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¿Deseas aprender la mejor técnica para mantener tu rostro brillante, saludable y fresco? Lavarse la cara todos los días es una forma sencilla de realzar la piel del rostro, pero es importante hacerlo correctamente para que la piel no se reseque ni se inflame. Ya sea que tengas la piel propensa al acné, la tengas seca y delicada o estés en un punto intermedio de ambos tipos de piel, aprende a lavarte la cara con el método adecuado según tu tipo de piel.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Lavarse la cara todos los días
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1Mójate la cara con agua tibia. Recógete el pelo hacia atrás y mójate la piel con abundante agua tibia. Utilizar agua caliente o fría podría resultar abrasivo para tu piel, mientras que el agua tibia es moderada y no te causará irritación.
- Puedes echarte agua en la cara con las manos o humedecerte la piel con una toalla previamente mojada.
- Mojarte la piel antes de aplicar el limpiador facial ayudará a que el jabón se deslice más fácilmente sobre tu piel, evitando que tengas que usar demasiado jabón.
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2Aplícate el limpiador facial de tu preferencia. Utiliza una cantidad pequeña de limpiador que sea adecuado para tu tipo de piel. Aplícatelo en el rostro con movimientos circulares, asegurándote de que cada zona de tu cara quede cubierta con una cantidad muy pequeña del limpiador. Sigue masajeándote con movimientos circulares por treinta segundos o un minuto.[1]
- Evita utilizar un jabón de manos o cuerpo para lavarte el rostro. La piel del rostro es más sensible que la piel de cualquier otra parte del cuerpo y los jabones agresivos pueden provocar que tu piel quede seca e irritada.[2]
- Si estás usando maquillaje, debes utilizar un desmaquillador especial para quitártelo del rostro, sobre todo del contorno de los ojos. El aceite de coco es un excelente desmaquillador natural.
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3Exfóliate suavemente la piel. La exfoliación es el proceso en el que se frota suavemente la piel para eliminar la suciedad y las células muertas. Al exfoliarte cada pocos días, evitarás que tus poros se tapen y ayudarás a que la piel de tu rostro luzca fresca y radiante. Usa una crema exfoliante o un paño de limpieza para frotarte la piel con movimientos circulares, enfocándote en las áreas que tienden a estar secas o grasosas.[3]
- Exfoliarse con demasiada frecuencia o con mucha fuerza podría irritar la piel. Hazlo solo unas pocas veces a la semana y asegúrate de no frotarte demasiado fuerte. En los días que no necesitas exfoliarte, solo omite este paso cuando te laves la cara.
- Podrías hacer tu propio exfoliante facial utilizando unos cuantos ingredientes caseros. Mezcla 1 cucharadita de miel, 1 cucharadita de azúcar granulada y 1 cucharadita de agua o leche.
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4Enjuágate y sécate dando pequeños toques. Enjuágate la cara con agua tibia, asegurándote de quitar bien todos los restos de limpiador y exfoliante. Sécate el rostro dando suaves toques con una toalla. Trata de no frotarte la cara cuando te seques, ya que eso puede fomentar la aparición de arrugas e irritar la piel.[4]
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5Aplícate un tónico facial para tener un aspecto liso y parejo. El uso del tónico facial es un paso opcional, pero sería una buena idea que lo hagas si deseas que tu piel luzca lisa y sin la apariencia de poros. Aplícate el tónico facial con una bola de algodón y céntrate en las zonas donde los poros estén más abiertos.
- Muchos tónicos comerciales contienen alcohol, pero eso podría resecarte la piel. Busca un tónico facial sin alcohol, sobre todo si tu rostro tiende a descamarse.[5]
- Los tónicos naturales por lo general funcionan tan bien como los tónicos comerciales. Haz una mezcla con porciones iguales de zumo de limón y agua para tener una gran alternativa casera. Una mezcla de aloe, hamamelis y agua de rosas también funcionará bien.
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6Termina el lavado con una crema hidratante. Escoge una crema hidratante formulada para la piel del rostro y aplícate una cantidad del tamaño de una moneda sobre la cara. La crema hidratante ayuda a proteger la piel de los factores externos, manteniéndola joven y radiante.
- Si te lavas la cara justo antes de dormir, usa una crema hidratante más intensa para ayudar a que tu piel se renueve durante la noche.
- Si vas a salir a la calle, usa una crema hidratante que contenga protector solar con un SPF (factor de protección solar) 15 o uno más alto para proteger tu rostro de los rayos solares.
