Los desastres, ya sean naturales o causados por el hombre, pueden obligar a los trabajadores a evacuar en sus oficinas. En ciudades grandes, un desastre también puede afectar el transporte público, lo que puede llevarte a buscar una ruta alternativa para llegar a casa o alejarte del desastre. Puede ser que en una emergencia te encuentres solo y te veas obligado a improvisar. Aquí te explicamos cómo hacer un kit de evacuación en caso de emergencia, el cual debes guardar en el trabajo para mantenerte sano, salvo y preparado.

Método 1
Método 1 de 3:
Cómo hacer tu kit de evacuación en caso de emergencia

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    Escoge una maleta apropiada. Utiliza una mochila grande de lona que sea resistente al agua y que tenga varios compartimientos y asas acolchadas. Además, esta debe tener una correa en la cintura que ayude a distribuir el peso y así poder cargarla fácilmente por largas distancias. Ya que no la vas a usar a diario, puedes comprar una barata en una tienda de descuentos, en tiendas de artículos militares, en tiendas de un dólar o incluso en una tienda de segunda mano. Piensa más en funcionalidad que en moda.
    • Pon en tu mochila una etiqueta con tu nombre e información de contacto. De ser posible, incluye algún tipo de identificación en la misma, como por ejemplo un documento de identidad de un antiguo empleo que te haya quedado; puedes olvidar tu mochila.
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    Empaca suficiente agua y comida. El agua es pesada, pero necesitarás tener la mayor cantidad posible. Además, necesitarás bocadillos ricos en calorías. Guarda al menos una botella de agua sellada en tu mochila y empaca más si puedes soportar el peso. Asegúrate de que el envase sea duradero para que puedas rellenarlo y taparlo con facilidad.
    • Empaca barras de granola o barras energéticas que sean ricas en calorías y carbohidratos y que se mantengan bien con el tiempo. Los alimentos son necesarios no solamente por la energía que proporcionan, sino también porque levantan la moral. Las frutas secas también son una excelente alternativa.
    • La mantequilla de maní (asumiendo que no eres alérgico al maní) viene en prácticos tubos, es una gran fuente de proteína y no hace falta refrigerarla o cocinarla.
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    Empaca cinta reflectiva. Los apagones han hecho que varias ciudades dejen de funcionar, forzando a las personas a caminar por kilómetros. El servicio de telefonía puede ser irregular o inexistente. Los metros pueden dejar de funcionar y, a falta de semáforos que funcionen, los vehículos pueden ir en reversa. ¡Prevé! ¡Haz un plan! Ve a una tienda de textiles o de deportes, o busca cinta reflectiva en la Internet. Compra de 1 a 3 metros, ya que la usarás en tu mochila y en otras cosas de ser necesario. Por lo general la venden en rollos y es de 2,5 cm (1 pulgada) de ancho o más.
    • Pon cinta reflectiva en la parte exterior de tu mochila. Si es que no sabes coser, usa pegamento para tela.
    • Pega cinta reflectiva en la parte trasera de tu mochila y en la parte delantera de las asas.
    • Usa bastante cinta. Esta puede hacerte visible ante los conductores o ante quienes trabajan en la emergencia.
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    Empaca un impermeable o un poncho. Elige un impermeable o poncho de un color llamativo como el amarillo para que resaltes más. Este puede protegerte de las fuerzas del medio ambiente durante una larga caminata, te puede dar refugio y, si lo cubres con cinta reflectiva, puede hacerte resaltar ante los conductores y otras personas. Debes ponerle cinta reflectiva a tu impermeable, ya que al usarlo puede que tapes la cinta de tu mochila.
    • Dobla el poncho y guárdalo en tu mochila. Si no se dobla en sí mismo (como muchos lo hacen), puedes comprimirlo en una bolsa pequeña para que no estorbe.
    • Para compactarlo, también puedes amarrarlo con ligas gruesas para el pelo. Estas ligas también te servirán para que el cabello no te estorbe durante la emergencia (además de ser frustrante, el cabello en los ojos puede obstruir la visión).
