Las almohadillas térmicas son fáciles de hacer en casa y se pueden usar para aliviar una serie de molestias y dolores que pueden sentir. Ya sea que tengas una migraña, dolor muscular, calambres menstruales o simplemente quieras entrar en calor, tener una almohadilla térmica lista para usar es una buena idea. Las almohadillas térmicas pueden ser especialmente efectivas para aliviar el dolor de la espalda baja. Existen unos cuantos métodos diferentes, dependiendo de qué materiales tienes disponibles y de cuánto tiempo deseas pasar cosiendo.

Método 1
Método 1 de 4:
Hacer una almohadilla térmica con un calcetín

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    Llena un calcetín viejo con arroz crudo. Este es el método más simple para hacer una almohadilla térmica reutilizable llena de arroz. Solamente requiere un calcetín viejo, arroz, un microondas y algo con qué amarrar o coser el calcetín. Antes que nada, consigue un calcetín de algodón limpio y de buen tamaño que no extrañarás. Luego, vierte el arroz.
    • No hay una cantidad exacta de arroz que debas usar, pero se recomienda que el calcetín esté lleno por lo menos hasta la mitad o tres cuartos.[1]
    • No lo llenes hasta el tope. Debe haber un poco de flexibilidad para que la almohadilla pueda descansar cómodamente en tu piel.
    • Querrás que sea capaz de amoldarse a la forma de tu cuerpo.[2]
    • Algunos rellenos alternativos al arroz incluyen maíz, cebada, avena y frijoles.[3]
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    Considera añadir aceite de lavanda. Si vas a hacer una almohadilla térmica para tratar de aliviar tus dolores de cabeza, puedes añadir un poco de ingredientes a base de hierbas para ayudar. El ingrediente extra que se usa con mayor frecuencia es el aceite de lavanda. Simplemente debes echar unas cuantas gotas (entre 4 y 6) de aceite esencial de lavanda 100 % puro a tu arroz.[4]
    • Lo mejor es mezclarlo antes de poner el arroz en el calcetín.
    • Otras sugerencias para adiciones a base de hierbas incluyen pétalos de rosa, mejorana y romero.[5]
    • Puedes usar hierbas secas.
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    Amarra o cose el calcetín. Una vez que hayas añadido el arroz, tendrás que asegurarlo al cerrar el calcetín. Para las personas que son hábiles con la aguja e hilo, será bastante sencillo coser el extremo abierto del calcetín.
    • Una opción incluso más sencilla es simplemente atar el extremo del calcetín.
    • Átalo lo más cerca del final del calcetín que puedas.
    • Átalo lo más apretado que sea posible, ya que no querrás que ningún arroz se salga.
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    Calienta el calcetín en el microondas. Ahora que ya has hecho tu calcetín de arroz todo lo que necesitas es calentarlo en el microondas. Simplemente, pon tu calcetín cerrado en el microondas y caliéntalo. El tiempo que debes ponerlo dependerá del tamaño del calcetín y la cantidad de arroz que hayas usado.
    • Entre un minuto y medio y dos será más que suficiente.
    • Siempre vigila el calcetín mientras se calienta en el microondas.
    • Como una precaución de seguridad, puedes poner un vaso de agua al lado del calcetín. Si has añadido hierbas secas, esta es una buena idea.[6]

Método 2
Método 2 de 4:
Usar una bolsa de plástico resellable isotérmica

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    Consigue una bolsa de plástico resellable isotérmica. Esta es una manera fácil y rápida de hacer una almohadilla térmica. Todo lo que necesitas es una bolsa de plástico resellable isotérmica y arroz crudo. Asegúrate de que la bolsa se pueda meter al microondas o de lo contrario se derretirá y será un desastre. Si has encontrado una bolsa de plástico resellable en tu cocina pero no estás seguro de que sea isotérmica, no la uses.
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    Vierte el arroz en la bolsa. Una vez que estés seguro de que tienes una bolsa que puedas usar en el microondas, vierte arroz en ella. Llénala hasta tres cuartos con el arroz crudo y luego asegúrala con el cierre en la parte superior.[7]
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    Ponla en el microondas. Calienta la bolsa en el microondas durante 1 minutos y añádele unos cuantos segundos más u otro minuto de ser necesario. Una vez que esté caliente, sácala del microondas y envuélvela con una toalla de manos u otra pieza de tela aislante.[8] No querrás poner la bolsa directamente sobre tu piel.