Método 2
Método 2 de 3:Lavar la piel propensa al acné
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1Lávate la cara dos veces al día. Lavarse una vez en la mañana y una vez en la noche es una buena rutina para aquellas personas con piel propensa al acné. El lavado facial matutino refresca tu rostro y elimina las bacterias que hayan podido desarrollarse durante la noche, mientras que el lavado nocturno es importante para retirar el sudor, la suciedad y el maquillaje de la piel. Lavarse la cara más de dos veces al día podría resecar e irritar la piel.
- Muchas personas con acné piensan que lavarse con mucha frecuencia es bueno para la piel, pero en realidad eso no es cierto. La piel del rostro es frágil y el lavado en exceso puede provocar que se desgarre y se debilite.[6]
- Si crees que necesitas refrescar tu piel entre cada lavada, es mejor mojarla con agua tibia en vez de usar jabón u otros productos químicos.
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2Usa un limpiador formulado para la piel propensa al acné. Los limpiadores faciales normales de venta libre a menudo contienen ingredientes que empeoran el acné. Los químicos, el alcohol y los aceites pueden irritarte la piel o hacer que tus poros se tapen, lo que sería lo contrario a lo que deberías hacer si deseas eliminar el acné. Escoge un limpiador que sea diseñado específicamente para la piel propensa al acné.[7]
- No toda piel que sea propensa al acné es grasosa, pues muchas personas con piel seca también tienen acné. Asegúrate de elegir un limpiador facial que sea adecuado para tu tipo de piel y no te la reseque demasiado.
- Si tu grado de acné es avanzado, debes usar un limpiador medicado con ingredientes que maten las bacterias que puedan cerrarte los poros y producirte acné. Habla con el médico para que te recete este tipo de limpiador facial medicado o busca un limpiador de venta libre que contenga ácido salicílico, sulfacetamida sódica o peróxido de benzoílo.[8]
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3No te restriegues la cara. Muchas personas con acné cometen el error de restregarse con fuerza la cara para tratar de destapar los poros. Este método produce pequeños desgarros en la piel que podrían inflamarse y crear peores problemas de acné. Cuando una persona tiene acné, es importante que manipule su piel con mucho cuidado. Exfóliate la cara muy ligeramente y nunca te restriegues bruscamente la piel.[9]
- En lugar de usar un exfoliante facial, trata de utilizar un paño suave de limpieza para frotarte la cara con movimientos circulares.
- Nunca utilices un cepillo para fregar si tienes la piel propensa al acné.
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4Evita utilizar agua caliente. El agua caliente puede hacer que la piel del rostro se enrojezca y se inflame, así que sé precavida y utiliza agua más fresca cuando te laves. También debes evitar los baños faciales de vapor mientras tengas brotes de acné, ya que el calor puede empeorar el problema.
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5Sécate la cara dando suaves toques. Cuando tengas acné, es importante que no te restriegues la piel al secarte la cara con una toalla áspera. Compra una toalla facial suave y úsala para secarte la cara después del lavado. Asegúrate de lavar tus toallas con frecuencia para que tu cara no entre en contacto con las bacterias al momento de secarte.
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6Termina el lavado con una crema hidratante sin aceites. Si eres propensa a tener acné, probablemente tus poros se cierran con gran facilidad. Muchas personas han descubierto que resulta de mucha utilidad el uso de una crema hidratante sin aceites para proteger la piel propensa al acné. Si decides utilizar una crema hidratante con aceites, deberás probarla en una pequeña zona de tu piel y esperar unos cuantos días para ver cómo reacciona antes de aplicar la crema en todo tu rostro.
- El aloe es bueno para calmar la piel irritada y funciona como una gran crema hidratante ligera y sin aceites.
- Si tu piel es particularmente grasosa, podrías decidir no utilizar para nada la crema hidratante, o sino podrías aplicarla solamente en las zonas donde tienes la piel reseca.
Método 3
Método 3 de 3:Lavar la piel seca
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1Lávate una vez al día. Si tu piel es muy seca, lavarte la cara más de una vez al día solo la secará aún más. Es importante que te laves la cara por las noches para eliminar el maquillaje, la suciedad y el sudor en la piel antes de irte a dormir. En las mañanas, solo refréscate la cara con un salpicón de agua tibia o con un paño húmedo en vez de pasar por toda una rutina de limpieza facial. Siempre termina tu lavado facial con una crema hidratante para evitar que la piel de tu rostro se descame.[10]
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2Utiliza un jabón ligero o un aceite como tu limpiador facial. La piel seca solo se pondrá aún más seca cuando la laves, así que es importante que escojas tu limpiador con mucho cuidado. Consigue un limpiador muy ligero formulado para piel seca o trata de utilizar un aceite como si fuera tu limpiador.