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    Empaca una manta térmica. Puedes comprar láminas de Mylar (también llamadas mantas térmicas) en ferreterías o en tiendas donde vendan insumos para acampar. Son grandes, livianas, impermeables y extremadamente delgadas. Vienen empaquetadas de forma muy compacta, más o menos del tamaño de una venda, y es mejor dejarlas en su empaque original hasta que necesites usarlas porque, una vez abiertas, es bastante difícil volverlas a doblar. Ya que el Mylar refleja el calor, puede usarse en casos de frío extremo para retener el calor del cuerpo o, en condiciones de calor extremo, para reflejar el calor hacia afuera.
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    Empaca un silbato. En caso de quedar atrapado, un silbato hará más ruido y con menos esfuerzo que si gritaras. Además, su tono agudo tendrá más alcance que tu voz.
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    Empaca un par de zapatillas. En el caso de una emergencia, puede que tengas que correr o caminar por largas distancias en condiciones impredecibles y no querrás hacerlo en zapatos de tacón alto o en los zapatos de cuero duro que usas para trabajar. Tu seguridad puede depender de moverte rápidamente, viajando a pie de forma eficaz. Las zapatillas son absolutamente indispensables en un kit de emergencia para el trabajo. No guardes un par nuevo, ya que pueden causarte ampollas; de ser posible, empaca un par que ya hayas ablandado con el uso pero que no estén desgastados. Hasta un par de zapatillas usadas es mejor que los zapatos o tacos.
    • Muchas zapatillas vienen con tiras reflectivas, pero puedes añadirles más. Aún te debe quedar algo de la cinta reflectiva que usaste en el poncho y en la mochila.
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    Empaca medias. Empaca medias deportivas de algodón que sean adecuadas para tus zapatillas en cuanto al grosor. Evita las tobilleras, ya que estas no protegen tus talones si caminas por largas distancias. Mete las medias en las zapatillas para ocupar menos espacio y mantener así tu calzado junto.
    • Es recomendable que las mujeres que usan faldas y vestidos empaquen medias deportivas altas para que protejan más sus piernas.
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    Empaca un pequeño botiquín de primeros auxilios. Usa una bolsa de uno o cuatro litros con cierre como botiquín. Etiquétalo. Incluso puedes ponerle un pedazo de cinta reflectiva para poder encontrarlo más fácilmente en caso se te caiga o lo tengas que buscar en tu mochila en la oscuridad. Pon dentro los siguientes artículos:
    • Vendas adhesivas: guarda varias de distintos tamaños, pero en especial las de 2,5 cm, ya que son ideales para ampollas. Las vendas hechas de espuma protegen más las ampollas que las de tela y, además, pueden usarse para otro tipo de primeros auxilios.
    • Una crema antibacterial para primeros auxilios.
    • Benadryl u otro antihistamínico: una emergencia no es buen momento para tener una reacción alérgica.
    • Un autoinyector de epinefrina si es que tu doctor te lo ha recetado para alergias fuertes. Generalmente están dispuestos a darte una prescripción para varios autoinyectores para que así puedas tener varios a tu disposición.
    • Medicamentos con receta médica suficientes para durar un día o dos en un contenedor debidamente etiquetado. Si te cambian las medicinas, tienes que actualizar tu botiquín. Sé bien específico al etiquetarlo; describe la pastilla, la dosis y su función. No olvides incluir un inhalador para el asma si es que eres asmático. Puede que tengas que caminar y la calidad del aire no sea la mejor.
    • Analgésicos como la aspirina. Busca pomos pequeños en la sección de tamaños de muestra o para viajes de la tienda.
    • Una venda, la cual es ideal tanto para vendar tobillos como para inmovilizar extremidades.
    • Los guantes de látex o de vinilo (si es que eres alérgico al látex) son indispensables. Es posible que te encuentres rodeado de personas heridas o que tengas que curar a alguien con tu botiquín de primeros auxilios.
    • Un gel antibacterial para lavarte las manos.
    • Una toalla de mano: puedes usarla para limpiarte las manos, secarte el sudor de la frente o hacer señas.
    • Pon en tu botiquín una botella de tamaño de muestra o para viajes de solución salina (o solución para lentes de contacto). Puede que sea necesario que enjuagues tus ojos si es que usas lentes de contacto o si estás expuesto al polvo o a la contaminación del aire. También puedes usarlo para irrigar una herida.
