El estereotipo de las suegras difíciles ha persistido en muchas culturas por cientos de años. Una suegra podría sentir que su nuera no es lo suficientemente buena o que no es una madre competente. Las suegras en realidad a veces pueden ser complicadas, pero una suegra abusiva puede ser un peligro para tu matrimonio e hijos.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Crear un frente común con tu esposo

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    Habla con tu esposo sobre su madre. Es probable que tu esposo ya sepa que su madre es problemática. Sin embargo, tal vez no se dé cuenta de que en realidad es abusiva. También es posible que no se dé cuenta de cuán mal te sientes con respecto a esta situación. Si planeas abordar los problemas con tu suegra, tu esposo tiene el derecho a saberlo antes de que tomes medidas.[1]
    • Convérsalo en un momento adecuado para ambos. Ambos deben poder conversar con calma y en privado sin sentirse apurados ni amenazados.
    • Empieza formulando preguntas. Puedes preguntarle a tu esposo algo como “¿Cómo te sientes con respecto a tu relación con tu madre últimamente?”. Esto puede dar inicio a la conversación sin expresar lo que opinas de tu suegra.
    • Si tu esposo no cree que su madre tenga algún problema, esto podría dar lugar a problemas matrimoniales más adelante.[2]
    • Debes ser clara con tu esposo. Bríndale ejemplos del maltrato para que pueda comprender tu punto de vista. Puedes mencionarle lo que ocurrió en una reciente visita o lo que tu suegra dijo específicamente.
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    Decide si tomarás medidas sin tu esposo. Es probable que tu esposo no esté de acuerdo contigo en cuanto al comportamiento de su madre. Quizás comprenda tu punto de vista, pero no esté dispuesto a tomar medidas. Ahora debes decidir si estás dispuesta a actuar sin la ayuda de tu esposo.
    • Pregúntale a tu esposo si puede respaldar tus acciones, aunque él mismo no quiera participar.
    • Si decides ir contra la voluntad de tu esposo, esto podría dar lugar a graves problemas matrimoniales. Si abordar el comportamiento de tu suegra es sumamente importante para ti, debes hacérselo saber a tu esposo. A lo mejor esté dispuesto ceder.
    • Si tu esposo se niega a abordar el comportamiento de su madre, esta puede ser una señal de que tu suegra seguirá maltratándote y nunca se abordará este problema. En este caso, quizás tengan que buscar asesoramiento como pareja para que la relación permanezca sana.
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    Comprende los motivos que tiene tu suegra para ser abusiva. Este paso puede ser difícil cuando estás lidiando con alguien que es abusivo contigo o tu familia. Sin embargo, es importante para tratar de ver las cosas desde su perspectiva. A muchas madres les cuesta dejar ir a sus hijos o ver a sus hijos como nuevos padres.[3]
    • Lo más probable es que tu suegra quiera lo mejor para tu esposo y para tus hijos, en caso de que tengan alguno. Recuerda que es algo que tienen en común. Es posible que no estén de acuerdo en lo que es mejor, pero al menos ambos aman a las mismas personas.
    • Presta atención a cualquier diferencia cultural. Si tú y tu suegra vienen de culturas muy diferentes, esto podría explicar algunos malentendidos. No obstante, las diferencias culturales nunca justifican el maltrato.
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    Intercambien papeles, si fuera posible. Tu esposo conoce bien a su madre, por lo que puedes practicar cómo sería hablar con ella sobre su comportamiento abusivo. También puede ser una gran herramienta para unirte con tu esposo y ver en qué parte del problema están de acuerdo.[4]
    • Es posible que tu esposo no se sienta cómodo con intercambiar papeles. Si no, puedes preguntarle si estaría dispuesto a simplemente escuchar mientras hablas de posibles marcos hipotéticos.
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    Acuerden un plan. Una vez que tú y tu esposo hayan llegado a un acuerdo sobre el comportamiento de tu suegra, deben decidir qué harán al respecto. Asegúrate de que el plan sea claro y que ambos se sientan bien con él.[5]
    • Podrías planear simplemente conversar con tu suegra. Decide cuándo y dónde conversarán. ¿Tú y tu esposo estarán presentes? ¿Quién hablará más? Podría incluso ser buena idea anotar un guion para que ninguno de los dos se sorprenda en ese momento.
    • Puedes decidir no confrontar a tu suegra, sino simplemente pasar menos tiempo con ella. Decidan juntos cuánto tiempo pueden aceptar pasar con ella y en qué contextos.
    • Tengan un plan B. Por ejemplo, si pregunta por qué no la han visitado cada semana como de costumbre, debes estar preparada con una respuesta que tú y tu esposo hayan acordado. Tal vez decidas ser muy honesta y decirle “No nos sentimos cómodos con el hecho de que nuestros hijos pasen demasiado tiempo contigo” o simplemente podrías decirle “Hemos estado muy ocupados últimamente”. Planea tu enfoque con tu esposo.
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    Identifica los métodos específicos y las víctimas de maltrato. Es probable que el tipo de maltrato determine cómo confrontes a tu suegra y cómo decidas lidiar con la situación. Recuerda que el maltrato toma muchas formas, pero todas ellas son inaceptables. Si tu suegra se comportó de manera abusiva anteriormente, es posible que aun así tengas que conversar sinceramente con ella. Si todavía se comporta así contigo, es probable que tengas que realizar algunos cambios específicos.[6]
    • Si tu suegra maltrató verbalmente a tu esposo cuando estaba creciendo, tal vez simplemente quieras hacerle saber que conoces esta historia. También puedes decirle algo como “Sé que esto sucedió en el pasado. Para nosotros, ha sido difícil lidiar con esto como pareja, pero ahora estamos determinados a crear un entorno saludable para nosotros y para nuestra familia”.
    • Si todavía te maltrata a ti o a tus hijos, puedes decirle a tu esposo “Sé que no pudiste controlarlo cuando eras niño. Sin embargo, como adultos, ahora tenemos el poder de detener este maltrato y de proteger a nuestros hijos”.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Establecer límites con tu suegra

