Este artículo fue coescrito por Shari Forschen, NP, MA. Shari es una enfermera registrada en Sanford Health en Dakota del Norte. Recibió su maestría en Enfermería Familiar en la Universidad de Dakota del Norte y es enfermera desde 2003.
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Muchas personas no se han dado cuenta de que la piel es el órgano más grande del cuerpo, ¡pero en verdad lo es![1] Tiene la importante función de proteger el cuerpo de infecciones y gérmenes, por lo que debes cuidarla. Las distintas partes del cuerpo necesitan distintas técnicas de limpieza, pero la mejor forma de cuidar tu piel es convertir la limpieza en una parte de tu rutina diaria.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Limpiarte el rostro
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1Descubre el tipo de piel que tienes en el rostro. La piel cambia a medida que envejeces, sobre todo durante la pubertad, y quizás te sientas confundido con los productos para el cuidado de la piel que encuentras en la farmacia. ¡Son tantas opciones! ¿Cuál deberías elegir? Para encontrar el limpiador adecuado para tu piel, es importante que identifiques primero el tipo de piel que tienes:[2]
- La piel normal no es muy grasosa ni muy seca, tiene muy pocas imperfecciones y no sufre de sensibilidad grave a los productos ni al clima.
- La piel grasosa suele lucir brillante o aceitosa, aunque te hayas lavado el rostro recientemente. La piel grasosa también es propensa a las imperfecciones y a los poros abiertos.
- La piel seca suele ser escamosa, con líneas más visibles y algunas manchas rojizas.
- La piel sensible suele confundirse con la piel seca porque luce seca y roja con frecuencia; sin embargo, la diferencia es que la piel sensible se ve afectada por un ingrediente específico incluido en un producto para el cuidado de la piel.
- La piel mixta es cuando tienes algunas áreas grasosas y otras secas o normales. La piel mixta suele ser grasosa en la zona T (la cual está compuesta por la frente, la nariz y la barbilla) y de normal a seca en el resto del rostro.
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2Lávate primero las manos. Antes de empezar a limpiarte la piel del rostro, asegúrate de lavarte las manos con agua tibia y jabón para eliminar todos los gérmenes, la suciedad y la mugre. No querrás frotarte más gérmenes en todo el rostro.
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3Lávate el rostro dos veces al día con agua tibia y un limpiador suave.[3] Aunque tu piel luzca limpia, es probable que no lo esté. Es muy importante que limpies tu rostro todas las mañanas y todas las noches antes de acostarte, sobre todo si te maquillas o tienes brotes con frecuencia. Recuerda lo siguiente:[4]
- No uses agua muy caliente ni muy fría porque puede dañarte la piel y atrapar la grasa y la suciedad en el interior de los poros.
- Masajea tu rostro con suavidad haciendo movimientos circulares lentos. ¡No lo frotes!, porque esto puede provocar irritación, enrojecimiento o brotes.
- Trata la piel que rodea los ojos aún con mayor suavidad, ya que es el área más delicada y sensible del rostro. Además, ¡no querrás que el limpiador te entre en los ojos!
- ¡No te laves el rostro en exceso! Aunque tengas la piel grasosa, el exceso de lavados puede provocar resequedad y la piel producirá más aceite para compensar, lo cual significa que la piel podría quedarte más grasosa y con más imperfecciones.
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4Averigua si la exfoliación es adecuada para tu piel. Para algunos tipos de piel y algunas afecciones, la exfoliación puede ser de utilidad, como para las pieles dañadas por el sol. Sin embargo, para otros tipos, como las pieles que padecen acné quístico, la exfoliación podría dañarlas. Consulta con un dermatólogo para asegurarte de que la exfoliación sea adecuada para ti.[5] Elige un exfoliante diseñado para tu tipo de piel y que no sea muy áspero. Algunos tipos incluyen:
- Los exfoliantes suaves que contienen perlas, azúcar, sal u otros tipos de exfoliantes naturales.
- Los cepillos suaves para el cuidado de la piel. Pueden ser cepillos manuales u oscilantes, sobre los cuales colocas el limpiador o exfoliante suave antes de pasarlo suavemente en tu rostro.
- Las mascarillas de tratamiento que incluyen ácidos suaves, como el alfa-hidroxiácido o el beta-hidroxiácido para eliminar la piel muerta. ¡Ten mucho cuidado con esta opción y asegúrate de leer las instrucciones!
