Las uñas acrílicas requieren una limpieza y un mantenimiento regular para que luzcan saludables, por lo que debes darles una limpieza básica todos los días utilizando una escobilla y un jabón antibacteriano. Las uñas deben secarse por completo después de lavarlas. Además, debes protegerlas y humectarlas para que se mantengan en buenas condiciones. Después de algunas semanas, debes limarlas y pulirlas para ayudarlas a lucir limpias y frescas.

Método 1
Método 1 de 3:
Darles a las uñas una limpieza básica

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    Organiza un área de limpieza cerca del lavabo. Asegúrate de contar con una escobilla para uñas (que puedes conseguir en la mayoría de las farmacias y tiendas de productos de belleza o a través de Internet), un paño, un jabón antibacteriano para manos y una toalla limpia. A falta de una escobilla para uñas, puedes utilizar un cepillo de dientes.[1]
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    Restriega las uñas. Remoja la escobilla y aplícale el jabón antibacteriano. Restriega la parte inferior de cada uña acrílica y tómate el tiempo necesario para eliminar cualquier suciedad que pueda haber quedado atrapada en ese lugar. Luego, debes enjuagarte bien las manos.[2]
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    Limpia la parte superior de las uñas. Luego de restregar la parte inferior, debes limpiar la superficie de las uñas para asegurarte de que queden limpias. Humedece el paño y limpia suavemente la parte superior de las uñas. Debes concentrarte en las cutículas y las áreas que las rodean. Luego, enjuágate las manos una vez más.[3]
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    Sécate bien las uñas. Después de limpiar las uñas acrílicas, debes asegurarte de secarlas por completo con una toalla limpia. El exceso de humedad en la parte inferior puede generar un ambiente propicio para que el crecimiento de bacterias. Para acelerar el proceso de secado, trata de utilizar una secadora de cabello en su configuración más fresca.[4]

Método 2
Método 2 de 3:
Darles manteniendo a las uñas

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    Utiliza guantes mientras llevas a cabo las tareas del hogar. Para proteger las uñas acrílicas, debes utilizar guantes al realizar las tareas domésticas (por ejemplo, lavar los platos o limpiar las encimeras de la cocina). Debes escoger un tamaño de guante un poco más grande que tus manos de manera que cuente con espacio para las uñas acrílicas. Si sufres de alergia al látex y no puedes utilizar guantes de hule estándar, puedes optar por guantes de vinilo o nitrilo.[5]
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    Lleva contigo una escobilla para uñas. Para asegurarte de que las uñas se mantengan limpias, debes llevar contigo una escobilla durante el día. Debes eliminar de inmediato todos los residuos de comida, la suciedad y otros desechos que puedan quedarse adheridos debajo de las uñas para evitar la acumulación. Antes de lavarte las manos (por ejemplo, antes de comer), debes aprovechar la oportunidad para pasar la escobilla rápidamente sobre las uñas y limpiar las partículas pequeñas que se encuentren debajo.[6]
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    Lávate las manos con frecuencia. Asegúrate de llevar a cabo este procedimiento durante todo el día para mantener las uñas acrílicas limpias. Utiliza un jabón antibacteriano para eliminar los gérmenes que pueden acumularse y provocar el crecimiento de hongos en la parte inferior. Debes secarte las uñas por completo después de lavarte las manos.[7]
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    Humecta las uñas y las cutículas. Para mantener las uñas acrílicas con un aspecto limpio y saludable, debes humectarlas de manera adecuada. Las lociones y aceites pueden ayudarte a agregar flexibilidad a las uñas acrílicas para evitar que se rompan o se dañen. Algunas buenas opciones de humectantes incluyen las siguientes:[8]
    • lociones con vitamina E
    • aceite de colza
    • aceite de jojoba
    • aceite de coco
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    Aplica una capa de fijador cada pocos días. Para mantener las uñas limpias, debes aplicar una capa de fijador transparente cada dos o tres días. Este elemento evitará que las uñas se astillen o se agrieten y las mantendrá con un aspecto fresco. Puedes conseguir el fijador en una farmacia local o en una tienda de productos de belleza.[9]
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    Cambia las uñas acrílicas con frecuencia. Para mantener el aspecto saludable de las uñas acrílicas, debes evitar utilizarlas durante más de tres meses. Durante un período prolongado, las bacterias pueden acumularse debajo de las uñas, lo que fomenta el crecimiento de hongos. Debes reemplazarlas con regularidad y esperar por lo menos unos cuantos días hasta que las uñas naturales se recuperen.[10]
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    Retoca las uñas cada dos semanas. Cuando aún te encuentres en el salón colocándote las uñas acrílicas, debes programar una cita con anticipación para que te las retoquen. Si te colocas las uñas acrílicas en casa, debes escribir una nota en tu calendario o configurar una alarma en tu teléfono que te avise dentro de dos semanas que ha llegado el momento de retocarlas.[11]

Método 3
Método 3 de 3:
Refrescar la apariencia de las uñas

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    Lima la superficie de las uñas. Después de algunas semanas, es probable que las uñas acrílicas muestren signos de desgaste o decoloración. Utiliza una lima esmeril estándar para limpiar ligeramente la superficie de las uñas y eliminar todas las marcas o porciones de esmalte amarillento que puedan haberse formado. Debes realizar pequeños trazos circulares y tomarte tu tiempo para pulir la superficie de cada uña de manera uniforme.[12]
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    Nivela la parte inferior de las uñas. A medida que limas las uñas, debes nivelar el espacio visible entre la uña acrílica y la uña natural. Debes pulir ligeramente el borde inferior de la uña acrílica con la lima esmeril hasta que se fusione a la perfección con la uña natural. Evita limar demasiado, ya que podrías dañar las cutículas o las uñas naturales (que son muy sensibles a la aplicación de acrílicos).[13]
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    Desempolva las uñas. Luego de limarlas y pulirlas, debes utilizar un pincel para retirar el polvo acrílico de las uñas. Si no cuentas con un pincel para desempolvar (que puedes conseguir a través de Internet o en una tienda de productos de belleza), puedes utilizar un pincel de maquillaje viejo. Para evitar la acumulación de polvo acrílico, debes pasar el pincel sobre las uñas con frecuencia durante todo el proceso de pulido.[14]
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    Aplica el fijador. Después de desempolvar las uñas, debes aplicarles el fijador transparente. Aplica una capa delgada en lugar de una gruesa. Si deseas más cobertura, puedes aplicar una segunda capa después de que la primera se haya secado. Utiliza un pincel para labios para limpiar el esmalte que quede fuera de las líneas de las uñas.[15]
    • Una vez que el fijador se haya secado, puedes aplicar una capa de esmalte del color de tu elección (si deseas).

Cosas que necesitarás

  • una escobilla para uñas
  • un paño
  • un jabón antibacteriano para manos
  • una toalla limpia
  • guantes de hule, nitrilo o vinilo
  • una crema humectante (por ejemplo, una loción con vitamina E o aceite de coco)
  • una lima esmeril
  • un pincel para desempolvar
  • un fijador de esmalte

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Categorías: Cuidado de las uñas