La rabia es una de las enfermedades infecciosas más antiguas conocidas,[1] la cual a menudo afecta a animales salvajes como murciélagos, coyotes, zorros, mapaches, zorrillos e incluso gatos.[2] Esta aguda enfermedad viral afecta al sistema nervioso y puede extenderse a casi cualquier animal, incluidos los humanos. Si tu perro no está vacunado contra esta enfermedad, es posible que esté en riesgo si se expone o lo muerde un animal salvaje. Si crees que observas señales de la rabia, ten cuidado y busca ayuda. También deberás contactar a un veterinario lo más pronto posible.

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Reconocer las señales de la rabia

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    Busca las primeras señales de una infección de rabia. La etapa inicial puede durar de dos a diez días. Durante este tiempo, tu perro parecerá enfermo y con síntomas generales. Si observas estos síntomas, examina a tu perro para ver si hay marcas o señales de mordidas de una pelea reciente (costras, arañazos, pelo desordenado con saliva seca). Si encuentras una marca de mordisco o herida de cualquier tipo, lleva a tu perro al veterinario de inmediato para una evaluación. Estos síntomas iniciales no específicos incluyen:[3]
    • dolor muscular
    • agitación
    • irritabilidad
    • escalofríos
    • fiebre
    • malestar, una sensación general de enfermedad o incomodidad
    • fotofobia, miedo de las luces brillantes
    • anorexia o desinterés en la comida
    • vómito
    • diarrea
    • incapacidad o rechazo a tragar
    • tos
    • parálisis de la garganta y los músculos de la mandíbula
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Pippa Elliott, MRCVS

    Pippa Elliott, MRCVS

    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
    La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década.
    Pippa Elliott, MRCVS
    Pippa Elliott, MRCVS
    Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios

    ¿Sabías qué? El periodo de incubación para la rabia, desde una mordida hasta el desarrollo de síntomas clínicos, puede estar entre los 5 y 12 meses, con un promedio de menos de 3 meses. Por consiguiente, la ausencia de una herida reciente de mordida no necesariamente descarta la rabia" si tu perro muestra los síntomas comunes.

