Conozco un departamento que siempre perdía gente talentosa, una tras otra. Esto no era un misterio en realidad, el jefe era un completo idiota. ~ A.A.[1]

En ocasiones, los gerentes recién nombrados entran a una empresa, un hospital o cualquier otra organización creyéndose los dueños del mundo. También, hay gerentes que son molestos desde que tienes memoria. Los jefes molestos tienden a esparcir su autoridad por todo el trabajo imprudentemente. Consumidos por el poder, pierden de vista la realidad, convirtiendo la vida de los compañeros en un infierno. Si permites o adecúas este tipo de influencia en el lugar de trabajo, tu vida laboral será miserable con el tiempo.

Aquí encontrarás algunas sugerencias para superar el efecto aplastante de tener gerentes excesivamente ambiciosos y molestos en tu vida laboral.

Pasos

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    Trata de determinar por qué tu jefe te parece molesto. Hay muchas razones posibles, pero no caigas en la trampa de pensar que tu jefe es molesto porque te pide que hagas tu trabajo al nivel que lo espera ¡cuando no puedes ser molestado! Las características reales de un jefe molesto incluyen sentimientos de tu parte que consideran que el ámbito laboral se volvió insoportable, alterado, no agradable y quizá temeroso debido a las acciones de tu jefe, combinadas con la realidad de que tiene cierta personalidad o respuestas no deseables al interactuar con el personal. Los indicios de que un jefe es realmente molesto pueden ser: [2]
    • Es una persona que no apoya al personal y trabaja para socavarlos, o incluso roba la gloria de otros por haber realizado un buen trabajo.
    • Es un jefe deshonesto y miente acerca del desempeño de los trabajadores, o falla al premiarlos o destacarlos cuando tienen buenos desempeños.
    • Es una persona que pone en riesgo los resultados excesiva o inapropiadamente cuando no se finaliza a tiempo el trabajo, o de cierta manera.
    • Es una persona que no asume la responsabilidad por errores, pero utiliza a los empleados como víctimas y los culpa cuando las cosas salen mal. [3]
    • Es un gerente que demuestra favoritismo en el lugar de trabajo, colocando a algunos trabajadores por encima de otros sin ninguna razón aparente.
    • Es una persona que públicamente humilla, condesciende, degrada, ataca verbalmente o apoda al personal.
    • Es una persona que no le importa en lo más mínimo tu vida personal y nunca te apoya si tienes problemas familiares o personales que necesitan de atención durante el horario de trabajo.
    • Es una persona que actúa de manera superior todo el tiempo, creyéndose más que los demás y espera que todos centren la atención.
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    Reconoce las acciones de un jefe molesto. Además de determinar cómo se comporta tu jefe con el personal y saber cómo te hace sentir eso, puede ser útil detectar ciertas acciones inaceptables que los jefes molestos realizan de manera regular. Pueden ser acciones como: [4]
    • Insultar a los trabajadores de forma personal, a menudo públicamente.
    • Invadir tu espacio personal sin pedir permiso.
    • Amenazarte verbal o no verbalmente.
    • Enviar correos electrónicos atacantes.
    • Interrumpirte en reuniones de manera grosera.
    • Realizar miradas obscenas.
    • Actuar como si fueras invisible cuando le conviene.
    • No felicitarte, incluso cuando lo mereces.
    • Anticiparse todo el tiempo o demandar perfección.
    • Realizar bromas sarcásticas o burlarse como una forma de enviar un mensaje desagradable.
    • Recordarte siempre cuál es tu posición en la jerarquía.
    • Tocar a las personas cuando es claro que eso no se desea.
    • Manejar una doble faceta. (Comprendes una cosa de tu jefe, sólo para darte cuenta luego que le dijo lo opuesto a otra persona)
    • Robar clientes o cuentas de otros empleados.
    • Hablar mal de la cultura de la empresa.
    • Negarse a ayudar o a explicar algo cuando se pide (aunque esto lo negará si alguien lo presiona e insistirá en que fuiste tú quien no pidió ayuda), etc.!
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    Mantén los ataques hacia a ti por separado de tu autoestima. Entiende que aunque pueda parecer lo contrario, este comportamiento no es un ataque personal contra ti como trabajador o como persona. Muy a menudo, los gerentes intentan explorar un punto de gerencia a un nivel superior intentando ser “vistos” haciendo lo correcto, enfocando su energía hacia arriba sin importarle el personal. [5]
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    El jefe puede venir por la oficina, el departamento, etc. en busca de errores para descalificar o desacreditar a quien considere una posible amenaza. Es vital que no te lo tomes personal y lo consideres tal como es: la inferioridad de tu jefe intentando camuflarse como una falsa confianza al usar al personal como una herramienta para cubrir su propia incompetencia. Cuando intentas ver la situación de esta manera, haces lo que se conoce como "replanteo" para reducir el daño que te produce su accionar.
    • Robert Sutton explica que el truco es no esperar que tu molesto jefe cambie (ya que es poco probable que ocurra), sino esperar lo peor de él mientras esperas estar bien cuando la mala experiencia termine.[6]
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    Baja tus expectativas sobre tu jefe y concéntrate en lo bueno de tu trabajo.
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    Sé un empleado modelo. Familiarízate con los protocolos del trabajo y comprende los principios detrás de lo que haces. En otras palabras, prepárate para ofrecer una explicación plausible si eres interrogado por tu jefe. Esto también proporciona una excusa apropiada para evitar que te enoje más.
    • Conoce al cien por ciento la descripción de tu trabajo y sé capaz de responder si lo que estás haciendo se adecúa a esos parámetros. Puede sonar tonto, pero existe un gran número de empleados que no comprenden cuál es su rol y como resultado pueden convertirse en el blanco del ataque del gerente. Si te excedes de la descripción de tu trabajo, prepárate con explicaciones razonables de por qué lo hiciste y cómo eso no interfirió con tus tareas diarias, y cómo eso beneficia a tu jefe.
    • Gana respeto mostrando confianza en tu trabajo. Sé organizado y administra tu tiempo eficazmente.
    • No crees oportunidades para que tu jefe te llame la atención por romper las reglas o la política de la compañía. Apégate estrictamente a las horas de descanso y almuerzo, evita irte antes de tiempo y realiza las tareas unos minutos antes, en vez de unos minutos después. Siempre cumple con el tiempo límite, o mantén informada a las personas cuando se acerca esa fecha. No le des motivos a tu jefe para que encuentre fallas en tu trabajo o en ti como empleado.