    • Diferentes tipos de gasa u otros artículos de primeros auxilios. Puedes usar más bolsas plásticas de uno o cuatro litros para mantener tus artículos secos y organizados.
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    Empaca una linterna pequeña. Encuentra al menos una linterna pequeña o mediana o una linterna frontal y asegúrate de que tenga pilas nuevas. Las linternas tipo Maglite duran muchísimo, pero pesan más por ser de aluminio. Puedes usar las más grandes como arma para defenderte en caso lo necesites. Decide si puedes soportar el peso y si cuentas con el espacio. De ser así, puedes escoger una de tamaño grande (D-cell). Nadie te va a avisar en caso de un apagón masivo o una evacuación.
    • Busca una linterna que sea pequeña o mediana y que use pilas AA o C. Esto dependerá de cuánto espacio tengas, tus necesidades y cuánto peso puedas tolerar. Las linternas livianas de plástico son ideales. No tienes que gastar mucho en una, solo asegúrate de que funcione.
    • Existen unas linternas LED de bolsillo que son nuevas en el mercado y que son más baratas (busca descuentos), más duraderas (sin focos que se quemen o rompan) y que emiten más luz por cada juego de pilas.
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    Empaca un mapa de tu ciudad. Este debe incluir las calles e información sobre el transporte público (paradas de metro). Puede que te veas forzado a desviarte, bajarte de un tren antes de tiempo o tomar una ruta alternativa, terminando así en un lugar desconocido. Ten un mapa siempre contigo para encontrar el mejor camino hacia tu destino. Perderte puede empeorar las cosas. Suelen cambiar el sentido de las calles y puedes terminar caminando por áreas desconocidas. Ten contigo un mapa de la ciudad y fíjate en las diferentes rutas que se pueden tomar.
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    Empaca una lista con números de contacto de emergencia. Puede que el servicio de telefonía no funcione o que la batería de tu celular no dure. Considera incluir los números de amigos o familiares que vivan cerca a tu trabajo, entre tu trabajo y tu casa y de alguien que pueda recogerte y darte refugio. Guarda bien los números en tu mochila. Puede que las líneas telefónicas estén muy congestionadas y que sea difícil que entren las llamadas, por lo que es mejor que no te fíes en llamar primero a Informaciones. Puede ser también que tu memoria para los números se vea afectada en una situación estresante, por lo que es mejor que tengas todo por escrito.
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    Empaca una máscara que cubra tu nariz y boca. Puedes conseguir una en tu ferretería local e incluirla en tu kit. Solo cuesta unos dólares. Si necesitas una, eso quiere decir que realmente la necesitas. El humo y los escombros pueden asfixiarte durante un incendio o terremoto. Una mascarilla puede resultar de mucha ayuda.
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    Empaca un cargador portátil para tu teléfono. Existen cargadores solares y eólicos. Otros generalmente usan algunas pilas pequeñas y convierten la energía para poder cargar tu teléfono un poco. Fíjate en páginas web de viajes, tiendas de accesorios para teléfonos celulares o en tiendas de aeropuertos.
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    Guarda algo de dinero, pero no demasiado. Guarda efectivo para usarlo en teléfonos públicos, comida de máquinas expendedoras, o cualquier otra cosa que pueda surgir. No guardes mucho, solo unos cuantos billetes y monedas. Generalmente puedes esconderlo debajo del cartón duro del fondo de tu mochila. Puedes usarlo para transporte o para comprar algo de comer o beber. No olvides de incluir varias monedas por si necesitas usar un teléfono público y logras encontrar uno.
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    Empaca un paquete pequeño de pañuelos de papel o toallitas húmedas. Pueden tener un segundo uso en caso de que los servicios higiénicos no estén correctamente abastecidos. Piensa en las distintas cosas con las que puedes encontrarte de camino a casa. Cada ciudad y sus instalaciones son diferentes.
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    Incluye una herramienta multiuso de bolsillo o una navaja suiza. Las herramientas multiuso están disponibles en la mayoría de tiendas de artículos deportivos o de campamento. La que se muestra aquí tiene un alicate el cual puede ser muy útil. Hay demasiadas formas de usar cada una de estas herramientas como para mencionarlas todas.
