Cómo limpiar los oídos con peróxido

Todas las personas producen cerumen de manera natural, pero el exceso de esta sustancia puede interferir con la capacidad auditiva, volverse algo incómodo y aumentar el riesgo de sufrir infecciones en el oído.^{[1]
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Fuente de investigación} Muchas personas utilizan hisopos de algodón para limpiarse, pero al hacerlo, pueden empujar el cerumen y colocarlo más profundamente dentro del oído (lo que podría ocasionar daños).^{[2]
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Fuente confiable
Cleveland Clinic
Ir a la fuente} Lo mejor es utilizar peróxido de hidrógeno para este fin. Si tomas las precauciones correspondientes, limpiarte los oídos con este producto puede resultar una experiencia segura y efectiva.

Método 1

Método 1 de 3:
Prepararte

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Consulta con el médico antes de intentar limpiarte los oídos en casa. Los seres humanos están diseñados para producir cerumen. Esta sustancia tiene la importante función de proteger nuestros oídos de las bacterias y los hongos. Es raro producir demasiado cerumen para luego tener que eliminarlo. Sin embargo, si presentas pérdida de la capacidad auditiva, dolor, sensación de llenez o presión en el oído, debes consultar con el médico para asegurarte de que el problema se debe a un exceso de cerumen y no a otra cosa.^{[3]
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Fuente confiable
Cleveland Clinic
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- Un profesional de la salud ejecuta la extracción del cerumen de manera más segura.^{[4]
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  Fuente confiable
  Mayo Clinic
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- El uso de peróxido puede causar daños en el oído si el problema no se debe a un exceso de cerumen.
- Si el médico lo aprueba, puedes continuar utilizando peróxido en casa. Debes pedirle consejos sobre cómo escoger y utilizar productos para la limpieza de los oídos en el hogar.
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Considera la posibilidad de comprar un kit para la extracción del cerumen. A menudo, las farmacias ofrecen kits que ya vienen preparados y resultan sencillos de utilizar en el hogar. A menudo, estos kits contienen suavizadores de cerumen (por ejemplo, de la marca Debrox o Murine) que son productos que contienen una forma blanda de peróxido. Además, estos kits pueden incluir una pera de succión u otras herramientas que podrías necesitar.^{[5]
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Fuente de investigación}
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Reúne tus materiales. También puedes utilizar productos con los que ya cuentas en casa. El proceso de limpieza debe tardar entre 30 y 45 minutos. Debes reunir y preparar los siguientes materiales antes de comenzar a limpiar tus oídos:^{[6]
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Fuente de investigación}
- aceite para suavizar la cerilla (por ejemplo, aceite mineral, aceite para bebé, aceite de oliva o glicerina)
- peróxido de hidrógeno o una solución de peróxido de carbamida (que se encuentra disponible en la mayoría de las farmacias)
  - Debes diluir el peróxido. Asegúrate de obtener peróxido con una resistencia del 3 % o un porcentaje inferior.^{[7]
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    Fuente de investigación}
- 2 recipientes medianos
- 1 gotero
- 1 pera de succión
- 1 toalla limpia
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Calienta el aceite y el peróxido. Es probable que te resulte incómodo colocarte líquidos fríos en el oído, por lo que debes calentar el aceite y el peróxido antes de utilizarlos.^{[8]
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Fuente de investigación} Llena los 2 recipientes con agua caliente. Sumerge el envase de peróxido en uno y la botella de aceite en el otro. Déjalos asentarse por unos minutos para que se calienten. También puedes colocar el aceite y el peróxido en dos recipientes más pequeños y agregarles agua caliente.
- Prueba la temperatura del aceite y el peróxido sobre tu mano antes de colocártelo en el oído. Este debe estar tibio, no caliente.
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Método 2

