Este artículo fue coescrito por Allison Romero, PT, DPT. La doctora Allison Romero es una especialista en salud pélvica, fisioterapeuta y propietaria de Reclaim Pelvic Therapy en el Área de la Bahía de San Francisco. Con más de una década de experiencia, Allison se especializa en tratamientos de fisioterapia pélvica completa para la disfunción del suelo pélvico. Tiene un bachiller en Kinesiología y Ciencias del Ejercicio de la Universidad Estatal de Sonoma, así como un doctorado en Fisioterapia de la Universidad del Sur de California. Es fisioterapeuta certificada en California, y miembro de la Sección de Salud de la Mujer en la Asociación Estadounidense de Terapia Física y de la International Pelvic Pain Society.
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Todos sabemos que la clave para tener una vejiga saludable es ir al baño cuando la naturaleza llama. Sin embargo, algunas veces, simplemente esa no es una opción. Quizás estés viajando o estés atascada en una reunión prolongada y no puedas acceder al baño. ¿Qué puedes hacer? Hay varias maneras de ahorrarte la vergüenza pública y también de mejorar la salud de tu vejiga a largo plazo.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Aguantar las ganas de orinar
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1Distráete mentalmente. A medida que tu vejiga se llena, las terminaciones nerviosas en la pelvis envían señales a tu cerebro para indicarle que es tiempo de ir al baño. Debido a que la necesidad de orinar se origina por estas señales nerviosas, trata de distraerte a ti misma pensando en algo más.[1]
- Trata de pensar en cosas complejas, como hacer una lluvia de ideas para un nuevo proyecto de trabajo o pensar en una solución para un problema con los horarios en casa. Si piensas en cosas sencillas (como contar hasta diez o repasar el alfabeto), no te distraerás completamente de las señales corporales para orinar.
- Si puedes usar auriculares y tienes acceso a tu teléfono o a tu computadora, trata de escuchar las noticias o un podcast con una historia compleja. Prestar atención a información externa te ayudará a ignorar la urgencia de orinar.
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2Relaja los músculos. Sentirás la necesidad natural de cruzar las piernas y mantener la presión sobre la pelvis. Mientras lo haces, debes mantener el resto del cuerpo relajado, ya que esto te distraerá de la incomodidad de tener la vejiga llena.
- Mueve los hombros hacia atrás y hacia adelante. Mueve la cabeza de lado a lado. Este movimiento aliviará la presión de la columna y del cuello que quizás sientas si mantienes una postura tensa.
- Si estás sentada, cruza las piernas para que pongas una ligera presión sobre la vejiga. Pon a la misma altura los hombros y extiende la columna. Esta acción te ayudará a sentarte derecha. No te encorves, ya que esto pondrá peso adicional e innecesario en tu vejiga.
- Si estás de pie, posiciónate con los pies en paralelo y con los dedos de los pies haciendo contacto. Distribuye tu peso de manera uniforme a través de cada pierna y párate derecha. Quizás sientas la necesidad de cruzar las piernas mientras estás de pie, pero trata de no hacerlo. Quizás sea incómodo cruzar las piernas, ya que pondrá una cantidad irregular de peso sobre una pierna.
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3Respira profundamente. Si no puedes acceder al baño cuando necesites orinar, esto causará una cantidad significativa de estrés mental y físico. Respira profundamente desde el diafragma, empuja los músculos de la parte baja del abdomen mientras inhalas y atráelos de vuelta mientras exhalas.
- Esta respiración profunda y medida aliviará la presión de la pelvis. También relajará otros músculos del cuerpo que puedan estar muy tensos u oprimidos.
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4No uses ropa ceñida. Si usas jeans o pantalones cortos muy ceñidos, trata de aflojarlos o usa otros pantalones. Es probable que los pantalones pongan una presión indebida en tu vejiga.
- Obviamente, si estás en público, no debes bajar la cremallera o desabrochar tus pantalones.
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5Evita hacer cualquier movimiento brusco, como saltar o agitarte. Si tienes que caminar, muévete muy lentamente.
Parte 2
Parte 2 de 3:Fortalecer la vejiga
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1Practica los ejercicios de Kegel. Uno de los pasos clave para evitar el dolor incómodo de aguantar las ganas de orinar es fortalecer los músculos del piso pélvico (los cuales están localizados en la base de la vejiga). Al completar estos ejercicios, puedes fortalecer la vejiga y experimentar una necesidad menos frecuente de orinar.[2]
- Para localizar los músculos del piso pélvico, ve al baño y orina. Mientras orinas, trata de dejar de orinar a la mitad del chorro. Si puedes parar, entonces has encontrado los músculos correctos.[3]
- Para completar los ejercicios de Kegel, aprieta los músculos del piso pélvico mientras estás sentada o recostada. Mantén la contracción por cinco segundos y luego suéltala por cinco segundos. Repite estos ejercicios cuatro o cinco veces.
