Muchas estufas de leña domésticas están hechas en su totalidad de hierro fundido grueso. Si bien este material es eficaz para contener el fuego y proporcionar calor al interior de una casa, también lo debes limpiar de manera ocasional. La ceniza se acumula dentro de la cámara de combustión después de cada uso y el interior puede quedar cubierto con restos de humo. Puedes limpiar de manera regular la cámara de combustión, y utilizar un cepillo de alambre y papel de lija para limpiar la parte externa de la estufa.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Limpiar el interior de la estufa

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    Coloca un periódico viejo en el piso frente a la estufa. Haz esto como medida de protección antes de comenzar a sacar las cenizas de la estufa para evitar que caigan al piso. El papel periódico facilita aún más la limpieza. Después de colocar el periódico, debes abrir el amortiguador de aire para que la ceniza adherida caiga dentro de la cámara de combustión.[1]
    • El amortiguador de aire es una perilla pequeña en la parte delantera de la estufa que debes jalar hacia afuera para abrirla. Si la estufa aún se encuentra caliente, debes utilizar una pieza de metal con gancho para abrir el amortiguador de aire.
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    Extrae las cenizas de la cámara de combustión. Abre la puerta de vidrio de la parte frontal de la estufa y utiliza una pala de metal para recoger todas las cenizas restantes del interior. Coloca las paletadas de ceniza en un balde de metal. Debes ser minucioso al limpiar la estufa, ya que lograrás encender el fuego con mayor facilidad si no quedan restos de cenizas en la cámara de combustión.[2]
    • Antes de comenzar a recoger las cenizas, debes asegurarte de apagar el fuego por completo y de que no queden brasas. Si aún quedan carbones al rojo vivo, debes esperar a que se enfríen y se apaguen por completo antes de extraerlos con la pala.
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    Cubre el tacho de cenizas. Una vez que hayas terminado de sacar las cenizas de la cámara de combustión, debes tapar el tacho de cenizas. Coloca el tacho sobre una superficie no inflamable (hecha de ladrillos o azulejos). Es importante que dejes que las cenizas se asienten durante al menos 48 horas antes de desecharlas, en caso de que aún existan carbones encendidos en medio de estas.[3]
    • Es importante que mantengas el tacho cubierto, ya que una ligera brisa podría hacer que las cenizas y el hollín se esparzan por toda la casa.
    • Una vez que hayas arrojado las cenizas, también puedes recoger los periódicos que inicialmente colocaste sobre la alfombra. Debes tener cuidado de no derramar las cenizas sobre el piso. Luego, desecha los periódicos.
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    Desecha las cenizas. En cuanto el balde se llene (después de haber limpiado la cámara de combustión varias veces con la pala), tendrás que desechar las cenizas para vaciarlo. Si resides en un área rural, puedes simplemente caminar unos cien metros lejos de tu casa y esparcir las cenizas en la tierra. Como alternativa, si cuentas con una pila de abono o un jardín, puedes esparcir las cenizas en esos lugares.[4]
    • Si hace mucho viento en el exterior, debes esperar a que disminuya antes de esparcir las cenizas. Las brasas incandescentes pueden volver a encenderse con un viento fuerte.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Limpiar la parte externa de la estufa

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    Raspa el óxido con un cepillo de alambre. Dependiendo de la antigüedad de la estufa y la cantidad de óxido y suciedad acumulada sobre la superficie exterior, es probable que necesites restregarla con fuerza. Debes concentrarte en aplicar el cepillo de alambre sobre la parte superior de la estufa y otras áreas en las que el óxido es evidente.[5]
    • Es muy probable que el óxido se acumule si colocas metal sobre la parte superior de la estufa. Las personas suelen dejar teteras sobre la parte superior o utilizar el calor de la estufa para preparar alimentos en sartenes u hornear la masa del pan. Estos hábitos estimulan la oxidación y la acumulación de suciedad sobre la estufa.
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    Aplica papel de lija sobre la parte externa de la estufa. Una vez que hayas limpiado la mayor parte del óxido y la suciedad acumulada con el cepillo de alambre, puedes utilizar papel de lija para eliminar el óxido restante y, en general, limpiar el exterior de la estufa. Puedes comenzar con un papel de lija de grano grueso (por ejemplo, de 150). Luego, pasa a un papel de lija de grano más fino (por ejemplo, uno tan fino como de 400).[6]
    • Lija toda la superficie exterior de la estufa. De esta manera, eliminarás cualquier marca o rayón que pueda haber dejado el cepillo de alambre o el papel de lija de grano grueso.
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    Limpia la cocina con una solución de vinagre. Una vez que hayas terminado de lijar la estufa, puedes limpiar cualquier mancha persistente de ceniza o suciedad sobre la superficie exterior con una solución de vinagre. Rocía la solución sobre la superficie de la estufa y frótala con unos cuantos trapos viejos.[7] Deja que la estufa se seque antes de encender el fuego nuevamente.
    • Consigue una botella de aerosol vacía para mezclar dos partes de agua y una parte de vinagre. Agrega una pequeña cantidad de detergente lavavajillas. Luego, agita la botella y comienza a aplicar la solución.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Limpiar la puerta de vidrio y la chimenea

