En ocasiones, mudarte con tus suegros es la única opción que tu cónyuge y tú tienen por el momento. Tal vez tu cónyuge y tú atraviesen problemas económicos, y tu suegra les ha ofrecido ayuda. Por otro lado, quizás tu suegra de edad avanzada requiere más ayuda y supervisión, por lo que vivir con ustedes es la mejor opción para su bienestar. Sin importar los motivos, vivir con una suegra puede ser difícil. Aprende a vivir con ella en relativa armonía creando límites, desarrollar una buena relación con ella y proteger tu matrimonio.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Desarrollar límites

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    Conversen sobre cómo se dividirán las tareas del hogar. Cuando hay varias generaciones de adultos viviendo en una casa, puede ser común que peleen por cosas como cocinar, limpiar y hacer las compras.[1] Quizás tu cónyuge y tú siempre hayan hecho las cosas de una manera determinada, y ahora notan que tienen que ceder a los métodos de tu suegra. Para evitar este dolor de cabeza, conversen sobre los detalles de la casa en una etapa temprana.
    • La manera en la que elijas lidiar con las cosas dependerá en gran medida de tus preferencias personales y las de tu suegra. Si solo van a vivir de esta forma por un tiempo, quizás no tengas problemas en soltar las riendas y tomarte un descanso de algunas de las tareas del hogar. Por otro lado, si se van a mudar con ella de forma temporal, quizás no te importe hacer algunos cambios como la hora de cenar, para acomodarte a su horario frecuente.
    • No obstante, si esta mudanza es permanente, los tres tendrán que determinar quién se encargará de las tareas específicas de ahora en adelante. Por ejemplo, tu cónyuge y tú podrían preferir cocinar la mayoría de las comidas, pero pedirle a tu suegra que ayude a lavar la ropa y limpiar la casa (si tiene las condiciones físicas para hacerlo).
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    Explica tus métodos disciplinarios para tus hijos. Del mismo modo que las tareas del hogar, también tendrás que señalar cómo se aplicará la disciplina en tu entorno de casa diferente. Habrá algunos desacuerdos entre todos los adultos sobre lo que está bien o mal para los niños, pero si conversan sobre la disciplina de antemano, esto puede ser de utilidad para que todos hagan lo mismo y fijen límites claros.[2]
    • Tu cónyuge y tú deben sentarse con tu suegra y explicarle cómo se aplica la disciplina en tu casa. Incluye todo lo que sea relevante, como las faltas graves, los castigos comunes y las peculiaridades de cada uno de los niños.
    • Luego podrías tener que explicarle lo que se espera de ella. Tal vez quieras dejar la disciplina solo para tu cónyuge y para ti. En este contexto, tu suegra tan solo podría avisarle a alguno de ustedes si los niños se están portando mal y dejar que se encarguen del problema. Tan solo asegúrate de que todos entiendan su papel.
    • Asimismo, anímala a apoyar con respeto las decisiones disciplinarias de tu cónyuge y las tuyas, o que por lo menos no las cuestione ni las critique delante de tus hijos. Podrías decirle “Sé que quizás no esté de acuerdo con todas nuestras decisiones, pero sería genial que nos muestre su apoyo delante de los niños”.
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    Aprende a elegir tus batallas.[3] En ocasiones, ceder un poco en un aspecto puede bastar para que todos queden satisfechos. No seas demasiado estricto sobre las cosas pequeñas que no te importen mucho. De esta forma, podrás mantener tu postura sobre las cosas importantes sin lucir inflexible.
    • Por ejemplo, si hay una tarea que es importante para tu suegra y que quiera hacer (como lavar la ropa de una manera determinada), no pelees con ella por ello si el cambio no afectará mucho al entorno de tu casa y no te parece algo muy importante.
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    Decide si tu casa necesita modificaciones. Si tu suegra de edad avanzada se va a mudar a tu casa, podrías tener que realizar algunos cambios de logística a fin de garantizar su comodidad. Muchas familias suelen crear una vivienda para sus suegros en la cual les brindan las áreas esenciales de una casa y permiten que tengan un poco de privacidad.[4] Según la salud de tu suegra, también podrías tener que modificar los baños y otras habitaciones para fomentar la accesibilidad en caso de discapacidades.
    • Conversa con tu cónyuge y el equipo médico de tu suegra para determinar qué cambios se tienen que hacer en tu casa antes de que llegue. Por ejemplo, si tienes una casa de varios pisos, tal vez lo mejor sea instalar a tu suegra en un dormitorio en el primer piso para que no tenga que subir tanto las escaleras. También podrías tener que instalar una rampa al aire libre para facilitar su ingreso si usa una silla de ruedas.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Proteger tu matrimonio

