Las clemátides son plantas trepadoras que producen impresionantes flores azules, moradas, rosadas, amarillas y blancas durante todo el verano hasta otoño. Algunas variedades cultivadas pueden crecer hasta 6 metros (20 pies) y vivir por más de 80 años. Las clemátides necesitan luz solar plena sobre sus flores y sombra fresca sobre sus raíces para prosperar. Continúa leyendo para aprender cómo plantar y cuidar de bellas clemátides.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepárate para plantarlas

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    Elige una variedad de clemátides. Las flores clemátides vienen en una enorme variedad de formas y colores, desde flores rosadas que crecen hasta 15 cm (6 pulgadas) a lo largo hasta campanillas azules caídas y flores blancas con forma de estrellas. Se han vuelto más populares en los últimos años, de modo que muchos viveros ofrecen docenas de variedades de las cuales elegir. Cuando decidas qué variedad comprar, ten en cuenta el color, la forma, el lado potencial y los requisitos de luz solar. Las clemátides suelen tomar varios años en florecer, así que busca una planta en maceta que ya tenga un año o dos. Estas son las variedades más comunes de clemátides:[1]
    • Nelly Moser: tiene grandes flores rosadas y es uno de los tipos más comunes de clemátides. Son resistentes y fáciles de establecer.
    • Ernest Markham: tiene impresionantes flores magenta y crecen vigorosamente en espalderas y cenadores.
    • Niobe: tiene flores rojas y es una elección adecuada para cultivarlas en macetas, ya que no es muy grande.
    • Princess Diana: tiene flores de un rosado pálido y forma de campana, y crecen particularmente bien en climas muy cálidos.
    • Jackmanii: tiene flores de color morado oscuro y crecen vigorosamente. Están disponibles en muchos lugares y son unas de las favoritas.
    • Venosa Violacea: tiene flores abundantes de color azul violáceo.
    • Apple Blossom: tiene flores pequeñas y blancas. Crecen como flores perennes.
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    Elige una ubicación soleada. Las clemátides pueden venir en una increíble variedad de formas y tamaños, pero tienen necesidades similares en cuanto al sol y temperatura. Son plantas resistentes que requieren al menos 6 horas de plena luz solar al día.[2]
    • Las clemátides son resistentes desde la zona de cultivo 3 a la zona 9.[3]
    • Unas cuantas variedades de clemátides crecerán en sombra parcial, pero no alcanzarán todo su potencial a menos que tengan luz solar plena por 6 horas diarias.
    • Busca un lugar con flores perennes bajas y cubierta de suelo que le de sombra a las raíces de las clemátides, pero les permita crecer bajo la luz solar plena a 7,5 o 10 cm (3 o 4 pulgadas) del suelo. Las clemátides necesitan raíces frescas y luz solar plena en las enredaderas y flores. Si no puedes encontrar un lugar con cubierta de suelo, puedes plantarlo luego o agregar mantillo alrededor de las clemátides para mantener las raíces frescas.
    • También puedes plantar clemátides cerca de la base de un arbusto o árbol pequeño. Las clemátides crecerán alrededor de las ramas sin lastimar el arbusto o árbol pequeño “acompañante”.[4]
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    Elige un lugar con tierra con buen drenaje. La ubicación tampoco debe ser muy seca como para que no retenga humedad, pero debe drenar lo suficientemente bien para que el agua estancada no se acumule alrededor de las raíces de las clemátides. Para probar si la tierra en el área drena bien, cava un agujero y llénalo con agua. Si el agua se drena inmediatamente, significa que la tierra es más arenosa. Si el agua se estanca en el agujero, significa que la tierra tiene demasiada arcilla y no drenará lo suficientemente rápido. Si el agua se filtra lenta pero constantemente en la tierra, entonces es la adecuada para las clemátides.
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    Prueba la tierra para averiguar su nivel de pH. Las clemátides prefieren que el suelo neutral o alcalino, en vez de ácido. Si haces una prueba y determinas que el nivel de pH es ligeramente demasiado ácido, endulza la tierra mezclándola con caliza o ceniza de madera.[5]
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    Cava un agujero y enriquece la tierra. Cava un agujero de varios centímetros (pulgadas) más de profundidad que la maceta en la que las clemátides vinieron; de modo que cuando las plantes, la tierra llegue a la altura de las primeras hojas. Antes de plantar las clemátides, trabaja la tierra con compost y fertilizador orgánico granular.[6] Esto asegurará que la planta tenga los nutrientes suficientes para establecerse en los primeros meses después de plantarla.
    • Si trabajas con tierra con tendencia de arcilla pesada (lenta para drenar), cava un agujero de unos cuantos centímetros (pulgadas) más profundo de lo que normalmente lo harías. Si la tierra es arenosa (rápida para drenar), un agujero ligeramente menos profundo será mejor para las raíces de las plantas, ya que estarán lo suficientemente cerca de la superficie para recibir suficiente agua.
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    Planta las clemátides. Retira muy gentilmente las clemátides de la maceta en la que vinieron, con cuidado de no desgarrar las frágiles raíces y brotes. Coloca el montón de raíces en el agujero y palmea la tierra alrededor del tallo base. La tierra debe llegar hasta las primeras hojas; si no es así, levanta el montón de raíces y cava un agujero un poco más profundo. Deja la estaca en su sitio, de modo que la clemátides joven tenga algo contra lo que pueda crecer durante el primer año.
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    Coloca mantillo alrededor de las raíces. Coloca 10 cm (4 pulgadas) de paja o algún otro tipo de mantillo alrededor de la base de las clemátides para mantener las raíces frescas. También puedes plantar o incentivar el crecimiento de flores perennes bajas cuyas hojas den sombra a las raíces de las clemátides durante el verano.[7]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Cómo cuidar de las clemátides