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    Consigue un producto limpiavidrios. A menudo, las puertas de vidrio de las estufas de hierro fundido se ennegrecen por completo debido al hollín y al humo acumulados, por lo que pueden ser difíciles de limpiar. El mejor producto que puedes utilizar para esta tarea es una solución específicamente formulada para limpiar los vidrios de las puertas delanteras de estas estufas.[8] Rocía el producto en un par de trapos viejos y luego utilízalos para frotar la puerta de vidrio.
    • Puedes encontrar este producto en una ferretería local. Si tienes problemas para encontrarlo, puedes comunicarte con el personal de ventas para solicitar ayuda.
    • El limpiavidrios contiene amoníaco, por lo que debes tener cuidado de no dañarte los ojos ni inhalar el producto.
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    Prepara una mezcla de vinagre, agua y detergente. Si prefieres utilizar una solución no tóxica para limpiar la puerta de vidrio, puedes buscar o comprar una botella de aerosol vacía y mezcla dos partes de agua con una parte de vinagre claro. Luego, agrega un chorrito de detergente lavavajillas y agita la botella para mezclar los ingredientes. Debes rociar esta solución directamente sobre el vidrio y frotarla con los trapos viejos.[9]
    • Puedes encontrar todos estos productos en una tienda de abarrotes o una farmacia local. Cuando acudas a la ferretería a comprar el resto de materiales que necesitas, es probable que logres encontrar vinagre y una botella de aerosol.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Kadi Dulude

    Kadi Dulude

    Profesional de limpieza de casas
    Kadi Dulude es el dueño de Wizard of Homes, una empresa de limpieza con sede en la ciudad de Nueva York. Kadi lidera un equipo de más de 70 profesionales de limpieza registrados, y sus consejos de limpieza han aparecido en Architectural Digest y New York Magazine.
    Kadi Dulude
    Kadi Dulude
    Profesional de limpieza de casas

    Truco de experto: si tienes una chimenea en tu casa, puedes agregar un poco de cenizas a la mezcla antes de limpiar el vidrio. Las cenizas harán que el vidrio mucho más brillante y reducirán las vetas.

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    Limpia la chimenea y la tapa. La creosota (depósito de alquitrán) se acumula en la parte superior de la chimenea y puede provocar un incendio si la dejas el tiempo suficiente. Para evitar este problema y mantener limpia la parte superior de la chimenea, debes acceder a la parte superior a través del techo. Retira la tapa y utiliza un cepillo de cerdas duras para raspar toda la creosota y los depósitos de ceniza y hollín.[10] Además, debes cepillar toda la creosota acumulada sobre la tapa de la chimenea.
    • Es necesario que te trepes al techo para llevar a cabo este paso, por lo que debes tomar las precauciones de seguridad necesarias. Puedes pedirle a otra persona que te ayude a estabilizar la base de la escalera para que subas al techo.
    • Evita pararte o caminar cerca de los bordes del techo y evita treparte en un día de mucho viento.
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Consejos

  • Asegúrate de que la estufa se encuentre completamente fría antes de comenzar a limpiar cualquier parte de esta (incluida la chimenea).
  • Debes planificar la limpieza de la estufa de hierro fundido al menos una vez cada dos semanas durante los meses en los que regularmente enciendes el fuego. Una estufa limpia produce menos humo y cenizas. Además, calienta la casa de manera más eficiente.[11]
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Cosas que necesitarás

  • papel periódico
  • una pala de metal
  • un balde para cenizas
  • un cepillo de alambre
  • papel de lija (de grano 400 y 150)
  • una solución limpiavidrios
  • trapos viejos
  • un cepillo para chimeneas
  • una botella de aerosol (opcional)
  • vinagre (opcional)
  • un detergente lavavajillas (opcional)

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Categorías: Limpieza de la cocina
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