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    Convierte la situación en un esfuerzo en equipo. La comunicación entre tu cónyuge y tú debe ser la principal prioridad durante y después de la transición a vivir con tu suegra. Ambos tienen que estar de acuerdo y tu cónyuge tiene que estar dispuesta a mantener todo límite con su madre. Si no apoya tus pautas, podrías pelear de forma constante con tu suegra por este problema u otro. Además, también podrías pelear constantemente con tu cónyuge.
    • Presentarse como un equipo unido es de mucha importancia. En primer lugar, si tu cónyuge no coopera por completo, tu suegra podría no respetar tu decisión y tratar de combatirla. Si nota que ambos son firmes en torno a sus reglas, esto minimizará las probabilidades de que esto ocurra.
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    Comunica todo problema a tu cónyuge antes que nada. Trabajar en conjunto también significa que debes mencionarle todo problema antes de abordarlo con su mamá. Si lo haces, tendrás la oportunidad de desahogar tus frustraciones en un espacio seguro. Luego ambos podrán concebir un plan de acción como pareja.
    • Tu cónyuge podría querer abordar todos los problema con su mamá a solas o en tu presencia. Respeta lo que decida. No digas nada si tu suegra dice o hace algo que desafíe tus límites.[6] Podrías decir algo de lo cual te arrepientas más adelante.[7] Hablar sin pensar por la furia puede crear con rapidez una división entre tu cónyuge y tú, ya que le habrás faltado el respeto a su mamá.
    • Podrías decirle “Cariño, tu mamá criticó mi crianza delante de los niños hoy. Esto me hizo sentir que no estamos unidos como equipo. ¿Podrías conversar sobre este punto con ella cuando tengas la oportunidad?”.
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    Aprovecha al máximo su tiempo de pareja. Si tu suegra vive en tu casa, esto puede eliminar la intimidad que había entre tu cónyuge y tú. El tiempo que podrían haber pasado juntos viendo televisión luego de poner a dormir a los niños o después de un largo día de trabajo podría verse interrumpido por su presencia. Es vital que ambos valoren y protejan su tiempo a solas, lo que fortalecerá su vínculo a pesar de los cambios en su hogar.[8]
    • Conversa con tu suegra y explícale tus necesidades. Podrías pedirle que cuide a los niños de modo que tu cónyuge y tú puedan tener una cita. Por otro lado, podrías simplemente indicarle que tu cónyuge y tú disfrutan el almuerzo juntos los viernes, y que apreciarías que las cosas se mantengan así.
    • Equilibra tus demandas al hacer muchas cosas como familia, y también anima a tu cónyuge a pasar tiempo con su madre.
    • Esta podría ser una manera de abordar el tema: “Sra. Abril, por lo general cenamos como pareja los viernes. Nos gustaría mantener esta costumbre. Sin embargo, nos gustaría salir a almorzar juntos los domingos como familia, y nos encantaría que viniera con nosotros”.
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    No sacrifiques tus necesidades. Cuida de tu persona de forma constante, sin importar si se trata de una manicura o pedicura semanal, correr o tener una sesión de ejercicios por la mañana, o tomar una deliciosa taza de café antes de que los niños se despierten. Tres generaciones de familiares son mucho de lo cual encargarse. Quizás ahora tengas que cuidar a tus hijos, tu cónyuge y tu suegra. Asegúrate de también tener tiempo para cuidar de tu persona.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Desarrollar una relación con su suegra

