Las cerraduras generalmente duran alrededor de siete años. Para maximizar la vida útil de una cerradura, debes realizar una limpieza y lubricación con regularidad. Puedes usar aire comprimido para limpiar las cerraduras, así como limpiadores multiusos en líquido. Los lubricantes secos son excelentes para las cerraduras porque requieren menos lubricación posterior.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer mantenimiento de rutina

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    Expulsa el polvo del ojo de la cerradura. Usa una lata de aire presurizado o un compresor de aire para soplar el polvo de la cerradura. Apunta la boquilla de pulverización cerca del ojo y presiona el botón de presión para expulsar el aire a través del mecanismo de la cerradura.[2]
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    Rocía el cilindro y la abertura de la cerradura. Usa un limpiador en aerosol, como un limpiador multiusos, para limpiar el cilindro y la abertura de la cerradura. Rocía el limpiador directamente en el ojo de la cerradura.[3]
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    Lubrica la cerradura con un lubricante seco. Para evitar la acumulación de polvo dentro de la cerradura, es recomendable usar un lubricante seco. Aplica un lubricante seco para cerraduras (como el lubricante seco 3 en 1) en el ojo de la misma. Inserta la llave y muévela para que el lubricante se extienda dentro de ella.[4]
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    Usa un limpiador multiusos como una solución a corto plazo. Si estás en apuros y solo necesitas hacer que la cerradura se desatore rápidamente, puedes usar un limpiador multiusos. Rocíalo en el ojo de la cerradura. Inserta la llave y abre y cierra la cerradura para que el limpiador se extienda en el cerrojo.[5]
    • Ten en cuenta que el uso del limpiador multiusos atraerá partículas de polvo y esto atascará la cerradura con el tiempo. Aplícalo solamente como una solución temporal.

Método 2
Método 2 de 3:
Hacer una limpieza profunda

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    Desarma la cerradura. Retira los tornillos que la sujetan a la puerta. Desatornilla los dos tornillos debajo de la perilla y también los tornillos que sujetan la placa frontal al costado de la puerta. Saca la perilla y la placa frontal de la puerta. Coloca todas las piezas en una hoja de periódico o un cartón para no perderlas de vista.[6]
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    Limpia cada parte de la cerradura con el limpiador multiusos. Usa un limpiador en aerosol o uno multiusos para limpiar todas las partes de la cerradura. Limpia cualquier suciedad o mugre de la perilla de la puerta, el cilindro, la placa frontal y otras partes. Elimina cualquier rastro de limpiador líquido o multiusos que quede en la cerradura.[7]
    • Si la mugre o suciedad se chorrea fuera de la cerradura, asegúrate de tener un trapo para limpiar lo que se ensucie.
    • Cerciórate de limpiar debidamente el ojo de la cerradura y todas las partes movibles.
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    Aplícales lubricante de grafito a todas las partes de la cerradura. Verifica que todas las partes de la cerradura estén secas. Luego, aplícales lubricante de grafito. Aplica un poco de grafito en el ojo de la cerradura, así como en el cilindro y otras partes movibles.[8]
    • El lubricante de grafito ayuda a reducir la necesidad de lubricación periódica.
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    Vuelve a armar la cerradura. Coloca el pestillo y la placa frontal en el costado de la puerta. Instala la perilla exterior de la puerta. Luego, coloca la perilla interior. Pon la placa frontal en su lugar y aprieta todos los tornillos. Gira la perilla de la puerta para comprobar que todo esté funcionando sin problemas. [9]

Método 3
Método 3 de 3:
Aceitar una cerradura de bloqueo y un candado

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    Engrasa el seguro interior y el resbalón. Agrega unas cuantas gotas de aceite al seguro interior de la cerradura de bloqueo. Luego, agrega una gota de aceite al resbalón y a la base de la perilla.[10]
    • Aplica también algunas gotas de aceite al pasador deslizante.
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    Lubrica el exterior de la cerradura de bloqueo. Usa un lubricante seco para el exterior de la cerradura, lo que evitará la acumulación de polvo y suciedad en el mecanismo de la misma. Aplica algo del polvo de grafito en el ojo de la cerradura. Inserta la llave y gírala varias veces para ayudar a distribuir el grafito en el mecanismo de la cerradura.[11]
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    Lubrica un candado. Echa una pequeña cantidad de lubricante de grafito en el ojo de la cerradura del candado. Inserta una llave y muévela para extender el grafito a todo el cilindro. Luego, aplica un poco de aceite al grillete y cierra el candado.[12]

Advertencias

  • El limpiador multiusos no debe usarse en exceso o como reemplazo de un lubricante adecuado. Es ideal para limpiar, pero tiende a acumular polvo si se usa en exceso.
  • Recuerda no perder de vista todas las partes de la cerradura si decides limpiarla.

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