Método 2 de 3:
Llevar a cabo el procedimiento

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Acomódate. Inclina la cabeza hacia un lado de manera que el oído que vas a limpiar quede apuntando hacia el techo. Para evitar que las gotas de agua caigan sobre tu ropa, debes colocar la toalla limpia debajo de tu cabeza (o en el hombro debajo de la oreja que vas a limpiar). Puedes realizar aquello que te resulte más cómodo.
2
Ablanda el cerumen utilizando el aceite. Coloca un poco de aceite tibio dentro del gotero y deja caer aproximadamente dos gotas en el oído. Con la cabeza aún inclinada, debes dejar que el aceite se asiente dentro del oído durante aproximadamente 3 minutos.^{[9]
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Fuente de investigación}
- Evita adentrar el gotero demasiado en el canal auditivo. Tan solo inserta la punta suavemente y deja que el aceite caiga o se deslice hacia el tímpano.
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Agrega el peróxido tibio. Coloca varias gotas de peróxido en el gotero y déjalas caer suavemente dentro del mismo oído. Luego, déjalo reposar durante 10 minutos.^{[10]
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Fuente de investigación}
- Es probable que percibas un burbujeo o un cosquilleo o sientas picazón mientras el peróxido actúa. También puedes percibir un crujido.
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Enjuágate el cerumen utilizando agua tibia. En cuanto el burbujeo se detenga y se acabe el tiempo, debes tomar un poco de agua tibia con la pera de succión. Inclina el oído que estás limpiando sobre el fregadero. Sujeta la pera de succión en un ángulo de 45° con respecto al oído, y suavemente vierte agua tibia dentro del canal auditivo. Debes jalar la oreja hacia arriba y hacia atrás con la otra mano para enderezar el canal auditivo y permitir que el agua ingrese mejor al oído.^{[11]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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Vacía el oído por completo. Deja que el agua, el peróxido y el aceite se escurran desde el oído hacia el fregadero o hacia la toalla. Es probable que logres detectar cerumen en el líquido que sale. Debes jalarte la oreja hacia arriba y hacia atrás para permitir un mejor drenaje. Luego, suéltala y espera a que todo el contenido se drene por completo.^{[12]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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Seca la oreja suavemente. Debes realizar esto utilizando la toalla. Además, puedes utilizar un secador de cabello en la configuración baja o fría para secarte el canal auditivo.^{[13]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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Límpiate el otro oído. Repite el proceso anterior con el otro oído. Debes volver a calentar el peróxido y el aceite si se han enfriado.
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Realiza este procedimiento tantas veces como lo necesites. Es probable que necesites llevar a cabo este procedimiento varias veces para ablandar el cerumen lo suficiente como para eliminar la mayor parte o la totalidad de este. Puedes intentar repetir el procedimiento durante varios días. Debes consultar con el médico si los síntomas no mejoran luego de varios intentos.
- Una vez que tus oídos se encuentren limpios, puedes llevar a cabo este proceso de limpieza una vez al mes.^{[14]
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  Fuente de investigación}
- Si a menudo tienes dificultades con el exceso de cerumen (y no presentas ningún otro problema en el oído), puedes utilizar aceite una vez por semana para ablandar el cerumen. Debes utilizar de dos a tres gotas en cada oído y enjuagarlos con agua tibia.^{[15]
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  Fuente de investigación} Es probable que el peróxido te reseque demasiado la piel como para utilizarlo semanalmente.
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Utiliza peróxido una vez a la semana si tienes "oído de nadador". Este problema (que se conoce como "otitis externa") es una infección del oído externo (fuera del tímpano) que muchas personas contraen al nadar. Si presentas náuseas con frecuencia y el médico ya te ha diagnosticado en el pasado, debes limpiarte los oídos con peróxido de manera ocasional para ayudarte a prevenir la inflamación.^{[16]
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Fuente confiable
Cleveland Clinic
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- Antes de nadar, puedes colocarte de dos a tres gotas de aceite en cada oído como medida de protección.^{[17]
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  Fuente de investigación}
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Método 3

