Este artículo fue coescrito por Raymond Chiu. Raymond Chiu es el director de operaciones de MaidSailors.com, un servicio de limpieza residencial y comercial líder. Maid Sailors se enorgullece de ofrecer servicios de limpieza excepcionales para el hogar y la oficina a precios razonables.
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La lechada es una mezcla de agua, arena y cemento que mantiene los azulejos en su lugar, y puede ser difícil de mantener limpia. Las líneas de la lechada atrapan fácilmente la suciedad y las manchas, y antes de que te des cuenta, cambian de blanco a negro. Debes aprender a limpiar la lechada para que quede blanca y brillante nuevamente y mantenerla así para que no tengas que limpiarla con tanta frecuencia.
Pasos
Método 1
Método 1 de 4:Utilizar vinagre
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1Realiza una limpieza preliminar. Antes de comenzar con los métodos de limpieza profunda, es necesario que realices una limpieza periódica de los azulejos. Sigue el proceso regular de limpieza, pasando un paño sobre las encimeras y una mopa sobre los pisos. De esta manera, eliminarás toda la capa superior de suciedad y facilitarás tu trabajo.
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2Prepara una solución. En un cubo o un recipiente grande, mezcla de 2 a 4 partes de agua y 1 parte de vinagre blanco destilado. Para conseguir un mayor poder de limpieza, también puedes mezclar ½ cucharadita de detergente líquido.[1]
- Siempre debes diluir el vinagre antes de utilizarlo sobre la lechada. De lo contrario, puede carcomer la lechada junto con la suciedad.
- Nunca utilices vinagre alrededor de azulejos de mármol.
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3Vierte la mezcla en una botella de aerosol. Si mantienes esta mezcla en una botella de aerosol, facilitarás el almacenamiento y la aplicación de la mezcla sobre las áreas específicamente más sucias. Llena la botella de aerosol por completo y luego agita bien la mezcla.
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4Rocía la lechada. Debes comenzar en un área pequeña, que tenga entre 0,1 y 0,2 metros cuadrados (1 y 2 pies cuadrados) en total. Rocía la solución de limpieza sobre la lechada para que se humedezca. Deja que la mezcla se asiente de 3 a 5 minutos para que actúe sobre la lechada.
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5Comienza a restregar. Puedes utilizar una escobilla de tu elección. Algunas buenas opciones son un cepillo de limpieza de cerdas duras, un cepillo de dientes o una esponja Magic Eraser. Debes restregar con fuerza para extraer la tierra adherida de entre los azulejos.
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6Limpia el líquido sucio. Es probable que hayas creado pequeños charcos de líquido sucio sobre los azulejos durante la limpieza. Utiliza un paño húmedo para limpiarlos y escúrrelo en un recipiente separado. De esta manera, mantendrás los azulejos más limpios al final.
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7Completa la limpieza de la lechada. Utiliza el procedimiento anterior para darle una limpieza completa al resto de la lechada. Simplemente concéntrate en eliminar la suciedad y las áreas oscuras de la lechada para dejar al descubierto su color blanco natural.
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8Realiza una limpieza final. Una vez que consideres que la limpieza de la lechada ha terminado, debes llevar a cabo una segunda limpieza de toda el área. Si estabas trabajando en encimeras o el baño, puedes utilizar un aerosol de limpieza genérico y un trapo para limpiar los azulejos. Para tratar los pisos, puedes pasar la mopa sobre los azulejos nuevamente y secarlos con una toalla.Anuncio
Método 2
Método 2 de 4:Utilizar peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio
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1Limpia los azulejos. Antes de agacharte a restregar la lechada, debes realizar una inspección básica y superficial con tu limpiador favorito. Si limpias la lechada del piso, debes barrerlo y pasarle una mopa. Para tratar la lechada de las encimeras del baño y la cocina, debes rociarlas y limpiarlas con tu producto limpiador favorito.[2]
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2Prepara una pasta. En un recipiente pequeño, mezcla peróxido de hidrógeno y bicarbonato de sodio para formar una pasta espesa. Las partes de cada uno pueden variar de acuerdo a la consistencia y el grosor con los que prefieras trabajar.[3]
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3Esparce la mezcla. Utiliza el dedo o un cepillo de dientes para esparcir la pasta sobre la lechada. Comienza solo en un área pequeña, no más grande que 0,1 o 0,2 metros cuadrados (1 o 2 pies cuadrados). Debes mantener la solución espesa y cubrir la lechada por completo. Deja que se asiente de 5 a 10 minutos.
