Pensar o no que tu cuñada está “loca” depende de qué signifique estar loco para ti. Sin embargo, algunas de las señales que indican que tu cuñada no toma en cuenta tus necesidades son, por ejemplo, que te mande grandes cantidades de escandalosos mensajes de texto, que te invite a participar en conversaciones chismosas y que siempre quiera estar al día en tus asuntos. Pero más que nada, podría intentar llamar la atención cuando la familia está reunida. Si tu cuñada te hace pasar momentos difíciles y quieres que esta situación se detenga, aprende algunas maneras para lidiar con su actitud metiche, que en gran medida depende de la manera en que reaccionas.

Método 1
Método 1 de 5:
Tranquiliza a la “reina del drama”

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    Date cuenta de que podrías estar lidiando con una reina del drama. La manera de actuar de las cuñadas es complicada incluso en las mejores situaciones, pero nunca tan complicada si se ha pasado la mayor parte de su vida consiguiendo que su familia cercana esté siempre a entera disposición de ella. La reina del drama se vale de sus actitudes dramáticas para conseguir que la atención se pose sobre ella.
    • Durante la próxima reunión familiar, solo siéntante y observa. Identifica su manera de interactuar con los miembros de su familia, y cómo ellos reaccionan. Si te das cuenta de que existe mucha condecendencia y conformidad con su actitud, quiere decir que está acostumbrada a salirse con la suya.
    • Fíjate en qué sucede cuando ella comienza a hablar de un tema dramático. ¿Sus demás familiares se apresuran en estar de acuerdo con lo escandalosamente caro que resulta cuidar a los niños, pagar la electricidad, comprar champú, alimentar al perro, hacerle matenimiento al auto, etc? ¿Confirman sus quejas y agregan otras además? Esto demuestra que sus familiares comparten su visión quejumbrosa de la vida y que lamentablemente se han acostumbrado a ella. No puedes cambiarlos pero sí puedes establecer un nuevo modelo de vida al no quejarte.
    • Date cuenta de qué sucede cuando no estás de acuerdo con ella. ¿Hace berrinches de adulto y trata de minimizarte? Aunque es importante mantener tu postura en los temas que te interesan, si ella reacciona de manera infantil, tendrás que aprender a manejar este tipo de situaciones con cuidado. Aprende a no estar en su contra sino a no estar a su favor (hay un límite interesante en esto, pero se trata de reconocer sus necesidades internas como “háganme caso”, “preocúpense por mí”, “ayúdenme”, sin tener que compartir su visión del mundo).
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    No te entrometas en las situaciones dramáticas. Tu cuñada puede echar vapor por las orejas, acalorarse y maldecir todo lo que quiera, pero no hay necesidad de compartir su negatividad. Evita meterte en asuntos personales (entre más descabelladas sean las acciones y reacciones, más vas a conseguir que tu cuñada afile sus garras para provocarte y de este modo volver a centrar la atención general sobre ella). Deja que así sea en su propia casa, pero no pierdas el tiempo. Si la situación empeora, simplemente diles que regresarás cuando ella esté un poco más tranquila. Del mismo modo, si esto sucede en tu propia casa, diles que es hora de irse (incluso puedes fingir un compromiso falso o decir que tienes que acostarte temprano, si en realidad necesitas una excusa decente).

Método 2
Método 2 de 5:
Cómo lidiar con los asuntos exasperantes

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    Fíjate primero en ti mismo. Puede resultar difícil hacerlo cuando hay alguien más provocándote, pero es importante porque es tu acción la que definirá si ella siente o no que puede continuar actuando del mismo modo contigo. Algunos de los aspectos que debes considerar son:
    • Permanecer callado y que por ello exista el riesgo de que piense que eres tonto y que puede imponerse sobre ti, o que se resienta. Ojo, puede que se sienta feliz al saber que tú te sientes así. Utilizará tu silencio para imponer su punto de vista a expensas del tuyo. Si solo sonríes y resistes la situación, es como si te estuvieras conviertiéndo en un peluchito para ella.
    • Argumentar y que por ello piense que su hermano o hermana se casó con un amargado cascarrabias que la odia, y hará lo que sea para interponerse entre ambos. Podrías llegar a sentir que tienes una actitud defensiva hacia ella; se trata de que no te interese lo que ella piense e incluso de no tratar de minimizarla. Esto no significa que no haya espacio para no estar de acuerdo con ella; solo que debes intentar ser cuidadoso al tratar de reestructurar su entendimiento.
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    Establece límites. Expón los factores en los que sientes que ella te presiona, de manera firme y educada, y evita el sentimentalismo en este diálogo. Si dejas las cosas claras, te ciñes a los hechos y procuras no hacerla ver como un problema, tu cuñada no tendrá salida. Ten en cuenta que ella podría continuar resentida contigo por expresar tu opinión de manera asertiva y efectiva; sin embargo, esto no debe disuadirte de dejar en claro tu postura. Finalmente, ella debe aprender a respetar a alguien que no desea seguir argumentando, que no pierde los estribos y que no se muerde la lengua, sino que es absolutamente claro a la hora de establecer sus límites. Y si ella no lo hace, todos los demás familiares se darán cuenta de que tú tienes la mente más lúcida de la habitación.
    • Por ejemplo, digamos que tu hija Sheila ha estado corriendo afuera y se cayó al suelo. Tu cuñada insiste en que debe ir al médico o algo terrible puede acontecer. Sin embargo, tú estás seguro de que nada así va a suceder y sabes que eres un padre de familia responsable, pero tu cuñada continúa importunándote y exagerando en cuanto a las cosas malas que podrían pasar si tú no sigues su consejo. Dile con mucha calma lo siguiente: “Es muy lindo de tu parte que hayas notado que Sheila se raspó la rodilla, pero estoy convencida de que todo estará bien. Esto sucede todo el tiempo y es la manera en que ella aprenderá a relacionarse con el mundo exterior. No necesita ir al médico”. Y listo, se acabó; no hay necesidad de continuar discutiendo. Si tu cuñada insiste, sonríe y cámbiale de tema; rehúsate a continuar hablando de lo mismo.

