Independientemente de que quieras defenderte de un apocalipsis o de los gases lacrimógenos que lanza la policía, tener tu propia máscara de gas te protegerá de cualquier químico aeróbico que puedas encontrar. Si bien las máscaras de gas profesionales son mucho más confiables, hacer una casera será una manera sencilla de mantenerte a salvo. No te protegerá de todo, pero puede brindarles protección a tu cara y pulmones durante una emergencia.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hacer una máscara de gas

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    Ten en cuenta la diferencia entre la contaminación por gas y por partículas. El gas lacrimógeno es en realidad un polvo que se esparce en el aire, mientras que las armas biológicas suelen ser gases. Si bien es muy difícil y costoso protegerte completamente de los gases, puedes crear una barrera de manera sencilla en tu casa que te proteja de las partículas.
    • La ceniza tóxica proveniente de los volcanes, el gas lacrimógeno y el polvo son partículas contaminantes.
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    Corta la parte inferior de una botella transparente de refresco de 2 L. Con la ayuda de una hoja de afeitar, corta aproximadamente 2,5 cm (1 pulgada) de la base y deséchala.
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    Realiza una abertura en forma de “U” para la cabeza. Utiliza un marcador para dibujar una “U” en la parte delantera de la botella, con el lado de la tapa boca abajo. Es necesario que encaje bien en tu cara, deteniéndose aproximadamente a la altura de las sienes y debajo del mentón. Asegúrate de dejar unos 12,5 a 15 cm (5 a 6 pulgadas) de espacio entre la base de la botella y tu mentón. Corta a lo largo del contorno con la ayuda de un cúter.
    • Comienza cortando una menor cantidad de la que creas necesitar, pues siempre podrás cortar más después.
    • La botella debe encajar a la perfección en tu cara para evitar que el gas ingrese hacia tus ojos.[1]
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    Utiliza espuma de goma para crear un sello protector alrededor de tu cara. Pega 2,5 cm (1 pulgada) de aislante hecho con espuma de goma en los bordes de la máscara de gas con la finalidad de crear un sello. Esto evitará que el aire contaminado ingrese hacia tus ojos y nariz. Tómate tu tiempo en este paso y pruébate la máscara varias veces con la finalidad de asegurarte de que encaje a la perfección en tu cara.
    • Puedes comprar espuma de goma en línea o en la ferretería.
    • Si no puedes conseguir este material, utiliza varias capas de cinta adhesiva alrededor de los bordes o incluso tiras de tela sacada de una camiseta vieja.
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    Quita las bandas elásticas de una mascarilla de hospital. Recórtalas cerca de la base, pues las necesitarás para fijar la máscara a tu cara.
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    Engrapa las bandas elásticas a la máscara. Fija las bandas elásticas a la altura de los ojos de modo que puedas mantener la máscara en tu cara sin usar las manos.
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    Coloca la mascarilla de hospital en la base de la botella. Este será el dispositivo de filtración. Coloca la mascarilla de hospital (de preferencia, una mascarilla N95, la cual puedes conseguir en línea o en una tienda de materiales hospitalarios) en la base de la máscara de gas.
    • Sella el borde de la mascarilla en la botella utilizando pegamento con la finalidad de impedir que el aire pase a través de ella.
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    Ponte tu nueva máscara de gas. Póntela asegurándote de que no haya agujeros en el aislamiento que permita el ingreso del aire hacia tu cara. Asegúrate de haber quitado la tapa de la botella y respira el aire limpio.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacer un filtro de aire para la máscara

