Si estás recibiendo mucha información rápidamente o necesitas aprender una habilidad nueva en un corto periodo de tiempo, no te preocupes. Lo bueno es que definitivamente hay ciertas estrategias y herramientas concretas con las que puedes realzar tu habilidad para aprender. Para ayudarte, este artículo reúne una lista útil de cosas que puedes hacer para mejorar con rapidez y eficacia tu habilidad para aprender.

Método 1
Método 1 de 14:
Toma apuntes a mano.

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    Las investigaciones demuestran que esto puede ayudarte a aprender con mayor eficacia. Asegúrate de llevar un bolígrafo (o lápiz) y bastante papel cuando vayas a clase o estudies. Anota la información importante y haz el intento de reformularla en tus propias palabras. Esto puede ayudar a mejorar tu memoria. Escribe en frases en lugar de usar oraciones completas para que así de todos modos poder prestar atención y no perder tiempo con cada palabra.[1]
    • Si bien es probable que puedas teclear con mayor rapidez de lo que puedas escribir, tomarte el tiempo de escribir todo a mano de hecho puede retener la información con mayor eficacia.
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Método 2
Método 2 de 14:
Establece un horario de aprendizaje al que puedas ceñirte.

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    Cíñete a una rutina estable para ayudar a que tu mente retenga más información. Establece un horario riguroso de estudio o de práctica en lugar de intentar aprender algo en tu tiempo libre. Sigue el horario que establezcas y enfócate únicamente en estudiar o aprender en este periodo.[2]
    • Una rutina constante de estudio puede ayudarte a aprender con mayor rapidez y eficacia.

Método 3
Método 3 de 14:
Aprende en fragmentos cortos de tiempo.

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    Retendrás más información si estudias en sesiones de entre 30 y 60 minutos. La práctica distribuida, lo que también se conoce como "fragmentación", en esencia simplemente quiere decir que divides las sesiones de práctica o de estudio en varios periodos cortos de tiempo. Cíñete a sesiones más cortas que se enfoquen en material específico.[3]
    • Si bien quemarte las pestañas o hacer sesiones de estudio muy largas (como entre 2 y 4 horas) podría serte de ayuda para recordar la información a corto plazo, en realidad no retendrás tanto de ella.
    • Una forma en la que puedes usar la práctica distribuida es repasar tus apuntes inmediatamente después de una clase en tanto aún los tengas frescos en la mente. Luego, puedes estudiar entre 30 minutos y 1 hora al día para mejorar tu memoria.
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Método 4
Método 4 de 14:
Mantén una actitud positiva al aprender.

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    La mentalidad adecuada puede ayudarte a aprender con mayor eficacia. Intenta recordarte que vas a aprender algo para mejorar tus conocimientos y habilidades. Considera todos los beneficios que esto conlleva, ya sean profesionales, financieros o creativos. No pienses en el peor de los casos y enfócate en los posibles resultados positivos. Esto puede marcar una gran diferencia.[4]
    • Por ejemplo, no pienses en todo lo que te pierdes mientras estudias sino, en cambio, intenta pensar en todo lo que podrás hacer si aprendes una habilidad nueva u obtienes una buena calificación en una clase.

Método 5
Método 5 de 14:
Repite en voz alta lo que quieras recordar.

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    Esto puede ayudar a que la información se te quede en la mente. A medida que repases o estudies la información, utiliza tu propia voz para añadirle un elemento activo a una palabra o frase. Di en voz alta algo que de verdad quieras recordar. Esto puede ayudar a que se vuelva más nítido en tu memoria de largo plazo.[5]
    • Por ejemplo, si estás estudiando las reglas de la gramática y quieres recordar qué es un gerundio, puedes decir "Gerundio. Gerundio. Termina en N-D-O".
    • Prueba con repetir varias veces la palabra o frase para que se te grabe de verdad.
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Método 6
Método 6 de 14:
Emplea imágenes mentales para ayudarte a recordar cosas.