Método 3
Método 3 de 5:
Tú y tu cónyugue

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    Habla con tu cónyugue acerca de tus sentimientos. Evita decir nombres, insultar o insinuar algo relacionado a tu cuñada. Por el contrario, explícale tus sentimientos cuando tienes el disgusto de estar en presencia de su hermana. Tu esposo o esposa no puede faltarle a tus sentimientos, así que tienes que ser claro e inteligente a la hora de expresarlos. Esto le mantendrá al tanto de que has reconocido el comportamiento de tu cuñada por lo que es, y que has decidido nunca más sufrir las desagradables consecuencias.
    • Por ejemplo, dile: “Georgia, cuando tu hermana habla de lo difícil que le resulta pagar la educación privada de sus hijos, me siento maniatada porque ella no sabe cuándo dejar de hablar. Dado que apenas si podemos pagar nuestra hipoteca, me siento incómoda con ese tipo de quejas durante toda la noche. Quisiera dejar de estar en esta posición a partir de ahora, comprendiendo sus problemas pero no permitiendo que siga hablando de lo mismo toda la noche. Quisiera que me ayudaras a encontrar otros temas de conversación que no tengan nada que ver con el dinero. ¿Crees que puedas hacerlo?
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    Pídele a tu esposo que piense cuidadosamente la manera en que revela información familiar. Dile que te encanta escuchar cómo le está yendo a tu cuñada, pero que no te agrada escuchar sus dramas innecesarios de siempre. Ayúdale a diferenciar lo que consideras “drama” de lo que consideras “verdaderas noticias” y al mismo tiempo aprenderán juntos a hablar de temas familiares menos dramáticos de una manera más sana desde el punto de vista emocional.
    • Hazle notar gentilmente a tu cónyuge cuando sientas que tu cuñada está repitiendo sus escenas dramáticas en casa. Podrías inclusive tener una señal especial en lugar de estar hablando cada vez que suceda.
    • Prohíbe los chismes en casa (o en cualquier lugar). Cada vez que haya una situación ligeramente cercana al chismorreo, háganse caer en cuenta mutuamente y deténganla. No importa si sientes que están chismeando algo tuyo; eres una persona lo suficientemente grande como para no comportarte de la misma manera.