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    Compartan un pasatiempo. Desarrollar una relación positiva con tu suegra es algo importante para el bienestar de todos en la casa. Además, mantener un carácter respetuoso y amigable con ella es un buen ejemplo para tus hijos.[9] Una manera de mejorar el vínculo entre ustedes es participar en uno de sus pasatiempos o invitarla a participar en el tuyo.
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    Pídele su opinión de vez en cuando. Incluso si descubres que tu suegra es muy difícil de tratar, aun así será la madre de tu cónyuge y por lo tanto merece tu consideración y respeto.[10] En lugar de no considerarla en las decisiones importantes, consulta con ella. Esto hará que se sienta como un miembro valorado de la familia. Asimismo, pedirle su opinión también podría hacer que te vea de una manera más favorable.
    • Ten en cuenta que pedirle su opinión no siempre significa que seguirás sus consejos. Los abuelos en verdad quieren ser de ayuda. Por lo tanto, incluso si eliges otra opción, aun así le habrás pedido su opinión sobre el asunto y la habrás escuchado.[11]
    • Esta es una manera de pedirle su opinión: “Estábamos pensando en visitar pronto a Cole en la universidad. Nos gustaría ir todos juntos como una sorpresa. ¿Cree que sería mejor ir el primer fin de semana del mes o el último?”.
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    Inclúyela en las actividades familiares. Las familias multigeneracionales se están volviendo cada vez más comunes en la actualidad.[12] Incluso si no estás muy feliz con tener que vivir con tu suegra, contribuye para hacerla sentir parte de la familia. Esto significa que solo compartir comidas o tener conversaciones casuales no basta. Inclúyela en los diferentes paseos para hacer que se sienta como una verdadera parte de la familia.
    • Podrían tener una relación tensa, pero aun así es parte de la familia. Además, es probable que tus hijos adoren pasar tiempo con ella. Invítala a una cena especial para celebrar las buenas calificaciones de los chicos. Pregúntale si quiere ir con ustedes a las vacaciones de verano de este año. Estos actos de amabilidad pequeños podrían ser de mucha utilidad para mejorar su relación.
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    Dale una función, si la desea. En el caso de los padres de edad avanzada, lo último que quieres es hacerlos sentir inútiles o como una carga.[13] Si tu suegra se ha mudado con ustedes, podrías desear tener una forma de contribuir con la casa. Según sus capacidades, ofrécele cierto nivel de autonomía dentro de la casa, de modo que no se sienta como una carga.
    • Por ejemplo, si la mamá de tu cónyuge puede cuidar a los niños de forma segura y eficaz, podría considerar una ofensa que contrates a una niñera. Si todavía puede conducir, podrías asignarle la tarea de recoger a los niños después de la escuela.
    • Pregúntale algo como “Señora, ¿podría ayudarnos con los niños o con la casa de alguna manera? Si le gustaría ayudar, lo apreciaríamos”.
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Advertencias

  • Llevarte bien con tu suegra en tu casa no significa que debas hacer todo lo que diga. Defiende tu postura en lo que respecta a los problemas que consideres importantes (como la disciplina). Siempre recuerda que son tus hijos y tienes la palabra final.
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Acerca de este wikiHow

Tasha Rube, LMSW
Coescrito por:
Máster en Trabajo Social con licencia
Este artículo fue coescrito por Tasha Rube, LMSW. Tasha Rube es una trabajadora social con licencia con sede en Kansas City, Kansas. Tasha está afiliada al Centro Médico VA Dwight D. Eisenhower en Leavenworth, Kansas. Recibió su maestría en Trabajo Social en la Universidad de Missouri en 2014. Este artículo ha sido visto 8261 veces.
Categorías: Familia política
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