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    Busca síntomas posteriores de la forma media de la rabia. Esta forma media, conocida como rabia paralítica, es la más común y dura de 3 a 7 días. Se le conoce como rabia paralítica porque es posible que tu perro eche espuma por la boca o le de parálisis. También parecerá confundido, enfermo o letárgico (cansado).[4] Lleva a tu perro al veterinario de inmediato si observas cualquier otro síntoma de la forma paralítica, lo cual incluye:[5]
    • Parálisis (incapacidad de moverse) de piernas, músculos faciales u otras partes del cuerpo. Esto por lo general empieza en las patas traseras y avanza a lo largo del cuerpo.
    • Caída de la quijada inferior, lo cual lleva a un aspecto "atontado".
    • Hacer un sonido extraño de ladrido que no suena como un ladrido normal.
    • Salivación excesiva que crea espuma alrededor de la boca.
    • Dificultad para tragar.
      • Ten en cuenta que en esta forma de la rabia los perros no son agresivos y raramente intentan morder.
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    Busca síntomas posteriores de la forma agresiva de la rabia. Esta forma furiosa o agresiva también dura de 3 a 7 días y tu perro se verá agresivo o fácilmente excitable.[6] Es posible que tu perro se comporte de manera anormal y que tenga espuma en el boca. Esta es la forma que por lo general la gente imagina cuando piensan en la rabia, aunque es menos común en los perros que la forma paralítica. La forma furiosa crea una agresión excesiva que debe manejarse con extrema precaución para evitar una mordedura. Llama a control animal para que te ayuden si crees que un perro tiene esta forma de rabia. Las señales incluyen:[7]
    • Salivación profusa que se verá como espuma alrededor de la boca del perro.
    • Hidrofobia, miedo al agua. El perro no se acercará al agua y parecerá inquieto o sentirá pánico al escuchar o tocar agua.
    • Agresividad. Es posible que el perro se vea con ganas de morder o muestre los dientes de manera agresiva.
    • Inquietud o incomodidad. También es posible que muestre desinterés en la comida.
    • Irritabilidad. La menor provocación puede ocasionar que el perro ataque y muerda. Incluso es posible que lo haga sin provocación o motivo.
    • Comportamiento anormal como morder rocas, basura o sus propias patas. También es posible que el perro siga a tu mano si la mueves delante de él mientras está en una jaula. Podría intentar morderla.
    • Cachorros demasiado juguetones que repentinamente muerden cuando los acaricias y se ponen agresivos a las pocas horas.
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    Busca marcas de mordidas o heridas abiertas en tu perro. Cuando un animal infectado muerde a otro animal, la rabia se extiende a través de la saliva del animal infectado. Cuando la saliva entra en contacto con la sangre y membranas mucosas (boca, ojos y cavidades nasales) del animal infectado, la enfermedad pasa del animal infectado al animal no infectado. Localizar cualquier marca de mordida o herida abierta puede ayudarte a determinar si tu perro se ha expuesto a la rabia.
    • Una vez que la rabia entra al cuerpo, esta viaja a través de los nervios hasta que llega al sistema nervioso central (la médula espinal y el cerebro).[8] Desde ahí se extiende a las glándulas salivales, donde se prepara para viajar a otra víctima.
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    Busca atención médica de inmediato. Si han mordido a tu perro, llévalo a un veterinario lo más pronto posible.[9] El virus de la rabia puede vivir en la piel y pelo del perro hasta 2 horas, así que debes usar guantes, una camiseta de manga larga y pantalones largos antes de tocar al perro. El veterinario te preguntará acerca de una posible exposición a la rabia (si has sentido el olor de zorrillos en tu patio o si tu perro se ha expuesto a mapaches o murciélagos del área). También examinará a tu perro.
    • Si te parece que un perro que no es tuyo está infectado, llama a control animal. De esta forma, se puede llevar al perro al veterinario sin arriesgarte a que te muerda.
    • No existen exámenes para determinar si animales vivos tienen rabia o no. El único examen que existe es uno donde se retira el cerebro del cuerpo y se examinan pequeñas secciones con un microscopio para buscar las señales específicas, conocidas como cuerpos de Negri.[10]
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    Debes conocer lo que se puede hacer médicamente por el perro. Tu perro recibirá una vacuna de refuerzo si ya lo habían vacunado con anterioridad. Esto ayudará a su sistema inmune a luchar contra el virus. Asimismo, se le hará un seguimiento cuidadoso al perro durante 45 días, el cual por lo general puede llevarse a cabo en casa. Tu perro deberá evitar el contacto con otros animales y humanos fuera de la casa durante este tiempo.[11] Si el perro no había sido vacunado y lo muerde un animal con rabia confirmada, por lo general se recomienda la eutanasia.
    • Eutanizar al perro evita un riesgo de salud grave para los humanos y evita que el perro se vuelva rabioso por completo.
    • Si te rehúsas a eutanizar al perro, se le pondrá en cuarentena y estará en observación por 6 meses en una clínica veterinaria que esté dispuesta a hacerlo. Serás responsable por los costos y, si tu perro no se vuelve rabioso, lo vacunarán y un mes después podrá irse.
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    Ten en cuenta que algunas enfermedades son parecidas a la rabia. Si tu perro no tiene ninguna marca de mordida, pero estás preocupado por las señales que muestra, ten en cuenta que existen otras enfermedades que son parecidas a la rabia. Lleva a tu perro al veterinario de inmediato si parece enfermo o si muestra síntomas extraños. Las enfermedades y otras condiciones que pueden confundirse con la rabia incluyen:[12]
    • hepatitis infecciosa canina
    • meningitis
    • tétano
    • toxoplasmosis
    • tumores cerebrales
    • agresión materna en hembras que han dado a luz recientemente a una camada de cachorros
    • intoxicación por químicos como el diminazeno u organofosforado
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Parte 2
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Evitar que tu perro tenga rabia

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    Vacuna a tu perro contra la rabia. Esta es la mejor forma y la más barata para evitar que tu perro contraiga la rabia. Establece un calendario regular de vacunación con tu veterinario para mantener al día las vacunas contra la rabia de tu perro. Tu perro puede tener un calendario de vacunaciones anuales, de cada dos años o cada tres según las directrices del fabricante de la vacuna o de las leyes estatales o locales.[13]
    • Muchos países tienen leyes que requieren que se vacune a los perros contra la rabia.
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    Limita la exposición de tu perro a animales salvajes o callejeros. La mejor manera de mantener a tu perro seguro, además de vacunarlo, es evitar que interactúe con animales salvajes. Lo mejor es intentar mantenerlo en un patio con rejas para limitar su tiempo fuera, que es cuando es más probable que los animales salvajes estén activos (temprano en la mañana, tarde o noche), y mantenerlo con correa cuando sale a pasear.[14]
    • Presta mucha atención a tu perro cuando lo llevas a excursiones o paseos en áreas donde es común que haya animales salvajes.
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    Ponte vacunas de preexposición. Si estás en un área u ocupación de alto riesgo, debes colocarte una vacuna de preexposición para protegerte contra la rabia. Los centros de control de enfermedades también recomiendan la vacuna de preexposición a los viajeros que permanecen más de un mes en un área del mundo donde esté extendida la rabia o si los viajeros trabajarán con algún animal en estas áreas.[15] Las ocupaciones con alto riesgo incluyen:
    • veterinarios
    • técnicos veterinarios
    • personal de laboratorios que tratan con la rabia
    • personas que trabajan con animales salvajes o refugios, centros de rehabilitación o parques de animales salvajes
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    Trata cualquier herida causada por un animal potencialmente rabioso. Si te muerde un animal que crees que tiene rabia, lava la herida con jabón y agua por 10 minutos. Luego, llama al médico, quien se pondrá en contacto con las autoridades pertinentes para investigar. También intentarán capturar al animal que te mordió para hacer exámenes de la rabia.
    • Si no pueden encontrar al animal o sale positivo el examen de rabia, deberás tomar un curso de vacuna postexposición, la cual varía si te han vacunado antes contra la rabia o no.
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Consejos

