Los tapones para los oídos protegen la audición de una persona en ambientes ruidosos, como conciertos o lugares de trabajo, o cuando se utiliza un equipo ruidoso, como pistolas o motosierras.[1] Los tapones para los oídos desechables, al igual que los muchos que están hechos con gomaespuma blanda o silicona, se deben desechar después de cada uso.[2] Lava los tapones para los oídos reutilizables con agua y jabón suave. Limpia los tapones con estilo de orejeras al limpiar las almohadillas con agua jabonosa al mismo tiempo que los mantienes a salvo del daño que les puede causar el agua. Limpia los tapones para nadar al enjuagarlos después de cada uso y guardarlos correctamente.

Método 1
Método 1 de 3:
Lavar tapones para los oídos reutilizables

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    Llena un recipiente con agua tibia y jabón. Llena un recipiente pequeño con suficiente agua tibia para sumergir completamente los tapones para los oídos. Añade unas cuantas gotas de un jabón suave, como un jabón para lavar platos. Mezcla el agua con un utensilio para mezclar, como una cuchara, o con las manos limpias para distribuir el jabón a través del agua.[3]
    • Los tapones para los oídos que se usan con regularidad se deben lavar siempre que estén visiblemente sucios o cada pocos días.
    • Los tapones que se utilizan con poca frecuencia se deben lavar después de cada uso para evitar que las bacterias se propaguen en los tapones mientras están guardados en su estuche.
    • Usar limpiadores o jabones fuertes podría acortar la vida útil de los tapones para los oídos o hacer que pierdan su efectividad.
    • Esta técnica de limpieza también se puede usar para los tapones para los oídos con bandas. Sin embargo, tanto los tapones para un solo oído con bandas como los de uso múltiple se deben reemplazar después de las 2 a 4 semanas para que tengan un mejor rendimiento.[4]
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    Inserta los tapones para los oídos en el agua jabonosa. Deja que los tapones se remojen en el agua jabonosa durante unos minutos para que la suciedad se afloje. Algunos tapones para los oídos pueden flotar en el agua. En este caso, sostenlos debajo del agua por unos minutos, o hasta que permanezcan sumergidos en ella.[5]
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    Limpia o frota los tapones para los oídos. Mientras estén sumergidos, usa tus manos limpias para limpiar cualquier residuo o suciedad acumulada. Como alternativa, usa un cepillo de cerdas suaves, como un cepillo de dientes, para limpiarlos.
    • Es posible que tengas que sacar los tapones del agua para que puedas ver mejor. Mueve los tapones en la solución para eliminar la suciedad separada.[6]
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    Enjuaga y seca los tapones para los oídos. Después de la limpieza, enjuaga los tapones con agua fría. Retira el exceso de humedad de los tapones al darles toquecitos con una toalla de papel limpia y seca para acelerar el proceso de secado. Coloca los tapones sobre una toalla limpia para que se sequen al aire. Guardar los tapones para los oídos que aún están mojados podría provocar el crecimiento de bacterias en el material de los tapones.[7]
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    Guarda los tapones para los oídos en un estuche para que se mantengan limpios. Cuando estén completamente secos, guárdalos en su estuche. Si no tienes uno, puedes usar un pequeño recipiente de plástico como sustituto. Guarda los tapones en su estuche (excepto cuando los uses) para mantener su condición y evitar que se ensucien de nuevo.[8]
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    Desinfecta los tapones para los oídos secos, si lo prefieres. Llena una botella de aerosol limpia con una pequeña cantidad de alcohol isopropílico (alcohol de fricción). Rocía ligeramente los tapones para los oídos con alcohol. Colócalos en una toalla limpia para que se sequen al aire. Cuando estén completamente secos, guárdalos en un estuche.[9]
    • Los tapones para los oídos que se usan con frecuencia se deben desinfectar cada semana o después de cualquier tipo de actividad que generó sudor.
    • Los tapones que se usan en raras ocasiones se deben desinfectar después de cada uso o después de una actividad que generó una sudoración intensa.
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Método 2
Método 2 de 3:
Limpiar los tapones con estilo de orejeras

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    Humedece un trapo limpio con agua tibia. Moja un trapo limpio con agua tibia. Exprímelo sobre el fregadero para eliminar el exceso de agua. Vierte un jabón suave, como jabón para lavar platos, encima del trapo. Frótalo para formar una espuma ligera.[10]
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    Evita que el cuerpo de las orejeras se moje. Muchos reductores de ruido con estilo de orejeras tienen partes internas especialmente diseñadas que se pueden dañar o verse comprometidas si entran en contacto con el agua. Abstente de sumergir las orejeras en el agua. Ten cuidado de evitar que el agua gotee en los agujeros de las orejas.[11]
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    Limpia detenidamente las almohadillas para los oídos con el trapo jabonoso. Presta mucha atención a los pliegues en las almohadillas. La suciedad, el cerumen y la piel muerta suelen acumularse en este lugar. Si la suciedad permanece obstinadamente atrapada dentro de una grieta o hendidura, usa un hisopo de algodón humedecido en agua tibia jabonosa o un cepillo de dientes.[12]
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    Enjuaga y seca las orejeras con toallas de papel. Humedece una toalla limpia con agua fría, y limpia el jabón y la suciedad de las orejeras. Usa una toalla de papel seca para secar la humedad restante. Las orejeras ahora estarán limpias y listas para usar.[13]
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Método 3
Método 3 de 3:
Limpiar los tapones para nadar (no moldeables)

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    Enjuaga los tapones para los oídos después de usarlos. El cloro puede permanecer en los tapones para los oídos después de haber nadado. Esto puede hacer que se averíen más rápido de lo normal. Para mantenerlos en las mejores condiciones, enjuágalos bien con agua sin cloro después de cada baño.[14]
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    Deja que los tapones se sequen el tiempo suficiente después de nadar. Colocar los tapones todavía mojados directamente en un estuche, incluso después de un enjuague rápido después de nadar, podría hacer que crezcan bacterias. Los tapones se deben secar completamente al aire antes de guardarlos en un estuche.[15]
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    Lava los tapones en agua tibia y jabonosa. Llena un recipiente pequeño con agua tibia y jabón, y agita ligeramente la solución para distribuir el jabón. Con los dedos limpios, frota suavemente los tapones con un cepillo suave, como un cepillo de dientes. Coloca los tapones sobre una toalla limpia para que se seque al aire.[16]
    • Limpia los tapones para nadar cuando estén visiblemente sucios según la frecuencia que sea necesaria. Para mantener los tapones extremadamente limpios, lo mejor es limpiarlos semanalmente o cada 2 semanas.
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    Guarda los tapones para los oídos en su estuche. Cuando no los uses, siempre deben estar en un estuche. Si no vienen con uno, o lo perdiste, usa un pequeño recipiente de plástico en su lugar.[17]
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Advertencias

  • Lavar la masilla de silicona o los tapones de cera suave, como los que se usan en los tapones para nadar moldeables, comprometerá su capacidad para proteger tu audición. Por esta razón, evita lavarlos.[18]
  • No compartas tapones para los oídos con otras personas.[19]
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Cosas que necesitarás

  • recipiente pequeño
  • paño de cocina limpio
  • cepillo de dientes limpio (opcional)
  • alcohol isopropílico, también conocido como “alcohol de fricción” (opcional)
  • jabón suave (como jabón para lavar platos)
  • toalla de papel
  • botella de aerosol

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Categorías: Cuidado del oído
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