Si has probado las cremas, los ungüentos, las tabletas y los supositorios antimicóticos para tratar una infección fúngica persistente; podrías tener que usar el ácido bórico, el cual es un tratamiento alternativo para estas infecciones crónicas. Los supositorios de ácido bórico (cápsulas que puedes introducirte en la vagina) pueden utilizarse para tratar las infecciones fúngicas persistentes o resistentes provocadas por tipos de hongos menos comunes. Podrías crear tus propias cápsulas o conseguirlas en una farmacia; en cualquier caso, si los supositorios de ácido bórico se usan apropiadamente, podrán curar y quizás ayudar a prevenir las infecciones vaginales por hongos. Deberás consultar sobre este método con un doctor, una obstetra o un ginecólogo para así comprender el uso apropiado.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar los supositorios

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    Conversa con el doctor antes de usar algún tratamiento. Antes de usar un medicamento de venta sin receta para tratar una infección fúngica, tendrás que acudir a un doctor, una obstetra o un ginecólogo a fin de confirmar el diagnóstico. Es probable que te realicen un examen físico y te hagan preguntas sobre tu historial de salud. Ellos descartarán otras causas de malestar vaginal antes de diagnosticar una infección fúngica. Asimismo, pueden recomendarte por cuánto tiempo usar el ácido bórico e informarte sobre cualquier efecto en la salud. Los tratamientos alternativos podrían ser más eficaces para ti según tu historial de salud personal.
    • El doctor podrá brindarte una receta que puedas llevar a una farmacia para que produzcan las cápsulas.
    • Cuando vayas al doctor, alístate para conversar con él sobre tu historial de síntomas y la manera en la que hayan evolucionado, incluida la cantidad de infecciones fúngicas que hayas tenido en el pasado y qué es similar y diferente esta vez.
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    Haz que produzcan las cápsulas en la farmacia de tu localidad. Si decides no producir tus propias cápsulas, podrás conseguirlas en la farmacia. La farmacia tendrá que producirlas, ya que en la actualidad no se venden preelaboradas.[1] Llama con anticipación para preguntar, ya que algunas farmacias no las producirán.[2] Si es necesario, llama a diversos establecimientos para así encontrar una farmacia que pueda y esté dispuesta a ayudarte.
    • Será de utilidad que les indiques para qué vas a utilizarlas, ¡así no creerán que intentas envenenar a alguien! El ácido bórico también se usa para matar ratas.
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    Introduce el supositorio de forma apropiada. Lávate las manos y el área exterior de la vagina con un jabón suave y agua justo antes de irte a dormir. Recuéstate boca arriba y dobla las rodillas cuidadosamente con las piernas un poco separadas.[3] Usa el dedo o un aplicador para introducir el supositorio de ácido bórico en tu vagina lo más profundo que puedas y sin generar molestias. Espera varios minutos para que el supositorio se disuelva antes de sentarte o pararte, o tan solo lávate bien las manos y luego ve a domir.
    • Si vas a usar un aplicador reutilizable, límpialo siguiendo las indicaciones del fabricante. De lo contrario, deséchalo.
    • Si tienes dificultades para introducir el supositorio recostada, puedes pararte y apoyar un pie en el borde de la bañera o una silla.[4]
    • Es normal tener un poco de descarga al usar supositorios. Usa un protector diario para no manchar tu ropa interior.
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    Sométete a un tratamiento de 14 días para curar una infección fúngica. Para deshacerte de una infección de este tipo, deberás introducirte 1 o 2 supositorios al día durante 2 semanas, según las instrucciones del doctor.[5] Deberás introducirte uno antes de irte a dormir.[6] No los uses por más de 2 semanas.
    • Lo mejor será consultar con el doctor, la obstetra o el ginecólogo la primera vez que uses este método.
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    Evita las infecciones recurrentes usando el supositorio dos veces a la semana. Luego de haber tratado la infección fúngica, podrás usar el ácido bórico para evitar las infecciones futuras. Usa un supositorio dos noches de la semana; por ejemplo, una cada martes y viernes. Hazlo por 6 a 12 meses, o durante el tiempo que el doctor recomiende.[7]
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    Toma un probiótico durante el tratamiento. El ácido bórico es adecuado para eliminar los hongos y las bacterias, por lo que podrás tomar un probiótico a diario mientras uses los supositorios para así fomentar las bacterias “saludables” en la vagina. Puedes conseguir cápsulas de probióticos en la farmacia o comer yogur con un “cultivo vivo”.[8]
    • Podrás alternar el uso de supositorios de lactobacillus acidophilus durante el día y los de ácido bórico por la noche.[9]