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4Comienza a restregar. Utiliza un cepillo pequeño como un cepillo de dientes (de preferencia, eléctrico) para restregar la lechada. Debes aplicar una presión firme sobre un área pequeña para eliminar la suciedad y las manchas. Si la lechada aún luce sucia, debes agregar más pasta y restregar después de dejar que se asiente durante unos minutos.
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5Termina el espacio. Continúa agregando la mezcla de limpieza sobre la lechada y restregándola. Debes trabajar lentamente para asegurarte de limpiar toda la lechada.
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6Limpia los azulejos. Utiliza un trapo húmedo para limpiar la pasta restante de los azulejos. Termina de limpiar los azulejos como de costumbre con un limpiador en aerosol para encimeras o una mopa y detergente para pisos.Anuncio
Método 3
Método 3 de 4:Utilizar lejía de oxígeno
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1Limpia los azulejos. Elimina toda la suciedad y los escombros de la superficie que pueden hacer que la limpieza de la lechada se vuelva más tediosa. Limpia los azulejos antes de comenzar con la limpieza de la lechada. Sigue tu régimen de limpieza regular barriendo y pasando una mopa sobre los pisos o utilizando un producto limpiador en aerosol para limpiar las encimeras.
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2Prepara una solución. La lejía de oxígeno es un compuesto de cloro seguro que sirve para disolver las bacterias y la mugre mientras blanqueas la lechada. Mezcla partes iguales de lejía de oxígeno y agua tibia y deja que la mezcla se disuelva.[4]
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3Aplica la solución de limpieza. Escoge un área de inicio, que no tenga más de 0,1 o 0,2 metros cuadrados (1 o 2 pies cuadrados) a la vez, y vierte la lejía. Asegúrate de que la lechada quede completamente cubierta con el líquido. Puedes utilizar una botella de aerosol si esto vuelve el proceso más sencillo. Deja que la solución actúe sobre la lechada de 15 a 20 minutos.
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4Comienza a restregar. Una vez que la lejía haya tenido tiempo de asentarse, puedes comenzar a restregar la lechada para eliminar la suciedad y las manchas. Utiliza un cepillo pequeño (como un cepillo de dientes) para restregar la lechada. Puedes agregar más lejía mientras restriegas para mantener el área húmeda y acelerar el proceso de limpieza.
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5Elimina el exceso de líquido. Toma una toalla seca y limpia el líquido sucio que se acumula sobre el azulejo una vez que termines de restregar. Si la toalla se humedece demasiado, debes escurrirla entre usos. De esta manera, te resultará será más sencillo terminar la limpieza al final.
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6Continúa lavando la lechada. Repite el proceso de aplicación de lejía sobre la lechada y restriega hasta que hayas terminado toda el área de azulejos. Para tratar manchas particularmente difíciles en la lechada, puedes aplicar la lejía por una hora o más. Cuanto más tiempo lo dejes remojando, más sencillo será restregar la mancha.
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7Finaliza la limpieza de los azulejos. Haz una limpieza final de los azulejos antes de limpiarlos nuevamente como lo harías con normalidad. Con una limpieza final, vas a eliminar la lejía y la suciedad restantes y dejarás la lechada brillante y como nueva.[5]Anuncio
Método 4
Método 4 de 4:Mantener la lechada limpia
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1Limpia los derrames de inmediato. Si dejas que el jugo de arándano o el de naranja se asiente sobre la lechada durante unas horas, esta es una forma segura de que se manche nuevamente. En cuanto derrames un líquido en el piso, debes limpiarlo con un paño húmedo, hasta eliminar el último rastro.