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    Sé honesta con respecto a la relación. Nunca finjas una cercanía con tus suegros si realmente no eres cercana a ellos. Es completamente aceptable que trates con educación a tus suegros sin hacer nada más por la relación.[7]
    • No adquieras el hábito de referirte a tu suegra como “mamá” o “madre”. Es la mamá de tu esposo, no la tuya.
    • Solo ten un contacto físico con el que te sientas cómoda. No es necesario que abraces demasiado tiempo a alguien con quien te sientes incómoda.
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    Hazte valer. Muchas personas ven que se vuelven más tranquilas o tímidas cuando están con suegras abusivas. Sin embargo, esto puede avivar su comportamiento abusivo. Si tu suegra dice o hace algo hiriente, defiéndete a ti o a tu esposo.[8]
    • Si tienes hijos, asegúrate de que tu suegra conozca y siga tus reglas de crianza. Si se niega a hacerlo, recuérdale que tú eres la madre de tus hijos. Puedes decirle algo como “Sé que tienes bastante experiencia en la crianza. No obstante, hacemos las cosas de una manera diferente en nuestra casa y necesito que lo respetes si vas a pasar tiempo con mis hijos”.
    • Si te dice algo humillante o hiriente, puedes decirle “No me gusta que me hablen de esa manera. Por favor, deja de hacerlo”.
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    Establece los límites con respecto al tiempo que pasarás con ella. Esto es algo de lo que ya debes haber conversado con tu esposo. Es posible que tu esposo opte por pasar más tiempo con tu suegra que el que tú estás dispuesta a pasar con ella. Tu suegra podría preguntarte por qué no has estado yendo con tu esposo o tal vez se sienta feliz de pasar un poco de tiempo sola con su hijo.[9]
    • Puedes hacerle saber a tu suegra de antemano que pasarás menos tiempo con ella. Quizás te pregunte por qué. Depende de ti y de tu esposo si quieren ser completamente honestos con ella.
    • A lo mejor puedan pasar menos tiempo con tu suegra sin tener que hablarlo con ella.
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    Acepta su desaprobación. Si tu suegra ya ha expresado su fuerte desaprobación contigo y con tu familia, es poco probable que cambie de idea. Recuerda que no necesitas su aprobación.
    • Puedes empoderarte al decírselo en voz alta a tu suegra. Por ejemplo, si te dice que tu casa es muy pequeña y desordenada, simplemente puedes decirle “En realidad, nos sentimos contentos aquí. Tal vez no apruebes nuestra casa, pero es excelente para nuestras necesidades”.
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    Establece límites apropiados para la situación. Si tu suegra era o sigue siendo muy abusiva, tal vez tengas que sacarla de tu vida familiar por completo. Si ya no es abusiva, tenerla cerca podría seguir siendo un desencadenante para tu esposo o para ti.[10]
    • Si tu suegra maltrató física o sexualmente a tu esposo cuando crecía, quizás sea imposible reparar la relación. Tu esposo puede hacerte saber qué tanto le interesa tratar de salvar la relación.
    • Un terapeuta familiar puede ayudar a curar las heridas del pasado si el trauma del maltrato es grave.
    • Si tu suegra maltrata físicamente a tu esposo o cualquier persona de tu familia, quizás tengas que comunicarte con las autoridades. Si sospechas o sabes de cualquier abuso sexual, es posible que tengas que comunicarte con la policía de inmediato.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Distanciarte de tu suegra