Método 2
Método 2 de 3:
Usar ácido bórico de forma segura

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    No lo uses si estás embarazada. El ácido bórico puede afectar a la salud del bebé. Si estás embarazada y contraes una infección fúngica, deberás consultar con la obstetra o el ginecólogo sobre otros tratamientos. No uses estos supositorios.[10]
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    Usa otro tratamiento si tienes heridas abiertas en la vagina. No uses ácido bórico si tienes alguna lesión cutánea con la que este pueda entrar en contacto.[11] Esto comprende a las heridas abiertas o los cortes en la vagina o cerca de ella. También deberás usar guantes si haces tus propias cápsulas y tienes cortes en las manos.
    • Si el polvo entra en contacto con la piel (además del interior de la vagina en donde debe disolverse), tendrás que lavar bien el área.[12]
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    No ingieras el ácido bórico. Este puede ser un tratamiento seguro y eficaz para las infecciones fúngicas si se introduce en la vagina. Sin embargo, nunca deberás ingerir las cápsulas de este componente, ya que es tóxico si se consume por esta vía. Si ingieres ácido bórico por accidente, deberás solicitar atención médica de emergencia inmediatamente.[13] La ingesta de este ácido provocará vómitos, diarrea y dolor abdominal; y puede ser mortal.[14]
    • Si alguien más lo ingiere por accidente, deberás prepararte con la siguiente información cuando llames a los servicios de emergencia: la edad de la persona, su peso, su estado (despierta, inconsciente, vomitando, etc.), la cantidad que haya ingerido y la hora en la que lo haya hecho.[15]
    • En los Estados Unidos, deberás llamar al 1-800-222-1222 para conversar con el centro de control de intoxicaciones para así recibir más consejos mientras esperas los servicios de emergencia.

Método 3
Método 3 de 3:
Crear tus propias cápsulas en casa

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    Reúne los materiales que necesites. Para hacer supositorios de ácido bórico en cápsulas en casa, necesitarás los siguientes implementos: ácido bórico en polvo (no cristales), cápsulas de gelatina de tamaño 0 vacías, una hoja de papel limpia y un cuchillo de cocina limpio.
    • El ácido bórico en polvo estará disponible en la mayoría de las tiendas de conveniencia, como Walmart, CVS, Rite Aid u otras similares en tu región. Si no puedes conseguirlo, un farmaceuta podría conseguirlo por ti.[16]
    • Busca cápsulas de gelatina vacías en las tiendas y farmacias locales (p. ej., en Walmart, una tienda de vitaminas o alimentos saludables), o cómpralas en internet.
    • También podrías tener que usar guantes de látex o goma, ya que el ácido bórico puede irritar la piel.
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    Llena las cápsulas con un cuchillo afilado. Coloca una hoja de papel limpia en una superficie plana para atrapar todo el polvo que caiga. En el papel, coloca la punta delgada del cuchillo limpio en el polvo y úsalo para depositar el polvo con cuidado en una cápsula abierta. Cierra la cápsula con firmeza.[17]
    • Una cápsula deberá contener alrededor de 600 mg de ácido bórico. Llena la cápsula con la mayor cantidad de polvo que pueda contener.[18]
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    Llena la cápsula con el método del embudo. Si lo prefieres, puedes usar una hoja de papel como embudo para llenar las cápsulas. Primero dobla el centro del papel de manera marcada. Luego vierte una cantidad pequeña de ácido bórico en él e inclínalo de modo que este caiga de forma ordenada en la cápsula hasta que se llene. Luego ciérrala con firmeza.[19]
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    Guárdalas en un lugar seco y fresco. Podrás hacer muchas cápsulas a la vez. Guárdalas en un recipiente de vitaminas viejo u otro recipiente sellado a prueba de agua. Si es posible, coloca un paquete pequeño de silicona con ellas para evitar la humedad. Estas se mantendrán bien hasta por un año.[20]
    • No las guardes en la refrigeradora.

Consejos

  • El tratamiento con antimicóticos (los medicamentos con la terminación “-azol” como miconazol) es más común para las infecciones fúngicas simples y sin complicaciones.[21] Si es tu primera infección fúngica diagnosticada, primero deberás probar un medicamento de venta sin receta como Monistat. Consulta con el doctor antes de usar supositorios de ácido bórico.
  • Para evitar las infecciones futuras, mantén tu vagina limpia y seca. Usa jabón sin aroma, toma duchas en lugar de baños, usa ropa interior de algodón, evita los pantalones ajustados y las pantimedias, y siempre límpiate de adelante hacia atrás luego de un movimiento intestinal.[22]
  • No tengas sexo durante el tratamiento, así aliviarás los síntomas con más rapidez.[23]
  • Sigue usando los supositorios incluso durante la regla.

Advertencias

  • No uses estos supositorios si estás embarazada o podrías estarlo.
  • La quemazón leve y la irritación de la piel pueden surgir al usar ácido bórico.
  • Siempre consulta con el doctor antes de usar algún remedio casero.
  • Nunca uses ácido bórico en niños. Mantén las cápsulas alejadas de los niños para evitar que las ingieran por accidente.
  • Este ácido es tóxico si se consume por vía oral.
  • No uses más cápsulas de ácido bórico de las recetadas, y no uses más de una al día. Si tu cuerpo absorbe una cantidad excesiva de este componente, puedes sufrir de insuficiencia renal o problemas graves en el sistema circulatorio, los cuales pueden ser mortales.[24]

Acerca de este wikiHow

Jennifer Boidy, RN
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Jennifer Boidy, RN. Jennifer Boidy es una enfermera registrada en Maryland. Recibió su título técnico en Ciencias en Enfermería en el Carroll Community College. Este artículo ha sido visto 18 779 veces.
Categorías: Salud vaginal