Cuando eres joven, algunas veces incluso pedirle permiso a tu mamá para salir el viernes por la noche puede parecer aterrador. Mucho más aterrador es la idea de preguntarle si puedes usar un método anticonceptivo. Quizás seas sexualmente activa o lo estés considerando, o tal vez solo desees usar un método anticonceptivo para regular mejor tu menstruación. Si bien esta puede ser una conversación difícil, con un poco de preparación puedes tratar de lograr tu objetivo de empezar una conversación seria y respetuosa con tu mamá.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararte para la conversación

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    Considera las distintas formas de métodos anticonceptivos. Es posible que estés interesada en métodos anticonceptivos, pero que no estés segura de qué tipo sería mejor para ti. La forma más común es la píldora; no obstante, hay otras opciones que contienen menos hormonas. Las formas más comunes de métodos anticonceptivos son:[1]
    • dispositivos intrauterinos (DIU)
    • parches anticonceptivos
    • pastillas anticonceptivas
    • inyecciones anticonceptivas
    • condones
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    Considera los efectos de los métodos anticonceptivos. Antes de hablar con tu mamá, averigua las formas en que el método anticonceptivo afecta tu cuerpo y los cambios que puede provocar, tanto positivos como negativos. Algunos de los beneficios de las distintas formas de métodos anticonceptivos se presentan a continuación:[2]
    • Además de evitar el embarazo, los métodos anticonceptivos hormonales, como la píldora, el parche, la inyección o el DIU, pueden prevenir los quistes ováricos y el cáncer, el adelgazamiento óseo, la deficiencia de hierro, el acné y el síndrome premenstrual.
    • Los condones y las barreras de látex bucales evitan la propagación de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
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    Planifica tu conversación. Utiliza la información de tu investigación para preparar la conversación con tu mamá. Si acudes a ella con conocimientos y datos, podría estar más dispuesta a ceder a tu pedido ya que parecerás más madura y reflexiva. Compila una lista de todos los motivos por los que deseas métodos anticonceptivos. Piensa en los motivos por los que tal vez ella no quiera que los tengas y planifica algunas refutaciones para esas inquietudes.
    • Por ejemplo, tal vez tu mamá no quiera que uses métodos anticonceptivos porque teme que subas de peso como ella. Busca algunas opciones que no provoquen este aumento de peso.
    • Esfuérzate bastante por mantenerte en el tema y pon atención a que tu mamá tampoco se desvíe del mismo.
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    Practica frente al espejo. Es posible que estés muy nerviosa como para abordar este tema con tu mamá, lo cual es comprensible. Puedes calmar tus nervios al practicar en el espejo con anticipación. Practica la exposición de tu discurso sobre por qué debes usar métodos anticonceptivos hasta que puedas hacerlo sin tartamudear ni decir “em”.
    • Considera practicar con una amiga si te sientes cómoda.
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    Habla con tus amigas. Si tienes amigas que pidieron métodos anticonceptivos, averigua cómo lo hicieron y si tuvieron éxito. Considera consultar con alguna amiga cuya mamá se parezca a la tuya para que puedas desarrollar un mejor enfoque.
    • Podrías decir algo como “Oye, ¿usas métodos anticonceptivos? Sé que tu mamá es muy estricta como la mía, ¿cómo la convenciste?”.
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    Prepárate para su reacción. Antes de hablar con tu mamá, deberás prepararte para su reacción. Si tienes una mamá que es muy religiosa, podría reaccionar con mucha fuerza, en especial si recién se entera de que eres sexualmente activa.
    • Si consideras que tu mamá podría echarte de la casa debido a este pedido, entonces quizás tengas que esperar hasta que seas un poco mayor. Si esto vale la pena para ti, entonces asegúrate de tener otro lugar en el cual quedarte por un tiempo.
    • Tu mamá también podría sentirse confundida o incluso triste por tu pedido. Piensa en cuál podría ser su reacción para que estés mejor preparada.
    • Recuerda que esta es una conversación que puede ser tan incómoda para tu mamá como para ti.
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    Reserva un tiempo para hablar. Si realmente quieres usar un método anticonceptivo, tendrás que hablar con tu mamá en algún momento. Pregúntale si tiene tiempo para hablar pronto.[3]
    • Una vez que ella llegue del trabajo, puedes decirle “Oye, mamá, ¿podemos hablar más tarde en la noche? Tengo algo en lo que quisiera que me orientes”.
    • No le envíes mensajes de texto mientras estés en la escuela o temprano en la mañana pidiéndole hablar más tarde. Evita dejarla en suspenso para que no se preocupe.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Tener una conversación sobre métodos anticonceptivos