- Si queda una mancha, debes verter un poco de peróxido de hidrógeno sobre ella. Deja que se asiente durante un minuto antes de limpiarlo con un paño limpio.
- Los derrames secos también pueden manchar la lechada si dejas que se adhieran en el piso. Debes barrer el café molido, las acumulaciones de tierra y otros sólidos poco después de que se derramen.
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2Trata las manchas pequeñas con regularidad. Para evitar tener que hacer una limpieza profunda con demasiada frecuencia, debes tratar las manchas pequeñas a medida que se producen. Aplica la misma solución de limpieza que utilizarías para hacer una limpieza profunda, pero utiliza una botella de aerosol para tratar el área pequeña que deseas limpiar. También puedes probar con otros métodos alternativos para limpiar manchas:
- Utiliza una pasta de bicarbonato de sodio. Mezcla bicarbonato de sodio con un poco de agua para preparar una pasta. Luego, frota el área manchada de la lechada. Deja que se asiente por unos minutos y luego utiliza un cepillo de dientes viejo para restregarla.
- Aplica pasta de dientes blanca. Debes aplicar un poco de pasta de dientes directamente sobre la lechada en cuestión. Luego, frótala utilizando el dedo. Después de unos minutos, utiliza un cepillo de dientes viejo para restregar el área. Por último, límpiala con un trapo limpio y húmedo.
- Utiliza un borrador de lápiz. Para tratar manchas más pequeñas, un borrador de lápiz puede hacer un trabajo sorprendentemente bueno. Escoge un borrador que sea blanco, en lugar de color, ya puedes terminar pintando la lechada del color del borrador.[6]
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3Mantén el área ventilada. A menudo, el moho y los hongos afectan la lechada de los baños, que tienden a permanecer húmedos y empañados durante varias horas. Puedes utilizar un extractor de aire después de bañarte o ducharte, y limpiar los azulejos mojados para evitar que la lechada se llene de moho.
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4Aplica un sellador. Una vez al año, la aplicación de un sellador comercial puede ayudar a evitar que los derrames se filtren rápidamente en los poros de la lechada. Además, ayuda a prevenir el crecimiento de moho y hongos. Escoge un sellador de lechada en una ferretería y aplícalo de acuerdo con las instrucciones del fabricante.
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5Pinta la lechada de un color diferente. A veces, no es práctico mantener la lechada blanca. Si sueles teñirte el cabello, o a tus hijos les gusta utilizar pintura en la cocina, o simplemente no deseas mantener la lechada con un color blanco brillante, considera la posibilidad de utilizar un tinte para lechada y utilizarla para pintarla de un color diferente. Puedes escoger un color que combine con los azulejos o algo completamente diferente para lograr un efecto contrastante.
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6Verifica cuándo reemplazar la lechada. La lechada más antigua comenzará a agrietarse y desmoronarse, y esto empeora a medida que la humedad se filtra y deteriora la parte inferior del piso con el paso del tiempo. Vale la pena reemplazar la lechada cuando es necesario, ya que esto facilita la limpieza y evita que el moho y los hongos se adhieran con demasiada frecuencia.[7]Anuncio
Consejos
- Asegúrate de que las ventanas estén abiertas y la habitación esté ventilada mientras limpias.
- Las grandes tiendas de mejoras para el hogar también venden ácido fosfórico para limpiar la lechada. Tan solo asegúrate de seguir las instrucciones con cuidado para que sepas cómo aplicarlo.
Referencias
- ↑ https://humansciences.okstate.edu/fcs/ohce/site-files/resources/leader-lessons/bailing-wire-cleaning-color-handout.pdf
- ↑ https://www.bobvila.com/articles/cleaning-grout/
- ↑ https://www.bobvila.com/articles/cleaning-grout/
- ↑ https://www.bobvila.com/articles/cleaning-grout/
- ↑ http://articles.washingtonpost.com/2009-04-03/business/36802105_1_grout-oxygen-bleach-solution-oxygen-bleach
- ↑ http://www.thehomefixitpage.com/clean-grout-the-easy-way
- ↑ https://www.bobvila.com/articles/how-to-remove-grout-regrouting-tile/