Siempre es recomendable mantener limpio y cuidar el cuerpo. Los pies se exponen a mucha suciedad, día tras día, por eso darles un cuidado más especial es importante. El calzado que escojas y tus rituales de limpieza pueden ayudar a mantenerlos limpios. También debes tomar medidas para prevenir los hongos y otras infecciones. Con un poco de tiempo y cuidados, mantendrás tus pies limpísimos.

Método 1
Método 1 de 3:
Cuidar tus pies

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    Lávate los pies todos los días. Lávalos todos los días con agua y con jabón. Solo dejar que el agua de la ducha caiga sobre ellos no es suficiente. Forma una buena espuma con el jabón y frótalos con una lufa. Asegúrate de limpiar toda el área del pie, no solo los dedos.[1]
    • Evita remojarlos, ya que así podrían quitar los aceites naturales que los pies necesitan para estar hidratados y sanos.
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    Sécate bien los pies. Asegúrate de secarte los pies completamente cuando termines con la ducha. No descuides las zonas que se dejan sin limpiar normalmente, como la zona entre los dedos. No te pongas zapatos ni calcetines hasta que tus pies estén secos. La humedad restante es un caldo de cultivo para las bacterias, las cuales causan mal olor y pueden provocar la aparición de hongos.[2]
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    Hidrata tus pies. Hidratarlos ayudará a mantener los aceites saludables bien abastecidos. Compra una crema para pies, de venta en Internet o en la mayoría de las tiendas por departamento, y úsala para hidratar tus pies. Asegúrate de hidratar todas las áreas, incluso la zona entre los dedos.[3]
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    Elimina los callos y los puntos ásperos. Si observas puntos ásperos o callos que no mejoran con un hidratante, usa una piedra pómez para exfoliar la piel áspera. Solo tienes que frotar la piedra pómez en esas áreas para quitar las células muertas. Estas piedras se venden en la mayoría de las tiendas por departamento o por Internet.[4]
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    Evita caminar descalzo. Salvo que estés dentro de tu propia casa, evita caminar descalzo. Caminar sin zapatos en lugares desconocidos, especialmente fuera de casa, puede exponer tus pies a muchas bacterias. Cuando no estés en casa, ten tus zapatos siempre puestos.[5]
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Método 2
Método 2 de 3:
Prevenir los hongos y el mal olor

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    Cámbiate de calcetines a diario. No te pongas el mismo par de calcetines dos días seguidos. Estos absorben gran parte del sudor y de la humedad, los cuales son el caldo de cultivo para las bacterias que producen hongos. Los calcetines sudados también tienden a producir un olor fuerte.[6]
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    Desinfecta tus calcetines cuando los laves. Cuando laves tus calcetines, añade un líquido desinfectante durante el ciclo de enjuague en la lavadora. Puedes comprar un desinfectante en Internet o en alguna tienda por departamento local. El envase te indicará la cantidad que debes usar.[7]
    • Si vas a lavar pantimedias, remójalas en un desinfectante antes de ponerlas en la lavadora.
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    Usa calcetines absorbentes del sudor. Entre a menos humedad se expongan los pies, mejor. Una humedad menor reduce el riesgo de contraer una infección micótica. A la hora de comprar calcetines, busca aquellos que absorban el sudor para mantener la humedad al mínimo.[8]
    • Esto es especialmente importante para los calcetines que uses durante tus actividades atléticas.
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    Usa un talco o espray para los hongos. Usa un talco o espray desinfectante para matar las bacterias de tu calzado. Estos talcos y espráis se echan en los pies y dentro del calzado. Ayudan a matar las bacterias y los hongos, cosa que mantendrá tus pies limpios y sin malos olores.[9]
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    Usa chancletas en las duchas públicas. Si te duchas en público, en lugares como el gimnasio, asegúrate de ponerte un par de chancletas en la ducha. Estas protegerán tus pies de las bacterias que puedan estar en el suelo.
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Método 3
Método 3 de 3:
Desarrollar buenos hábitos con el calzado

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    Opta por un calzado que eleve los pies del suelo. Escoge un par que tenga un poco de elevación, especialmente si vas a usar sandalias. El calzado ligeramente elevado del suelo puede ayudar a proteger los pies de la suciedad y de los gérmenes de la calle.[10]
    • No obstante, recuerda que usar un calzado incómodo es malo para la salud del pie general. Si un par tiene un arco muy alto que te incomoda, opta por uno diferente.
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    Selecciona materiales respirables. El calzado hecho de materiales respirables absorbe el sudor, cosa que mantiene los pies más limpios y con menos olor.[11] Debido a que la humedad puede provocar la aparición de hongos, también puede ayudar a prevenir infecciones micóticas.
    • Los materiales respirables son, entre otros, el corcho, el cuero y la goma.
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    Pon tu calzado a secar durante la noche. El calzado se moja durante el día por la exposición a la humedad externa y al sudor de los pies. En la noche, pon tu par de zapatos en una zona bien ventilada para que puedan airearse. Así se mantendrá más limpio y olerá más fresco.[12]
    • Airearlo es especialmente importante si tienes pensado usar el mismo par dos días seguidos.
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    Rota el calzado que uses regularmente. Si usas el mismo par todos los días, ¡pueden terminar oliendo muy mal! Esto puede hacer que tus pies también huelan mal. Deja tu calzado secando un par de días antes de ponértelo de nuevo.[13]
    • Hacer esto es especialmente importante para las zapatillas que uses para tus actividades atléticas, tales como el footing o tu rutina en el gimnasio.
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    Deshazte de tus zapatos viejos. Los zapatos no duran por siempre y guardar los pares viejos no es higiénico. Estos pueden albergar bacterias que producen hongos. Si tus zapatos se ven viejos o desgastados, tíralos. Es posible lavar el calzado o rociarle soluciones limpieza y espráis para los hongos, pero en el caso de los pares desgastados que tienen muchos años, es mejor descartarlos.[14]
    • Tirarlos es especialmente importante si has tenido una infección a la uña en el pasado. Los pares que se usan durante una infección micótica pueden volver a infectar el pie si se usan de nuevo.
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Consejos

  • Antes de ponerte cualquier par de zapatos, pon un poco de bicarbonato de sodio en cada zapato. El bicarbonato de sodio absorbe el sudor y ayudará a que no huelan tan mal.
  • Si nada te funciona, acude a un doctor, porque el mal olor de los pies podría deberse a un problema más grave.
  • Pon bolsas de té herbal en los pares que tengan mal olor para que huelan mejor.
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Categorías: Salud
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