El injerto o la germinación es una técnica para reproducir plantas que consiste en tomar un pedazo de una planta y fusionarlo con otra. En el caso de las rosas, es más fácil reproducirlas por medio de estacas. Sin embargo, también puedes injertar rosas, en especial si tienes una variedad con flores hermosas, pero raíces frágiles. Uno de los métodos más populares para injertar rosas es el método en T, pero necesitarás un poco de práctica y paciencia para perfeccionarlo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar las plantas

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    Elige el momento correcto. Injerta tus rosas a mediados del verano, porque es la época en la que la savia fluye dentro de las plantas. Si la savia y los nutrientes fluyen dentro de las plantas, habrá más probabilidades de que el injerto sea exitoso y la rosa nueva crezca.[1]
    • La mejor época para injertar rosas es después del ciclo de florecimiento a mediados del verano, que generalmente ocurre en agosto.
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    Selecciona un vástago. El vástago o brote es la planta que vas a injertar en otra planta. En el caso de las rosas, a menudo se elige un vástago con base en sus flores, ya que estas crecerán después del injerto.[2]
    • El mejor vástago es un tallo joven de la planta. Debe tener hojas, haber florecido recientemente y haberse vuelto un poco fibroso.
    • Para mejores resultados, elige uno cuya floración haya terminado recientemente.
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    Elige una planta portainjerto. Esta es la que se fusionará al injerto. A menudo, se les elige porque son saludables y resistentes, pero podrían no tener las flores más bonitas. Para que el injerto tenga éxito, esta planta portainjerto debe ser otra rosa.
    • Dos de las variedades más populares de rosas para portainjertos son la rosa Dr. Huey y la Fortuniana.[3]
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    Mantén las plantas bien regadas antes del injerto. Las rosas necesitan mucha agua para desarrollarse y el injerto tendrá mejores probabilidades de crecer si el vástago y la planta portainjerto están bien regados antes del procedimiento. Lo ideal es empezar a regar ambas plantas diariamente durante las dos semanas previas al injerto.
    • Asegúrate de regar bien las rosas dos días antes del injerto y la noche previa.[4]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Injertar las rosas

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    Esteriliza tu cuchillo. Las plantas son susceptibles a virus, bacterias y hongos, al igual que los humanos. Puedes evitar que se propaguen enfermedades si esterilizas tus herramientas de jardinería, en especial cuando vas a llevar a cabo algo tan delicado como un injerto. Esto no solo te ayudará a que el injerto tenga éxito, sino que también hará que la planta sobreviva.
    • La forma más sencilla de esterilizar tu cuchillo es usar etanol o alcohol isopropílico.
    • Humedece un paño o trapo limpio con el alcohol. Frota la cuchilla por completo, asegurándote de cubrir la punta, los lados y la base del cuchillo. Ten cuidado para que no te cortes en el proceso. Pon el cuchillo al aire libre para que se seque por unos minutos.[5]
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    Poda la planta portainjerto. Usa unas tijeras para podarla y quitarle las hojas, las flores y los tallos muertos. Elige un tallo saludable con muchas hojas bien desarrolladas para el injerto. Usa un cuchillo para plantas en ciernes y quita todos los brotes y espinas de la sección central del tallo.[6]
    • Quitar las espinas no es estrictamente necesario, pero evitará que te cortes mientras realizas el injerto.
    • Quitar los brotes es importante porque la idea es que crezcan los brotes del vástago, pero no los de la planta portainjerto.
    • Cuando podes o arranques las estacas, hazlo en un ángulo de 45 grados para reducir el daño e incrementar la circulación.
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    Corta una T en el vástago. Usa el cuchillo para cortar una T de 2,5 cm (1 pulgada) en la corteza del portainjerto. Asegúrate de no penetrar la capa del cámbium, que es húmeda y de color verde claro.[7] Usa la punta del cuchillo para abrir las solapas que hiciste en la corteza.
    • El mejor lugar para el corte en T está cerca del centro del tallo, entre dos nodos. Los nodos son el lugar desde donde las hojas y los brotes crecerán.
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    Corta un tallo. Corta el tallo que quieres usar para el vástago. Corta la parte superior e inferior del tallo, dejando una sección de 5 cm (2 pulgadas) en el centro. Asegúrate de que esa sección tenga por lo menos un retoño, donde pueda crecer una nueva hoja del tallo.
    • Usa el cuchillo para cortar las espinas, brotes y hojas.
    • Corta el tallo 2,5 cm (1 pulgada) por debajo del brote que está más cerca de la base.[8]
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    Corta el vástago del tallo. Coloca el cuchillo encima del retoño. Inserta la cuchilla hasta penetrar la corteza y el cámbium. Esta es la capa que se encuentra debajo de la corteza que lleva los nutrientes.
    • Corta el retoño, asegurándote de sacar la corteza y el cámbium.
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    Inserta el vástago en la planta portainjerto de inmediato. Asegúrate de que el retoño mire hacia arriba, ya que eso significa que el tallo mirará en la misma dirección. A medida que insertas el vástago en el portainjerto, las solapas de la corteza se abrirán a su alrededor. Empuja el vástago hasta llegar a la base de la T, dejando el retoño expuesto en la parte superior de las solapas.
    • Las capas del cámbium del vástago y la planta portainjerto ahora estarán en contacto y esto es lo que permitirá que el injerto tenga éxito.[9]
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    Asegura el injerto con cinta adhesiva para injertos. Cierra las solapas de la corteza sobre el vástago. Envuelve unas cuantas capas de cinta adhesiva especial alrededor del injerto. Envuelve el área encima y debajo del retoño, pero déjalo expuesto.
    • No tengas miedo de jalar la cinta con cuidado para estirarla, ya que esto te ayudará a asegurarte de que las capas del cámbium permanezcan en contacto.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar de tus rosas injertadas

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    Riégalas bien. Las plantas injertadas necesitan mucha agua. Riega el portainjerto a diario durante las siguientes dos semanas para asegurarte de que la tierra permanezca húmeda. La tierra no debe quedar empapada, pero es mejor que te asegures de que esté húmeda.[11]
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    Corta los primeros retoños del vástago. Una vez que el vástago empiece a desarrollarse en la planta portainjerto, empezarán a crecer nuevos brotes. Sin embargo, mientras el vástago aún se establece, los brotes podrían ser demasiado pesados y dañar las uniones. Para reducir la presión en la unión del brote, corta los primeros tres o cuatro que se desarrollen, hasta que el injerto esté saludable.
    • Corta los brotes con un cuchillo afilado o unas tijeras, tan pronto como crezcan.[12]
    • Para darle a tu nueva planta mejores probabilidades de éxito, puedes podar la planta portainjerto por encima del injerto.
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    Deja que la cinta se despegue sola. La cinta para injertos es un tipo especial de cinta adhesiva que se desgastará y se caerá naturalmente con el tiempo. No retires la cinta de la planta portainjerto. Cuando haya pasado suficiente tiempo, la cinta se caerá sola. Esto hará que se quede puesta el tiempo suficiente para que el injerto tenga éxito.[13]

Cosas que necesitarás

  • vástago
  • portainjerto
  • alcohol isopropílico
  • paño limpio
  • tijeras de podar
  • cuchillo afilado para plantas en ciernes
  • cinta adhesiva para injertos
  1. https://www.youtube.com/watch?v=GobKpmQrtUU
  2. scvrs.homestead.com/BuddingUltimate.html
  3. scvrs.homestead.com/BuddingUltimate.html
  4. scvrs.homestead.com/BuddingUltimate.html

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Categorías: Rosas