Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013.
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Un masaje uterino no es algo de lo que se escuche mucho, pero en realidad es un tratamiento bastante común después de dar a luz. Si tienes problemas para liberar la placenta, si el útero tarda en contraerse o si el médico está preocupado de que sufras una hemorragia, es posible que te recomiende un masaje uterino. Por lo general, una mujer no se masajea su propio útero. En su lugar, un médico, una enfermera, una partera u otro profesional de partos coloca su mano dentro del canal de parto y masajea el útero desde ahí. Después de esto, es posible que te pidan que te masajees la parte inferior del abdomen ocasionalmente para evitar complicaciones.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Prepararte para un masaje uterino
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1Consulta con un profesional de partos. El masaje uterino por lo general se realiza inmediatamente después de dar a luz para ayudar con la expulsión de la placenta y disminuir la probabilidad de sufrir una hemorragia. Sin embargo, los masajes uterinos no son necesarios para todas las mujeres. Habla con una obstetra, comadrona u otro profesional de partos acerca de cuándo y por qué recomendarían un masaje uterino.[1]
- Por lo general, se recomienda un masaje si tuviste un trabajo de parto prolongado o complicado, o si pierdes más sangre de la prevista durante e inmediatamente después del parto.
- Los masajes también se pueden hacer cada 15 minutos aproximadamente durante las primeras 2 o 3 horas después del parto para ayudar al útero a contraerse.[2]
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2Prepara un plan de medicamentos. Conversa con un profesional de partos antes de tu fecha de parto para crear un plan de medicamentos que concuerde con tu plan de parto. De esta forma, sabrás con anticipación que es posible que se te apliquen medicamentos que harán que el masaje uterino sea ineficaz. No es recomendable recibir masajes uterinos después del parto si te aplicaron una dosis de oxitocina profiláctica.[3]
- Hay poca evidencia que sugiere que el masaje uterino prolongado es perjudicial para quienes recibieron oxitocina. Es posible que simplemente no sea efectivo y pueda causar cierto malestar.[4]
- Prepárate para ser flexible con tu plan de medicamentos. Si surgen complicaciones durante el parto que requieren tratamiento adicional, es posible que tengan que cambiar los medicamentos que te apliquen.
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3Habla acerca de los tipos de masajes. Un masaje uterino no es el mismo tipo de masaje que se hace en los hombros o en la espalda. Por lo general, implica que un profesional de parto coloque una mano en el canal de parto y la otra en la parte superior del útero en la parte exterior del cuerpo. Luego, es posible que compriman el área durante unos minutos o usen movimientos hacia atrás o hacia adelante para masajear el área.[5]
- Pregúntale al profesional de partos sobre la técnica que practica su personal y por qué. Obtén toda la información que creas necesaria para ayudarte a sentirte cómoda con este proceso.
- Algunas comadronas y parteras pueden practicar otras formas de masaje uterino que se transmiten a través de tradiciones vernáculas. Hay poca evidencia científica a favor o en contra de dichos tratamientos. Conversa acerca del proceso y las posibles ventajas y desventajas antes de dar a luz.
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Parte 2
Parte 2 de 3:Recibir el masaje uterino
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1Vacía la vejiga. La realidad es que probablemente vacíes la vejiga durante el parto, y quizás ni siquiera te des cuenta, pero si lo haces, trata de encontrar una manera de vaciar la vejiga antes de recibir el masaje. Una vejiga llena puede empujar el útero hacia un lado, lo que hace que el masaje sea ineficaz e incómodo.[6]
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2Relaja tu cuerpo tanto como sea posible. Los masajes uterinos pueden hacerse inmediatamente después del trabajo de parto, o pueden realizarse de varios minutos a varias horas después del mismo. Posteriormente, es una buena idea practicar la respiración profunda y la relajación muscular inmediatamente antes y durante el masaje. Relaja el músculo y, respira lenta y calmadamente para ayudar a aliviar el posible malestar.[7]
- Si aún tienes un medicamento para controlar el dolor (como la epidural) en tu organismo, es posible que no sientas ninguna molestia.
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3Deja que te realicen el masaje. Si el profesional de partos opta por realizar un masaje uterino, confía en que hay una buena razón para hacerlo. Es posible que te cause cierta molestia, pero es importante permitir que el equipo de parto realice el masaje cuando lo considere necesario, ya que podría ayudarte a mantenerte saludable y segura después del trabajo de parto.[8]
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4Solicita ayuda. Tal como lo hiciste durante el trabajo de parto, puedes optar por tener una persona contigo durante el proceso de parto, incluyendo el masaje. Sostén su mano y pídele que te distraiga para brindarte algo de comodidad durante el proceso de masaje.Anuncio
Parte 3
Parte 3 de 3:Masajear el abdomen
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1Recibe la aprobación del médico. El profesional de partos puede alentarte a que te masajees el abdomen en las horas y los días posteriores al trabajo de parto. Sin embargo, si no te dice directamente que debes hacerte el masaje, consúltale antes de que lo hagas.
- Es posible que haya una razón por la que el profesional de partos no te aliente a hacerte los masajes. Siempre es importante consultar con él primero; de lo contrario, puedes correr el riesgo de sufrir dolores y lesiones innecesarios en el útero.
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2Recuéstate y aplica presión sobre el ombligo. Una vez que estés recostada de espaldas, coloca ambas palmas de las manos sobre el abdomen, aproximadamente donde se encuentra el ombligo. Si el útero está duro, lo que significa que sientes resistencia cuando aplicas presión, no es necesario masajear el área. Si está suave y sientes poca resistencia, es recomendable que te masajees.[9]
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3Ahueca una mano. Ahueca ligeramente una mano. Muévela lentamente con un movimiento circular sobre el abdomen inferior. Hazlo hasta que sientas que el útero se contrae.
- El útero debe sentirse firme cuando se contrae. Puede ser un poco incómodo, pero no durará mucho.[10]
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4Repite el proceso de masaje según las instrucciones. El profesional de partos coordinará contigo para determinar cuántas veces al día debes masajear el abdomen y durante cuánto tiempo. Sigue sus recomendaciones y avísale si sientes dolor extremo o sangrado abundante durante los masajes.Anuncio
Referencias
- ↑ http://www.aafp.org/afp/2007/0315/p875.html
- ↑ https://www.thebump.com/a/what-really-happens-after-labor
- ↑ http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/75411/1/9789241548502_eng.pdf
- ↑ http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/75411/1/9789241548502_eng.pdf
- ↑ http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/75411/1/9789241548502_eng.pdf
- ↑ https://www.massagetherapycanada.com/technique/postpartum-massage-1296
- ↑ https://www.babycentre.co.uk/a544495/relaxation-in-labour
- ↑ http://www.aafp.org/afp/2007/0315/p875.html
- ↑ https://books.google.com/books?id=sbkWt6jjSdUC&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false