Este artículo fue coescrito por Rebecca Kason, PsyD. La Dra. Rebecca Kason es una psicóloga clínica licenciada en Nueva York y Nueva Jersey. Se especializa en salud mental adolescente, terapia conductual dialéctica y terapia cognitivo conductual. Ha tenido un gran éxito en el tratamiento de clientes con problemas de desregulación emocional, trastornos conductuales, dificultades interpersonales, conflictos familiares, ansiedad, depresión y fobias. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de Delaware, una maestría en psicología aplicada y un doctorado en psicología clínica de la Universidad de Long Island. La Dra. Kason completó una pasantía acreditada por la APA en Mount Sinai Services. Es miembro de la Asociación Americana de Psicología y la Asociación para Terapia Cognitiva y del Comportamiento.
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Tener un buen sistema de apoyo social es importante para mantener la salud emocional. Las personas que tienen relaciones cercanas con sus familiares y amigos son más felices, sufren menos estrés e incluso son más saludables que las demás. Sin embargo, aunque tengas relaciones excelentes, para tus seres queridos será difícil ayudarte en los momentos difíciles si no saben lo que necesitas. Puedes lograr que tu sistema de apoyo te ayude si estableces relaciones sólidas con tus familiares y amigos, comunicas tus necesidades con claridad y devuelves el favor cuando los demás también necesiten ayuda.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Hacerles saber a los demás lo que necesitas
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1Admite que necesitas ayuda. Algunas veces, es muy difícil reconocer cuando estás en problemas o necesitas un poco de ayuda. Quizás hayas tratado de asumir el papel de superhéroe y hacer todo por todos. Sin embargo, esa mentalidad puede agotarte o provocar resentimiento a largo plazo.
- Debes estar dispuesto a admitir que estás pasando por un momento difícil y darles a tus seres queridos la oportunidad de apoyarte. Dale un vistazo a tu vida cotidiana. ¿En qué áreas tienes dificultades? Luego, piensa en quiénes puedes confiar para que te ayuden sin prejuicios. Podrían ser tus amigos, familiares, vecinos o las personas que asisten a la misma iglesia que tú. Haz una lista de todas las personas en quienes confíes y ponla en el refrigerador para encontrarla fácilmente cuando la necesites.
- En este paso, no debes tomar ninguna acción. Lo único que debes hacer es analizar algunas de las áreas donde tienes dificultades e identificar a algunas personas que podrían tener la voluntad de ayudarte.[1]
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2Identifica las áreas donde necesites más ayuda. Evalúa lo que se te dificulta hacer a solas. Sé sincero contigo mismo sobre las áreas de tu vida donde necesitas más apoyo emocional o práctico.[2]
- Por ejemplo, si recién pasaste por una ruptura, quizás necesites la compañía y la comprensión de alguien.
- Tal vez cuides de un ser querido enfermo desde hace un tiempo y necesites un poco de ayuda para hacer diligencias y limpiar.
- También es posible que hayas sufrido una pérdida, como la muerte de un ser querido, un amigo o una mascota, y agradecerías si alguien te preparara las comidas durante este tiempo.
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3Comunícale a tu sistema de apoyo lo que necesitas. Pide ayuda de forma amable, pero directa. No te sientas mal por solicitarla. Estamos diseñados biológica, emocional y cognitivamente como seres sociales. Es normal que necesites ayuda algunas veces. Recuerda que estas personas se preocupan por ti y es probable que te apoyen con agrado.[3]
- Por ejemplo, si sufres de depresión, podrías decirle a un amigo “Me siento mejor cuando salgo, pero me resulta difícil motivarme para hacerlo a solas. ¿Te gustaría salir a caminar conmigo por las noches?”.
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4Comparte tu plan de crisis con tu sistema de apoyo. Si tienes un plan escrito sobre lo que debes hacer si sufres una crisis mental o física, asegúrate de entregarles una copia a todos los miembros de tu sistema de apoyo. Incluye algunos detalles como la información de contacto del médico o terapeuta que te atiende, los medicamentos que debes tomar y cualquier cosa con la que podrías necesitar ayuda mientras estés incapacitado.[4]
- Por ejemplo, el plan de crisis debe incluir la información sobre la forma de cuidar a tus mascotas.
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5Acepta la ayuda con gratitud. Cuando alguien intente ayudarte, acéptalo. Por lo general, a la gente le agrada poder hacer algo por un amigo o un familiar. No te sientas culpable o incómodo y hazle saber a la persona lo mucho que agradeces el gesto.[5]
- Si acostumbras ser quien hace todo por los demás, quizás te lleve algún tiempo sentirte cómodo para recibir ayuda. Piensa en cómo te sientes cuando ayudas y reconoce que los miembros de tu red de apoyo también se sienten así.
