Las semillas de calabaza no solo hacen que tallar calabazas sea más divertido, sino que también son un excelente bocadillo. Para comerlas, debes limpiarlas para eliminar toda la pulpa y las hebras. Al colocarlas en un recipiente con agua, las semillas de calabaza flotan y la pulpa se hunde hasta el fondo, y esto facilita limpiar las semillas.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Retirar las semillas de la calabaza

  1. 1
    Monta un área de trabajo para no hacer un desorden con las semillas. Lidiar con el interior de la calabaza puede resultar en un desorden. Cubre la mesa o el área de trabajo con plástico o toallas de papel para no estropear nada. Esto hará que la limpieza sea mucho más sencilla.
  2. 2
    Corta un agujero en la parte superior de la calabaza para retirar las semillas. La calabaza necesita una tapa para poder retirar las semillas, así que haz un agujero lo suficientemente grande para que quepa al menos tu brazo. Puedes usar un cuchillo o una herramienta de un kit de tallado de calabazas para cortar un círculo alrededor del tallo de la calabaza. Cuanto más grande sea la tapa, más fácil será retirar las semillas.
    • Si quieres esperar hasta que la calabaza esté a temperatura ambiente antes de cortarla, podría ayudar a que el desorden sea menor. [1]
  3. 3
    Retira la tapa de la calabaza. Una vez que hayas cortado un círculo alrededor del tallo, simplemente levántala y colócala a un lado. Ahora tendrás un agujero en la parte superior de la calabaza lo suficientemente grande para alcanzar el interior y retirar todas las semillas.
  4. 4
    Usa un ahuecador o un cucharón de metal para retirar las semillas de la calabaza. Usa un ahuecador, un cucharón o, incluso, solo una cuchara alargada para raspar las semillas y la pulpa. Comienza por el fondo de la calabaza y raspa los lados, retirando todo lo que puedas.[2]
    • Si tienes un kit de tallado de calabazas en casa, puedes usar el ahuecador para retirar las semillas.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 2:
Lavar las semillas

  1. 1
    Coloca todo el contenido de la calabaza en un recipiente grande. Toma todo lo que raspaste de la calabaza; las semillas, la pulpa y las hebras y colócalas en un recipiente. Asegúrate de que el recipiente sea lo suficiente grande para meter todas las semillas y demás y que te quede un poco de espacio.[3]
    • También puedes usar una olla grande en lugar de un recipiente.
  2. 2
    Enjuaga las semillas de calabaza en el recipiente bajo el chorro de agua. Abre el agua y coloca el recipiente debajo del chorro. Comienza a enjuagar las semillas mientras retiras los pedazos grandes de pulpa del recipiente. [4]
    • Puedes tirar la pulpa a la basura o usarla como composta una vez que hayas terminado.
  3. 3
    Enjuaga de nuevo y retira todas hebras que sea posible. Continúa enjuagando las semillas y retira cualquier pedazo grande de pulpa del recipiente. Comienza a tirar de las hebras adheridas a las semillas. Es más fácil retirarlas mientras sostienes las semillas bajo el agua.[5]
    • No es necesario retirar cada hebra o pedazo de pulpa de las semillas. Muchas personas dicen que conservar algo de pulpa y hebras añade sabor, así que depende completamente de ti.[6]
  4. 4
    Llena con agua limpia el recipiente que contiene las semillas. Si quedó agua en el recipiente de la que usaste para enjuagar las semillas, viértela cuidadosamente y llénalo con agua limpia. Ahora todas las semillas deben flotar en la superficie mientras la pulpa y otros pedazos se hunden hasta el fondo del recipiente. [7]
  5. 5
    Retira las semillas de la superficie del agua y colócalas en un colador. Con las manos limpias o con una cuchara, transfiere las semillas que están flotando en la superficie del agua a un colador. Una vez que todas las semillas estén en el colador, enjuágalas con agua del grifo para eliminar todos los residuos.[8]
  6. 6
    Esparce las semillas sobre papel pergamino para secarlas. Después de haber enjuagado las semillas, espárcelas en un pedazo de papel pergamino. Asegúrate de que no se toquen entre ellas para que no se peguen. Al usar pergamino en lugar de toallas de papel, las semillas no se quedarán atascadas.[9]
    • Puedes dejar secar las semillas de manera natural durante 2 o 3 días, removerlas a menudo para que se sequen igualmente por ambos lados. También puedes colocarlas en el horno durante una hora a 160 °C (325 °F).
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad.
Categorías: Nueces y semillas
Anuncio