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    Mantén las clemátides bien regadas. Dale a las clemátides largos y profundos tragos de agua cada vez que la tierra se vea seca. Para probar si la tierra está seca, mete el dedo en la tierra y sácalo. Si no tocas tierra húmeda, es momento de regar las clemátides.
    • No riegues las clemátides demasiado seguido; ya que las raíces están en la sombra, el agua puede tender a estancarse por un largo periodo de tiempo antes de evaporarse.
    • Riégalas en la mañana, en vez de durante la noche, de modo que el agua tenga tiempo para secarse y absorberse antes de que caiga la noche.
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    Dale soporte a las clemátides. Las clemátides no crecerán a menos que tengan una estructura vertical para trepar. Durante el primer año, el soporte que vino con las clemátides será suficiente para las necesidades de las plantas, pero después de eso tendrás que proveerle un soporte más grande, como espalderas o cenadores, para incentivarlas para que crezcan más.
    • Las clemátides crecen enredando sus tallos con hojas alrededor de soportes delgados como un cordel, línea de pescar, ramas delgadas o pantallas. Asegúrate de que el soporte que proveas no sea demasiado grueso para que los tallos con hojas puedan enredarse. Debe tener menos de 1,3 cm (1/2 pulgada) de diámetro.
    • Si tienes una espaldera o cenador hecho de piezas gruesas de madera, coloca una pantalla o sujeta un poco de línea de pescar para proveer un soporte lo suficientemente delgado para que las clemátides se enreden.
    • Mientras las clemátides crecen y se enredan alrededor del soporte, puedes ayudarlas a mantenerse en su sitio atándolas: átalas de forma suelta a la estructura con línea de pescar.[8]
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    Fertiliza las clemátides. Cada 4 o 6 semanas, alimenta las clemátides con fertilizante 10-10-10 o abónalo de lado con compost esparciéndolo alrededor de la base de la planta. Las clemátides requieren bastantes nutrientes para crecer fuertes y producir flores abundantes.[9]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Poda las clemátides

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    Poda los tallos muertos o dañados en cualquier momento. A pesar de que las clemátides no son propensas a ser afectadas por pestes, pueden contraer una enfermedad fúngica que puede ocasionar que toda la planta se torne negra y muera. Si ves un tallo muerto o marchito en las clemátides, utiliza unas tijeras de podar limpias para recortarlo justo en la base. Desinfecta las tijeras en una solución de cloro entre los cortes para no propagar la enfermedad a otras partes de la planta.
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    Poda los tallos más viejos. Debido a que el florecimiento se torna menos abundante en los tallos de más de 4 años, puedes cortar los tallos más viejos para incentivar el crecimiento de nuevos tallos. Espera hasta después del primer florecimiento de la temporada y utiliza un par de tijeras de podar limpias para retirar los tallos del tallo base.[10]
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    Poda anualmente de acuerdo a los requisitos de la variedad. Las clemátides se favorecen si las podas anualmente para incentivar el crecimiento fresco. Sin embargo, las variedades distintas requieren que las poden en momentos distintos del año. Es importante saber exactamente cuándo podar tu variedad específica, ya que puedes dañar la planta si la podas en el momento equivocado del año.
    • Plantas que florecen en madera vieja, lo que significa que las flores aparecen en tallos del año pasado, no requieren que las podes excepto recortar un poco su tamaño y mantenerlas en un contenedor. Después de que florezcan, vuelve a podarlas a un par de brotes saludables. Las “Apple Blossom” están en este grupo.
    • Plantas que florecen primero en madera vieja y luego en madera nueva, lo que significa que las flores aparecen en tallos del año pasado y en nuevos tallos primaverales y las debes podar para eliminar el crecimiento débil. Pódalas al comienzo de la primavera, antes de que florezcan, para retirar tallos débiles y luego de nuevo después de florezcan para mejorar su forma. Las “Nelly Moser” y “Ernest Markham” están en este grupo.
    • Plantas que florecen en madera nueva, lo que significa que las flores aparecen solo en tallos nuevos primaverales y debes recortarlas a 25 cm (12 pulgadas) al comienzo de la primavera. Esto incluye las “Niobe”, “Princess Diana”, “Jackmanii” y “Venosa Violacea”.

Consejos

  • Escoge una planta que sea próspera y fuerte al realizar la compra. Compra una planta que tenga al menos 2 años de crecimiento, si es posible. Le toma algunos años a la planta mostrar todo su potencial. Mientras más vieja sea la planta, menos tiempo tendrás que esperar para apreciar su belleza.

Advertencias

  • Asegúrate de poder darle a las clemátides el espacio que necesitan para crecer. Considera buscar una variedad de clemátides más pequeña si no tienes el espacio que las variedades más grandes necesitan para prosperar. Las versiones más pequeñas pueden vivir alegremente en contenedores y jardines de flores pequeños si soportan en una espaldera.

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 7853 veces.
Categorías: Propagación de flores