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    Demuestra tu experiencia sin arrogancia. De una manera sutil, supera a tu jefe molesto con tu conocimiento evidente. Trata de destacar tu experiencia y de disuadir a tu jefe para que te anime más. Si tu experiencia es clara y muy respetada, por lo general un jefe molesto se echa hacia atrás, ya que encontrarte un problema menor lo puede hacer parecer estúpido si es incapaz de seguir el ritmo de tus puntos de vista. No seas arrogante, sino muestra confianza y una conducta profesional a la hora de presentar tus puntos de vista.
    • Busca tener victorias pequeñas, en lugar de un gran éxito. Aunque el problema más grande de tu jefe no va a desaparecer, una serie de pequeñas victorias pueden aumentar tu confianza, construir una posición de trabajo más sólida para ti y animar a los demás a hacer lo mismo; lo que en última instancia, puede socavar el enfoque de tu jefe y conseguir más control para ti y tus colegas.[7]
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    Mantén una distancia profesional y limita el contacto con tu jefe. Estar muy familiarizado con los gerentes que demuestran una clara falta de liderazgo es la receta perfecta para crear un desastre, que incluso puede perjudicar tu camino.
    • Mantén una distancia de trabajo relativamente segura evitando las conversaciones personales, manteniéndote lejos, o evitando revelar cualquier información que pueda ser usada en tu contra en el futuro.
    • Evita reunirte con tu jefe siempre que sea posible, o hazlo brevemente (busca un sitio sin sillas).[8]
    • Una buena cantidad de misterio es buena para mantenerte bajo el radar y resulta interesante de contemplar por parte de tu jefe.
    • No trates de convertirte en uno de los "favoritos" del jefe. No sólo esta posición favorecida puede cambiar por un simple capricho, sino que no estar en esa posición también implica que cuando los gerentes superiores noten cuán mal trabaja tu jefe, no serás juzgado por haber consentido su comportamiento o favoritismo.
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    Mantén cualquier confrontación de forma constructiva. Aférrate a los hechos y a lo que sabes, y no ataques ni critiques a tu jefe.
    • Aprende a pensar con los pies. Muchos jefes molestos tienen pocas habilidades interpersonales, por lo cual los consideramos molestos. Este tipo de personas están obligadas a hacerte preguntas en el momento más inoportuno, agarrándote desprevenido o cuando saben que titubearás y tartamudearás. Esto demuestra un rol de poder, una persona que es insegura. Siempre recuerda esto, ya que te ayudará a manejarte de forma eficaz al saber la verdadera razón detrás del comportamiento agresivo.
    • Discúlpate de forma amable cuando una confrontación se vuelva insostenible. Si estás perdiendo el control durante una discusión o tienes problemas para explicarte y ser entendido, crea una excusa y vete. Ve al baño, a fumar un cigarrillo, arroja M&Ms en el estacionamiento, etc., pero no permanezcas en esa situación que te arrastre más.
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    Aprende a relajarte en presencia de tu jefe molesto. Estar nervioso o intimidado sólo te convertirá en un blanco fácil en el trabajo, y a menudo, terminarás siendo su bolsa de boxeo mental. Mantener la calma es una forma de controlar la situación en sí y una forma eficaz si lo puedes lograr.
    • No te veas como una víctima. No respondas del mismo modo, sino percíbete manteniendo la calma, libérate emocionalmente del jefe molesto y no intentes controlar lo que está fuera de tu alcance. En lugar de ello, concéntrate en lo puedes manejar y en ayudar a las demás personas que son importantes para hacerle frente también.[9]
    • Nota que mantener la calma puede enfurecer a una persona que no puede controlar sus propios enojos. No permitas que su falta de autocontrol te ponga nervioso, simplemente obsérvalo por lo que es.
    • Encuentra aliados. Busca a aquellas personas en las que puedes confiar y comparte estrategias para hacerle frente.
    • Prueba realizar afirmaciones o meditación diariamente para mantenerte tranquilo.
    • Respira profundo y cuenta hasta diez antes de responder a una burla u otro ataque molesto por parte de tu jefe. Piensa en los cocineros de Hell's Kitchen que responden “¡sí señor!” y nada más. (¡Más tarde descubres lo que sienten y lo que piensan!)
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    No seas presa de chismes ni peleas con nadie en el lugar de trabajo. En algunas ocasiones, un jefe molesto puede intentar extorsionar informes negativos de ti en otros. A pesar de ser decepcionante, si las personas saben que rumoreas sobre ellos, ellos le darán un informe negativo sobre ti cuando tu jefe a tus espaldas. Esto genera una información filtrada que se vuelve más distorsionada a medida que se transmite de persona en persona, lo que crea una mala impresión que puede dañar tu reputación profesional. Evita ser una víctima de este comportamiento destructivo al no desacreditar a tus colegas.
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    Encuentra zonas intermedias. Busca un lugar donde tú y tus colegas puedan ir a relajarse del jefe. Liberen sus frustraciones y apóyense el uno al otro.
    • Sólo asegúrate de que esta zona sea segura y que no exista la posibilidad de que entre tu jefe. Si es así, busca un lugar lejos del trabajo, como una cafetería, un parque cercano, etc. Por ejemplo, las enfermeras se pueden esconder en la sala común lejos de los doctores o técnicos, donde los jefes nunca van.
    • Procura aconsejar a los demás sobre no rumorear sobre el mal comportamiento de tu jefe. Es posible conversar sobre los hechos, en lugar de ofender a una persona con los rumores. Logra la combinación apropiada y conseguirás el apoyo de tus compañeros de trabajo.
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    Encuentra otro empleo apropiado si la situación se vuelve insoportable en el ambiente laboral. La primera opción puede ser otras posiciones en la misma empresa, si hay alguna disponible, como un traslado lateral a otro departamento. Aunque, tienes que ser prudente sobre tu jefe y los sentimientos hacia él, ya que las personas no se impresionan por un posible empleado nuevo que protesta contra su jefe anterior.
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Consejos