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    Tómate un tiempo para ti. Puede ser un momento antes de ver a tu suegra o incluso durante una reunión familiar. Tómate un poco de tiempo para ti misma y reflexiona sobre cómo sientes la relación en ese momento.[11]
    • En una reunión familiar difícil, puedes retirarte para caminar un poco alrededor de la cuadra o para llamar a un amigo de confianza.
    • Antes de ver a tu suegra, pasa un poco de tiempo sola. Puedes usar este tiempo para reflexionar y relajarte con el fin de que se te haga más fácil cuando veas a tu suegra.
    • A lo mejor quieras desahogarte con un amigo después de pasar tiempo con tu suegra. Ten a alguien a la mano y a quien puedas llamar en caso de que sea necesario.
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    Múdate para vivir más lejos de ella. Este paso puede parecer radical, pero si tu suegra realmente es abusiva, mudarte podría ser la única opción viable. Muchas parejas se mudan basadas en la proximidad a sus suegros. Vivir más lejos puede evitar intromisiones y visitas indeseadas.[12]
    • Si el maltrato de tu suegra afecta a tus hijos, mudarte más lejos puede ayudarte a asegurarte de la seguridad de tus hijos para protegerlos de ella.
    • Puedes decidir si tú o tu esposo serán o no honestos con ella con respecto a la razón por la que van a mudarse.
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    Si fuera necesario, deja la relación. A veces un esposo no está dispuesto o no puede admitir que su madre es abusiva. Esto puede causar un distanciamiento en la pareja y a veces podría hacer que la relación termine.[13]
    • Si tu esposo no puede admitir que su madre es abusiva, ofrécele acudir juntos a un terapeuta de parejas antes de decidir terminar el matrimonio.
    • Terminar un matrimonio es una decisión importante que no se debe tomar a la ligera. Sin embargo, nunca debes tolerar el abuso con el fin de preservar un matrimonio.
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    Recurre a terapia para recuperarte en caso de que sea necesario. Si tu suegra te ha causado un trauma a ti o a tus hijos, quizás quieras ver a un terapeuta incluso después de que tu suegra esté fuera de tu vida. Puede tomarte años recuperarte de un maltrato, aunque el agresor ya no represente una amenaza.
    • Aunque tu esposo no vea el maltrato, aun así debes lidiar con sus efectos en ti.
    • Los niños pueden verse afectados por el maltrato, aunque no se den cuenta de ello a conciencia. Asegúrate de que puedan hablar sin problema alguno con alguien si se han visto expuestos a un comportamiento abusivo.
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Consejos

  • Si tienes hijos, primero debes pensar en ellos. ¿Necesitan protegerse de tu suegra? ¿Lo mejor para ellos es comunicarse con ella o no? Trata de conversar sobre esto con tu esposo.
  • Conversa acerca del comportamiento de tu suegra con un amigo de confianza o un consejero profesional. Evalúa si realmente es abusiva antes de decidir qué medida tomar.
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Advertencias

  • Existen muchas formas de maltrato. No aceptes ninguna de ellas. Puede ser físico, verbal, emocional o sexual. El abandono también es una forma de maltrato.
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Acerca de este wikiHow

Tasha Rube, LMSW
Coescrito por:
Máster en Trabajo Social con licencia
Este artículo fue coescrito por Tasha Rube, LMSW. Tasha Rube es una trabajadora social con licencia con sede en Kansas City, Kansas. Tasha está afiliada al Centro Médico VA Dwight D. Eisenhower en Leavenworth, Kansas. Recibió su maestría en Trabajo Social en la Universidad de Missouri en 2014. Este artículo ha sido visto 14 958 veces.
Categorías: Familia política
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