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    Empaca una radio pequeña. Hay varias estaciones locales de radio que, ante una emergencia, cambian su programación. Busca una radio de transistores FM que sea pequeña y a pilas. Para que inviertas lo mínimo, puedes encontrarlas en tiendas de descuento o tiendas de electrónica. Todas las estaciones locales de radio empezarán a transmitir sobre la emergencia si es que hay una en tu área. Antes de meterla en tu mochila, asegúrate de que tenga pilas nuevas y esté apagada.
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    Pega con cinta adhesiva una llave extra de tu casa debajo del cartón que está en el fondo de tu mochila. Si la llave es de tu casa, no pongas nada que la identifique como tal. Incluso es mejor si cuelgas una pequeña caja fuerte en la puerta de tu casa (de ser posible) con una llave extra dentro. Cuestan US$ 30 en las ferreterías y también son muy útiles en caso de que tú o alguien de tu familia accidentalmente se quede afuera de la casa o por si necesitas que un vecino entre a tu casa estando tú de viaje; no será necesario que arriesgues perder una llave de repuesto escondida en algún lado.
    • Otra ventaja es que si no llevas una llave de repuesto en tu kit de emergencia, puedes poner una etiqueta con tu dirección en ella. Dependiendo de tu situación, podría además ser útil incluir una llave de repuesto de tu auto (o ponerla en una caja de seguridad magnética que se monta en la llanta, ¡estas realmente funcionan!)
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Método 2
Método 2 de 3:
Cómo mantener la mochila

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    Abstente de abrir tu mochila para sacar agua, bocadillos o curitas. Mantén tu kit intacto y solo ábrelo para verificar las fechas de expiración de los medicamentos, verificar o remplazar baterías o remplazar alimentos expirados.
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    Haz tu mochila y guárdala en un casillero, debajo de tu escritorio, en un archivero cercano, o en cualquier otro lugar de donde puedas agarrarlo cuando estés apurado. Si tienes dudas, agárralo. Todo lo que necesitas entrará fácilmente en una mochila. Si vives en climas más fríos, puedes añadir otras provisiones o cambiar tu mochila con las estaciones.
    • Llévala en simulacros de incendio y otras alarmas. Tenla a la mano desde el momento en que te enteres de que hay una emergencia en tu ciudad.
    • Puede que no te des cuenta de que estás en una situación en la que debes evacuar hasta que estés ya lejos de tu kit.
    • En ciudades grandes, en áreas en donde los terremotos o tornados son frecuentes y en edificios grandes de oficinas, es sabio ser un poco paranoico.
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    Actualiza tu kit regularmente. Pon un recordatorio en tu teléfono o computadora para revisar tu mochila cada cuantos meses. Quizás quieras revisarla dos veces al año (tal vez cuando reemplaces las pilas de tu detector de incendios o cuando adelantes o atrases los relojes por el horario de verano); usa los cumpleaños de tus familiares como recordatorios o establécelos en el calendario de tu computadora. Revisa tu mochila al menos una vez al año en alguna de las fechas de tus recordatorios.
    • Revisa las fechas de expiración, filtraciones o préstamos que hayas hecho de las provisiones perecibles (baterías, alimentos y artículos de primeros auxilios). Verifica que todos los mapas y números telefónicos estén actualizados. Revisa que los guantes no se hayan deteriorado, que no falten artículos, que todo lo electrónico funcione y cualquier otra cosa que podría fallar y a la que no quisieras hacerle frente en una emergencia.
    • Envía un correo electrónico a la computadora de tu casa con una lista de los artículos que necesitas renovar o imprime tu lista. Puede que no te acuerdes una vez que hayas salido de la oficina.
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Método 3
Método 3 de 3:
Cómo crear un plan

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    Evalúa dónde trabajas y qué tan lejos vives de ahí. No consideres el transporte que usas generalmente. Pregúntate qué harías si tuvieras que llegar a casa sin usar tu auto o el transporte público durante una emergencia. ¿Qué ropa tendrías que usar para ir caminando de tu trabajo a tu casa y cuánto tiempo te tomaría?
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    Haz un plan de emergencia para tu familia. Conversa con tu familia sobre qué podrían hacer en una situación de emergencia en caso de que no puedan comunicarse contigo por celular. Conversen sobre sus opciones y sobre cuáles serían prácticas. Aun cuando no se puedan comunicar durante la emergencia, si saben qué acciones es probable que tomes, esto les permitirá ayudarte.