Método 3 de 3:
Utilizar peróxido de manera segura

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Agrega aceite mineral o aceite para bebé al peróxido si tienes la piel sensible. Es probable que el peróxido de hidrógeno te resulte demasiado duro si tienes la piel sensible. Este producto puede secarte la piel en exceso, lo que resulta irritante si eres propenso a las erupciones o reacciones cutáneas. Si el peróxido seca los canales auditivos, debes intentar agregar unas gotas de aceite mineral o aceite para bebé al peróxido.^{[18]
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Fuente de investigación} Si esto no sirve, puedes utilizar un método alternativo para limpiarte los oídos.
- Puedes probar con agua tibia sola o con una solución salina en su lugar. Puedes preparar una solución salina disolviendo ½ cucharadita de sal en una taza de agua hervida.^{[19]
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  Fuente de investigación}
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Consulta con el médico si presentas indicios de una infección en el oído. Si tienes una infección, no intentes limpiarte los oídos con peróxido. Debes acudir al médico para que te diagnostique y te brinde un tratamiento adecuado. Es probable que necesites administrarte antibióticos, en función de la causa de la infección.^{[20]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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- Si presentas dolor (en especial cuando te acuestas), disminución de la capacidad auditiva y drenaje de líquidos, es probable que tengas una infección en el oído. Además de estos síntomas, también puedes experimentar una sensación de llenez, presión o fiebre.^{[21]
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  Fuente confiable
  Mayo Clinic
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- Debes detectar indicios de una posible infección de oído en los niños (por ejemplo, cuando lloran y se jalan las orejas o presentan dificultades para dormir, escuchar y responder a los sonidos, tienen fiebre de 38 °C (100 °F) a más, muestran pérdida del equilibrio, dejan de comer o se quejan de dolores de cabeza).^{[22]
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  Fuente confiable
  Mayo Clinic
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Mantén el oído limpio y seco si tienes un tímpano perforado. Si el tímpano se perfora o se rompe, no debes colocar ningún líquido dentro del oído. Si presentas este problema, es probable que percibas un dolor o presión crecientes dentro del oído (seguido de un alivio rápido), drenaje de líquidos y pérdida de la capacidad auditiva. Debes acudir al médico de inmediato. Por lo general, los tímpanos perforados se curan solos, pero es probable que necesiten repararse mediante una cirugía. Mientras tanto, debes mantener el oído limpio y seco.^{[23]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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- No debes utilizar peróxido si tienes tubos de timpanostomía en los oídos.^{[24]
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  Fuente confiable
  Mayo Clinic
  Ir a la fuente} Algunas personas se implantan pequeños tubos huecos en el tímpano mediante una cirugía a una edad temprana cuando presentan infecciones frecuentes en el oído.^{[25]
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  Fuente confiable
  Mayo Clinic
  Ir a la fuente} Si alguna vez te sometiste a una cirugía de oído, no debes utilizar peróxido
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Consejos

Debes limpiarte los oídos después de tomar una ducha caliente, ya que el cerumen se encontrará un poco más suave.^{[26]
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Fuente de investigación}
No utilices peróxido ni gotas antibióticas para los oídos al mismo tiempo. El peróxido interfiere con los antibióticos, por lo que debes mantener un rango de separación entre ambas sustancias de al menos 30 minutos.^{[27]
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Fuente de investigación}

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Advertencias

Si el uso de peróxido en el hogar no te despeja los oídos de manera exitosa, debes consultar con el médico. Es probable que necesites que te deriven a un otorrinolaringólogo.
Nunca coloques ningún objeto dentro de tus oídos (esto incluye los hisopos). No intentes extraer el cerumen utilizando un clip o un lápiz. Es probable que empujes el cerumen más adentro y te dañes seriamente el tímpano.^{[28]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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No utilices velas para el oído. No se ha demostrado que funcionen y pueden provocarte lesiones.^{[29]
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Fuente de investigación}
Si al utilizar el peróxido, tus síntomas empeoran o te provoca dolor, debes suspender su uso de inmediato y consultar con el médico.^{[30]
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Fuente de investigación}
Si algo drena desde tu oído o presentas un dolor grave, debes acudir a un profesional de la salud.^{[31]
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Fuente confiable
Mayo Clinic
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