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    Establece asociaciones visuales con la información que estudies. Podrías pensar en las palabras, frases e información que estés aprendiendo como imágenes específicas en tu mente. Haz que grandes cantidades de datos se conviertan en cuadros y gráficos con los que puedas estudiar. Debido a que se puede visualizar la información de muchas formas distintas, también intenta pensar en algunas por tu cuenta.[6]
    • Por ejemplo, si estás aprendiendo sobre las distintas partes de una célula, podrías imaginarte el núcleo como una oficina. La membrana podría ser como la pared de un castillo y las mitocondrias podrían ser fábricas pequeñas en tu mente. Busca formas creativas de ayudar a que la información se te quede grabada.
    • Los gráficos regulares y de pastel pueden ser una forma muy eficaz de estudiar una gran cantidad de información.

Método 7
Método 7 de 14:
Prueba con usar mnemotecnias.

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    Estas pueden ayudarte a memorizar una gran cantidad de información. Una mnemotecnia utiliza un patrón de letras, sonidos o alguna otra asociación para ayudarte a recordar algo. Si sabes la canción del "ABC", sabes exactamente lo eficaz que puede ser. Si creas mnemotecnias con la información que estés intentando aprender, esto puede ayudar a mejorar tu memoria.[7]
    • Las mnemotecnias te ayudan a simplificar y resumir las cosas. Por ende, son muy útiles para una gran cantidad de información.
    • Por ejemplo, si estás tratando de recordar los planetas del sistema solar, podrías idear una mnemotecnia como "Mi Vieja Tía Marta Jamás Supo Untar Nada al Pan" o algo parecido para representar la primera letra de Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.
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Método 8
Método 8 de 14:
Ponte a prueba con la mayor frecuencia posible.

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    Esta es una excelente forma de determinar qué es lo que tienes que aprender. Repasa la información que estés tratando de aprender y hazte preguntas sobre el material. Si respondes de la forma correcta, ¡muy bien! De lo contrario, encuentra la respuesta correcta e intenta recordarla. Si puedes acceder a pruebas o exámenes de práctica, úsalos para desafiar tu memoria. Si vas a dar una charla o una presentación, ensáyala y ponte a prueba mencionando toda la información que vayas a cubrir, además de las estadísticas o datos que vayas a usar en ella, de ser el caso.[8]
    • Mientras más te pongas a prueba, tendrás una mayor confianza en que sabes la información.

Método 9
Método 9 de 14:
Practica una tarea de distintas formas para aprender con mayor rapidez.

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    Cambiar la forma como practiques puede ayudarte a mejorar. Si estás tratando de aprender una habilidad o una tarea, la práctica es muy importante y una de las formas más eficaces de mejorar. Sin embargo, no solo debes practicar de la misma forma una y otra vez. En cambio, prueba con cambiar un poco las cosas y practicar de una forma distinta cada vez. Esto puede ayudar a que tu mente consolide tus recuerdos y memoria, lo cual hace que aprendas con mayor rapidez.[9]
    • Por ejemplo, si vas a dar una presentación sobre un tema específico, podrías ensayarlo de la forma habitual y luego intentar ensayarlo con mayor rapidez de lo normal. Luego, podrías tratar de ensayarlo con más lentitud de lo normal. Asimismo, puedes probar con dividirlo en secciones más pequeñas y repasar cada una varias veces. Busca distintas formas en las que puedas practicar.
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Método 10
Método 10 de 14:
Reflexiona sobre lo que sepas para identificar los espacios en blanco en tus conocimientos.

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    Esto puede ayudarte a determinar qué es lo que debes enfocarte en aprender. La metacognición en esencia es pensar sobre el pensamiento, y puede ser una herramienta de aprendizaje muy útil. A medida que estudies y te pongas a prueba, hazte preguntas sobre qué tan bien sabes algo.[10]
    • Por ejemplo, si estás aprendiendo sobre la geografía de África, podrías hacerte preguntas como "¿Sé en dónde está Libia?" o "¿Podría enseñarle a alguien en dónde se encuentra Etiopía en el mapa?".
    • La metacognición también puede serte de ayuda para no perder el tiempo en cosas que ya sepas.

