Para mantener una nota, debes entrenar tu respiración y tu postura. Estar de pie en la postura correcta y practicar técnicas de respiración permitirá que tu voz emerja de ti de forma constante, sin esfuerzo y durante periodos cada vez más largos.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Entrenar la respiración

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    Inspira rápido y continuamente. Cantar requiere más aire que hablar, así que puede ser tentador respirar a grandes bocanadas, lo cual es peor para cantar que respirar de forma constante y rápida. Practica también inspirar de forma normal al principio de cada verso que cantes.[1]
    • Si empiezas a respirar a bocanadas o entrecortadamente, tómate un descanso y empieza de nuevo. Confía en tus pulmones, saben hacer su trabajo.
    • Necesitarás más aire para cantar notas largas, pero conseguirás duraciones más largas si espiras lentamente que si inspiras profundamente.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Annabeth Novitzki

    Annabeth Novitzki

    Maestra de música
    Annabeth Novitzki es una maestra particular de música en Austin, Texas. Recibió su licenciatura en Bellas Artes en Interpretación Vocal en la Universidad de Carnegie Mellon en 2004 y su máster en Música en Interpretación Vocal en la Universidad de Memphis en 2012. Ha dado clases de música desde el 2004.
    Annabeth Novitzki
    Annabeth Novitzki
    Maestra de música

    Annabeth Novitzki, una profesora de canto particular, aconseja: "Mantener una nota significa cantar una nota durante un largo período de tiempo. Los momentos más comunes cuando las notas se sostienen así son al final de las frases, al final de una canción, y en una fermata (un símbolo musical que indica sostener la nota más de lo habitual)".

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    Espira lentamente. Tu respiración transporta tu voz. Si fuerzas la espiración o intentas contenerla, no podrás mantener notas largas. Mientras cantas, observa si aceleras o frenas tu espiración. Si estás acelerándola, puede que cantes con demasiado volumen o de forma entrecortada. Relaja los músculos abdominales e inténtalo de nuevo.[2]
    • Si estás frenando la espiración, prueba este ejercicio: canta una vocal en un tono que esté en el medio de tu registro, y ve modificando la nota hasta que simplemente sea un flujo de aire sin vocalización.
    • Una vez sepas transferir gradualmente de un tono limpio a uno susurrado a ningún tono mientras mantienes el timbre, puedes intentar la misma técnica para notas más altas.
    • Las notas que hay que mantener suelen ser altas, así que este ejercicio es muy útil.
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    Libera más aire al final de una nota que al principio. A menudo, las personas se quedan sin aire mientras intentan mantener una nota porque dejan escapar mucho aire al comienzo de la misma. Para combatir esto, libera intencionalmente menos aire cuando comiences a cantar una nota para que puedas liberar más aire cuando la nota llegue a su fin.[3]
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    No dejes escapar el aire. Necesitas aire para mantener una nota. Intenta cantar sin dejar salir aire escuchado tu voz. ¿Oyes tu aliento? Intenta cantar la misma nota otra vez, claramente. Sujeta un espejo delante de la boca mientras cantas la nota. El espejo se empañará si estás soltando aire.
    • Normalmente, intentar controlar tu flujo de aire hará que te ahogues o que fuerces la salida del aire, haciendo que el tono sea desigual y que quedes sin aliento.
    • Los sonidos respiratorios a veces son intencionales y suelen usarse en géneros específicos como el pop. La respiración viene del aire que se escapa a medida que las cuerdas vocales vibran. Sin embargo, esto implica mucho aire y acortará la longitud en la que puedes mantener una nota.[4]
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    Sisea. Inspira y espira mientras dices "SSSS". Intenta espirar de forma uniforme y completa. Hazlo de nuevo, intentando (sin forzar) decir "SSSS" un poco más de tiempo. No fuerces la "S", pero intenta soltar el aire de forma uniforme y lenta. Incorpora este ejercicio en tu rutina de calentamiento habitual.[5] [6]
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    Túmbate sobre la espalda y respira. Túmbate sobre el suelo con las rodillas levantadas, e inspira y espira lentamente. Presiona la espalda contra el suelo. Coloca un libro sobre el estómago y espira. El libro debería levantarse. Tienes que respirar con el estómago, no con el pecho.[7] Este ejercicio te ayuda a regular tu respiración y puede ayudarte a practicar para que la zona lumbar apoye tu voz.
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    Utiliza la técnica Farinelli. En esta técnica, tienes que inspirar durante tres segundos, mantener la respiración durante tres más y espira durante tres segundos más. Inspira, mantén y espira de forma regular y uniforme sin que tu respiración se entrecorte. Una vez consigas hacer el ciclo sin problemas, pasa a la siguiente fase, inspirando, manteniendo y espirando durante cuatro segundos cada vez.[8]
    • Repite el ciclo tantas veces como te resulte cómodo, sumando un segundo más en cada ciclo
    • Descansa cuando sientas presión en el abdomen o te marees.
    • Durante la primera sesión, seguramente serán suficientes seis ciclos, a no ser que seas un cantante con formación.
    • Una vez hayas llegado a tu máximo, repite el ejercicio al contrario, reduciendo un segundo para cada ciclo.
    • Utiliza un cronómetro o un metrónomo.
    • Repite este ejercicio diariamente, aumentando progresivamente los segundos por ciclo, sin pausas entre ellos.
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    Canta con un trino de labios para hacer la transición entre los ejercicios de respiración y la canción. Cantar en un trino de labios es un gran puente. Puede ayudarte a aprender a soltar mucho aire sin forzar las cuerdas vocales. Para hacer un trino de labios, sopla suavemente el aire de los labios: vibrarán y emitirán un sonido "br" repetido. Luego, intenta hacerlo mientras cantas una nota.[9]
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    Imagina que el aire sale de tu boca. Mientras cantas, imagina el aliento que exhalas girando rápidamente fuera de tu boca. Esta técnica ayuda a mantener suelta la laringe y energizará la respiración.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Mantener una nota con tu cuerpo