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5Enjuágate el rostro por completo después de la limpieza o exfoliación. Enjuaga tu rostro con agua tibia para quitar el limpiador; para hacerlo, puedes usar un paño limpio o tomar el agua del grifo con las manos y salpicarla en el rostro con cuidado.[6] Asegúrate de quitar todo el limpiador, porque cualquier residuo podría obstruir los poros y provocar irritación e imperfecciones.[7]
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6Sécate el rostro con un paño suave y limpio.[8] Nunca te seques la piel del rostro con una toalla de manos sucia que tengas en el baño o con la misma toalla con la que te secas el cuerpo; si lo haces, simplemente transferirás nuevas bacterias a tu rostro limpio. Además, es importante que te seques con toquecitos y no te frotes, para tratar la piel con la mayor delicadeza posible.
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7Humecta tu rostro. Aplícate una crema humectante después de secarte el rostro.[9] Mucha gente omite este paso, pero después de la limpieza, es muy importante que te apliques una crema humectante diseñada para tu tipo de piel específico. Las cremas humectantes sellan la humedad en la piel para que no se evapore, lo cual la resecaría. Quizás debas usar más crema humectante o una más espesa durante los meses de invierno.
Parte 2
Parte 2 de 3:Limpiarte el cuerpo
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1Toma una ducha o un baño con agua de tibia a caliente todos los días. Además de eliminar la suciedad y el aceite que pueden provocar acné corporal, tomar una ducha o un baño una vez al día te ayudará a eliminar las bacterias que provocan mal olor corporal.[10] Aunque debes evitar usar agua muy caliente porque elimina algunos aceites importantes de la piel, limpia tu cuerpo con agua más tibia de la que usarías en el rostro, para así eliminar las bacterias.
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2Limpia tu cuerpo en la ducha o en el baño de forma segura. Al igual que con la limpieza del rostro, es importante que tus manos estén limpias y que los productos que uses para limpiar tu cuerpo sean higiénicos. Las barras de jabón y los geles de ducha son higiénicos, pero las esponjas de lufa, los cepillos y los paños, sobre todo los que se comparten, no lo son. Asegúrate de que cada miembro de la casa use únicamente sus propios productos y lávalos o reemplázalos con frecuencia.[11]
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3Exfolia tu cuerpo una vez por semana, concentrándote en las áreas que tienden a sufrir de acné.[12] Debido a que la piel del cuerpo produce más sudor y aceite que la piel del rostro, podrías tener que invertir en un exfoliante corporal para usarlo al menos una vez por semana. Con una esponja de lufa o un paño limpio, haz movimientos circulares suaves, concentrándote en las áreas donde suelen aparecen brotes, como el pecho, el cuello y la espalda.
- No te exfolies en exceso porque esto podría empeorar el acné corporal e irritar la piel.[13]
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4Sécate el cuerpo con una toalla limpia y aplícate loción. La piel del cuerpo es menos delicada que la piel del rostro, pero también es importante que uses una toalla limpia para secarte. Quédate en el baño húmedo y lleno de vapor, y sécate hasta que tu piel quede un poco húmeda; luego aplícate una crema humectante en todo el cuerpo antes de salir.[14] El vapor hace que la humectación sea más duradera porque la crema humectante penetra los poros mientras aún están abiertos.