Método 11
Método 11 de 14:
Tranquiliza tu mente con la meditación.

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    Esto puede ayudar a mantenerte enfocado y relajado. Puede ser muy estresante estudiar para un examen, una presentación o cualquier cosa, y es fácil que la mente se sienta abrumada. Practica la meditación u otras técnicas como los ejercicios de respiración profunda para cultivar una mente tranquila y relajada[11]
    • Mientras más tranquila esté tu mente, podrás concentrarte más y retener información de una mejor manera.
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Método 12
Método 12 de 14:
Haz ejercicio con regularidad.

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    Esto mejorará no solo tu salud, sino también tu memoria. Los estudios indican que los periodos regulares de ejercicio de alta intensidad pueden mejorar significativamente la memoria. Intenta ejercitarte como mínimo 30 minutos al día. Emplea el ejercicio como una forma saludable de tomarte un descanso de tus estudios que de hecho también te ayudará con la memoria.[12]
    • Prueba con una clase grupal de ejercicios, sal a correr o montar bicicleta, o bien levanta pesas. Haz lo que te resulte cómodo, pero simplemente entra en actividad.
    • Dato curioso: el ejercicio de hecho incrementa un químico conocido como factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC). Este ayuda a mejorar la salud de las neuronas. ¡Genial!

Método 13
Método 13 de 14:
Lleva una dieta saludable.

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    Dale a tu cuerpo y tu mente el combustible que necesitan para tener éxito. El viejo dicho de que "uno es lo que come" quizás realmente tenga algo de verdad. Las investigaciones demuestran que comer alimentos saludables para el cerebro (por ejemplo, los vegetales de hoja, los pescados grasosos, las bayas y las nueces) puede realzar la capacidad mental, y esto podría ayudar a mejorar tu habilidad para aprender cosas nuevas. Enfócate en llevar una dieta bien balanceada que incluya proteínas magras y muchas frutas y vegetales frescos, y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.[13]
    • Cuida de tu cuerpo y él cuidará de tu mente.
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Método 14
Método 14 de 14:
Duerme como mínimo 8 horas al día.

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    Una mente bien descansada puede aprender con mayor eficacia. El sueño no es un lujo si estás enfocado en aprender algo, sino que es una necesidad absoluta. El cerebro consolida mientras duermes la información que aprendes, y los estudios indican que las personas que duermen durante toda la noche tienen una mejor retención de información a largo plazo.[14]

Consejos

  • También tómate descansos cuando los necesites. Si estás esforzándote mucho para estudiar o aprender algo, es posible que tu cerebro necesite un descanso de entre 5 y 10 minutos de vez en cuando.
  • Asimismo, puede serte de ayuda que busques un lugar cómodo y tranquilo para estudiar en donde no haya distracciones para así poder mantenerte enfocado.
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Advertencias

  • No consumas drogas ni estimulantes para ayudarte a quedarte despierto estudiando. Podrías desarrollar una adicción a ellos, y es posible que ocasionen otros problemas de salud.[15]
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Acerca de este wikiHow

Natalia S. David, PsyD
Coescrito por:
Psicóloga
Este artículo fue coescrito por Natalia S. David, PsyD. La Dra. David es profesora auxiliar de psicología en el Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas y consultora de psiquiatría en el Hospital Universitario Clements y en el Hospital Universitario Zale Lipshy. Es miembro de la Junta de Medicina del Comportamiento del Sueño, de la Academia para el Manejo Integral del Dolor y de la División de Psicología de la Salud de la Asociación Americana de Psicología. En 2017, recibió el premio y la beca Baylor Scott & White Research Institute’s Podium Presentation. Recibió su doctorado en psicología en la universidad Alliant International en 2017 con énfasis en Psicología de la Salud. Este artículo ha sido visto 1797 veces.
Categorías: Técnicas de estudio
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