Método 3
Método 3 de 4:
Coser la almohadilla térmica

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    Elige la tela de tu preferencia. Puedes elegir la tela que quieras para hacer la almohadilla térmica, pero lo mejor es usar tela de algodón, como de una camiseta o una funda de almohada. El algodón es capaz de soportar altas temperaturas, así que es la mejor elección de tela. Pregúntate si lo que sea que hayas escogido es capaz de soportar altas temperaturas como guía básica para su uso.[9]
    • Asegúrate de que nadie vaya a extrañar lo que sea que decidas usar.
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    Córtala según tamaño adecuado. En teoría, puedes hacer tu almohadilla térmica de cualquier tamaño o forma que desees, siempre y cuando entre en el microondas cuando hayas terminado. La forma más común para usar es un rectángulo, pero los mismos métodos básicos se aplican a cualquier forma que elijas. Corta dos piezas de tela de la forma que desees que sean del mismo tamaño.[10]
    • Si vas a usar un rectángulo, un libro te sería de ayuda como plantilla.
    • Puedes usar un plato si prefieres una forma circular.
    • También puedes utilizar la manga de una camisa vieja.[11]
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    Sujeta las dos piezas de tela con un alfiler. Una vez que tengas tus dos piezas de tela del mismo tamaño y forma es necesario fijarlas antes de que las cosas. El lado de la tela que deseas que se muestre debe estar mirando hacia el interior. Cuando cosas las dos piezas, estarán al revés.[12]
    • Hacerlo de esta manera implica que la costura no se vea y tu almohadilla térmica esté más presentable.
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    Cose los lados. Ahora tienes que coser las dos piezas de tela. Puedes hacerlo ya sea a máquina o a mano (lo que se te haga más fácil). Cose a lo largo de los lados, pero asegúrate de dejar un espacio de 2,5 o 5 cm (1 o 2 pulgadas) en un lado. Tendrás que dejar espacio para poder voltearlo y luego añadir el arroz.[13]
    • Empuja la tela a través de este espacio para voltearla de la manera correcta.
    • Es posible que esto sea un poco complicado, así que ten cuidado, especialmente si tu costura no es la mejor y se pueda aflojar.
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    Vierte el arroz y cose la abertura restante. Ahora, vierte el arroz de tal manera que llene tres cuartos de la almohadilla térmica. Es posible que te sea de ayuda usar un embudo para meter el arroz, sobre todo si el orificio es pequeño. Una vez que hayas vertido el arroz, cierra la abertura restante. Ahora que tu almohadilla está llena de arroz, podría ser difícil coserla con una máquina de coser, así que tal vez te sea más fácil coserla a mano.[14]

Método 4
Método 4 de 4:
Usar tu almohadilla térmica

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    Úsala para aliviar el dolor de la espalda baja. Hay evidencia de que añadir calor a tu espalda baja puede ayudar a aliviar el dolor en la zona, ya que este libera la tensión en los músculos. Para usar la almohadilla térmica en esta zona, simplemente colócala en tu espalda baja o la parte de tu espalda que te duela. Déjala durante 15 a 20 minutos.[15]
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    Úsala para los dolores de cabeza. Las almohadillas térmicas también se pueden usar para aliviar los dolores de cabeza y las migrañas de la misma manera que el dolor de espalda. El calor relaja los músculos tensos, lo cual puede ayudar a disminuir el dolor en tu cabeza causado por una migraña o jaqueca. Simplemente coloca la almohadilla térmica en tu cabeza o cuello para sentir los beneficios.[16]
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    Úsala para otras molestias y dolores. Así como el calor de tu almohadilla térmica relaja los músculos, puedes usarla para aliviar el dolor en cualquier parte de tu cuerpo que te moleste o te provoque dolor. Las almohadillas térmicas como estas por lo general se usan para relajar los músculos tensos del cuello, hombro y espalda.[17]
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    Considera usarla como una compresa fría. También puedes usar la misma almohadilla térmica como una compresa fría simplemente metiéndola en la refrigeradora. Hay menor evidencia de que el frío pueda ser tan efectivo para el dolor de espalda baja como el calor.[18] Si vas a usar una bolsa de plástico, asegúrate de envolverla en una toalla antes de aplicarla a tu piel.

Consejos

  • Si no puedes hacer cualquiera de estas cosas, agarra un paño viejo, remójalo en agua caliente y ponlo en el microondas durante un máximo de 3 minutos. Sin embargo, ¡ten mucho cuidado!

Advertencias

  • Vigila de cerca cualquier cosa que pongas en el microondas.

Cosas que necesitarás

  • una toalla de baño o de mano
  • una bolsa plástica resellable térmica
  • un microondas
  • agua
  • tela
  • un calcetín
  • equipo de costura

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Categorías: Instrumentos médicos