  • Monitorea a tu perro y mantenlo con una correa en las áreas donde ha habido incidentes de rabia.
  • Haz que tu patio sea poco atractivo para los animales salvajes al mantener los botes de basura tapados y seguros, así como también debes asegurarte de que no haya escondites para zorrillos o mapaches debajo de tu piso o casa, y considera colocar una reja para mantener lejos de tu patio a los animales que pasen por ahí.
  • Si encuentras un murciélago en tu casa y tu perro está en la misma habitación, captura con cuidado al murciélago sin entrar en contacto con el animal. Llévalo al control animal para un posible examen de detección de rabia.
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Advertencias

  • Trata cualquier herida de mordida mediante el lavado con jabón y agua, y contacta a tu médico incluso si no crees que el animal tenga rabia. Las mordidas pueden infectarse gravemente con bacterias si no se las trata de inmediato.
  • Si un perro o gato callejero parece enfermo, no te aproximes. También debes tener cuidado con cachorros salvajes, ya que pueden portar la rabia. Llama a control animal o a la línea de no emergencia de la policía para que profesionales entrenados con el equipo adecuado capturen al animal.
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Referencias

  1. http://www2c.cdc.gov/podcasts/media/pdf/EID_2-14-LowHighPathogens.pdf
  2. http://www.cdc.gov/rabies/exposure/animals/
  3. The Merck Veterinary Manual 9na edición (2005)
  4. Dürr, S., Mindekem, R., Diguimbye, C., Niezgoda, M., Kuzmin, I., Rupprecht, C. E., & Zinsstag, J. (2008). Rabies diagnosis for developing countries. PLoS neglected tropical diseases, 2(3), e206.
  5. Gadre, G., Satishchandra, P., Mahadevan, A., Suja, M. S., Madhusudana, S. N., Sundaram, C., & Shankar, S. K. (2010). Rabies viral encephalitis: clinical determinants in diagnosis with special reference to paralytic form. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, 81(7), 812-820.
  6. Dürr, S., Mindekem, R., Diguimbye, C., Niezgoda, M., Kuzmin, I., Rupprecht, C. E., & Zinsstag, J. (2008). Rabies diagnosis for developing countries. PLoS neglected tropical diseases, 2(3), e206.
  7. Tepsumethanon, V., Wilde, H., & Meslin, F. X. (2005). Six criteria for rabies diagnosis in living dogs. J Med Assoc Thai, 88(3), 419-22.
  8. Kayali, U., Mindekem, R., Yemadji, N., Oussiguere, A., Naı̈ssengar, S., Ndoutamia, A. G., & Zinsstag, J. (2003). Incidence of canine rabies in N’Djamena, Chad. Preventive veterinary medicine, 61(3), 227-233.
  9. http://rabiesalliance.org/uploads/media/Resources_FactsheetsActivity_Sheets/Care_for_your_dog_english.pdf
  1. http://www.vetmed.wsu.edu/ClientED/rabies.aspx
  2. https://www.aspca.org/pet-care/dog-care/rabies
  3. Dürr, S., Mindekem, R., Diguimbye, C., Niezgoda, M., Kuzmin, I., Rupprecht, C. E., & Zinsstag, J. (2008). Rabies diagnosis for developing countries. PLoS neglected tropical diseases, 2(3), e206.
  4. Rupprecht, C. E., & Gibbons, R. V. (2004). Prophylaxis against rabies. New England Journal of Medicine, 351(25), 2626-2635.
  5. http://www.cdc.gov/rabies/pets/index.html
  6. http://www.cdc.gov/rabies/specific_groups/travelers/pre-exposure_vaccinations.html

Acerca de este wikiHow

Ray Spragley, DVM
Coescrito por:
Veterinario
Este artículo fue coescrito por Ray Spragley, DVM. El Dr. Ray Spragley es doctor en Medicina Veterinaria y propietario / fundador de Zen Dog Veterinary Care PLLC en Nueva York. Con experiencia en múltiples instituciones y consultorios privados, las especializaciones e intereses del Dr. Spragley incluyen el manejo no quirúrgico de los desgarros del ligamento cruzado craneal, la enfermedad del disco intervertebral (IVDD) y el manejo del dolor en la osteoartritis. El Dr. Spragley tiene una licenciatura en biología de SUNY Albany y un título de Doctor en Medicina Veterinaria (DVM) de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Ross. También es terapeuta de rehabilitación canina certificado (CCRT) a través del Instituto de rehabilitación canina, así como acupunturista veterinario certificado (CVA) a través de la Universidad de Chi. Este artículo ha sido visto 141 678 veces.
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