado del otro. Por ejemplo, el rojo y el naranja pueden verse similares, en especial bajo ciertas luces. Más bien, usa el rojo y el amarillo juntos.
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    Sé constante. Estudia a la misma hora (y, de ser posible, en el mismo lugar) todos los días. Esto puede hacer que el estudio se vuelva casi automático. Desde luego, la excepción a esto es si tu área de estudio no está disponible.[14]
    • Por ejemplo, si estás acostumbrado a estudiar en una cafetería, pero la cafetería está cerrada, tendrás que encontrar otro lugar para estudiar.
    • Si no puedes concentrarte en tu lugar de estudio usual, elige un lugar diferente.
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Consejos

  • Estudia un tema a la vez. Programar más de un tema para un bloque de tiempo de estudio puede evitar que recuerdes todo.
  • Revisa tu horario con frecuencia: no es bueno que hagas uno si no vas a seguirlo.
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Acerca de este wikiHow

Christopher Taylor, PhD
Coescrito por:
Profesor de inglés
Este artículo fue coescrito por Christopher Taylor, PhD. Christopher Taylor es un profesor asistente adjunto de inglés en Austin Community College en Texas. Recibió su PhD en Literatura Inglesa y Estudios Medievales en la Universidad de Texas en Austin en 2014. Este artículo ha sido visto 4540 veces.
Categorías: Técnicas de estudio
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