Las perforaciones en el cartílago son una divertida expresión de moda, pero requieren muchos cuidados mientras sanan. Trata la perforación delicadamente y siempre lávate las manos antes de tocarla. Limpia el área dos veces al día con una solución de agua con sal y retira las costras sueltas que se formen. Revisa que la perforación no tenga signos de infección y ¡evita la tentación de torcerla o jugar con ella!

Método 1
Método 1 de 3:
Limpiar la perforación frecuentemente

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    Lávate las manos. Siempre lávate bien las manos con un jabón antibacteriano antes de manipular una perforación en el cartílago. Tocar el área perforada puede introducir bacterias u otros patógenos al cuerpo.
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    Remoja la perforación. Disuelve 1/4 de cucharadita de sal marina en una huevera con agua tibia. Coloca la parte perforada de tu oreja en el agua. Retírala después de 2 a 3 minutos de remojarla.[1]
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    Retira suavemente la acumulación de secreciones que quede suelta. Limpia cualquier acumulación de secreciones que haya quedado suelta alrededor de la perforación. Moja un trozo de gasa y frota suavemente los residuos para eliminarlos. Si la costra que se formó no se retira fácilmente, déjala y no uses fuerza para aflojarla.[2]
    • Siempre que limpies la perforación del cartílago, evita el uso de bolas de algodón o bastoncillos, ya que pueden dejar pelusa. También pueden quedarse atrapados en la perforación, lo que podría causar lesiones en la oreja.
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    Seca el área perforada. Seca suavemente el área perforada con una toalla de papel. Evita usar una toalla compartida, que pueda esparcir bacterias y causar una infección. No frotes la perforación, ya que podrías hacer que empeore mientras sana.[3]

Método 2
Método 2 de 3:
Mantener limpia la perforación

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    Evita jugar con la perforación. Mientras sana, evita manipular la perforación en el cartílago por cualquier otra razón que no sea limpiarla. Girar o torcer la joyería podría provocar una infección. La perforación solo se puede tocar con las manos recién lavadas.[4]
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    Asegúrate de que tu ropa y sábanas estén limpias. Para evitar una infección, asegúrate de que tu ropa y sábanas estén limpias. Durante el proceso de curación, la ropa que podría tocarte la oreja (p. ej. una sudadera con gorra) debe lavarse después de cada vez que la uses. Asegúrate de lavar al menos una vez a la semana las sábanas de la cama (especialmente las fundas de las almohadas).[5]
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    No uses químicos agresivos en el sitio de la perforación. Evita usar alcohol o peróxido en la perforación, ya que pueden secarla mucho y dañar la piel. Los jabones antibacterianos y las barras de jabón humectante pueden dejar residuos que podrían contribuir a una infección o a que la perforación tarde más tiempo para curarse.[6]

Método 3
Método 3 de 3:
Revisar si la perforación está infectada

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    Vigila el color del sitio de la perforación. Es normal que la piel alrededor de la perforación esté enrojecida durante los primeros días después de perforarla, pero el enrojecimiento después de 3 a 4 días es un posible signo de infección. De manera similar, los cambios de color de la piel alrededor de la perforación (p. ej. a un tono amarillento) pueden indicar que está infectada. Revisa el color de la perforación en el espejo dos veces al día, preferentemente antes de limpiarla.[7]
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    Presta atención a la aparición de pus verde o amarillo. Durante el proceso de curación, es normal que se produzca una leve secreción blanca. Si observas pus con un tono amarillo o verde, es probable que la perforación esté infectada. Revisa si hay pus en la oreja antes de limpiarla, ya que podrías lavar el rastro de la secreción.[8]
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    Revisa si hay sangrado o hinchazón. El sangrado prolongado en el sitio de la perforación no es normal y es motivo de preocupación. De manera similar, la hinchazón que no disminuye después de 3 a 4 días puede ser un signo de infección. Revisa el área perforada diariamente.[9]
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    Contacta al médico si aparecen signos de infección. Si la perforación desarrolla signos de una infección bacteriana, contacta al médico o visita una clínica de atención inmediata. Un médico puede prescribirte antibióticos o ungüento antibacteriano para tratar el problema. Si no se trata, una infección en el cartílago podría provocar un absceso, que generalmente requiere cirugía y puede dejar las orejas deformadas.[10]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Jef Saunders

    Jef Saunders

    Especialista profesional en piercing
    Jef Saunders ha realizado piercings de manera profesional durante más de 20 años. Es el coordinador de relaciones públicas de la Asociación de Perforadores Profesionales (APP, por sus siglas en inglés), una organización internacional sin fines de lucro dedicada a educar al público sobre la salud vital y la seguridad de los piercings corporales. Asimismo, enseña sibre pearcings en Fakir Intensives. En 2014, Jef fue elegido miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Perforadores Profesionales. En 2015, Jef recibió el premio al mejor presidente de la APP por parte de Brian Skellie.
    Jef Saunders
    Jef Saunders
    Especialista profesional en piercing

    Si tu piercing te causa incomodidad sin tocarlo, tendrás que acudir al artista de piercing. El dolor al dormir con el piercing o mientras limpias el área suele ser normal. Si sientes dolor mientras estás sentado y sin prestarle atención al piercing, pero te distraes por la incomodidad, esto no es normal. Acude al artista de piercing o al doctor.

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