  • Bajo ninguna circunstancia debes verbalizar tu enojo de una manera desagradable o falsa porque empeorará las cosas, si tu jefe se entera sobre ello.
  • Cree en tus propias capacidades. No dudes de tu propia confianza.
  • Cumple con los plazos y demuestra tus capacidades como un miembro valioso del equipo de trabajo.
  • Sé transparente. Las demás personas también sabrán que no tienes intenciones ocultas.
  • Comunícate abiertamente. Evita el secreto porque esto sólo creará sospechas y más dudas.
  • Cuando trates de determinar “por qué” te parece que tu jefe es molesto, considera la posibilidad de que tal vez te recuerde a alguien que no te cae bien.
  • Actúa como si supieras lo que está pasando, incluso si no lo sabes. Esto te dará tiempo para conseguir el material necesario para dominar o familiarizarte con ello.
  • Busca ayuda si lo necesitas. Existen varias opciones en recursos humanos, asesoramiento al trabajador o sindicatos. Ve y pídele consejos a alguien con quien te sientas cómodo hablando.[10]
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Referencias

  1. Beverly Kaye and Sharon Jordan-Evans, Love 'Em or Lose 'Em, p. 89, (2005), ISBN 978-1-57675-327-9
  2. Harvey A Hornstein, Brutal Bosses and Their Prey, pp. 15-16, (1996), ISBN1-57322-020-5
  3. Harvey A Hornstein, Brutal Bosses and Their Prey, pp. 110, (1996), ISBN1-57322-020-5
  4. Robert Sutton, The No A*hole Rule: Building a Civilised Workplace and Surviving One That Isn't, p. 10, (2007), ISBN 978-1-84744-000-6
  5. Megan Hustad, How to be useful, p. 120, (2008), ISBN 978-0-74328-616-9
  6. Robert Sutton, The No A*hole Rule: Building a Civilised Workplace and Surviving One That Isn't, p. 117, (2007), ISBN 978-1-84744-000-6
  7. Robert Sutton, The No A*hole Rule: Building a Civilised Workplace and Surviving One That Isn't, p. 123, (2007), ISBN 978-1-84744-000-6
  8. Robert Sutton, The No A*hole Rule: Building a Civilised Workplace and Surviving One That Isn't, p. 90, and p. 124, (2007), ISBN 978-1-84744-000-6
  9. Robert Sutton, The No A*hole Rule: Building a Civilised Workplace and Surviving One That Isn't, p. 114, (2007), ISBN 978-1-84744-000-6
  1. Harvey A Hornstein, Brutal Bosses and Their Prey, pp. 119, (1996), ISBN1-57322-020-5

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