Limpiar la lengua de un bebé es una parte importante en el mantenimiento de la higiene bucal desde una edad temprana. No necesitarás ningún equipo especial para limpiar la lengua de tu bebé. Todo lo que necesitas es un paño limpio o un hisopo de algodón esterilizado y un poco de agua tibia. Carga al bebé con un brazo y trata de que abra la boca. Frótale la lengua para quitarle la capa blanca e inspecciónale la boca para ver si hay algún signo de candidiasis oral.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Tomarte el tiempo para limpiar la lengua de forma segura

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    Limpia la lengua del bebé dos veces al día. Dedica un tiempo por la mañana y por la noche para limpiarle la lengua al bebé, como lo harías al cepillarte los dientes siendo adulto. Evita limpiarle la lengua al bebé inmediatamente después de alimentarlo, ya que esto podría hacer que el bebé vomite.[1]
    • Aunque no es necesario limpiar la lengua del bebé varias veces al día, algunos padres prefieren hacerlo después de cada comida.[2]
    • Empieza a limpiar la lengua del bebé cuando tenga solo unos pocos días de vida. Esto te ayudará a establecer una buena rutina.
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    Elige entre limpiarle la lengua al bebé con un paño o con hisopos de algodón. No necesitas ningún equipo especial para limpiarle la lengua a tu bebé. Muchos padres optan por limpiar la lengua de los bebés con un trozo de tela limpio de gasa o algodón. Otros padres optan por usar hisopos de algodón esterilizados.[3]
    • Prueba a usar tanto un paño como un hisopo de algodón para ver qué método te resulta más fácil.
    • Asegúrate de usar una nueva pieza de gasa o un nuevo hisopo esterilizado cada vez. Si vas a usar un paño de algodón, asegúrate de lavarlo después de cada uso.
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    Lávate las manos antes de limpiarle la lengua al bebé. Lávate las manos con agua tibia y jabón. Luego, sécatelas con una toalla limpia. Es importante que te asegures de tener las manos limpias para evitar que los gérmenes se propaguen.[4]
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    Humedece la tela o el hisopo con agua tibia. Si utilizas un trozo de gasa, envuélvetelo alrededor del dedo índice. Sumerge el hisopo o el dedo envuelto con la tela en agua tibia. Solo necesitas humedecer un poco, sin necesidad de saturar la tela o el hisopo de algodón.[5]
    • Comprueba primero la temperatura del agua aplicándotela en la muñeca para asegurarte de que no esté demasiado caliente para el bebé. Si no estás seguro, usa un termómetro para revisar si la temperatura es aproximadamente de unos 38 °C (100 °F).[6]
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Limpiar la lengua del bebé y revisar si tiene candidiasis oral

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    Carga al bebé con un brazo. Levanta al bebé y apóyalo contra tu cuerpo, usando un brazo para sostenerle la cabeza y el cuello. Mantén el otro brazo libre, ya que necesitarás una mano libre para limpiarle la lengua.[7]
    • Trata de mantener la cabeza y el cuerpo del bebé contra el tuyo, ya que esto hará que se sienta seguro y protegido mientras le limpias la lengua.[8]
    • Asegúrate de sostener al bebé de manera que puedas ver fácilmente el interior de su boca.
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    Baja el labio inferior del bebé para animarle a abrir la boca. Baja suavemente el labio inferior de tu bebé y coloca la punta del dedo dentro de la boca una vez que la abra. Puede ser útil elegir un momento en el que el bebé ya tenga la boca abierta o esté sonriendo.[9]
    • Puedes estimular al bebé para que sonría hablándole o cantándole.[10]
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    Frota la lengua del bebé con un movimiento circular para limpiarla. Mete el paño o el hisopo en la boca abierta del bebé. Limpia la superficie de la lengua del bebé para eliminar la capa blanca causada por la leche. Procura limpiar toda la lengua de una sola vez, ya que algunos bebés se ponen muy nerviosos cuando se les limpia la lengua.[11]
    • Ten cuidado de no meterle todo el dedo a la boca del bebé. Esto podría causar que vomite o tenga náuseas.[12]
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    Inspecciona la boca del bebé para ver si hay una capa blanca que no se pueda quitar. Si limpias la lengua del bebé regularmente pero tiene manchas blancas adheridas, esto puede significar que el bebé tiene candidiasis oral. Lleva al bebé al médico para que te aconseje y lo trate si las manchas blancas no desaparecen en unos días o si el bebé presenta síntomas preocupantes.[13]
    • La candidiasis oral es una infección fúngica común en los bebés. Normalmente no es nada de qué preocuparse, pero debes llevar al bebé al médico o a un farmacéutico para comprobar que todo esté bien. Los síntomas de la candidiasis oral incluyen irritabilidad al alimentarse, manchas blancas o de color crema en el interior de la boca y, a veces, pérdida de peso.[14]
    • La candidiasis oral normalmente desaparece por sí sola en unos pocos días, pero también puede ser tratada con geles y gotas antimicóticas. Si estás amamantando al bebé, tendrán que ponerte en tratamiento al mismo tiempo para evitar que la infección se transmita de un lado a otro entre el bebé y tú.
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Consejos

  • No necesitas usar nada más que agua tibia para limpiar la lengua del bebé. La pasta de dientes para bebés solo es apropiada para bebés mayores de 18 meses.[15]
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Categorías: Higiene bucal
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