Los narcisos, generalmente de un color amarillo vivo o blanco deslumbrante, son flores únicas e impresionantes, insospechadamente fáciles de cultivar. Con un poco de esfuerzo y unos cuantos trucos sencillos, tendrás un jardín lleno de narcisos, ¡la señal infalible de la primavera!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la parcela

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    Escoge un lugar con luz solar plena. Los narcisos crecen mejor en plena luz solar, sin embargo, también es aceptable la sombra parcial o ligera. Si los pones totalmente bajo la sombra, estas flores no crecerán durante el primer o segundo año de plantadas.[1]
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    Fíjate que el jardín tenga tierra fértil y con buen drenaje. Los narcisos pueden crecer en muchos tipos de tierra diferente, pero la ideal para esta planta es una moderadamente fértil y que tenga buen drenaje. Algunos narcisos especiales prefieren las tierras alcalinas, así que, si escoges una raza en particular, pide mayor información en el vivero.[2]
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    Planta los narcisos en el otoño. Estas flores deben plantarse en el otoño, de preferencia en octubre, si estás en el hemisferio norte. Sin embargo, en ese caso, puedes hacerlo en setiembre o hasta noviembre. Si vives en climas fríos, comienza a plantar unas 2 a 4 semanas antes de que la tierra se congele.[3]
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    Compra los bulbos cuando estés listo para plantar. Cómpralos de una fuente de buena reputación o un vivero, y plántalos antes de que pase una semana. Mientras más grande sea el bulbo, mejor. No los compres de remate, pues es posible que no contengan flores.[4]
    • Nunca compres o plantes un bulbo de narciso blando, pues esto quiere decir que está podrido o alguna enfermedad al interior.
    • Los bulbos que tienen dos puntas generarán dos tallos.
    • Es posible que los pequeños no den flores durante su primer año.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Plantar los bulbos

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    Cava agujeros o zanjas para los bulbos. Ciertamente puedes plantar cada bulbo por separado, pero la mayoría de los jardineros lo hacen en zanjas de 3 a 8 bulbos. Puedes darles la forma que quieras. Las largas y rectas crearán un jardín ordenado, mientras que las acumulaciones circulares producen una apariencia más “natural”.[6]
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    Provee a los bulbos las condiciones adecuadas para crecer. Rocía un puñado pequeño de fertilizante para bulbos en cada agujero o zanja, y cerciórate de que estén bien espaciados. Sea que vayas a cultivarlos de manera individual o en zanjas, planta los narcisos con 8 a 15 cm (3 a 6 pulgadas) de separación.[7]
    • Planta un solo tipo de narciso por agujero o zanja.
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    Planta los bulbos. Estos deben plantarse a una profundidad de tres a cuatro veces su tamaño. En el caso de los narcisos pequeños como el Tete a Tete, dales 10 cm (4 pulgadas) de profundidad y a las razas más grandes como el Carlton o el rey Alfredo, dales 15 cm (6 pulgadas).[8] Asegúrate de que el extremo en punta esté mirando hacia arriba.
    • ¡En lugares donde el invierno es severo, asegúrate de que los bulbos queden cubiertos con al menos 8 cm (3 pulgadas) de tierra![9]
    • Si no sabes qué parte del bulbo es la de “arriba”, plántalo de costado.
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    Cubre los bulbos y riégalos apenas los plantes. Conserva el área húmeda durante su crecimiento, es decir, hasta unas tres semanas después del tiempo de florecimiento. Deja de regar las flores cuando ya tengan tres semanas con flores.[10]
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    Deja el área tranquila. Aunque en ciertas regiones los narcisos echan raíces en otoño y les crecen las hojas en invierno, los botones y las flores no aparecerán hasta la primavera. Confía en que tus narcisos están trabajando duro y deja el área tranquila para que puedan crecer bien.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cuidar de las flores

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    Fertiliza los bulbos de ser necesario. Si no se están desarrollando bien en la primavera, ponles un fertilizante de poco contenido de nitrógeno y alto en potasio.[11] Recuerda que es posible que no veas resultados el primer año, pero si el problema persiste, consulta en el vivero o piensa en volverlos a plantar.
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    No cortes demasiadas flores. Aunque definitivamente es posible cortar los narcisos para ponerlos en casa o vendérselos a otras personas, ten en mente que cortarlos mucho podría poner en riesgo el crecimiento del bulbo en los siguientes años.
    • No pongas los narcisos en el mismo florero que otras flores, pues su savia hará que se marchiten.[12]
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    Deja que las plantas mueran por completo antes de podarlas. Solo quítales las hojas cuando se hayan secado o estén amarillas. Hacerlo muy pronto podría comprometer el crecimiento del siguiente año.
    • Para estar en lo seguro, no comiences a podar hasta fines de mayo o junio, si estás en el hemisferio norte.[13]
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    Protege tus plantas de las plagas y las enfermedades. Las moscas del narciso grandes y pequeñas y el ácaro de los bulbos son las plagas más comunes que afectan a estas flores. Si ves alguno de ellos o si los bulbos están blandos cuando los tocas, ponlos en agua casi hirviente hasta por tres horas (conocido como tratamiento de agua caliente).
    • Las manchas amarillas en tallos y hojas podrían ser un indicio de que hay nemátodos del tallo. Destruye todas las plantas infectadas y realiza un tratamiento de agua caliente.
    • Trata las enfermedades fúngicas como la podredumbre y el moho con un fungicida en aerosol y trata las virales, como las rayas amarillas, con un insecticida en aerosol o un tratamiento de agua caliente.
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Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 3954 veces.
Categorías: Propagación de flores
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