Muchos cigarrillos electrónicos cuentan con un sistema de tanque o atomizador reutilizable que contiene el e-líquido en una cámara en la que está expuesto a un calentador. Esta cámara, llamada atomizador o tanque, tiene que limpiarse con regularidad para evitar daños y que siga funcionando bien. Si quieres hacerle una limpieza rápida o cambiar a un e-líquido diferente, enjuagarlo con agua caliente con frecuencia bastará. Cuando se le acumule la suciedad, tendrás que usar un licor fuerte y sin sabor para que quede limpio nuevamente.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer una limpieza rápida

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    Desarma el dispositivo. Retira la boquilla y la batería del cigarrillo electrónico. Saca las partes de arriba y de abajo del atomizador y desecha el e-líquido que quedara. Sigue desarmando el atomizador y las piezas que estén adheridas a él, pero cuida de recordar dónde va cada una.[2]
    • Desarma el atomizador lo más que puedas para que puedas limpiar las piezas de forma individual.
    • Haz un diagrama si crees que te ayudará al momento de volverlo a armar.
    • Ten en cuenta que la forma de armar varía de acuerdo a los diversos dispositivos.
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    Pasa agua caliente por el atomizador. Sostenlo debajo de un grifo abierto con agua caliente por unos 20 segundos más o menos. Haz que el agua esté lo más caliente posible sin que lo esté demasiado como para no poder tocarla, lo que contribuirá a enjuagar el e-líquido que quedara.[3]
    • Usa un grifo que tenga una corriente de fuerza moderada.
    • Si limpias el atomizador con regularidad y evitas que se formen depósitos de e-líquido adentro, normalmente el agua caliente bastará para limpiarlo.
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    Pasa papel toalla por adentro del atomizador. Retuerce el extremo de un pedazo pequeño de papel toalla o un paño chico de microfibra y mételo por una de las aberturas del atomizador. Después, gíralo y pásalo de adelante hacia atrás por el interior para limpiar los residuos de agua.[4]
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    Limpia las demás piezas de manera individual. Ten las piezas que le quitaste al atomizador en un recipiente de agua caliente. Así no se te perderá ninguna y remojarlas un rato contribuirá a limpiarlas.[5]
    • Usa un paño pequeño de microfibra o un cepillo de dientes limpio para lavar las piezas que componen el atomizador, en especial las que tengan partes finas como hilos.
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    Déjalo secar por 10 minutos con el aire. Sin importar cuán bien seques el atomizador y las demás piezas, es muy probable que les quede un poco de agua. Por ello, deja que se sequen todas las partes al menos por 10 minutos antes de armarlas y volverlas a llenar.[6]
    • Simplemente deja que el atomizador y las demás piezas se sequen con aire. No los hagas secar con calor o luz solar directa, pues correrás el riesgo de debilitar o lastimar algunas piezas.

Método 2
Método 2 de 3:
Hacerle una limpieza profunda

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    Limpia con un licor fuerte. Un tipo de alcohol fuerte y sin sabor, como el vodka, será el disolvente ideal para destruir los depósitos resistentes de e-líquido. Humedece un paño de microfibra o papel toalla con el licor y frota las áreas sucias hasta retirar el e-líquido. Luego, frota y enjuaga con agua caliente.
    • Aunque el alcohol isopropílico (90 %) también funciona, puede ser tóxico si no enjuagas y secas muy bien el atomizador después de la limpieza.[7]
    • El jabón y los demás detergentes son innecesarios al momento de limpiar un vaporizador y podrían dejar un residuo desagradable.
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    Usa una máquina para limpiar joyas si quieres limpiar depósitos resistentes. Las máquinas de ultrasonido para limpieza de joyas están diseñadas para quitar residuos de objetos pequeños y frágiles, por lo que son perfectas para limpiar el atomizador. También hay dispositivos similares especialmente diseñados para limpiar cigarrillos electrónicos. Si tienes acceso a una de estas máquinas, llénala con agua caliente destilada, vodka o alcohol isopropílico y úsala de acuerdo a las instrucciones que vienen con ella.[8]
    • Puedes comprar estas máquinas en diferentes tiendas de cigarrillos electrónicos o en Internet. Por otro lado, quizás puedas llevar tu equipo a una de estas tiendas y mandar a que te lo limpien.
    • No dejes que las piezas con componentes de plástico, goma o vinilo se queden remojando en alcohol por mucho tiempo.
    • Normalmente un ciclo en una de estas máquinas será suficiente para limpiar el atomizador y las demás piezas.
    • No olvides enjuagarlo y secarlo por completo después de limpiarlo.
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    No lo remojes ni lo hiervas. No es recomendable dejarlo remojando de un día para otro en agua o en alcohol, pues el equipo podría deteriorarse. De igual modo, hervirlo también podría lastimarlo. Aunque estos métodos funcionan para algunas de las piezas, significan un riesgo innecesario.[9]

Método 3
Método 3 de 3:
Limpiar el equipo de manera regular

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    Limpia el atomizador semanalmente. La limpieza semanal es importante para evitar daños o el deterioro innecesario de tu dispositivo. Limpiar constantemente evitará también que el e-líquido viejo se acumule en el atomizador, lo que podría tener un efecto negativo en la calidad de tu experiencia con el cigarrillo electrónico.[10]
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    Lava el atomizador cuando cambies de sabor. Es importante limpiarlo cuando cambias de tipo y de sabor de e-líquido. Si no lo limpias por completo cuando cambias a un nuevo sabor, podrías experimentar una “sombra de sabor” o el sabor anterior combinado con el nuevo.[11]
    • Incluso si el atomizador parece vacío, el e-líquido de las cargas anteriores forma una capa en las paredes del tanque y permanece en la mecha y la resistencia del dispositivo. Para quitarle el sabor, tendrás que limpiar el atomizador.
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    Cambia las piezas cuando fuera necesario. En la disposición de varios cigarrillos electrónicos, la mecha y la resistencia que se usan para generar vapor están cerca o adentro del atomizador. Entonces, por lo general limpiarás estas partes al mismo tiempo que el atomizador. Cuando lo hagas, revísalas para ver si están desgastados. La resistencia en particular se debe cambiar con regularidad.[12]
    • Si el atomizador viene con aros de silicona, revísalos para ver si están dañados o deteriorados cada vez que lo limpies. Cambia los aros cuando no estés seguro si están en buen estado.
    • Si el vapor sabe a quemado, incluso después de una buena limpieza, lo más probable es que tengas que cambiar la resistencia.
    • Otros signos de que la resistencia o alguna otra pieza podría requerir un cambio son que salga menos vapor por el dispositivo, que haya filtraciones o que el vapor sea insatisfactorio.

Cosas que necesitarás

  • un recipiente de agua caliente
  • un licor fuerte y sin sabor como Everclear
  • papel toalla o un paño de microfibra
  • un cepillo de dientes (opcional)

Advertencias

  • Vaporizar no se debe considerar como una alternativa segura a los cigarillos combustibles para fumar. Aunque los cigarrillos electrónicos son diferentes, de igual forma, implican riesgos de dependencia a la nicotina, problemas del corazón, entre otros.[13]

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Categorías: Fumar