La mayor parte del sector agrícola está compuesto por granjas pequeñas y familiares, las cuales, básicamente, son negocios que deben organizarse y dirigirse siguiendo los mismos estándares que para cualquier otro negocio pequeño. Debes dedicar un tiempo a educarte sobre el sector agrícola y las exigencias de esta ocupación, luego de lo cual estarás preparado para montar tu granja y empezar a crecer.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Desarrollar tus recursos

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    Realiza una investigación de mercado. Tener una gran idea en mente no quiere decir que será rentable, por lo que es necesario que estudies la demanda en tu localidad para así saber cuáles son los cultivos o el ganado que es más probable que se compren.[2]
    • Los departamentos gubernamentales de agricultura suelen recopilar estadísticas, por lo que pueden constituir un excelente punto de partida. Asimismo, puedes conseguir información en los departamentos de agricultura de las universidades y en publicaciones y sitios web del sector. Por ejemplo, en los EE.UU., está el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés), en cuyo sitio web se puede encontrar una gran cantidad de páginas informativas disponibles de manera gratuita para los agricultores principiantes.
    • Considera la distribución. En los primeros años de tu negocio, quizás no puedas invertir en un distribuidor, por lo que deberás concentrarte en la demanda local y regional y no tanto a nivel nacional.
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    Elige tus cultivos o ganado. Con tu investigación de mercado, deberías obtener una idea de los cultivos o el ganado para los que haya demanda en tu localidad. Diversos factores influirán en cuanto a si podrás sembrar estos cultivos, como la ubicación de tu granja y su tamaño.[3]
    • Evalúa el clima de la zona y ten cuidado de que suela ser propicio para la siembra de los cultivos que hayas elegido.
    • Cuando empieces a considerar tierras de cultivo en sí, también será necesario que te fijes en la calidad de la tierra y los antecedentes de cultivo de la granja. Por ejemplo, evita asumir que te será posible cultivar maíz solo porque la granja de en frente cultive maíz.
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    Comunícate con grupos agrícolas regionales y escuelas de agricultura. Por lo general, podrás encontrar información y recursos exhaustivos para agricultores principiantes en la extensión agrícola de la escuela de agricultura más cercana. Asimismo, en un grupo agrícola local, podrías obtener ayuda y contactos.[4]
    • En caso de que haya extensiones agrícolas cooperativas en el lugar en donde vivas, también podrás encontrar una gran cantidad de información en sus sitios web. Si bien todo esto es de gran ayuda, no hay nada mejor que salir e involucrarte por tu cuenta.
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    Asiste a la oficina de servicios agrícolas más cercana. En su mayoría, los gobiernos suelen tener agencias o departamentos de servicios agrícolas (por ejemplo, la Agencia de Servicios Agrícolas dirigida por el Departamento de Agricultura de los EE. UU.). Allí podrás obtener ayuda técnica, consejos en cuanto a la planificación comercial y financiera, e información importante en cuanto a novedades agrícolas locales y regionales.[5]
    • Es posible que una oficina de servicios agrícolas ofrezca servicios financieros y legales de manera gratuita que de otro modo te costarían una fortuna.
    • Debes tomarte el tiempo de presentarte al personal de la oficina e informarles que quieres iniciar un negocio de una granja pequeña en esa localidad.
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    Consulta los reglamentos locales y estatales, según corresponda. Antes de comprometerte a comprar o alquilar un terreno o equipo agrícola, debes comprender cuál es el entorno normativo de la región en donde quieras establecer la granja.[6]
    • Debes prestar atención en particular a las restricciones de zonificación, ya que es posible que esté prohibido llevar a cabo actividades agrícolas en determinadas áreas o bien que esto requiera una licencia y una inspección costosas.
    • Puedes obtener ayuda de un grupo agrícola regional o una oficina de servicios agrícolas para determinar cuáles son las licencias o inspecciones específicas que necesitarás para ponerte en marcha.