Método 4
Método 4 de 5:
Cómo lidiar con sus llamadas y mensajes de texto

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    Evita responder lo que no merece una respuesta. No respondas ningún mensaje que no tenga nada que ver con una reunión familiar, mensajes positivos o algo perfectamente normal. Si recibes mensajes por parte de tu cuñada en los que expresa escandalosamente las cosas que le suceden, su molestia en relación a algo que hayas hecho o algo que tenga que ver con chismes, no les hagas caso y déjala pensando.
    • Si te sientes enojado(a) y quieres contestar su mensaje, no lo hagas. Toma tu enojo o irritación como una señal de que debes dejar el tema de una buena vez. Contestarse furiosamente los mensajes solo puede terminar en más tensión por ambas partes.
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    Mantén al mínimo las relaciones mediante redes sociales con tu cuñada en caso de que esté provocándote en exceso. Si ella es verdaderamente un dolor de cabeza y una reina del drama, es posible que sus redes sociales reflejen su necesidad de atención. Fácilmente podrías caer en sus redes de furia y drama si miras constantemente sus actualizaciones de Facebook o Twitter.
    • Si te agrega como amigo, puedes hacer varias cosas.
      • La primera es simplemente ignorar la solicitud. Cuando te pregunte por el tema, dile que no utilizas mucho las redes sociales para hablar de cosas importantes (o que no las usas); o
      • La segunda es responderle así: “Gracias pero no. No acepto solicitudes en este momento por negocios, privacidad, sobrecarga laboral, etc”. Debes añadir algo como: “Ademas, nos vemos muy seguido y prefiero hablar contigo frente a frente”; o
      • La tercera opción es cambiar todo tu perfil a privado, para que no pueda ver quienes son tus amigos. O no digas nada, o dile que dejaste de usar redes sociales, o que solo tienes un pequeño grupo de contactos que no deseas extender por el momento. Si dices que nunca recibiste su solicitud, simplemente la volverá a enviar; pero podrías ganar suficiente tiempo para dejarle la ida de que “vas a revisarlo”. Rehúsate a hablar nuevamente del tema; o
      • La cuarta alternativa es ofrecerle algo más neutral. Ofrécele agregarla a Pinterest y enfócate solamente en sus gustos compartidos. Nada que sea fogoso o atrevido, por supuesto.
    • Procura evitar el término “amigos” cuando estén discutiendo por qué no aceptas su solicitud. Desafortunadamente, el uso de este término en las redes sociales ha provocado que muchas personas se lo tomen en serio. Muchos son en realidad seguidores o fans, pero no “amigos” exactamente. Tu cuñada podría sentirse devaluada si tu insinúas que estás rechazándola como “amiga”.
    • Si ella ya es seguidora de una o más de tus redes sociales, podrías considerar bloquearla y hacer privados algunos de tus perfiles. O lo más probable es que necesites explicarle qué sucedió (con una excusa creíble). Si es una reina del drama, no solo se dará cuenta sino que se sentirá ofendida.
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    Ten cuidado si decides seguir adelante y ser su amigo(a) por redes sociales o por teléfono. Si se comporta de una manera abusiva, es recomendable que mantengas un registro de ello y se lo enseñes a tu cónyuge u otro miembro de la familia en caso de que sea necesario. Graba los mensajes, e-mails, correos de voz, etc. Algunas reinas del drama tienden a atacar cuando nadie más las puede ver y piensan que no tendrás el coraje para contarlo. No se trata de buscar deliberadamente sus errores, pero es una manera de autoprotegerte si algo se sale de control. De cualquier manera, esto tiene que ser el último recurso (si te comportas apropiadamente en las situaciones públicas relacionadas a tu cuñada, todo el mundo sabrá quién se comporta bien en realidad y quién está echándole leña al fuego.

Método 5
Método 5 de 5:
Un futuro más ameno en compañía

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    Arréglenselas para vivir juntos(as). Tú elegiste a tu cónyuge, no a su familia. Si bien su familia es parte del paquete, no son parte de su intimidad como pareja y no comparten el mismo día a día que ustedes dos. Si haces evidente que no te interesan sus celos, insinuaciones, rumores o chismes, pronto se hará claro para ella que sus mezquindades, bajezas y malas actitudes no te afectan como solían hacerlo. Eventualmente, incomodarte dejará de ser algo que disfrute y lo más probable es que tenga que (contra su voluntad) buscar otra persona para burlarse y molestar.
    • Pasa menos tiempo cerca de tu cuñada. ¿En qué ocasiones te la encuentras? Aunque puedas sentir que tendrás que seguir soportándola, puedes encontrar diversas maneas para pasar menos tiempo cerca de ella. Por ejemplo, pídele a otros miembros de tu familia que te busquen en otro momento que no sea cuando ella esté cerca, y más seguido. Pero no lo hagas siempre, o tendrá una causa legítima para quejarse; aunque el tiempo que pasas con tu familia no tiene que incluirla necesariamente a ella. Si vives muy lejos y tienes que hacer visita una vez al año, que sea en tu propia casa para darte algo de reposo.
    • Den caminatas, salgan a la calle y nunca te quedes más del tiempo debido si se trata de un evento familiar que te sacará de tus casillas. Los familiares saben reconocer los puntos de exasperación mejor que cualquiera y, desafortunadamente, a algunos les gusta presionarlos. En esos casos, tu cuñada podría tener probablemente “aliados” para que den el primer toque. Entonces, entre menos tiempo pases cerca de esos momentos de queja, mejor.
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    Escucha de verdad. Cuando estés cerca de tu cuñada, trata de escucharla y de comprenderla en lugar de permitir que tu personalidad defensiva tome el control. Cuando llegue a la cima de su montaña de quejas, en vez de intentar desanimarla diciendo “si crees que eso es difícil trata de ponerte en mis zapatos”, enfócate en ella e intenta discernir cual es el verdadero motivo de sus quejas y chismes. Tus descubrimientos podrían sorprenderte. A manera de respuesta, haz comentarios neutrales como: “Siento mucho que hayas tenido que pagar una factura de electricidad. Debe ser duro con cuatro niños haciéndote cumplir obligaciones cada mes.” No le des consejos ni le digas cómo lo resolverías tú, y nunca te ofrezcas a pagar sus deudas para resolver sus problemas. Son suyos, tú solo la escuchas.
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    Muéstrate compasivo(a). Si tu cuñada ha sido un dolor de cabeza más de una vez e incluso ha hecho cosas para afectarte o hundirte, hay probabilidades de que intente hacerlo nuevamente incluso si tú no le haces caso. Pero si estás listo para ello y estás comenzando a entender de dónde vienen sus problemas (inseguridad, soledad, sentirse de lado, necesidad de recobrar el control), puedes ser compasivo con sus acciones y separarte del drama al mismo tiempo. Si tú no solucionas sus problemas, ella se verá obligada a hacerlo por sí misma y dejará de verte como un objetivo viable para conseguirlo.

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Categorías: Familia política