La fórmica es un material laminado para encimeras que se considera extremadamente popular y versátil. Las encimeras hechas de este material tienen un precio razonable y vienen en una variedad de acabados diferentes (como mate, barnizado, brillante o dimensional). Además, son relativamente duraderas y fáciles de limpiar, aunque es importante que evites el uso de esponjas y productos de limpieza abrasivos. Para limpiar este material, debes escoger un agente de limpieza no abrasivo y un paño suave de algodón. Para eliminar las manchas difíciles, puedes aplicar una mezcla de bicarbonato de sodio y agua.[1]

Parte 1
Parte 1 de 4:
Escoger un agente de limpieza

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    Aplica un detergente lavavajillas suave sobre la superficie. Para limpiar la fórmica, puedes aplicar el detergente directamente sobre la superficie o mezclarlo con agua y luego sumergir una esponja en la solución antes de frotarla sobre la superficie.[2]
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    Prueba con una mezcla de vinagre blanco y agua. También puedes utilizar una mezcla de ambos ingredientes para limpiar este material. Mezcla el vinagre blanco y el agua en partes iguales. Luego, aplícala sobre la superficie.[3]
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    Rocía las superficies de alto brillo con un limpiacristales. Si las encimeras cuentan con un acabado de este tipo, es probable que necesites utilizar un limpiacristales simple para eliminar los rayones o las manchas que puedan aparecer después de una limpieza normal. Para lograrlo, debes rociar el limpiacristales sobre el área afectada y luego limpiarla con papel absorbente o un paño de algodón.[4]
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    Evita el uso de limpiadores que contengan ácido, álcali o hipoclorito de sodio. Estos elementos pueden carcomer, decolorar o dejar marcas sobre la superficie. Por esta razón, solo debes utilizar agentes de limpieza suaves. Revisa la lista de ingredientes de los productos de limpieza para asegurarte de que no dejen marcas sobre la superficie.[5]

Parte 2
Parte 2 de 4:
Limpiar la superficie

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    Frota con un paño de algodón húmedo o una esponja suave. Debes frotar suavemente el agente de limpieza sobre la superficie con un paño de algodón húmedo o una esponja suave. Para eliminar la mayoría de los derrames, solo debes aplicar un poco de fuerza y realizar movimientos circulares.[6]
    • Para limpiar los acabados mates, brillantes o dimensionales, es probable que necesites un cepillo de cerdas de nailon para limpiar la superficie de manera adecuada.
    • Debes evitar el uso de almohadillas abrasivas o estropajos, ya que estos elementos pueden rayar u opacar la superficie de manera permanente.
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    Enjuaga con agua. Una vez que hayas frotado la solución de limpieza sobre la superficie, debes empapar un paño limpio con agua. Exprime el paño de manera que quede ligeramente húmedo y luego frótalo sobre la superficie para enjuagar los restos de detergente.[7]
    • No inundes la superficie. Si viertes demasiada agua sobre la superficie para enjuagar el detergente, esta puede filtrarse en las uniones de la fórmica haciendo que la superficie se deforme.
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    Seca la superficie con un paño de algodón. Utiliza un paño seco o una toalla para secar bien la superficie y eliminar el exceso de agua.[8]

Parte 3
Parte 3 de 4:
Eliminar manchas difíciles

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    Utiliza una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Algunas manchas difíciles reaccionan bien a la mezcla de estos ingredientes. Agrega 1 cucharada (15 g) de bicarbonato a un 1 litro (1/4 de galón) de agua. Luego, aplica la mezcla sobre el área afectada.[9]
    • Deja que la pasta se asiente sobre la mancha durante aproximadamente 5 minutos. Para tratar manchas realmente difíciles, puedes dejar la pasta sobre la mancha durante toda la noche.
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    Limpia la mancha con un paño de algodón húmedo. El bicarbonato de sodio puede ser corrosivo, por lo que no es recomendable que frotes la mezcla sobre la superficie de fórmica. En su lugar, debes utilizar un paño húmedo para limpiar la mancha. De esta manera, evitarás arañar o dañar la superficie y eliminarás la mezcla de bicarbonato y agua.[10]
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    Seca la superficie. Una vez que hayas enjuagado el removedor de manchas, debes secar la superficie con un paño de algodón limpio y seco o una toalla.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Prevenir las manchas

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    Limpia los derrames de inmediato. La mejor forma de prevenir la aparición de manchas difíciles es limpiar todos los derrames de inmediato en cuanto se produzcan. Mientras más tiempo permanezca una mancha sobre la superficie, es más probable que ocasione daños permanentes.
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    Evita colocar elementos calientes directamente sobre la superficie. No debes colocar platos ni sartenes que hayas retirado del horno o la estufa directamente sobre una superficie de fórmica. Estos elementos pueden dejar marcas de quemaduras permanentes o deformar el acabado de plástico. Del mismo modo, no debes colocar una plancha rizadora o un alisador de cabello directamente sobre esta superficie.[11]
    • Siempre debes utilizar una trébede o una almohadilla aislante para proteger la superficie del calor directo.
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    Utiliza una tabla de cortar. Debes evitar cortar los alimentos sobre una encimera de fórmica, ya que los cuchillos afilados pueden rayar la superficie y causar daños permanentes. Como consecuencia, siempre debes utilizar una tabla de cortar si vas a manipular objetos afilados.[12]

Cosas que necesitarás

  • un detergente líquido suave o un limpiador doméstico
  • un paño de algodón no abrasivo
  • un cepillo de cerdas de nailon
  • un limpiacristales
  • bicarbonato de sodio
  • vinagre blanco

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Categorías: Limpieza de la cocina