    • Determina la cantidad de tiempo que tomará procesar las solicitudes y el costo de las tarifas de licenciamiento. De esta forma, podrás tomarlo en cuenta en tu plan de negocios general.
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    Consigue un terreno suficiente. En caso de que aún no cuentes con un terreno, debes buscar un terreno agrícola disponible en la región aproximada en la que quieras establecer la granja. Revisa los códigos de zonificación para así tener la certeza de poder sembrar los cultivos o criar el ganado que desees en ese lugar.[7]
    • Ten cuidado de que el suministro de agua para el terreno sea suficiente y de que el terreno tenga una irrigación eficaz o se encuentre cerca de un cuerpo de agua más grande. Por lo general, debe haber por lo menos entre 1 y 1,5 litros (0,3 a 0,4 galones) de agua disponible al día por cada 0,1 metros cuadrados (1 pie cuadrado) de área de cultivo.[8]
    • Realiza pruebas de calidad a la tierra y ten cuidado de que las condiciones y el entorno sean hospitalarios para los cultivos o el ganado que quieras sembrar o criar. Las pruebas básicas las puedes realizar tú mismo, como la evaluación del color y la textura de la tierra. Los kits de prueba para el equilibrio del pH de la tierra se pueden conseguir a precios relativamente baratos y, de esta forma, obtendrás información adicional.[9]
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    Pide ayuda al gobierno. Es posible que califiques para subvenciones o préstamos gubernamentales, aunque esto dependerá de la ubicación de tu granja y los cultivos o el ganado que tengas la intención de producir. En muchos lugares, se ofrecen subvenciones sobre todo a granjas orgánicas nuevas.[10]
    • Asimismo, es posible que las organizaciones ambientales sin ánimo de lucro brinden subvenciones y otro tipo de ayuda a los agricultores que dirijan operaciones sostenibles.
    • Investiga en línea para averiguar cuáles son las agencias gubernamentales y organizaciones sin ánimo de lucro que estén en operación en tu localidad. Asimismo, podrías conversar con agricultores locales para así hacerte una idea cuanto a los demás recursos que podría haber a tu disposición.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Establecer tu negocio

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    Redacta un plan formal de negocios. Quizás consideres que no necesitas un plan de negocios formal, sobre todo si vas a financiar tú mismo el negocio de tu granja pequeña, pero, con un plan de este tipo, podrás empezar a pensar en tu granja como un negocio y abordarla con seriedad.[11]
    • Elabora predicciones en cuanto a la rentabilidad basándote en tu investigación de mercado. Debes tener en cuenta que suele tomar varios años para que las granjas pequeñas se pongan en marcha.
    • En caso de que tengas la intención de dirigir la granja como un negocio secundario o como un pasatiempo, de todas formas, podría serte útil un plan de negocios para organizar las financias de la granja y evitar que esta absorba tus fondos personales.
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    Repasa tus planes con un asesor. Cuando hayas terminado el plan de negocios, pídele a un asesor financiero o de creación de empresas que lo critique y te sugiera cómo puedes mejorarlo. Debes conseguir a alguien con amplia experiencia de trabajo con negocios de granjas pequeñas que sean exitosos.[12]
    • Si tienes dificultades para conseguir un buen asesor, puedes consultarlo con una oficina gubernamental de servicios agrícolas o un grupo agrícola regional. En cualesquiera de estos lugares, el personal por lo general podrá brindarte una o dos buenas recomendaciones de personas locales.
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    Elige la estructura comercial de tu granja pequeña. Cuando apenas estás empezando, puedes optar entre dirigir tu negocio de una granja pequeña ya sea como propietario único, como una sociedad de responsabilidad limitada o una corporación. Tus objetivos comerciales y el nivel de riesgo personal que quieras asumir determinarán la opción que elijas.[13]
    • Al organizar tu negocio siendo tú el único propietario, la granja no es una entidad separada de ti y tus finanzas personales. Esta opción podría ser la más fácil en caso de que vayas a dirigir la granja como un negocio secundario y tengas un empleo a tiempo completo.