- Para usar un aceite como limpiador, simplemente debes mojarte la cara y aplicarte el aceite de tu preferencia (almendras, oliva, jojoba, coco, etc.). Usa un paño de limpieza para frotarte la cara con movimientos circulares, luego enjuágate y retira el aceite con agua tibia.
- Si deseas utilizar un limpiador comercial, busca uno que no contenga lauril sulfato de sodio o lauril éter sulfato sódico. Los sulfatos son agentes de limpieza muy agresivos que te secarán la piel aún más.
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3Exfóliate con frecuencia para eliminar la piel muerta. Si tu piel es tan seca hasta llegar al punto de descascararse, es probable que necesites exfoliarte más de una o dos veces a la semana. Trata de exfoliarte cada dos días, frotándote las zonas de piel seca con un paño suave y aplicando movimientos circulares. Lo más importante es exfoliarse sin resecar aún más la piel ni provocar irritación.
- Si tu piel es extremadamente seca, puedes exfoliarte con aceites. Sumerge la punta de una toalla suave o de un paño de algodón en un poco de aceite de coco (o en otro aceite de tu preferencia). Frótate la cara con el aceite haciendo movimientos circulares. Esto exfoliará y nutrirá tu piel al mismo tiempo.
- No uses una esponja vegetal, un cepillo para fregar o cualquier otro material abrasivo sobre tu piel. La piel seca es más propensa a desgarrarse y arrugarse que la piel normal o grasosa, por lo que es importante manipularla con mucho cuidado.
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4Enjuágate con agua fría o tibia. El agua caliente hará que la piel seca se reseque aún más, así que enjuágate con agua tibia o fría. Utilizar demasiada agua es otra forma de resecar la piel, por eso deberás usar solo uno o dos salpicones de agua. También puedes controlar la cantidad de agua que utilizarás, limpiándote la cara con una toalla húmeda en lugar de darte salpicones de agua en la cara.
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5Sécate la cara dándote ligeros toques con una toalla suave. Usa una toalla suave y mullida para absorber la humedad de tu piel sin jalarla de un lado a otro. Sécate aplicando ligeras palmaditas para evitar que tu piel se inflame o se descame.
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6Termina la limpieza con una crema hidratante. Escoge una crema o loción hidratante diseñada para piel facial seca, así lograrás que tu piel luzca fresca e hidratada. Las cremas hidratantes naturales o caseras generalmente son las mejores para la piel seca, ya que no contienen sustancias químicas que puedan causar irritación y sequedad.[11]
- Busca una crema hidratante que contenga manteca de karité, manteca de coco o algún otro ingrediente humectante que proteja tu piel de la resequedad.
- Si tu piel tiende a descamarse después de unas pocas horas de haberla lavado, podrías aplicarte una gota de aceite de coco o aceite de aloe para refrescarte la piel.
Advertencias
- No te acuestes sin desmaquillarte.
- No utilices dos veces la misma toalla sin haberla lavado.
- No te laves la cara con demasiada frecuencia. Si lo haces, eliminarás por completo la capa natural de grasa protectora, estimulando la producción de sebo más de la cuenta.
- Si tienes la piel sensible, prueba siempre los productos nuevos en una zona segura antes de usarlos en todo el rostro. Aplícate una pequeña cantidad del producto en el dorso de la mano, por ejemplo, y espera diez minutos para ver si la piel se enrojece o se irrita.
Cosas que necesitarás
- Limpiador o jabón facial
- Toalla facial
- Paño o crema exfoliante
- Tónico facial
- Crema o loción hidratante
Referencias
- ↑ https://www.aad.org/dermatology-a-to-z/health-and-beauty/general-skin-care/face-washing-101
- ↑ http://www.today.com/health/youre-doing-it-wrong-heres-right-way-wash-your-face-8C11462859
- ↑ http://www.wsj.com/articles/SB10001424052702304402104579149542082224218
- ↑ https://www.aad.org/dermatology-a-to-z/health-and-beauty/general-skin-care/face-washing-101
- ↑ http://www.marieclaire.com/beauty/how-to/a7053/how-to-wash-your-face/
- ↑ http://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/acne/cleansers
- ↑ http://www.huffingtonpost.com/2013/09/11/get-great-skin-surprising-ways_n_3900170.html
- ↑ http://www.webmd.com/skin-problems-and-treatments/acne/cleansers
- ↑ http://www.wsj.com/articles/SB10001424052702304402104579149542082224218