Probablemente aprendiste sobre la evaluación y atención de heridas en la escuela de enfermería. Pero tal vez hasta ahora no encontraste muchas razones para usar estas habilidades en tu trabajo. Si ello está a punto de cambiar, es una buena idea revisar los métodos más comunes para la evaluación clínica de heridas. Para evaluar una herida, debes inspeccionar la apariencia y olor, sentirla, verificar el drenaje, medir la herida, observar la apariencia de los bordes de la herida, verificar si hay signos de infección y preguntar al paciente sobre el nivel de dolor que siente en la herida. Completar una evaluación precisa mejorará la efectividad del tratamiento y te ayudará a identificar la progresión de la curación de la herida.

Método 1
Método 1 de 2:
Medir la longitud, el ancho, el diámetro y la profundidad de la herida

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    Dibuja la forma de la herida y escribe una breve descripción. Mira de cerca la herida y sus bordes, y luego dibuja la forma de la herida. Escribe una breve descripción de la apariencia de la herida para acompañar el dibujo.
    • Por ejemplo, puedes usar palabras como irregular, rojo, hinchado o supurante para describir la herida.
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    Usa una regla para medir la longitud. Usa una regla para medir la herida de arriba a abajo para obtener la longitud. Asegúrate de medir la parte más larga de la herida para encontrar la longitud completa.
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    Mide el ancho de la herida con tu regla. Coloca la regla sobre la parte más ancha de la herida.[1]
    • Puedes medir esta distancia como 8 centímetros, por ejemplo.
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    Encuentra el diámetro si la herida es redonda. Si la herida es circular, usa una regla para medir en la parte más ancha del círculo. Esta medida es el diámetro de la herida.
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    Usa un aplicador con punta de algodón para medir la profundidad. Inserta con delicadeza el aplicador en la parte más profunda de la herida. Esta es la parte de la herida donde el aplicador va más lejos. Es posible que tengas que probar un par de puntos diferentes si no es evidente de inmediato qué punto es el más profundo. Retira con delicadeza el aplicador, usando los dedos para sostenerlo justo por encima del punto de entrada de la herida. Usa la regla para medir desde la parte inferior del aplicador hasta donde están tus dedos.[2]
    • Por ejemplo, la profundidad de la herida puede ser de 2 centímetros.
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    Comprueba si hay debilitamiento. Cuando se produce erosión alrededor de los bordes de las heridas, eso se conoce como debilitamiento. Puede resultar en una pequeña abertura en una herida de otro modo grande.[3] Mientras revisas la herida, detente para medir cualquier debilitamiento. Inserta un aplicador con punta de algodón en cada área debilitada y mide de la misma manera en la que mediste la profundidad.[4]
    • Puedes medir el debilitamiento como 3 centímetros, por ejemplo.
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    Usa un aplicador con punta de algodón para medir la tunelización. "Tunelización" hace referencia a las heridas secundarias que se forman cuando hay una infección u otro problema en la herida primaria.[5] Para medir la tunelización, inserta un aplicador con punta de algodón en el túnel. Como en los pasos anteriores, agarra el aplicador por el borde de la herida y usa la regla para medir en centímetros.[6]
    • Por ejemplo, puedes medir la tunelización como 2 centímetros.
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    Registra todas tus mediciones en centímetros usando L x A x P. Usa el mismo sistema para registrar todas tus mediciones. Evitará cualquier inconsistencia en los registros. Siempre registra escribiendo la longitud (L) x ancho (A) x profundidad (P).[7]
    • También deberás tener en cuenta las medidas de debilitamiento y tunelización, si corresponde, después de registrar L x A x P.
    • Las heridas crecen y sanan a diferente ritmo. Es posible que solo veas cambios cada 2 a 4 semanas. Si notas movimiento antes de eso, continúa y realiza las mediciones y registro.
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    Ten en cuenta cualquier otra característica de la herida mientras la mides. Junto con la medición de la herida, también es importante tener en cuenta cualquier hallazgo inusual. Estos pueden incluir:
    • olor
    • color
    • drenaje
    • apariencia de la piel alrededor de la herida
    • signos de infección, como enrojecimiento, calor o hinchazón
    • nivel de dolor (según lo informado por el paciente)

Método 2
Método 2 de 2:
Medir con trazado

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    Consigue 2 hojas de rastreo de heridas y limpia una de ellas. Necesitarás 2 tipos diferentes de hojas. 1 es una capa de contacto transparente que colocarás sobre la herida. Asegúrate de limpiarla con toallitas antibacterianas antes de dejar que toque la herida. Tendrás una segunda hoja que tiene adhesivo en un lado. Su trazado aparecerá en ambas hojas. Esa hoja se adjuntará más tarde a la historia clínica o al historial médico del paciente.[8]
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    Coloca la transparencia sobre la herida y traza la herida. Asegúrate de que la transparencia cubra toda la herida. Con un lápiz o marcador, traza la herida completa. No presiones demasiado ya que no quieres dañar al paciente.[9]
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    Etiqueta el trazado adhesivo con la información del paciente y el tamaño de la herida. Necesitas asegurarte de que el archivo del paciente incluya toda la información necesaria. En la transparencia, escribe el nombre del paciente, la fecha de nacimiento, la fecha de medición y el tamaño de la herida. Simplemente usarás una regla para medir L x A x P en tu trazado.[10]
    • Aún necesitarás medir la profundidad directamente. Inserta un aplicador con punta de algodón en la herida. Con una regla, mide desde el punto de entrada hasta la parte inferior del aplicador.
    • Adjunta la hoja adhesiva a la historia clínica del paciente.
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    Decide con qué frecuencia medir la herida. Cada herida crece o cicatriza de manera diferente. Para la mayoría de las heridas, medir una vez por semana es adecuado. Si notas cambios rápidos entre mediciones, mide con más frecuencia. Algunas heridas solo mostrarán cambios cada 2 a 4 semanas.[11]
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    Registra todas las mediciones en centímetros usando L x A x P. Usa el mismo sistema para registrar todas tus mediciones. Ello evitará cualquier inconsistencia en los registros. Siempre registra escribiendo la Longitud (L) x Ancho (A) x Profundidad (P).[12]

Consejos

  • Siempre usa precauciones estándar y precauciones basadas en la transmisión cuando sea necesario. También asegúrate de ponerte guantes antes de comenzar a medir la herida.
  • Existen otros tipos de medidas, como la planimetría digital y los registros fotográficos, pero no se utilizan de manera común en la práctica clínica.
  • Asegúrate de siempre medir en centímetros.

Cosas que necesitarás

  • regla
  • hojas de seguimiento
  • lápiz o marcador
  • aplicador con punta de algodón

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 4818 veces.