    • Mediante una corporación, tienes la mayor cantidad de protección personal, aunque también constituye la forma más costosa y que consume la mayor cantidad de tiempo. Debido a que puedes incorporarte en cualquier momento, debes esperar hasta que la granja empiece a obtener ganancias.
    • Las sociedades de responsabilidad limitada te brindan los beneficios tanto de ser una corporación como de ser el único propietario, pero sin las desventajas de cada opción. Debes optar por esta vía si es que tienes el objetivo de algún día ganarte la vida con tu granja.
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    Consigue un número de identificación tributaria para el negocio de tu granja pequeña. Será necesario que tengas un número de identificación tributaria separado para tu granja, incluso si no vas a contratar ningún empleado (aunque es probable que lo hagas). De esta forma, podrás pagar impuestos sobre las rentas de tu granja.[14]
    • Averigua cuál es el procedimiento para obtener un número de identificación del empleador o su equivalente en el lugar en donde vivas. Luego, imprímelo o anótalo y guárdalo en un lugar seguro.
    • Quizás sea necesario que tengas un número de identificación tributaria separado para los impuestos locales o estatales, si aplica.
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    Registra tu granja en la oficina de servicios agrícolas. En caso de que aún no conozcas al personal de la oficina de servicios agrícolas más cercana, aprovecha este momento para hacerlo. Programa una cita para registrar tu granja y, de esta forma, podrás aprovechar los subsidios o beneficios gubernamentales, de ser el caso.[15]
    • Junto con una prueba de tu identidad personal y tus documentos de organización comercial, debes llevar contigo los documentos de propiedad.
    • Después de registrarte, debes tener cuidado de informarles lo más pronto posible sobre cambios en la propiedad o la organización del negocio, así como también asegurarte de que tu información de contacto se mantenga actualizada. Quizás sea necesario que presentes informes regulares del área cultivada y otros documentos.
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    Consigue todos los permisos y licencias necesarios. Quizás sea un requisito del gobierno municipal o estatal que lleves a cabo inspecciones regulares y que tengas una licencia para las operaciones de la granja, aunque esto dependerá de los cultivos o el ganado que vayas a sembrar o criar.[16]
    • Por ejemplo, en caso de que vayas a vender cultivos al público, quizás sea necesario que tengas una licencia mediante la cual se certifique que tus instalaciones de almacenamiento cumplen con los requisitos locales en cuanto a los códigos sanitarios. Para averiguar cuáles son las licencias que necesitas, una opción es consultarlo con la oficina del gobierno municipal o su equivalente en el lugar en donde vivas. Asimismo, puedes conversar con agricultores vecinos para así averiguar qué es lo que necesitas a través de ellos.
    • Por lo general, el programa de extensión agrícola de alguna universidad local podrá brindarte información y recursos específicos que te sean útiles para ocuparte de las licencias y permisos necesarios, ya sea a nivel local o estatal según corresponda.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Establecer la granja

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    Reúne un equipo de gerencia. Lo más probable es que no vayas a iniciar la granja por tu cuenta. Por lo general, debes tener por lo menos dos o tres personas que puedan ayudarte a dirigir la granja y establecer políticas y procedimientos para que esta pueda operar de manera eficiente y sin contratiempos.[17]
    • Redacta descripciones para los puestos y conversa sobre el desarrollo de la granja y lo que aún falte en términos de financiamiento o equipo. Por ejemplo, una persona podría estar a cargo de la cosecha, otra a cargo de la siembra y otra a cargo de las operaciones de marketing y ventas de la granja.
    • Asimismo, debes establecer políticas de seguridad agrícola, no solo para quienes trabajen allí, sino también para cualquier visitante. Por ejemplo, podrías exigir que, para que alguien pueda operar maquinaria agrícola grande, sea necesario que tenga una capacitación específica, así como también puedes prohibir la operación de maquinaria agrícola bajo la influencia del alcohol o de drogas o medicamentos particulares.