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    Une un sistema de filtración de aire casero a la máscara para protegerte de algunos gases. Si bien este sistema no es tan potente como la máscara de aire militar, puede filtrar algunas toxinas así como todos los contaminantes a base de partículas, tales como el gas lacrimógeno.
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    Corta la parte superior de una botella de 1 L. Utiliza un cúter para cortar la parte superior de la botella, dejando así un cilindro abierto. Puedes utilizar cualquier botella de plástico, pero una de 2 L suele ser grande y difícil de manejar.
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    Llena la parte inferior de la botella con unos 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de carbón activado. El carbón activado absorbe los gases del aire, proporcionando así una barrera. Si bien no es perfecto, el carbón puede filtrar el cloro y los químicos a base de carbón.
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    Corta la base de otra botella de 1 L. Debe tener el mismo tamaño que la anterior. Corta la entre 2,5 y 5 cm (1 y 2 pulgadas) de la base, dejando la mayor cantidad posible de la parte superior.
    • Deja la tapa puesta.
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    Llena la parte superior de la botella con 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de relleno para almohadas. Esto limpiará el aire de todos los contaminantes físicos tales como polvo, ceniza o gas lacrimógeno. También puedes utilizar tiras de camisetas viejas, calcetines o bolas de algodón.
    • Une las botellas y pégalas. Si utilizaste unas del mismo tamaño, puedes colocar una sobre la otra para crear un sello. Pega las botellas de modo que se mantengan juntas. ¡Este será el filtro de aire!
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    Cuando estés listo para usarlo, haz de 6 a 7 agujeros en el extremo del filtro donde se encuentra el carbón. Utiliza un cúter o una navaja para hacer agujeros en la base del filtro y dejar que el aire ingrese.
    • Si lo dejas al descubierto, el carbón activado absorberá la humedad del aire, lo que lo volverá inservible, así que haz los agujeros únicamente cuando necesites el filtro.
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    Utiliza una manguera de goma para conectar la base de la máscara de aire al filtro. La manera más sencilla de conectar el filtro a la máscara de gas es utilizando una manguera vieja de aspiradora. Límpiala con agua y jabón para luego unirla a los extremos del filtro y la máscara de gas con la ayuda de cinta americana.
    • Debido a que el carbón puede absorber la humedad del aire (lo que lo vuelve inservible), solo retira la tapa del filtro cuando sea necesario.[2]
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    Reemplaza el carbón activado después de cada uso. El carbón activado absorbe los químicos y la humedad, por lo que queda inservible después de que se ha llenado. Después de cada uso o exposición prolongada al aire, es necesario que lo reemplaces con carbón nuevo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Tratar la exposición a los gases y químicos

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    Tápate la nariz y la boca con una camiseta en caso de que no tengas otra protección. Una camiseta puede protegerte de las partículas grandes, tales como el polvo o gas lacrimógeno, aunque no lo hace a la perfección. Procura crear el sello más perfecto posible utilizando ambas manos para hacer que la camiseta te cubra la nariz y la boca.[3]
    • Los pañuelos, las toallas y las mantas proporcionarán una protección similar en caso de emergencia.
    • Un pedazo de tela puede salvarte la vida contra la contaminación por polvo o ceniza a causa de una erupción volcánica.
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    Comunícate con un centro toxicológico inmediatamente. Si tú o alguien que conoces tienen síntomas de mareos, náuseas, convulsiones o pérdida de conciencia después de inhalar un químico, anota el tipo que es y comunícate de inmediato con un centro toxicológico.
    • Averigua el número de un centro toxicológico de tu país.
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    Ve inmediatamente a un lugar con aire fresco. Si la víctima puede moverse, llévala lo antes posible a un lugar con aire fresco. Mantente alejado de la fuente de los químicos.
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    Si la víctima está inconsciente, ponla de lado con la cara hacia abajo. A esto se le conoce como “posición de recuperación”. Gira a la persona inconsciente sobre un lado utilizando la pierna superior para evitar que quede boca abajo. Asegúrate de que la boca esté orientada hacia debajo de modo que pueda expulsar lo que sea que tenga en ella. Espera a que lleguen los servicios de emergencia y sigue sus indicaciones.

Consejos

  • Asegúrate de que la máscara, el filtro y la manguera estén sellados lo más fuertemente posible para evitar la inhalación del aire contaminado.
  • Puedes remojar un pañuelo en vinagre para obtener una protección rápida contra el gas lacrimógeno, aunque algunos científicos dudan de su eficacia.

Advertencias

  • No olvides reemplazar el carbón activado después de cada uso, pues una vez que absorba los químicos quedará inservible.
  • Esta máscara casera no es un sustituto de una máscara de gas comercial o de uso militar, y su eficacia es limitada.

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Categorías: Instrumentos médicos