Método 2
Método 2 de 3:Mantener un sistema fuerte de apoyo
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1Identifica a los integrantes de tu red de apoyo. Piensa en tus familiares, amigos, compañeros de trabajo y otras personas que forman parte de tu vida, como los terapeutas. Pregúntate en quién confías y de quién dependes más. Estas personas forman el núcleo de tu red de apoyo.[6]
- Ten en cuenta a los que te han ayudado en el pasado, a los que siempre te dan buenos consejos y a quienes quieras llamar de inmediato cuando ocurra algo importante en tu vida.
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2Contacta a las personas de tu red de apoyo. Toma la iniciativa de mantener el contacto para tener relaciones fuertes. Invita a un amigo a quien no hayas visto por mucho tiempo a ver una película contigo o envíale una tarjeta graciosa a un familiar que viva muy lejos. Cuando les demuestras a los demás que te interesa mantener una relación, es probable que harán lo mismo por ti.[7]
- Evita asumir que alguien te contactará si quiere pasar tiempo contigo; quizás la persona piense lo mismo de ti.
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3Conoce gente nueva. Involúcrate en tu comunidad para hacer crecer tu sistema de apoyo. Puedes hacer amigos con ideas similares a las tuyas si te unes a un club que se relacione con tus intereses, participas en un grupo de apoyo por un problema que hayas tenido o te ofreces como voluntario por una buena causa.[8]
- Ten en cuenta que es mejor que no les pidas demasiado a tus nuevos amigos mientras la relación aún se está desarrollando. Evita hablar sobre temas personales o muy fuertes hasta conocer mejor a la persona.
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4Evita pedirle demasiado solo a una o dos personas. Tus amigos y familiares se agotarán si les pides demasiado. Si necesitas más ayuda de la que pueden darte una o dos personas de forma razonable, pídela entre muchas personas de tu sistema de apoyo.[9]
- Por ejemplo, si te fracturaste una pierna y eso te impide hacer las tareas rutinarias y las diligencias, no le pidas a un solo amigo que cubra todo. En lugar de eso, pídeles a un par de amigos que te ayuden con las tareas de la casa y pregúntale a un familiar, vecino o amigo si puede hacer las diligencias por ti.
Método 3
Método 3 de 3:Devolver el favor
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1Pregúntales a tus amigos y familiares qué puedes hacer para devolverles la ayuda. Hazle saber a tu sistema de apoyo que estarás allí cuando lo necesiten. Pregúntales con qué necesitan más ayuda y cumple si te la piden.[10]
- Algunas veces, la gente evita pedir ayuda simplemente porque no quiere molestar a nadie. Si tus seres queridos te dicen que no necesitan nada, pregúntales de vez en cuando para que sepan que tu ofrecimiento es genuino.
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2Préstales atención a quienes tengan dificultades. Con frecuencia, dedícale tiempo a tu sistema de apoyo y demuestra tu sensibilidad a lo que les suceda. Si piensas que un ser querido necesita un abrazo o un poco de ayuda en la casa, no esperes a que te lo pida, sino contáctalo y ofrécele tu apoyo.[11]
- Por ejemplo, si un amigo ha estado triste últimamente, podrías invitarlo a tomar un café y preguntarle si todo marcha bien.
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3Comunica tus límites y anima a los demás para que hagan lo mismo. Para mantener saludables tus relaciones, habla con tus amigos y familiares sobre el tipo de ayuda que tú y ellos se sienten cómodos dando y recibiendo. Si se establecen las expectativas y las necesidades, se evitarán los malos entendidos después y todos se sentirán respetados.[12]
- Por ejemplo, puedes negarte a recibir dinero prestado de tus familiares para no complicar las relaciones. Puedes decirle a un ser querido que te lo ofrezca “Tengo la regla de no aceptar dinero de la familia. De verdad te agradezco el gesto, pero no puedo aceptarlo”.
- Si te comunicas y te mantienes firme en tus límites, les darás a tus seres queridos un ejemplo para que puedan crear los propios.
Referencias
- ↑ http://tinybuddha.com/blog/asking-for-help-instead-of-bearing-pain-alone/
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/turning-straw-gold/201106/how-ask-help
- ↑ http://www.cnn.com/2011/LIVING/03/29/help.friends.divorce.morrison/
- ↑ https://nycwell.cityofnewyork.us/wp-content/uploads/2016/09/crisis-plan.pdf
- ↑ https://socialwork.buffalo.edu/resources/self-care-starter-kit/additional-self-care-resources/developing-your-support-system.html
- ↑ https://web.extension.illinois.edu/toughtimes/sources_of_support.cfm
- ↑ http://www.apa.org/helpcenter/emotional-support.aspx
- ↑ http://familycaregivercouncil.com/hows-your-support-system-who-will-care-for-you-be-there-for-you-4-ways-to-boost-your-support-system/
- ↑ http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/in-depth/social-support/art-20044445?pg=2