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    Rompe el hielo. La parte más difícil de tener la conversación es empezar. Asegúrate de estar en un lugar tranquilo y privado cuando tengan esta conversación, lejos de tus otros hermanos. Empieza por decir algo como “Bueno, realmente hoy quería hablar contigo sobre dejarme usar métodos anticonceptivos”.[4]
    • Si tu mamá reacciona con gritos, mantén la calma. Respira profundamente y espera una pausa. Luego dile “Por favor, escúchame”.
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    Habla sobre por qué quieres métodos anticonceptivos. Explícale a tu mamá todas las razones por las que deseas usar métodos anticonceptivos. Esto la ayudará a guiarte mientras toma su decisión de permitírtelo o no. Sé muy honesta con ella. Si quieres usar métodos anticonceptivos porque tienes relaciones sexuales, debes decírselo. Si se entera de que estás guardando secretos, será menos probable que confíe en ti a fin de tomar decisiones importantes como esta.
    • Tal vez no desees un método anticonceptivo con fines anticonceptivos y que solo te interese regular tu menstruación. Cuéntale eso a tu mamá.
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    Habla sobre ser responsable. Además de los beneficios para la salud, uno de los resultados más importantes de los métodos anticonceptivos es prevenir el embarazo. Si estás en el punto en el que tienes que pedirle permiso a tu mamá para usar métodos anticonceptivos, entonces es probable que todavía no estés en la etapa de tu vida para tener tu propio hijo. Si eres sexualmente activa, cuéntale a tu mamá sobre esta preocupación que tienes. Es muy probable que tampoco quiera que tengas un hijo en ese momento.[5]
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    Dile cuán importante es su opinión. Por último, debes decirle a tu mamá cuán importante es su opinión sobre este tema. Dile que no quieres usar métodos anticonceptivos a esta edad sin su conocimiento y consentimiento y que respetas su opinión y juicio.[6]
    • Puedes decir “Mamá, sé que si nadie más se preocupara por mí, tú sí lo harías. Y pienso que usar métodos anticonceptivos es realmente importante para mi salud en este momento, en especial porque soy sexualmente activa”.
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    Escucha. Una vez que hayas hablado con tranquilidad, escucha a tu mamá. Es posible que ni siquiera haya considerado la idea de que uses métodos anticonceptivos, así que ten paciencia con ella. Esta podría ser información nueva. Escúchala y responde con honestidad cualquier pregunta que pueda tener.
    • No la interrumpas cuando hable.
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    Hazle preguntas. Si tu mamá parece abierta a la idea de que uses métodos anticonceptivos, pregúntale sobre su experiencia al usarlos. Determina si la afectaron emocionalmente, si la hicieron subir de peso, si tuvo dolores de cabeza o si disminuyó su menstruación. Hazle cualquier otra pregunta que puedas tener, ya sea sobre métodos anticonceptivos, sexo o menstruación.[7]
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    Envíale un correo electrónico si no te sientes cómoda hablando en persona. Tal vez tengas mucho miedo de hablar con tu mamá en persona. Si ella tiende a atacarte o a reaccionar de manera exagerada, enviarle tus ideas por correo electrónico podría ser la mejor decisión. También puedes escribirle una carta en la que le expliques cómo te sientes y todas las razones por las que deseas empezar a usar métodos anticonceptivos.[8]
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    Habla sobre la posibilidad de visitar al ginecólogo. Si bien es posible que tu mamá no quiera que uses métodos anticonceptivos en ese momento, es posible que no tenga ningún problema con el hecho de que visites al ginecólogo, en especial si tienes una menstruación muy profusa. Habla con ella sobre visitar a un ginecólogo para tratar este tema, así como cualquier otro que puedas estar experimentando. De esta forma, es probable que el médico te sugiera un método anticonceptivo para ti.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Manejar su reacción

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    Mantén la calma. Sin importar cómo reaccione tu mamá a este pedido, haz tu mejor esfuerzo para mantener la calma. Si reaccionas de forma emotiva e inmadura con ella, será menos probable que te permita usar un método anticonceptivo. Respira un poco profundamente cuando la conversación se haga pesada.
    • Si es necesario, aléjate y tómate un poco de espacio de la conversación.
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    Dale un poco de tiempo. Una vez que le hayas contado tus impresiones y de haber escuchado su opinión, dale tiempo para que procese y tome una decisión. No la presiones para que decida antes de que esté lista, ya que esto probablemente dará lugar a un “no”. Darle el tiempo que necesita para pensar le permitirá tomar una decisión más racional y tranquila en vez de hacerlo por prisa o presión.
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    Plantea el tema posteriormente. Una vez que tu mamá haya tomado su decisión, no la ataques si no es a tu favor. Es posible que te haya dicho que no por temor a que el método anticonceptivo te incentive a tener relaciones sexuales o que quizás tenga otras razones médicas, como el miedo a las hormonas. Cualquiera sea la decisión de tu mamá, respétala por el momento. Haz otros arreglos para evitar el embarazo en el ínterin al practicar la abstinencia o utilizar condones.
    • Si utilizas condones, asegúrate de tener instrucciones de un profesional médico o de un video en línea sobre el uso adecuado de los condones.

Acerca de este wikiHow

Klare Heston, LCSW
Coescrito por:
Trabajadora social clínica
Este artículo fue coescrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR). Este artículo ha sido visto 10 426 veces.
Categorías: Salud reproductiva