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    Eleva el esternón. Levanta los brazos mientras inspiras. Mantén el esternón en la misma posición y baja los brazos mientras espiras. Otra técnica es colocar las manos en la zona lumbar, con las palmas hacia afuera. Ensaya cantar en esta postura, elevando el esternón, hasta que sea natural.[10]
    • Cantar con una buena postura te ayudará a mantener las notas altas. El esternón debe estar elevado mientras mantienes el pecho en la misma posición. Canta delante de un espejo para vigilar tu postura.
    • Evita que la caja torácica y los hombros colapsen cuando te quedes sin aire. Compromete los músculos de tu estómago aún más en este punto. Levanta la caja torácica y párate derecho para mantener el control de tu respiración.
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    Utiliza los músculos en torno a tu diafragma. Antes de cantar, dedica un momento a tensar y detectar los músculos de tu bajo vientre, zona lumbar y suelo pélvico. Mientras cantas, vuelve a conectar con esos músculos y ténsalos si están relajados. Estos músculos controlan el aire que fluye a través del diafragma y tensarlos te permite controlar el flujo de tu respiración.
    • Utiliza los músculos del bajo vientre, la zona lumbar y el suelo pélvico cuando tu profesor de canto te diga "utiliza el diafragma".
    • Usa esta técnica en lugar de contraer tus músculos abdominales, puesto que hacerlo puede provocar que la presión sea desigual y hacer que te lesiones.[11]
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    Vigila la tensión de la lengua. Cuando cantes notas largas, que suelen ser notas altas, es necesario que la lengua esté relajada. Mientras cantas, comprueba si la lengua está tensa. Coloca el pulgar debajo del mentón, que es donde la parte inferior de la lengua se enraíza. Si sientes presión, masajea bajo el mentón mientras sigues cantando.[12]
    • Esto te permitirá relajar la lengua mientras mantienes esas notas largas y altas.
    • Ten en cuenta que la lengua está conectada a muchos músculos pequeños en el cuello y la garganta, por lo que mantenerla relajada es esencial para mantener notas largas y liberar aire lentamente.

Acerca de este wikiHow

Annabeth Novitzki
Coescrito por:
Maestra de música
Este artículo fue coescrito por Annabeth Novitzki. Annabeth Novitzki es una maestra particular de música en Austin, Texas. Recibió su licenciatura en Bellas Artes en Interpretación Vocal en la Universidad de Carnegie Mellon en 2004 y su máster en Música en Interpretación Vocal en la Universidad de Memphis en 2012. Ha dado clases de música desde el 2004. Este artículo ha sido visto 5218 veces.
Categorías: Cuidado de la voz