- Sigue practicando estos ejercicios hasta que puedas apretar estos músculos por diez segundos a la vez. Debes hacer tres series de 4 o 5 contracciones cada día.
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2Regula tu hidratación. Si eres de las personas que bebe grandes cantidades de líquido en periodos cortos (como después de hacer ejercicios o cuando tienes un receso durante el día), entonces espacia tu consumo de líquido para que bebas cantidades más pequeñas durante el día. Esta acción aliviará la presión de la vejiga.
- Mantén una botella de agua sin gas cerca de tu escritorio y toma un sorbo cada 5 o 10 minutos.
- Por lo general, debes tratar de consumir 9 vasos de agua (2,2 litros) cada día.[4]
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3Establece un horario regular para ir al baño. Tu vejiga se volverá un órgano más fuerte si te entrenas para orinar en un horario regular. Si programas viajes regulares al baño cada 2 o 4 horas, entonces experimentarás urgencias menos frecuentes para orinar en momentos inesperados.[5]
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4Cuida tu peso. Los estudios han demostrado que el exceso de peso y la obesidad pueden crear una vejiga hiperactiva. Si experimentas una necesidad frecuente de orinar y, además, tienes sobrepeso, trata de bajar algunos kilos para ver si esta medida ayuda a aliviar los síntomas.[6]
- Siempre debes consultar con un doctor para encontrar la mejor manera de perder peso. Por lo general, necesitarás una combinación de ejercicio cardiovascular moderado (correr, caminar, nadar o hacer senderismo) 3 o 4 veces a la semana y una dieta saludable de proteínas magras, frutas, verduras y granos enteros.
- Evita los alimentos que tengan alto contenido de azúcar, grasa y carbohidratos procesados, como pan blanco, arroz blanco, pasta blanca, palomitas de maíz, papas fritas, galletas, bizcocho de chocolate, pastel, helado, etc. También debes evitar las bebidas azucaradas (como gaseosas y cócteles) o solo consumirlas en muy pequeñas cantidades.
Parte 3
Parte 3 de 3:Prevenir futuros accidentes
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1Consume los alimentos correctos. Se ha demostrado que ciertos alimentos irritan la vejiga y causan la necesidad frecuente de orinar. Si tienes una necesidad persistente de orinar, debes evitar consumir los siguientes alimentos:[7]
- fruta ácida (naranja, uva o limón)
- alimentos picantes
- chocolate
- jarabe de maíz
- tomate y salsas a base de tomate
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2Evita las bebidas irritantes. De manera similar, ciertas bebidas también pueden tener efectos negativos en la vejiga. Consumir las siguiente bebidas puede disminuir la capacidad de la vejiga de contener la orina:
- bebidas carbonatadas y azucaradas (como las gaseosas)
- bebidas con edulcorantes artificiales (como las gaseosas dietéticas)
- café y té
- consumo excesivo de alcohol (más de 5 bebidas a la semana)
- jugo de fruta y verdura (naranja, uva y tomate)
- Si tienes problemas de fuga urinaria o de necesidad persistente de orinar, entonces trata de eliminar estos alimentos y bebidas por una semana y fíjate si el problema se supera. Puedes volver a introducir lentamente uno o dos de los elementos de esta lista para saber cuál es el principal irritante de la vejiga.[8]
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3Habla con un doctor. Si experimentas problemas de largo plazo con la orina, como dolor en la vejiga o una necesidad persistente y constante de orinar, entonces habla con un doctor acerca de la mejor manera para tratar los síntomas.
- Si actualmente tomas medicamentos para otra condición, como presión arterial alta o depresión, esto puede afectar negativamente a la vejiga. Habla con un doctor con respecto a la posibilidad de adecuar la dosis o cambiar a un medicamento con menos efectos secundarios.
- Quizás no quieras hablar con un doctor de los problemas de la vejiga porque crees que es vergonzoso. Sin embargo, no debes dudar en buscar tratamiento. El dolor de la vejiga puede ser un signo de algo mucho peor, como cáncer o un problema en otro órgano (como los riñones), así que anímate y habla con un doctor.
- Los medicamentos como el mirabegron y las inyecciones de botox en la vejiga también son usados algunas veces para tratar la incontinencia.[9]
Advertencias
- Debes evitar aguantar las ganas de orinar de manera regular. Esto puede causar condiciones perjudiciales (como infecciones de las vías urinarias). En cambio, planifica un horario diario que incluya un viaje al baño cada 2 o 4 horas, dependiendo de tus necesidades.
Referencias
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/overactive-bladder/basics/causes/con-20027632
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21191506
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/womens-health/in-depth/kegel-exercises/art-20045283
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/water/art-20044256?pg=1
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/overactive-bladder/basics/treatment/con-20027632
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/overactive-bladder/basics/treatment/con-20027632
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22453670
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/urinary-incontinence/in-depth/bladder-control-problem/art-20046597
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/urinary-incontinence/in-depth/bladder-control-problems/art-20044220