    • Si tu familia se entera de una emergencia, es posible que puedan recoger a tus hijos, darte el encuentro en un lugar previamente designado o estar listos para actuar a penas reciban tu llamada, mensaje de texto o mensaje enviado por un tercero. Ten un plan de acción familiar.
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    Crea un sistema de cooperación con un colega. Coordina con tus compañeros e intercambia ideas para crear mochilas listas para agarrar y salir que sean ideales para la situación, el área urbana y el lugar de trabajo.
    • Si trabajas con alguien que también vive cerca a tu casa, conversen por adelantado y planeen usar el sistema de cooperación para ir a casa juntos.
    • Haz que empaquen una mochila para que cada uno tenga sus provisiones.
    • Habla con la gerencia sobre hacer regularmente actividades sociales de la oficina o actividades de planificación de emergencia en la que se hagan estos kits. Pide permiso para que todos traigan sus artículos, empaquen sus mochilas trabajando en equipo y vayan a la tienda a comprar las provisiones que olvidaron.
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Consejos

  • Si tienes una mochila un poco más grande, es posible que tengas espacio para guardar tu cartera o billetera dentro. No te preocupes por guardar maletines o portátiles; solo guarda lo que necesites para sobrevivir en la calle por unas horas. En los apagones de Nueva York, muchas personas intentaron viajar con libros, archivos, maletines y otros objetos prescindibles. Los terminaron tirando o le pidieron a extraños o a negocios que se los cuidasen, teniendo a veces éxito.
  • Los portátiles, las joyas caras y las pieles pueden hacerte un blanco fácil para robos. Considera dejar lo que puedas en tu trabajo y viajar con artículos que se vean menos ostentosos.
  • Si trabajas en áreas que suelen inundarse o que tienen problemas de alcantarillado, te recomendamos que guardes un par de zapatos impermeables apropiados.
  • Pon las pilas al revés o usa otro método para evitar que la linterna o radio se encienda cuando no esté siendo usada. No querrás encender algún dispositivo sin querer al mover la mochila y descargar así la batería.
  • Si guardas en tu mochila varios dispositivos a pilas, intenta escoger unos que usen el mismo tipo de pila. Así podrás guardar pilas extra que funcionen para cualquiera y que sean intercambiables.
  • Si vives en un clima caliente en donde la exposición al sol y el calor pueden ser dañinos, deberías considerar empacar una camisa delgada, unos shorts, un sombrero y agua extra.
  • Mantén las baterías en su empaque original, ya que al ponerlas en los aparatos se empiezan a descargar lentamente. Guarda unas tijeras o tu herramienta multiuso o navaja suiza para abrir el empaque o pon las baterías en una bolsa plástica debidamente marcada.
  • Considera añadir a tu kit unos lentes de seguridad. Pueden resultar muy útiles para evitar que partículas extrañas, polvo, sangre u otros irritantes entren a tus ojos. Puedes comprarlos en farmacias o en tiendas en donde vendan suministros de seguridad, construcción o medicina. También los puedes encontrar en la Internet. Son baratos y muchos pueden usarse encima de los lentes de medida.
  • La crema de cacao y el bloqueador son también extremadamente útiles.
  • Pega un pedazo de cinta de embalaje o esparadrapo en los interruptores de apagado o encendido de las linternas y baterías. No querrás encenderlos accidentalmente al sacar tu mochila de debajo de tu escritorio. Para cuando las necesites, tus baterías estarán muertas.
  • Considera hacer una actividad para fomentar el espíritu de equipo del personal. Haz esto en vez de una salida de confraternidad para tomar un helado o un trago.
  • No es necesario que compres todo de una vez. Es probable que puedas tomar cosas prestadas del botiquín de tu casa o de tu caja de herramientas para empezar. En vez de comprar productos de tamaño estándar, te recomendamos que vayas a la sección de productos para viaje de tu farmacia local o tienda por departamento. Los productos ahí vienen en presentaciones pequeñas y son más fáciles de guardar en tu maleta.