Parte 3
Parte 3 de 3:Limpiarte las manos
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1Lávate bien las manos y hazlo con frecuencia. Limpiar la piel de las manos varias veces al día es sumamente importante para tu salud y la salud de los demás. Los gérmenes están en todas partes y algunos de ellos pueden hacer que la gente se enferme de gravedad, así que es importante que te laves las manos con frecuencia, sobre todo en los siguientes casos:[15]
- después de usar el baño o cambiar un pañal
- después de jugar en el exterior
- antes y después de visitar a un enfermo
- después de sonarte la nariz o toser, sobre todo si estás enfermo
- antes de comer, servir o preparar cualquier alimento
- si tus manos lucen sucias
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2Usa agua tibia y un jabón suave. Si lo prefieres, puedes usar un jabón antibacteriano, pero el jabón normal funciona igual de bien. Solo asegúrate de usar jabón cada vez que te laves las manos. Si las lavas únicamente con agua, es posible que luzcan limpias, pero aún estarán llenas de gérmenes. Es importante que lo hagas en los baños públicos y en casa, ya que los gérmenes y las bacterias están en todas partes.[16]
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3Limpia todas las superficies de las manos. No frotes el jabón únicamente entre las palmas. Para limpiar de verdad la piel de las manos, es importante que formes espuma con el jabón en ambos lados de las manos, entre los dedos, debajo y alrededor de las uñas, y hasta en las muñecas. Debes hacerlo al menos durante 20 segundos.[17]
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4Sécate con una toalla limpia o con una toalla de papel. Si estás en tu casa o en la casa de un amigo, asegúrate de que la toalla esté limpia. Si usas un baño público, usa una toalla de papel para secarte las manos y luego abre la puerta con la toalla y no con la mano desnuda, y tira la toalla afuera del baño. Es sorprendente la cantidad de personas que no se lavan las manos después de usar el baño, y las manillas de las puertas albergan muchísimos gérmenes.[18]
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5Huméctate las manos cuando lo necesites. Quizás no necesites humectar la piel de las manos cada vez que las laves, pero podría agrietarse como el resto de la piel después de la limpieza. Lleva contigo un tubo pequeño de crema humectante específica para las manos, la cual tiende a ser menos grasosa y se absorbe más rápidamente que las demás cremas humectantes, para que puedas mantener las manos limpias y suaves.
Consejos
- Cuando pruebes un producto nuevo, aplícate un poco en el interior de la muñeca o del brazo y observa si aparece algún enrojecimiento o irritación en las próximas 24 horas. De esta forma, evitarás usar productos a los que seas alérgico o sensible.[19]
- Cambia con frecuencia las fundas de las almohadas, las sábanas, las toallas de mano, las toallas corporales, las esponjas de lufa y los paños, ya que albergan células muertas y bacterias que pueden ensuciar la piel y provocar brotes e irritación.
- Cuando hayas incorporado la limpieza de la piel en tu rutina diaria, puedes agregar el uso de mascarillas y tónicos, que son adiciones excelentes para el régimen de cuidado de la piel. Investiga sobre los diversos tipos de mascarillas (por ejemplo, de gel, de arcilla, etc.) y los tipos de tónicos (es decir, refrescadores para la piel, tónicos para la piel, astringentes) para encontrar los productos adecuados para tu tipo de piel.[20]
- Asegúrate de limpiar todo lo que haga contacto frecuente con tu rostro, como los teléfonos celulares, los anteojos y las gafas de sol, para evitar que el aceite y las bacterias ensucien la piel de la nariz, los ojos y la boca.[21]
- Si el problema de acné corporal continúa después de la limpieza frecuente, trata de usar ropa más holgada. La ropa ajustada no permite que la piel respire, lo cual puede provocar irritación e imperfecciones.[22]
- Lleva contigo una botella pequeña de desinfectante para manos para usarlo incluso cuando no estés cerca del lavamanos.
Advertencias
- Si tienes una erupción o sientes la piel irritada, con picazón o caliente cuando te limpias el rostro, el cuerpo o las manos, suspende el uso del producto de inmediato e infórmaselo a un adulto. También dales un vistazo a los ingredientes para empezar a identificar cuáles son los que te producen alergia o sensibilidad.[23]
- No te laves el rostro con champú ni con jabón de manos, ya que estos contienen ingredientes muy fuertes que pueden dañarte gravemente la delicada piel del rostro.[24]
Cosas que necesitarás
- acceso al agua del grifo
- limpiador facial
- crema humectante para el rostro
- exfoliante facial
- limpiador corporal
- crema humectante para el cuerpo
- exfoliante corporal
- crema humectante para las manos (opcional)
- desinfectante de manos portátil (opcional)
Referencias
- ↑ http://kidshealth.org/teen/your_body/body_basics/skin_hair_nails.html
- ↑ http://teens.webmd.com/skin-care-teens
- ↑ https://www.aad.org/public/skin-hair-nails/skin-care/face-washing-101
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- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/acne/basics/lifestyle-home-remedies/con-20020580
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- ↑ http://www.cdc.gov/handwashing/when-how-handwashing.html
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- ↑ http://kidshealth.org/kid/stay_healthy/body/skin_care.html#
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