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    Consigue todos los seguros necesarios. La agricultura es un negocio peligroso que involucra una gran cantidad de riesgos. Aparte de tener seguro básico de responsabilidad, quizás también debas tener un seguro para cultivos, ingresos y ganado.[18]
    • Mediante un seguro para cultivos, tú y tu granja están protegidos en caso de que haya un desastre que afecte tus cultivos, así como también tendrás garantizado un ingreso mínimo anual con base en la cantidad de hectáreas que hayas plantado. Ponte en contacto con la oficina local de servicios agrícolas para determinar cuáles son los tipos de seguros que tienes a tu disposición y la ubicación de las compañías en donde puedas conseguirlos para así poder averiguar diferentes tarifas.
    • En caso de que aún sea necesario que consigas financiamiento, adquirir un seguro para cultivos podría brindarte más opciones para ello. Si tienes seguro para cultivos, tu granja se convierte en una inversión mucho más atractiva debido a que el prestamista sabrá que le devolverás el dinero.
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    Consigue financiamiento. En caso de que no cuentes con los fondos para poner en marcha la granja, hay varias opciones a tu disposición, entre ellas los préstamos. Si bien quizás el gobierno de tu país no ofrezca subvenciones a personas que quieran iniciar una granja pequeña, podría haber subsidios y otro tipo de ayuda a tu disposición.[19]
    • En algunos casos, el dinero que haya a tu disposición podría depender de si tu granja es un pasatiempo o si quieres que sea rentable. Quizás no haya tantos préstamos disponibles para las granjas como pasatiempo. En muchos casos, solo se ofrecen subsidios gubernamentales para granjas en funcionamiento.
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    Contrata mano de obra agrícola. Al momento de la cosecha, quizás sea necesario tener a otras personas que puedan ayudarte a recoger y cosechar los cultivos de la temporada. En caso de que tengas la intención de contratar empleados a tiempo completo, quizás debas repasar cuáles son los estándares en cuanto a los sueldos y los horarios de los trabajadores, además de los requisitos para la retención de impuestos.[20]
    • Por lo general, emplear mano de obra por día no suele estar regulado de la misma forma que la contratación de empleados a tiempo completo o parcial. Sin embargo, de todas formas, debes consultar con la entidad gubernamental relevante para así tener la certeza de cumplir con la legislación vigente en cuanto al sueldo mínimo, así como con la legislación en cuanto al trabajo infantil, entre otras.
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    Establece tu sistema de registros y contabilidad. Para que tu granja sea rentable, debes tener registros meticulosos de información agrícola y financiera, tanto diaria como semanalmente (por ejemplo, la cantidad de cultivos que se cosecharon y vendieron o la cantidad de horas que trabajaron los peones agrícolas). Estos registros pueden realizarse a mano en papel o bien puedes usar un software de contabilidad o registro de datos.[21]
    • Podrías encontrar clases en un grupo agrícola o programa de extensión agrícola local sobre software común de contabilidad y registro de datos.
    • No importa tanto el sistema que uses, sino que lo uses. Una aplicación en una computadora no será mejor que un cuaderno de espiral si es que nunca la enciendes. Por tanto, debes dedicar por lo menos 10 minutos al día a actualizar tus registros.
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    Desarrolla promociones y canales de marketing. Incluso si acabas de empezar, de todas formas, debes establecer contactos para así conseguir clientes para tu granja. Un buen punto de partida pueden ser los restaurantes locales. También podrías ayudar a poner en marcha tu granja ofreciendo descuentos a los primeros clientes.[22]
    • Por ejemplo, podrías ofrecer un descuento si es que un cliente recomienda a otra persona a tu granja y esta a la larga te compra algo. Mejor aún, puedes ofrecer el descuento tanto al cliente nuevo como a la persona que te lo haya recomendado.
    • Crea páginas en las redes sociales para así poder conversar e interactuar con la gente y hacer que se corra la voz sobre tu granja.
    • Asimismo, puedes publicar anuncios en publicaciones comerciales del sector de restaurantes o en sitios web comerciales.

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