  • Ten siempre la mochila en tu casillero o debajo de tu escritorio. No la pongas en un estacionamiento subterráneo, ya que puede que no tengas el tiempo o acceso para sacarlo. Si puedes, guarda un kit extra que sea más apropiado para tu auto.
  • Sería inteligente añadir a tu kit un portaminas, un bloc de notas y una caja de fósforos o encendedor.
  • Si vives en un área en donde el clima es extremadamente frío, puedes también agregar un par de pantalones de buzo, gorros, ropa interior térmica u otras prendas de invierno. Puedes empacar una maleta más grande.
  • Si tienes un Blackberry, iPhone o una agenda electrónica inteligente, estas te permitirán moverte y dejar la oficina de forma segura sin tener que cargar tu portátil.
  • Compra una tarjeta de metro o un pase de transporte público y guárdalo en tu maleta. Si llegas a una estación que esté operativa, puedes evitar pasar por la boletería o preocuparte por contar con efectivo o el monto exacto.
  • Cuando coordines con tus compañeros, fíjate si alguien tiene artículos extra en su casa que puedan dar como contribución a una caja comunitaria para el día que todos hagan sus kits. Puede ser que alguien en tu oficina tenga hijos y, por ende, varias mochilas usadas, un poncho extra o incluso baterías o curitas extra. Así las provisiones van aumentado.
  • Si eres gerente y hay dinero extra en el presupuesto, considera dar a tu equipo artículos que mejoren sus maletas. Fomenta la actualización de sus kits y premia a tu equipo dándoles tarjetas de regalo para tiendas de descuento, linternas, botiquines o incluso solo provéeles de bocadillos mientras estén haciendo sus kits.
  • Piensa en el clima y añade a tu kit lo necesario para que viajes más cómodamente en lugares con temperaturas severas y potencialmente peligrosas.
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Advertencias

  • Poner las pilas al revés puede malograr algunas linternas LED. Usa otro método para evitar encender las luces LED por accidente.
  • Asegúrate de siempre tener en tu kit guantes de látex o de vinilo. Los gérmenes que se originan en la sangre son muy reales y no todos previenen o conocen sobre las infecciones o problemas de salud que estos traen. Puede que también te encuentres con gente herida o necesites curar a alguien con tu botiquín. No olvides usar tus guantes. Los guantes también pueden ser útiles en caso necesites curarte tú mismo y tengas las manos sucias. Esto ayudará a mantener limpio todo el proceso de dar primeros auxilios y reducirá el riesgo de infecciones.
  • Las alarmas audibles o personales sirven muy bien para espantar a posibles atacantes.
  • Es posible que te sientas tentado a guardar en tu maleta gas pimienta, una pistola paralizante u otro tipo de arma. Ten cuidado pues puede ser en contra del reglamento interno de tu empresa el tener ese tipo de objetos en el trabajo.
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Cosas que necesitarás

  • Zapatillas con amortiguación
  • Una linterna con pilas; las linternas LED duran más y funcionan con pilas pequeñas
  • Una radio pequeña con pilas
  • Un mapa de tu ciudad
  • Una mochila
  • Agua
  • Alimentos fáciles de almacenar que sean ricos en calorías y carbohidratos
  • Un botiquín
  • Efectivo y monedas
  • Algún tipo de identificación (escondido en la mochila)
  • Llave extra de tu casa (escondida en la mochila)
  • Un poncho u otra prenda para la lluvia
  • Números telefónicos de amigos y familiares
  • Una batería extra de celular
  • Analgésicos y antihistamínicos
  • Una máscara para nariz y boca
  • Cinta reflectiva u otro material que aumente tu seguridad y la de tus objetos (opcional pero recomendado)
  • Guantes de trabajo (útiles tanto para mover objetos pesados, filudos o ásperos así como para mantener tus manos calientes)
  • Bloqueador solar
  • Un gorro de lana delgado pero abrigador
  • Un silbato
  • Una herramienta multiuso o cuchillo de bolsillo
  • Una manta térmica o de supervivencia (una lámina de Mylar de aproximadamente 10x15 cm; empaquetadas miden alrededor de 7x10 cm y pesan apenas unos gramos)
  • Artículos para prender fuego (fósforos)
  • Una honda y municiones: para protección propia (perros, ratas)

Acerca de este wikiHow

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